Esto sucedió un mes antes de que Yudai conociera a Kaori.
Yudai mintió cuando dijo que había renunciado a la Death Note. Tenía todo un plan para el día en el que llegara a conocer a su gran dios Saviour.
Nasty era una Shinigami curiosa y distraída, Yudai ideaba la manera de deshacerse de ella.
—Deberías salir a volar un rato. —le dijo Yudai a Nasty mientras hojeaba una revista sentado en el comedor.
—No tengo ganas de volar. —respondió Nasty—Tú deberías matar a alguien. Llevas semanas en posesión de la Death Note y aun no has hecho nada.
Yudai se acomodó en la silla llevándose las manos detrás de la cabeza, lucía realmente desinteresado.
—No sé si te hayas dado cuenta, —dijo —pero no tengo motivo alguno para asesinar a alguien. Soy el líder de una banda de rock mundialmente famosa y por ende hay miles de fanáticas al pendiente de lo que hago. Me pudro en dinero, y por si eso fuera poco... — Yudai señaló la revista que hojeaba—Según esta revista soy el Idol más atractivo del momento.
Nasty se cruzó de brazos, fastidiada. Todo lo que había dicho Yudai era verdad.
—Sin embargo... —dijo Yudai—...sí estaría dispuesto a asesinar si es que cierta persona me lo pide.
—¿En serio?—Nasty se acercó para escucharlo mejor—¿Quién?
—Saviour.
—Ah, ¿Hablas del humano que te regresó la vida?
—Exactamente. Aún no sé quien es Saviour, pero algún día lo descubriré. Y cuando lo haga le diré lo agradecido y dispuesto que estoy a protegerlo.
—Qué cursi.
Yudai volteó a verla notablemente molesto y subió a su habitación para tomar la Death Note y volver al comedor.
—Un humano puede verte si toca la Death Note, así sea sólo una hoja, ¿Verdad? —dijo Yudai.
—Así es.
—Ya veo. —Yudai arrancó una hoja y se la entregó—Anda, sal a volar un rato y has que un humano la toque. Imagina su reacción cuando te vea.
—¡Eso suena divertido! —Nasty se fue sin dudar.
Cuando Yudai se aseguró de que Nasty se había ido y de que sus amigos de la banda aun no regresaban, volvió a su habitación para tomar otra libreta. Era una copia de la Death Note que había fabricado. Se dispuso a quitar la mitad de las hojas de ambas libretas con muchísimo cuidado y después intercambiarlas, de forma que ambas quedaran con la mitad de hojas de Death Note y la otra mitad de hojas comunes. Perdería la mitad de sus hojas, pero así Nasty se llevaría la copia y él se quedaría con la auténtica y además conservaría sus ojos de Shinigami.
Algún día voy a conocerte Saviour ,dijo Yudai en su mente, con esto te protegeré.