Narra Robin
Fui con Franky a buscar una taberna para tomar cola, me fijé que en una de ellas estaban Luffy y Nami, él me miró con cara de pocos amigos, supongo que sería por haber desobedecido una orden, así que decidí no entrar y fuimos a buscar otro sitio.
-Robin, ¿Qué le has SUPER dicho a Zoro?
-¿De qué?
-Me parece raro que hubiera aceptado sin más que fueras a tomar algo conmigo pudiendo él estar con una SUPER belleza como tú.
Sonreí.
-Gracias por el piropo pero simplemente le dije que iba contigo, te lo había prometido.
Él seguía un poco extrañado por la respuesta pero dejó ese tema, afortunadamente. Entramos en una taberna y como habíamos acordado, me invitó a una cola.
-Oí nena -un borracho se acercó a mí con una cara de salido que no podía con ella- ¿no-no querrías pasar un buen rato conmigo?
Franky bastante enfadado lo tumbó de un solo golpe.
-Que sea la SUPER última vez que te acercas a ella -El hombre corrió dolorido.
Franky se volvió a sentar pero se notaba que seguía enfadado.
-Gracias Carpintero-san. ¿Cómo podría compensártelo?
-Hay muchas maneras -su cara ya volvió a la normalidad con una sonrisa de pervertido- pero con un simple beso sería feliz.
Me acerqué a él y le di un beso muy fuerte en una de sus mejillas, disgustado me puso ojos de cyborg tristes.
-¿En la mejilla? Eso es SUPERR soso.
-¿No te vale Carpintero-san?
-No... me has decepcionado.
-De acuerdo, entonces te lo daré en otro sitio.
Volvió a sonreír de nuevo, iba a dárselo esta vez en la boca pero justo cuando cerré los ojos, alguien me cojió como un saco de patatas, noté unas esposas kairoseki en las manos y una venda en los ojos.
-¡FRANKY! -grité
-¡ROOBIN!
Oí de fondo ruidos en la taberna, parecía que todos se estaban peleando ¿Que había ocurrido en tan solo un segundo? Oí varios golpes y al rato noté que me cogían las enormes manos de Franky.
-¿Estás bien?
-Quizás estaría mejor si me quitaras la venda y las esposas.
-Perdón...
Otro golpe. Esta vez pude sentir como nos caíamos al suelo, le habían dado a Franky.
-¿Franky estás bien?
-Si-si...
Obviamente no lo estaba, me volvieron a coger, esta vez eran unas manos más fuertes, volví a gritar su nombre pero él ya no me respondía. Intenté forcejear pero era imposible, no tenía fuerzas suficientes, sin embargo no dejé de gritar hasta que claro, me tapó la boca también.
Después de varios minutos llevándome que fueron eternos, me quitaron la venda y pude ver la cara de un hombre de más o menos mi edad, nadie conocido. Me había llevado hacia una calle donde no había nadie.
-Si no gritas te quito también esto.
Asentí y me lo quitó.
-¡ZORO! -grité con todas mis fuerzas.
Enfadado, me puso de nuevo todo pero seguro que alguien me escuchó.¿Por qué grité el nombre de Zoro? Lo normal es que gritara el de Franky ya que estaría más cerca... supongo que mi cabeza no puede olvidarse de aquel espadachín.
-Vas a conseguir que me enfade de verdad y solo conseguirás golpes -suspiró- esperaremos 5 minutos a que venga mi nakama y nos iremos.
Esperar más... por el aspecto que tenía parecía un ladrón o cazarecompensas, nadie que supusiera un problema si no tuviera las esposas en mis muñecas. De pronto oí un golpe ¿alguien vino a salvarme? Me quitó el pañuelo de la boca y se quedó callado.
-¿Fra... Franky?
-Tsk... -escuché
Tragué saliva, incluso podía ser Kid de nuevo. Sin previo aviso, me besó, iba a resistirme pero ese sabor tan peculiar que me tenía enamorada con un toque a sake... solo podía ser de Zoro. ¿Y si no lo era? Mientras nuestros labios se seguían juntando me quitó las esposas recuperando las fuerzas, sin quitarme la venda de los ojos, me puse encima de esa persona aún sin separarme de aquellos magníficos labios y toqué su abdomen notando una enorme cicatriz. Él se separó.
-Mujer, ¿tenías que tocar mi cicatriz para saber quién era?
Destapé mis ojos.
-Espadachín-san, solo quería asegurarme pero sabía que eras tú desde el principio.
-Tsk... -miró para otro lado- ¿estás bien?
-Ahora que estás tú sí. ¿Cómo me has encontrado?
-Gritaste mi nombre.
-Pero tienes muy mala orientación.
-¡No tengo mala orientación!¡Los edificios se mueven!
Reí, era tan gracioso verlo así.
-Bueno, no quiero estropear el momento pero tenemos que ver como está el Carpintero-san.
-Está bien, Chopper está con él así que ahora eres toda mía.
-¿Toda tuya?
Me puso las esposas kairoseki, me vendó los ojos y me cogió como un saco de patatas, esto ya parecía ser costumbre.
-¡Zoro! ¿Que haces?
-Eres mía, te llevo a algún sitio.
-¡Te perderás! ¡Por lo menos sácame las esposas, no me resistiré!
-¡Cállate! ¡No me perderé! ¡Y te conozco lo suficiente para saber que no debería sacártelas!
Aunque me sentía débil era una situación divertida, no sé que tenía en mente Zoro, espero que no se perdiera y llegaramos al sitio que planeaba.
Narra Luffy
Tenía tata hambre, mi estómago no dejaba de hacer ruidos raros.
-Luffy ¿tanta hambre tienes?
-Nami, si fueras comestible ya te habría saboreado.
Recibí un golpe en la cabeza.
-¡Caníbal!
-¡Auch! -acaricié mi cabeza- eres muy mala conmigo.
Ella suspiró y sonrió.
-No lo creo, ¿vamos a esa taberna de allí?
-¡SII! ¡VOY A PEDIR NAMI CON CHOCOLATE!
-Idiota
Arrastré a Nami con fuerza hacia dentro, parecía un sitio normal así que esta vez podría comer de todo sin ningún problema.
Así fue, era tan barato que pude ver en los ojos de Nami berris y ella en los míos comida. ¡Día perfecto! Pedí todo lo que había.
-¡Que os aproveche!
-¡Gracias!
Empecé a comer, estaba todo muy rico, Nami también comió pero poco, como siempre.
-Oe, aquí falta algo.
-¿Lo qué Luffy?
-¡Nami con chocolate!
Me puse de brazos cruzados haciéndome el enfadado, ella notó que fingía, era demasiado lista.
-De acuerdo, tendrás tu Nami de chocolate.
-¿En serio?
Mis ojos se iluminaron, ¿que haría? ¿una figurita suya en chocolate?
-Camarero, ¿puede traernos un poco de chocolate fundido?
-Si claro
-¿Que planeas Nami?
-Es una sorpresa -me guiñó el ojo
Trajeron un poco de chocolate y Nami sonrió.
-Cierra los ojos.
-¡SI!
Al cabo de unos segundos noté sus labios que estaban cubiertos de chocolate, sobre los mios. ¡Sabían genial! Saboreé hasta que quedaron limpios.
-¿Quieres más?
-¡Desde luego!
No se cuanto tiempo pasamos así pero era una sensación tan rica y tan reconfortante... me pasaría días así, probando chocolate y sus labios... ¿Acaso había algo mejor?
-Bueno, ya has probado Nami con chocolate, ¿nos vamos?
-Si, estoy lleno y feliz
-Me alegro Luffy -sonrió- Ya han pasado las dos horas, espero que nos estén esperando.
-Seguro.
Nos dirigimos hacia el punto de encuentro, todos estaban menos dos personas: Zoro y Robin. Vimos a Franky un poco malherido.
-¿Que ha ocurrido? -dije
-Te lo SUPER contaré yo.