{Harry}
Miro a la chica bailar junto a mí, todo en su cuerpo decía: «hey, soy fácil. Fóllame ya.», sus movimientos grotescos, su forma de subirse el vestido cada vez que hacía un movimiento exagerado. Nunca en mi vida había deseado tanto gritar; «Soy gay, por amor al cielo», como ahora, pero sé que no podía hacerlo, por lo que inventé la excusa más patética que pude haber dicho en toda mi vida.
—Creo que voy a vomitar, lo siento. — y me fui corriendo al baño, dejándola en medio de la pista de baile mirando desconcertada por donde mi fui.
Pero, nunca fui al baño. Sólo busqué a mis amigos donde los dejé la última vez, cerca de una mesa a un lado de la barra. Cuando llego ahí, Niall y Zayn están conversando con unos amigos que tal vez hicieron un instante atrás, me enfoco en buscar a Louis, pero no lo encuentro por ninguna parte. Miro a la pista de baile, donde dejé a la chica bailando sola, ahora ella encontró otra presa que está más que encantada con el show que da la niña fácil. Louis no está en la pista. Empiezo a desesperarme.
—Zayn. — llamo por sobre la música, él me mira extrañado. — ¿has visto a Louis?
Él despierta recién, como dándose cuenta de que su amigo no está.
—Demonios. — dice, y mira a Niall. — Louis no está.
— ¿Cómo que no está?— exclama Niall levantándose.
—No sé, Niall. Simplemente no está.
—Esto no puede ser bueno. — digo, pasando mi mano por mis rizos. Los miro preocupado. — la última vez que lo dejamos solo casi se mata.
—E hizo el ridículo. — añadió Zayn.
—Liam nos va a matar. — Niall se movió frenéticamente.
Fruncí el ceño mirando la hora, cuatro y treinta minutos. Suspiré llamando la atención de los chicos.
—Nos separaremos, tú irás a la pista. — le digo a Niall. — Tú a los baños. — le digo a Zayn, él asiente. — y yo a la barra. Si alguno de nosotros lo encuentra, llamaremos para avisar.
Los chicos asienten, cada uno yendo a su lado asignado. Respiro profundo intentando no perder la calma. La última vez que Louis quedó solo en un bar y con bebidas alcohólicas al alcance de la mano, tuvimos que bajarlo del techo, y ponerle ropa. Así de mal fue, gracias al cielo que eso no salió en las noticias. Busqué entre la gran cantidad de gente que se encontraba en la barra, la mayoría ebria. Algunos chicos tenían a unas chicas en sus brazos, y se besaban con pasión. Quizá, demasiada pasión. Aparté la vista sintiéndome avergonzado.
Cuando me iba a girar para buscar en otro lado, escuché su voz. La sabría reconocer en multitudes. Me giré y lo vi con una cerveza en la mano conversando con el bar tender.
—No sé, Chris. — Decía Louis arrastrando las palabras. — ¿qué tal si no me corresponde?
—Si no lo intentas, jamás sabrás. — Respondió el tal Chris. — no pierdes nada con intentar.
—Tienes razón. — Louis le dio otro sorbo a su cerveza, una sonrisa tonta apareció en sus labios. — quizá debería decirle ahora...
—Busca el momento apropiado. — le regañó Chris cuando ya me acercaba.
—Louis.
Él se dio vuelta casi cayéndose del taburete donde estaba sentando al escuchar mi voz, me sonrió abiertamente arrojándose a mis brazos. Suspiré, esto iba a ser peor de lo que esperaba.
—Harry. — dijo, arrastrando las palabras, riendo torpemente.
—Ah, Louis. —rezongué. — ¿qué voy hacer contigo?
—Lo que tú quieras. — se mordió el labio. Me puse nervioso.
Saqué mi celular sosteniendo a Louis con mi brazo, él se acurrucó en mi cuello enviando ligeras ondas por mi espalda, ignoré la sensación cuando Zayn contestó el teléfono.
—Estamos en la barra. — dije y colgué. En un segundo Niall y Zayn estaban a un lado de mí.
—Vaya, está peor de lo que creía. — alegó Zayn.
—Hay que llevarlo al auto. — sugerí.
—Abriremos camino. — asintió Niall.
Zayn iba en la cabeza, abriendo el camino para nosotros mientras Niall cuidaba la espalda. Louis daba miles de pasos en falso, reía estruendosamente y arrastraba las palabras, susurrándome cosas en un idioma que no supe, ni quise descifrar. Louis caminaba perezosamente apoyándose en mí.
—No te duermas. — susurré cuando empezó a cerrar los ojos.
—Eres muy cómodo, Hazz.
—Falta poco para llegar.
Finalmente, llegamos a la salida del club sanos y salvos dentro de lo que cabía.
—Deberías ir a buscar el auto. — Me dijo Zayn. — cuidaré a Louis.
Me separé a regañadientes, dejándolo en buenas manos. Corrí rápidamente hasta donde tenía aparcado el auto, si Louis estaba en ese estado, no quería que la prensa empezara a hacerlo público, estacioné en la entrada del club. Zayn y Niall subieron a Louis casi con golpes, él no quería subir porque tenía que terminar de hablar algo importante con Chris.
—Lo harás luego. — Le dije, suavemente. — pero ahora debemos irnos.
—Está bien, Hazz.
Arranqué el auto haciendo ronronear el motor en el acto. Fueron pocos los minutos de silencio antes de que Niall lo interrumpiera con una exclamación.
— ¡No podemos dejarte solo por un segundo, Louis!
—No le diremos nada a Liam. — dijo Zayn, serio.
—Créeme, es lo que menos quiero hacer. — sentencié.
Llegamos a los departamentos, bajando al ebrio con cuidado intentando que no hiciera ruido. Eran alrededor de las cinco de la mañana. Con Louis a rastras lo subimos al ascensor, rogando que no vomitara nada ahí, los chicos subieron también, contando cosas y riendo, pero se bajaron un piso antes que yo donde estaban sus departamentos, dejándonos a mí y a Louis solos. Cuando las puertas del ascensor estaban a punto de cerrar, Zayn gritó:
— ¡Aprovecha ahora, Harry, luego no se acordará!
Lo último que vi fue a Niall pegándole con la palma de la mano a Zayn en la cabeza. Me sonrojé casi inmediatamente, nunca haría algo de lo que Louis se arrepentiría en la mañana, ni mucho menos en ese estado. Nunca haría eso. Sí el me llegase amar, lo haría por decisión propia y no por el efecto de una bebida alcohólica. Las puertas del ascensor se abrieron en nuestro piso, agarré a Louis cargándolo en mi espalda hasta nuestro departamento. Saqué las llaves intentando abrir la puerta.
—Apúrate, Hazz. — me apremió Louis, pero era difícil abrir la puerta cuando él estaba en mi espalda susurrándome cerca de cuello.
—Ya casi está. — le susurré de vuelta.
Abrí la puerta casi al mismo instante que Louis cae de bruces al suelo, se ríe intentando levantarse pero es inútil. Le ayudo y cuando él se levanta, queda a pocos centímetros de mi boca, reúno todo mi auto control para separarme antes de que cometa una locura.
—Te llevaré a la cama.
Lo llevo con muchos reclamos ebrios de su parte. Abro la puerta de la pieza, acercándolo a la cama y sacándole la ropa con cuidado, intentando no detenerme en ninguna parte, sino, todo el control que reuní hace un rato, se irá a la mierda. Su piel acaramelada irradia un calor que se siente como casa. Louis suelta una risa gutural.
—Si vas a desvestirme, deberías invitarme a algo primero.
—Creo que has bebido demasiado por ahora.
Me levanto después de colocarle el pijama, lo acuesto rezando para que no me vomite encima, cuando estoy a punto de irme, él agarra mi mano, mirándome con ojos de cachorro bajo la lluvia.
—Quédate conmigo.
—N-no puedo, Boo.
—Sólo hasta que me duerma.
No resisto su cara de perrito, él se hacer a un lado sonriendo triunfante mientras me acuesto tarareando alguna canción que se me viene a la mente, él se acomoda sobre mi cerrando los ojos. Escucho su respiración compasada hasta que se hace regular, ahí sé que está dormido. Me separo lentamente para que no vaya a despertar. Camino hasta mi habitación, lanzando cosas por todas partes. Me duermo a penas logro tocar la almohada.
-×××-
Me despierto cuando los rayos del sol tocan mi cara, miro la hora, tres y treinta minutos. Demonios, he dormido más de lo que esperaba, salgo con bóxers al pasillo y derecho a la cocina, mi estómago ruge por comida y no se lo negaré. Abro la nevera en busca de algo para hacerme un sándwich cuando escucho risas en la sala. Me giro para ver a Eleanor y Louis abrazándose melosamente, bufo volviendo a mis sándwich.
— ¿Harry?— Louis me llama, tengo la ligera esperanza de que recuerde lo que pasó anoche, me giro para mirarlo, si recuerda no hace ningún ademán para que yo sepa que sí lo hace. — ¿podrías colocarte algo para taparte?
Me miro los bóxers, rodando los ojos, no digo nada, sólo me limito a ir a mi cuarto a buscar algún pantalón antes de que él se enoje conmigo. Vuelvo a la cocina en busca de una cerveza y del sándwich que estaba preparando, pero antes, le digo a Louis:
— ¿Mejor ahí, su majestad?— hago una reverencia, él bufa, pero no dice nada.
El timbre de la casa suena, dejo mi cerveza a un lado de mi sándwich. Cuando abro la puerta encuentro una de las peores escenas de mi vida. Sophie llorando a mares, su nariz y ojos rojos. Sin pensarlo dos veces la hago entrar, cierro la puerta tras nosotros con una mirada estupefacta de Louis y la meto en mi habitación.
—Quédate aquí. — le digo a Sophie antes de volver a la cocina.
Al volver ahí, saco un helado con dos cucharas y me llevo el sándwich a mi pieza, ignoro olímpicamente las miradas fulminantes de Louis cuando avanzo. Entro en mi habitación. Sophie está extendida sobre mi cama deshecha mirando el techo con una expresión triste, ni siquiera me mira cuando dice:
—Date una ducha para que pueda explicarte.
Aún cuando está mal, no deja de mandar. Dejo las cosas sobre el escritorio, tomo ropa de mi gran armario y me meto en la ducha. En menos de cinco minutos estoy listo, quizá fue la ducha más rápida que he tomado en toda mi vida, agarro el helado con las cucharas, pasándole una a Sophie. Ella se sienta suspirando, al menos ha dejado de llorar.
—Y bien ¿qué pasó?— pregunto.
—Es algo gracioso, ahora que lo pienso. — esboza una débil sonrisa.
—Sophie...— reclamo.
—Está bien. — resopla. — ¿te acuerdas de Jake?
— ¿Qué te hizo el hijo de puta?— frunzo el ceño.
— ¡Harry!— Sophie se ve escandalizada. — no me ha hecho nada. O sea, no directamente.
—No entiendo.
—Pasa, que. — Ella colocó un mechón de cabello detrás de su oreja, se miró las manos nerviosa. — es que lo vi besándose con otra chica, después que le dije que me gustaba.
—Hombre que juega con los sentimientos de una chica, no merece ser llamado hombre. — Sophie se coloca a sollozar, la acuno en mi pecho. — ya, tranquila.
La acaricio suavemente hasta que los sollozos se acaban, ella limpia su cara con la mano y me sonríe en modo de disculpa, le ofrezco una cuchara para que coma helado. Luego de unos minutos de silencio, ella me pregunta:
— ¿Es así como se siente siempre?
— ¿Qué cosa?
—Ver a la persona que amas estar con otra.
La pregunta me llega como una bofetada, respiro entre-cortadamente antes de responder:
—Sí, es así como se siente.
— ¿Cómo lo soportas?— Sophie me da una mirada de empatía.
—Supongo que ha sido práctica. — digo. — he pasado años así, tú a penas llevas un día.
— ¿No te has hecho daño, verdad?— me mira acusatoriamente, le enseño mis brazaletes. — aún los usas.
—Estos me ayudan a que no me haga daño. — Me encojo de hombros. — es una buena idea.
—Sí, una de las mejores que se me ha ocurrido. — dice ella, sonriente.
— ¿A ti solamente?— reclamo.
—Sí.
Me levanto rápidamente, ella no ve venir mis movimientos, por lo que la encierro con mi cuerpo y le empiezo a hacer cosquillas, las carcajadas no demoran en inundar la habitación y todo rastro de tristeza desparece de su rostro.
—Oye, Har-,— la voz de Louis llena los espacios en blanco, me giro lentamente para verlo y dejarle a entender que no estaba haciendo nada malo, él fulmina con la mirada a Sophie quien se encoge en mi espalda.— venía a decirte que iba a salir, pero como estás tan ocupado.
Cerró de un portazo. Me dejo caer en la cama tapando mi cara con las manos, al mismo tiempo que suelto un suspiro de resignación. Sophie se levanta en busca del helado mirándome con una ceja alzada.
— ¿Qué?— digo, al ver que ella no deja de mirarme.
—Él está celoso. — dice como quien no quiere la cosa. Me río.
—Ya, vale.
—Hablo en serio, Harry. — Se lleva una cucharada de helado a la boca. — ¿por qué otro motivo se enojaría al verme jugar contigo? Él sabe que somos amigos, ¿no?— asiento, sentándome. — además, eso explicaría por qué se enoja contigo cuando te preguntan sobre citas con chicas y esas cosas.
—Estás empezando a hablar idioteces, Soph. — le reclamo.
—Mira, si no está celoso entonces está en su período.
—No, descarté esa idea hace días. — río.
—Entonces, él sí que está celoso.
—Cree lo que tú quieras creer. — Rodé los ojos, colocándome al lado de Sophie. — ¿te quedarás para la cena?
—Por supuesto, Harry.
Nos tumbamos de nuevo en la cama mirando el techo mientras comemos helado. Me gusta la compañía de Sophie, es la única persona con la que puedo conversar, aparte de Louis, que no emitirá ningún juicio sobre mí, que escuchará con paciencia y me dará su apoyo. Es la única persona con la que puedo hablar todo lo que quiera de Louis, es por eso que es mi mejor amiga y mi apoyo incondicional cuando Louis se enoja conmigo.
-×××-
«Los atardeceres, quizá, sean la cosa más bella de la naturaleza, sobre todo estando en una playa. Ver cómo se esconde el sol en el horizonte, cómo los colores se mezclan creando algo mágico y hermoso. Pero no hay nada mejor que ver un puesta de sol con la persona que amas a tú lado.
Observo a Louis, nuestras manos entrelazadas, sus ojos azules vagando por los colores anaranjados y amarillos del atardecer.
"Es hermoso." dice, mirándome con una gran sonrisa en su rostro.
"No tanto como tú." respondo acercándome para besarlo.
Él sonríe de medio lado, acercándose también, sin embargo, no lo hace. En un movimiento que no me esperaba, suelta su pequeña mano de la mía con una risa gutural y se aleja mirándome divertido, alzo ambas cejas a punto de preguntar qué es lo que pasó cuando él me interrumpe.
"¿Creías que te iba a besar, Harry?". Su voz en una burla hacia mí. "Por favor. Tan sólo mírate".
Lo miro sin comprender del todo, un dolor ataca mi pecho y se me hace difícil respirar. De pronto, Eleanor hace presencia en la playa, sus tacos enterrándose en la arena mientras avanza hacia Louis, ella toma la mano de su novio y sonríe maliciosamente.
"Vamos, amor". Dice. "No deberías perder el tiempo en alguien como él".
"No lo hago, Ele." responde Louis dándole un beso en los labios. "estaba esperándote":
Me quedo observándolos avanzar por el horizonte tomados de las manos. Intento moverme, pero mis pies parecen aferrados a la arena. Lo único en lo que puedo pensar es en Louis alejándose de mí.
"No me dejes": grito, aunque parece un susurro. Caigo de rodillas sobre la arena. "por favor, no lo hagas.»