-"No puede ser"
-Pensaba sin parar.
Tan sólo al verlos entrar con tanta tranquilidad y seguridad se me pusieron los nervios de punta, empiezo a creer que estas dos personas vienen para controlarnos, en pocas palabras serán ellos quienes nos darán clases, prefiero a los dos ancianos pero la presencia de dos personas jóvenes nos tendrá más tranquilos o en dado caso nos gritaran hasta que callemos.
Terminaron de entrar y comenzaron a explicarnos que ellos serian nuestros profesores desde el día anterior, pero por diferentes causas ninguno de los dos se pudo presentar, la mujer nos menciono que la podíamos llamar Paty y el hombre se llama Ángel. Posteriormente nos explicaron de se trataría la actividad que debíamos realizar, para ello debíamos reunirnos en los equipos en los que fuimos colocados el día anterior, después nos darán un mapa y una hoja en la cual debemos escribir la misión, visión, etcétera de la preparatoria y estas se encuentran esparcidas por todo el plantel como si ya no fuera difícil tener que transcribir, resulta que debemos bagar por la escuela en busca de algo que no me interesa ademas no recuerdo quienes eran los integrantes del equipo del cual formo parte.
¿Podrían hacer esto más complicado? -Pensaba mientras trataba de reconocer alguna cara del día anterior.
Lamentable mente no logro distinguir algún rostro, siento que alguien me llama, pero es difícil saber si en realidad se refieren a mi, se me acerca una muchacha con expresión de enejo y desesperación.
-Te estaba hablando, ¿por qué no haces caso?
-Perdóname pero por si no te has dado cuenta no soy la única persona en este lugar, deberías haber sido más especifica.
-Si, lo se pero creí que no recordabas con quienes estabas en el equipo.
-Respecto a eso.
-Ya no importa debemos darnos prisa.
Comenzamos con la búsqueda y al observar el mapa nos percatamos de que no se entendía absolutamente nada, ademas debíamos buscar unas pinturas y colocar el valor que promueve o algo así. No habían pasado ni dos minutos y yo ya me encontraba enfadado, mirábamos personas que ya habían encontrado la mayor parte de las palabras y pinturas, decido encender mi celular y entrar en mi Facebook solo por un momento, no afectaría a nadie, ademas podríamos buscar esas estúpidas cosas en Internet pero al parecer a nadie se le ha ocurrido eso y yo no pienso comentárselo a alguna persona u objeto, ya que no soy el único que tiene cerebro o que aparentemente lo usa.
Después de un rato y de preguntar a varias personas conseguimos todo lo que las hojas nos pedía buscar, faltaba media hora para el descanso así que estuvimos platicando para conocernos mejor, por lo que dejo el teléfono a un lado para escuchar y responder correctamente cuando me dirijan la palabra.
-¿Como se llaman?, yo soy Nallely Abad Dolz.
-Mi nombre es Anton Funes Merino. -Dijo el chico que me hizo platica hace un día.
-Pues yo soy Diego Roche Tous. -El tipo es algo guapo, pero el es típico estereotipo de lo que tiene de guapo, le falta de cerebro.
Los siguientes dos tipos se llamaban igual, lo único que los diferencia es su apellido.
-Carlos Ferrer Olivan y Carlos Fontana Zuleta.
Continuaron otros chamacos y así hasta que fue mi turno, habían hecho hecho más preguntas pero yo no conteste ninguna y eso comenzaba a ser fastidioso así que conteste todas las preguntas que habían formulado de una solo ves.
-Y ¿tu no piensas participar?
-Esta bien, me llamo Ángel Mateo Caliente Sampere, solo tengo un hermano y lo detesto, me gustan barios cantantes pero la que más me gusta es Nicki Minaj por su enorme trasero artificial mi canción preferida es Venus de Lady Gaga, dudo que sepan de que secundaria provengo ademas soy adicto a mis redes sociales, me excita que me golpeen y lo demás me lo guardare, si no les molesta.
De esta manera llego el momento del descanso, y me retiro del lugar en el que nos encontrábamos para buscar a Ana y Alondra, se suponía que estarían en la banca en la que se encontraban ayer, por esa razón bajo las escaleras para llegar al área de descanso, efectivamente se encontraban allí ellas ya estaban comiendo, comienzo a correr y al llegar tomo asiento y saludo a Alondra, para saber si el enojo ya se le había pasado.