—¿Esta será la dirección? —preguntó Kaori.
—No lo dudo.—respondió Hyde—Esta es.
Los jóvenes miraban impresionados un imponente rascacielos que Kaori creía oficinas de una empresa.
—Bueno, será mejor entrar.—La afirmación de Kaori sonaba como otra duda; sentía una gran emoción recorriendo todo su cuerpo. Iba a conocer a L, del que todos hablaban. Iba a tener el privilegio de ver cómo es que lograba atrapar al nuevo Kira. Kaori no dudaba ni un poco, por algo L era conocido como el mejor detective del mundo. Tenía miles de casos resueltos, entre ellos el del primer Kira.
¿Qué sería L, hombre o mujer? Ella y Hyde lo sabrían.
Kaori se dirigió a la entrada, Hyde caminaba detrás de ella con dos pasos de distancia. En el primer piso había una recepción, un hombre de traje los esperaba sentado en una silla.
—Ah, hola Saviour—el hombre dijo, con tono muy alegre—, y amigo de Saviour, bienvenidos.
Kaori se decepcionó, ¿Ese hombre era L? Ella no lo imaginaba así. Cuando él se acercó ella pudo percatarse de que lo había visto antes.
—Te llamas Matsuda Touta, ¿Verdad?—dijo Kaori.
—Oh, sí.
—Vi tu entrevista en Voces Sobrenaturales. Eres agente de policía.
Matsuda sonrió complacido.
—Aaaaasí es.
—¿Tú eres L?
—¿Eh? Oh, no, para nada. Yo sólo estoy aquí para ayudar a L.
—En la entrevista dijiste que cuando trabajaste con L él sólo te dio instrucciones por medio de una computadora.
—A veces se debe mentir. Sé que no es algo correcto, pero habría mucho lío si digo por televisión que lo conozco físicamente.
—Buen punto.
Matsuda volvió a sonreír.
—Antes de conocer a L por favor pongan sus pulgares aquí. Matsuda sostenía algo que parecía la pantalla de una tablet—Después los llevaré al elevador, donde el sistema escaneará sus ojos. Todo esto es seguridad.
Kaori y Hyde pusieron la huella digital de sus pulgares ahí y después fueron al elevador, donde una pequeña pantalla pasó una especie de láser por sus ojos y después emitió un leve pitido.
—Todo en orden. —dijo el agente Matsuda—Ahora sí, subamos.
Subir por el elevador fue para Kaori algo eterno. La emoción y el miedo de conocer a L se intensificaban.
—Kaori.— Hyde la miró tratando de transmitirle calma. Ella le había apretado el brazo levemente, canalizando lo que sentía.
Al salir del elevador se encontraron con una habitación muy amplia y futurista. Había bastantes computadoras, una de ellas contaba con una pantalla grandísima; era ocupada por una chica de coleta alta. Sentado en el suelo, un adolescente de rostro infantil jugaba con una ciudad a escala. Pero no era sólo una ciudad a escala; era enorme para ser sólo eso. Era más bien un estado a escala. Había trenes en miniatura, ciudadanos, casas, parques. A la derecha del joven había pequeños trozos de madera y artículos para manualidades. Al parecer ese chico había construido toda esa maqueta. Kaori miró con curiosidad la forma en la que estaba sentado; abrazaba su pierna derecha doblada frente a su pecho y la izquierda permanecía en el suelo.
Lucía muy concentrado, tanto, que no había notado que Kaori y Hyde escoltados por Matsuda habían llegado. Era un chico de piel muy pálida, su cabello era casi blanco y lo tenía ondulado. Los ojos grandes en un gris oscuro. Portaba una camisa blanca y unos jeans azules una o dos tallas más grandes de lo que debería. La seria expresión de su rostro y su ropa holgada le daban un aire desenfadado. El simple hecho de verlo era interesante.
—Han venido.—dijo Matsuda al joven.
—Ya veo.—El tono de voz del chico era realmente tranquilo. Los miró fijamente con su rostro inexpresivo para después mostrar una leve e inesperada sonrisa. —Hola Kaori y Hyde. Soy L.
—¿Eh...Eres L?—Kaori lo miró con los ojos abiertos a toda su expresión—¿Tú eres L?
—Así es. ¿Les gusta mi ciudad? Pueden tocarla si quieren, sólo no rompan nada. Si lo hacen me enfadaré.
—¡Tú no puedes ser L, eres sólo un niño!
L miró a Kaori con la misma inexpresión que al inicio de la conversación.
—¿Un...Niño?
—¡Sí, eres un niño! ¡L lleva años activo! ¡Me niego a creer que tú eres L!
—No soy un niño. Los niños no tienen dieciocho años y yo tengo dieciocho años.
—Kaori.—Hyde la tomó del brazo—No te alteres.
—¡Suéltame, Hyde!—Kaori hizo el codo hacia atrás para deshacer el agarre. Cuando Hyde la soltó ella caminó a paso firme hasta quedar lo más cerca del que se hacía llamar L. La enorme ciudad en miniatura estaba en medio de los dos—Yo vine aquí para conocer a L. Quiero verlo ahora.
—Kaori Yami. El rostro detrás de Saviour.—L tomó uno de los tantos muñecos de su ciudad. Era una figura femenina de vestido blanco muy parecida a Kaori. —Es muy interesante el contraste entre Saviour y Kira. El primer Kira, por supuesto. El supuesto Kira que está asesinando Idols ahora es sólo un gusano.
Kaori le sostenía la mirada mientras hablaba.
—Kira era una persona soberbia, apática y muy calculadora. —continuó L—Tenía su sentido de justicia muy marcado. A lo contrario de Saviour, quien es alguien impetuoso y muy compasivo. Torpe también.
—¡¿Me estas llamando torpe?!
L la ignoró por completo y con tranquilidad continuó su discurso.
—Kira la muerte, Saviour la vida.— L tomó otro muñeco. Era totalmente negro y tenía ojos rojos. En su vientre estaba escrito Kira —El rompecabezas está incompleto.
L dejó caer al muñeco que representaba a Kira al suelo y sostuvo con firmeza el de Saviour.
—Hablemos.—dijo L a Kaori mirándola con frialdad a los ojos sin soltar la muñeca.
Kaori dio un paso hacia atrás, se sintió intimidada.
—¿Hablar...?
—Vamos a una de las salas de este edificio para hablar. Dudo que me permitas ver tu libreta si yo no respondo todas tus inquietudes.
—E...Está bien. Pero Hyde irá conmigo, es mi guardaespaldas.
Al decir eso, Kaori se percató de que al inicio de la conversación ese chico también lo había llamado por su apodo ¿Cómo era que lo sabía si cuando la contactó por medio de la laptop ella nunca lo mencionó?
L señaló la computadora de pantalla enorme ocupada por la chica de coleta alta.
—Hay una cámara en la sala, tu guardaespaldas podrá ver y oír toda nuestra conversación en esa computadora.
Kaori asintió, no le quedaba mas que confiar.
—Entiendo. Vamos entonces.
L se levantó del suelo e indicó a Kaori con un gesto que lo siguiera. Ella obedeció y él la condujo a una habitación de paredes blancas con un sillón muy cómodo color negro. Ella se sentó y el arrastró una silla que había en una esquina para ponerla frente a Kaori guardando cierta distancia y sentarse también.
—Pregúntame.—pidió L.
—Pues...L...
—Puedes llamarme Near.
—Entiendo, Near. Eh... ¿Cómo sabes que yo soy Saviour?
—Fue bastante sencillo en realidad. Investigué quienes asistieron al funeral del primer resucitado, Shiro Sasaki. Después analicé la información disponible de cada uno en internet con la ayuda de Lola.
—¿Lola?
—La chica que estaba en la computadora. Es hacker profesional.
—Oh.
—Como te decía: investigué a cada asistente. Las que más llamaron mi atención fueron tres chicas; Yuna Sasaki, la hermana de Shiro y sus mejores amigas Saika Itou y Kaori Yami. Entonces mi plan fue hackear las computadoras de cada una, comenzando con la que me parecía la más sospechosa. Tú. Estaba noventa por ciento seguro de que tú eras Saviour. Si al hablarte por medio de tu computadora pretendiendo saber todo tú negabas que eras Saviour y te asustabas, entonces quedabas descartada. Pero tú misma te delataste. Te pusiste a la defensiva y me preguntaste cómo había logrado saber que tú eras Saviour. La verdad yo no lo sabía hasta que tú lo confirmaste.
Ese chico era sin duda brillante, había engañado a Kaori con la misma astucia que Hyde cuando utilizó la Death Note falsa.
—Vaya, impresionante.—dijo Kaori con sinceridad.
—¿Qué más quieres saber?
—¿Eres L? ¿Resuelves los crímenes desde niño?
Near la miró con cautela. Podía contarle toda la verdad.
—Sí, soy L. Pero no el primer L.
—¿Hubo otro L antes que tú? Eso explica que seas tan joven.
—Sí, el anterior L murió.
—¿Cómo te encontraron a ti para que fueras su sucesor? ¿Cómo fue que accediste?
—Esa historia es larga.—Near se levantó de la silla y caminó a uno de los muebles de la habitación, abrió un cajón y tomó un cordero de peluche. Luego se sentó en el suelo frente a Kaori y acercó el peluche a su cara rápidamente, dejándolo a pocos centímetros de su nariz—¿Lo recuerdas?
El cordero olía a guardado. Lucía deteriorado y le faltaba un ojo. Tenía un lazo desteñido atado al cuello, con un cascabel.
—Yo tenía un año o quizá menos. —dijo Near—Recuerdo claramente cuando me lo diste.
Kaori abrió los ojos a toda su expresión, por fin entendía.
—Near... Tú ...¿Eras huérfano? ¿De Wammy's House?
—Así es.
Al parecer Yuna no estaba tan loca al creer que los huérfanos de Wammy's House competían por un cargo importante. Y vaya cargo: ser el nuevo L.
—Quillsh Wammy fundó orfanatos por todo el mundo. —siguió Near, mientras enroscaba un dedo en un mechón de su cabello casi blanco para hacerlo girar—Acogía a los niños para darles una educación especial y ver quien tenía potencial para convertirse en el mejor detective del mundo. Lo logró con Lawliet.
—¿Lawliet?
—El primer L. Tú lo conociste, le diste una bufanda. La usó todos los días de invierno, por cierto.
—¡Así que Lawliet! Nunca supe ni su nombre...Un chico realmente tímido, pero agradable.
Kaori sonrió, pero dejó de hacerlo al instante. Lawliet, al haber sido el primer L, significaba que estaba muerto en la actualidad.
—Lawliet...—Kaori bajó la mirada —¿Entonces...Está muerto?
—Lo está.
—Pero...Él era L, ¿No es así? Era muy listo.
—Listo, no eterno.
—Comprendo.
Kaori sentía un nudo en la garganta. No pediría más detalles.
—Ya no tengo dudas, gracias.—dijo ella, sacando la libreta blanca de su bolso, para entregársela a Near. —Aquí está.