-Y ese es el porqué del que no quiero ir al instituto. -Le dije una vez finalizada la explicación.
- ¿Y que vas hacer con Emily? ¿No dejaréis de ser amigas por eso no? -Preguntó interesado.
Le conté que Emily (mi amiga imaginaria) mi amiga del colegio se enfadó conmigo porque hablé con el chico que le gusta.
Mama, papá y Alex siguen pensando que yo tengo amigos, ya me gustaría que eso fuera verdad.
-Pues la verdad no lo sé, pero acabaremos siendo amigas otra vez, ella solo quiere tiempo. -Mentí.
-Mm interesante, ya me presentarás a tu amiga. -Dijo él.
-¡¡Iugg pero si le llevas 5 años!! -Exclamé horrorizada.
Aunque Emily no exista no me gustaría que una amiga mía esté liada con mi hermano.
-No tonta, solo quiero conocerla para saber si vale la pena como amiga. -Contestó riendo.
Mierda que la quiere conocer.
¿Que hago?
Alex esta es Emily mi amiga imaginaria Emily este es Alex.
Ni loca le diría eso.
-A vale, pero como ya te he dicho antes, ella quiere tiempo. -Intenté fingir con mi falsa sonrisa.
-Pff chorradas, si eso lo hacen las parejas.Oh Oh acaso tu... eres... ya sabes... -Dijo intentando que yo acabase la frase
¿Qué? ¿Está loco?
Bueno no podría ser lesbiana de alguien que no existe.
-Nooooo. -Este se rió. -Como ya sabes las chicas nos complicamos la vida. -Contesté con normalidad.
-Bien y...¿ Ryan como está? -Preguntó.
De solo nombrarlo un escalofrío me invadió.
Es verdad, él aún piensa que somos amigos.
- ¿Kate estas bien? Estás muy pálida. -Preguntó preocupado.
-Eh si si, es que estaba pensando en una película de miedo que.... que vi con Ryan. -Le mentí. -Respecto a lo que le decías, yo y Ryan dejamos de ser amigos. -Le dije.
Por suerte le digo algo que no es mentira.
Aunque la frase no estaba inacabada.
- ¿Como? ¿Que pasó? Antes erais inseparables. -Dijo ahora preocupado.
Antes
-Prefiero no hablarlo por favor. -Dije con tristeza.
Al parecer asintió ,ya que cambió de tema.
-Bueno ¿Damos una vuelta? Con el vuelo tan largo que he tenido no me ha dado tiempo de estirarme bien. -Admitió.
-Perfecto, pero primero debo asearme. -Dije oliéndome el pelo.
-Verdad, la gente se asustaría al verte. -Rió.
Tonto.
Aunque al fin y al cabo me uní a su risa.
-Shhtt callate, yo al menos me ducho. -Repliqué.
-Ehhh. -Se quejó. -Yo me ducho.. dos días por semana. -Esto último lo dijo como un susurró y está vez fui yo quien empezó a reírse.
-Venga vete que me he de vestir. -Le dije mientras lo echaba a patadas de la habitación.
Y al fin se fue.
Entro al baño, me lavo la cabeza, esta al tocar el agua se alarga mi melena morena hasta llegar al final de mi espalda.
Me seco el pelo y por último me visto. No antes sin mirarme al espejo.
Me peino un poco mi pelo pelirrojo moreno, y deshago las arrugas de mi ropa.
No soy ni gorda ni delgada, tengo un cuerpo normal pero un poco fibrado. Tampoco soy muy alta, mido 1,65cm.
Bajo las escaleras y oigo las voces de papá, mamá y Alex.
-Hola mamá y papá. -Me acerco a cada uno y le doy un beso.
-Ya me ha dicho Alex sobre tu campana de hoy. -Dice papá un poco enojado.
-Vamos Filip ha venido Alex, se merecen pasar un tiempo juntos. -Encaró mi madre y esta me guiñó el ojo y yo le devolví el mismo gesto.
-Bien, pero que sea la última vez ¿Entendido?.-Me señala, y yo asentí.
Hoy va ser el mejor día del mundo y eso es porque no veré a los cuatro y lo más importante estaré con mi querdisimo hermanito.
-Vamos Alex, te quiero enseñar mi lugar favorito, lo descubrí cuando era pequeña. -Le dije a él.
Ese lugar lo descubrimos yo y Ryan, juramos no enseñárselo a nadie ¿Pero que más da si ahora no le importo nada? Aparte ni se acordará del lugar.
-¿Y como es que nunca he sabido nada al respcto?- Preguntó Alex.
-Porque era un secreto, obvio. -Le dije.
-¿Y ahora no lo es? -Se encaró.
-Naa. -Contesté sin mas.
Empezamos a subir por una parte del bosque.
-Vigila que dentro de poco tendremos que subir una pequeña montañita y ya estaremos.
-¿Que te crees que soy un abuelo? -Dijo este divertido.
-Claro, para mi los que son mayores que yo son abuelos. -Dije obvia. -Aparte conociéndote te caerás. -Le aseguré riendo.
-Yo no me voy a -Y se cayó. -Caer. -Acabó su frase en medio de nuestras risas.
Pff lo que imaginaba.
-Lo ves hermanito, aún no hemos llegado a la pequeña montañita y ya te estas cayendo, eres un caso perdido viejo. -Le dije entre risas.
Y este se hizo el enfadado y me ignoró y siguió con lo suyo con los brazos cruzados como un bebé.
-¿Ahora tienes 5 años? -Me burlé.
Los dos estallamos a carcajadas.
-Echaba de menos esto. -Me dijo con una sonrisilla.
-Yo igual. -Contesté.
Y no hablamos más por el camino hasta llegar a la cima.
-Eh aquí mi precioso lugar favorito. -Dije orgullosa al ver su cara de impresión.
-Es precioso kate. Ya me gustaría que hubiera una de estas en Londres.
Estamos en un bosque con múltiples árboles alrededor de nosotros.
En frente hay una precipicio abierto a las vistas que posan en nuestra ciudad.
-Lo sé. -Afirmé mientras íbamos a sentarnos en unos bancos directo a las vistas.
Hasta que vi la figura de un chico sentado en ella.
-Eh Kate, ese no es -Le interrumpí.
-Ryan.