El Profesor Bongiovi esboza una sonrisa cuando termino de hablar, me rió por su ocurrencia y él lo hace también después de unos segundos incapaz de resistirse por un momento más. Estalla a carcajadas.
-Tu risa es contagiosa... -suelta con una voz entrecortada y sigue riendo.- Ya calla, o me explotara el estomago.
Jalo todo el aire que mis pulmones pueden retener e intento tranquilizarme, dejo de reír poco a poco, pero de la nada, y como cosa hecha apropósito reviento en carcajadas nuevamente. Escucho las risas del Profesor y veo como se cubre el rostro enrojecido.
-Estás haciendo que me arrepienta de haberte contado eso. -se rostro esta colorado como un tomate.
-Francamente Profesor...-me rió- nunca debió hacerlo.
-No pensé que... ¡por Dios!, ¿estás colorada y llorando? -se espanta- Romperás tu cajita de la risa.
Me rió un poco más y me cubro el rostro, respiro hondo y elevo la vista, logro ver por sobre su hombro, la cafetería ha empezado a llenarse y dejo de reír abruptamente, mi semblante se endurece y el recuerdo del Profesor Sambora me atropella. Abro los ojos inmensamente y siento el terror, la adrenalina correr por las venas.
-Debo volver -me incorporo en un movimiento y salgo disparada hacia la banca de la que nunca debí despegar mi trasero.
El aula se encontraba vacía, y el pasillo empieza a estar desierto otra vez. Mis piernas flaquean y siento que empezaré a sudar frío. No había sido mi intensión...
- No sé quién te crees que eres -la voz de Sambora retumba en la desolación- y tampoco me interesa... pero lo que si es mi problema, es que trates de verme la cara de idiota.-su voz amenazante me estremece. Mis manos las aprieto en puños intentando tomar fuerzas y valentía. De verdad que no había sido mi intensión, yo quería volver...-Estas empezando a molestarme Hardwick.
Bajo la mirada, separo los labios para hablar, así que lo miro nuevamente intentando lucir un semblante duro, impenetrable.
-Lo lamento, Profesor. No fue mi intención hacerlo esperar...-digo con un tono inflexible, rígido, pero me quedaba bien claro que las apariencias engañaban, porque justo ahora mis pies estaban apuntando hacia un lugar distinto, dispuestos a salir disparados cuando el peligro se volviera gigantesco.
Richie Sambora resopla con burla, ríe como si lo último que dije hubiera sido un chiste barato.
-¿Tu...arrepentida?, ¿disculpándote?, creo que estas de broma -se burla.
Niego con la cabeza.
-No lo es. Estoy disculpándome en serio. Usted gana...
-No, no intentes darme por mi lado, Hardwick. -camina un paso hacia mí, su aliento se estrella contra mi rostro y la amenaza se vuelve mayor- ¿A dónde fuiste?
-...A la cafetería -suelto después de meditar la respuesta, no encontré nada mejor que decir y tampoco quería sumarle a esta situación más problemas al mentir, ¿qué diría? "Me sentía fatal y fui a la enfermería", "Quería ir al baño y demore dos horas". Al menos sería honesta esta vez.
-¿La cafetería? -entona con burla- ¿De verdad? -se ríe- ¿Y que había allá tan importante como para desobedecerme? -sus ojos cafés se clavan en mi, y la sensación es como si te pillaran en un acto ilícito, con las manos en la masa.
-Nada -murmuro
-¿Perdón, acaso dijiste algo? -se coloca la mano en la oreja derecha y se inclina hacia mi.
-Dije... NADA. -repito, la sangre había empezado a hervirme.
-Así que no había nada importante allá, pero decidiste ignorarme y marcharte porque para ti todo es un maldito desafío... ¿o me equivoco?
-Se equivoca -murmuro con los dientes apretados y a punto de hacer una rabieta.
-Yo le pedí que viniera conmigo -La voz del Profesor Bongiovi destantea a Sambora, el moreno se endereza y lo mira malhumorado.
-¿Tú, Jhon? -cuestiona enfadado.
-De verdad que no sabía que estaba en problemas, lo lamento.
-Si serás idiota, ¡ningún alumno está afuera por nada! -se queja, sus ojos se clavan en mi nuevamente- Vete, hablaré contigo después.
Miro al Profesor Bongiovi.
-Está bien -dice en tono despreocupado.
Entonces me voy aun vacilante, quizá debía quedarme a enfrentar y hacerme responsable de mis propios problemas, me vuelvo y lo miro, él asiente y sonríe, finalmente retomo mi camino y me alejo. Tal vez ellos necesiten hablar a solas...
-¿Por qué haces esto Jhon? -Richie cuestiona más tranquilo al asegurarse de que ella estuviese lo suficientemente lejos.
-¿Hacer que cosa? -finjo desentendimiento.
-No me hagas repetirlo, entiendes bien de que estoy hablando -su rostro se endurece y sé que las bromas no vendrán bien en este momento.
-Ya lo dije Richie, no sabía que ella estaba en problemas contigo, solo hace frío y pensé que tal vez debía tomar algo caliente, quiero decir, no estaría bien que enferme, Lisa se enfadaría con nosotros. En verdad que lo lamento.
-No vuelvas a interferir, ¿entiendes eso?
-Sí –entono con desgano, ruedo los ojos y Richie me fulmina con la mirada.
-¿Ya lo sabes? –el castaño me hace seña para que lo siga, emprendemos una caminata hacia el estacionamiento.
-Katy me lo dijo. –repongo en un exhalación.
-¿Crees que sus padres la hayan descubierto?
-Mandaron una carta, donde pedían que disculpáramos a su hija por todos los problemas causados y también pedían que la diéramos de baja, ella no volverá al instituto.
-¿Entonces no se fugo?
-Si lo hizo, pero ellos lo supieron también –repongo después de dar un breve repaso mental a la carta de la familia Roberts que había llegado ayer por la tarde- dijeron que no veían el objetivo de invertir dinero en un saco vacio.
-Realmente era una chica problemática, apoyo la decisión de su familia –opina, pero se ha donde quiere llevar esto, por lo que me niego a caer en su juego.
-Todos tenemos problemas, además, ¿qué importa ahora?
Richie se vuelve hacia mi antes de abrir la puerta de su coche y entrar en el, sus ojos me analizan minuciosamente, como si intentara desvestirme y encontrar mis tendencias más tenebrosas, secretos, verdades que nunca había dicho antes, pensamientos que ni siquiera yo sabía que tenía, me incomodo, desvío la mirada hacia el edificio de enfrente y le doy un vistazo rápido a la fachada ya desgastada por el paso del tiempo, este sitio era tan antiguo como Lisa. Entonces mis ojos se topan con la silueta de ____, ella sube por las escaleras a paso lento y con un semblante absorto, con un cansancio de mil años, uno difícil de curar. Arrastra los pies con pesadez mientras que su cabeza esta elevada y su mirada perdida en algún horizonte desconocido.
-¿Piensas subir o no? –grita desde dentro.
-Ah, sí... -abro la puerta y me introduzco en el coche, cierro de golpe y eventualmente Richie enciende el motor y se pone en marcha.
-Quiero soashi
-"Sushi", Richie, se pronuncia "sushi" –repongo con molestia.
BONUS xD
Salgo del recinto con una bolsa, dentro llevo una hamburguesa, refresco y papas, cargo con un cono de nieve doble en la otra mano, advierto a Richie saliendo del restaurante de enfrente con su caja de comida también.
-¡Oye, que es eso! –grita y me señala acusador
-¿Qué? –me vuelvo hacia los lados para encontrarme con algo inusual, pero el panorama parece normal, monótono.
-¡Eso que llevas en la mano!
-Dedos...-repongo divertido
-¡Hablo de ese cono con un espiral del tamaño de tu cabeza encima!
-Es un cono de nieve, Richie.
-¿En donde lo has conseguido? –se me acerca y me examina ansioso.
-Me venía en el paquete –doy un paso atrás.
-¡Yo también quiero!, ¡Dámelo! –exige
-Consíguete el tuyo –lo aparto, Richie exhala fuertemente y me mira feo, abre la puerta del conductor y acomoda su comida antes de introducirse el.
-Oye, Rich, ¿puedes ayudarme a abrir la puerta? Tengo las manos ocupadas –las elevo para que pudiera ver. Richie sonríe malicioso.
-Ese no es mi problema, tendrás que dejar algo Jhon.
Lo fulmino con la mirada.
-Se que quieres esta nieve...pero adivina que, nunca la tendrás.
-Entonces súbete –me reta enarcando una ceja- mi comida se está enfriando. –sonríe con perversidad
Paso mi cono a la mano izquierda para poder abrirme la puerta, un poco de nieve se embarra en la bolsa de comida, Richie se burla, lo fulmino con la mirada, me inclino para sentarme con mucha prudencia y la bola de nieve cae al suelo salpicándome los pantalones, me retuerzo, puta vida.
-Karma –Richie entona soberbio.
Perdón por no subir antes, wattpad no me lo permitía y mi celular ya valió cacahuate, siguió la luz, estiro la para, se lo cargo el payaso, se petateo...como quieran llamarle. Así que si alguien quiere obsequiarme uno...no me opondré a semejante acto de caridad:p
¿Alguien alguna vez se ha enamorado de su profesor?, yo sí, ¡y adivinen que!... no paso absolutamente nada, él tenía novia y yo era muy tímida, pero eso sí, nunca falte a su clase. Lo amé en secreto.
Gracias por leer, comentar y votar... ¡leo todo lo que escriben!, no, no las acoso TuT ... ¿o sí?