Narra Nami
Cuando conseguí llegar a donde se encontraba Robin con la ayuda de uno de los mini-barcos de Franky, lo primero que hicimos fue buscarla. En la cubierta pude ver uno de sus amigos: Killer. Decidimos intentar no hacer ruido pero era obvio que era imposible, nos vio y Franky se abalanzó hacia él para empezar una pelea. Me escabullí de allí, bajé unas escaleras haciendo el mínimo ruido posible y al final logré encontrar la habitación adecuada: Kid estaba rozando una espada por el cuello de Zoro, Robin estaba enfrente, contemplando la escena.
-Hola Roronoa Zoro, bienvenido a mi barco.
-Tsk... -dijo- te cortaré en mil pedazos.
Kid rió, de uno de sus bolsillos, sacó unas esposas y sin sacar aquella espada del cuello de Zoro, se las colocó en las manos. Lo tiró al suelo al lado de ella.
-Ya tengo dos, pero a mi solo me interesa Robin.
-¿Para qué? -dijo Zoro
-No es de tu incumbencia -enseñó dos llaves- solo uno de los dos saldrá de aquí.
-Torturame si quieres pero deja que ella se vaya.
-Te torturaré si... pero de una manera especial...
Guardó las llaves en el bolsillo y se acercó a Robin con mirada de pervertido.
-¿Que vas a hacer? -dijo Zoro
Kid la agarró por la cintura y la besó, Robin intentó forcejear pero se veía que estaba muy débil.
-¡TE MATARÉ! -gritó el peliverde.
Hizo fuerza, parecía que quería romper las esposas, estaba muy cabreado, tenía un mirada que podía matar a cualquiera. No podía seguir así, tenía que arriesgarme. Cogí una sartén y fui detrás de Kid, le robé las llaves sin que se diera cuenta y con toda la fuerza que pude le di en la cabeza. Se giró, parecía como si no le hubiera hecho nada de daño.
-¡Nami! -gritaron los dos.
Me empezaron a temblar las piernas, cogí mi arma pero él me la tiró al suelo.
-No parais de venir. ¿Que hago ahora contigo?
No podía articular palabra, tenía demasiado miedo. Escuché un ruido detrás de Kid. ¡Zoro había roto las esposas! Se posicionó detrás del pelirojo y esta vez una de sus katanas rozó el cuello de él.
-¡NO TE PERDONARÉ QUE LA HAYAS BESADO!
Corrí para sacarle las cadenas a Robin mientras seguía contemplando a aquellos dos.
-Siento decepcionarte Roronoa.
Con un movimiento de manos, la katana de Zoro pasó rapidamente a la mano de Kid. Intenté ser rápida pero con otro movimiento del pelirojo, unos cuchillos se lanzaron hacia mi camiseta sin hacerme daño pero dejándome clavada en la madera.
-No os llevaréis a Robin -dijo serio- ahora me pertenece.
-Yo pertenezco a la tripulación del sombrero de paja -ella seguía débil, no fui capaz de dejarla libre pero esas palabras habían sonado fuerte.
Zoro corrió hacia Robin para quitarle las esposas pero Kid le dio un puñetazo en la cara, el peliverde miró hacia él y reaccionó devolviéndosela. Pero Robin ya no tenía cadenas. Con un simple movimiento, del cuerpo de Kid salieron unas manos, quedándose inmóvil. Zoro me quitó las cuchillas dejándome libre y los dos abrazamos a Robin.
-Te echábamos de menos -dije apretándola fuerte
-Y yo a ti navegante-san
Se notaba que Zoro la quería con locura, aunque no había dicho nada.
-Oye, ya que no puedo ni moverme -dijo Kid- por lo menos no me obliguéis a ver escenas innecesarias.
-¡Pues cierra los ojos! -dije
De repente apareció Luffy gritando.
-¡KID!
Y le espetó un puñetazo en la cara que lo dejó inconsciente en el suelo.
Narra Luffy
Con un simple puñetazo, Kid había quedado en el suelo, que aburrido. Nami me agarró con fuerza la mano.
-¡Franky estaba luchando con Killer! -dijo
-Franky... ayudémosle
Cuando Robin acabó esa frase, pude notar un leve cabreo en Zoro, supongo que quería él patearle el trasero a Killer.
-Yo y Robin nos iremos al barco.
-¿Que dices Espadachín-san? Ayudaremos a Franky
-Tsk... que se encarguen Luffy y la bruja.
Zoro recibió el típico golpe que da Nami cuando está furiosa, por otra parte me parecía raro que no quisiera cortar a Killer. Fuimos corriendo hasta donde nos indicaba Nami, encontramos a los dos personas tiradas en el suelo: Killer que tenía mucha sangre y no se movía junto a Franky que respiraba fuerte pero estaba consciente ¡Había ganado! Solo necesitaría un poco de comida. Robin se agachó y se puso a su lado.
-Carpintero-san, ¿estás bien?
-Ahora que estás tú SUPER sí.
Ella sonrió, Nami le hizo señas a Zoro consiguiendo enfadarlo más. ¿Que estaba ocurriendo?
-Luego Chopper y yo te cuidaremos.
-Gracias Robin
-No, no hace falta mujer, con Chopper bastará.
-¡Está muy herido!
-Tsk, es de metal.
-¡Zoro! -dije- ¿Que te ocurre?
Nadie dijo nada, todos ayudamos a Franky a transportarlo hasta nuestro barco. Lo que me pareció aún más raro es que solo estuvieran ellos dos en el barco de Kid. ¿Y los demás? Llevamos a Franky junto chopper.
-¡Franky! ¿Que te han hecho? -dijeron todos
-¡SUUPER NADA! Me recuperaré con un poco de cola.
-Iré a por ella -dijo Robin sonriendo.
Todos se quedaron haciendo preguntas a Franky mientras yo seguía a Zoro... porque él seguía a Robin, quería saber lo que les ocurría, intenté ser lo más sigiloso posible. Ella cogió una botella de cola mientras Zoro apareció por detrás sorprendiéndola.
-Mujer...
-¡Espadachín-san! -del susto se le había caído la botella- deberías estar con los demás.
-Pero yo quiero estar contigo -Robin se agachó a cogerla.
-Espadachín-san -lo miró fijamente- mis sentimientos hacia ti son...
No escuchaba nada, me pegué un poco más pero por desgraciadamente mis pies me hicieron pasar una mala pasada y tropecé, ellos me vieron.
-Capitán-san, ¿vienes a por comida?
Zoro me miró molesto.
-No Robin... quería saber lo que ocurre entre vosotros dos.
Se sonrojaron.
-No pasa nada, simplemente Zoro me acosa -rió
-¿Qué? -por la cara de sorpresa de él, supe que mentían
-¡MARIMO! ¡NO TOQUES A ROBIN-CHAN!
¿De donde había salido Sanji? Supongo que no era el único que espiaba.
-¡LA ACOSO SI QUIERO COCINERO PERVERTIDO! ¡TU LO HACES TODO EL TIEMPO!
-¡ELLAS SON MÍAS MARIMO!
-¿QUE HAS DICHO?
Mientras discutían, aproveché para llevarme a Robin de allí.
-Capitán-san, de veras que no ocurre nada, tengo que llevarle la cola a Franky.
-¿Algún día lo sabré?
Ella se sorprendió y sin dejar de mirarme dijo:
-Simplemente me gusta alguien, Zoro ya ha descubierto quién es.
-Así que era eso... ¡Gracias por contármelo!
Ahora solo faltaba descubrir quién...