Pov Narradora (Andy: Mi *-*/)
Midnight despertó viendo a su alrededor lo que todos querían evitar.
Una batalla.
Los ángeles caídos, muchos solo causaban mas revuelo para que pelearan y ellos luego escapar.
Y un pequeño grupo era el que peleaba contra los de la mansión.
Cyan por su parte volviendo de vuelta a la vida despertaba enojada porque...
Los que mas quería aunque sabían como defenderse estaban siendo heridos y su sangre estaba cayendo, aunque fuera de a poco, en el suelo.
Cyan vio hacia abajo, ya no tenia su herida y su ropa aun estaba manchada de sangre.
Sin dudarlo dos veces fue tras el que causo todo el desastre: Azazel.
Corrió hacia el tomando la daga que le pidió a Azusa antes de salir de la mansión.
Apuñalaba y cortaba a todo aquel caído que se atreviera a querer ser un obstáculo en su camino para llegar a Azazel.
Pero mientras corría vio como Azusa-nii estaba siendo acorralado de a poco por un grupo de ángeles.
-Con mi hermano no!- fue lo que llegó a exclamar para dirigirse ahí.
Se puso al lado de su Onii que la miraba sorprendido y ¿feliz? Su hermana no había muerto y estaba junto a el, en esta ultima batalla.
-No me dejaste al final- mencionó sonriendo mientras daba estocadas mortales al enemigo.
-Pues... Muerta o viva igual los cuidaría- le respondió Cyan haciendo movimientos rápidos para hacer caer a sus oponentes y clavar su daga en sus oscuros y malévolos corazones.
Acabaron con ellos, los cuales tenían cuerpos que se descomponían rápido.
Y aunque Cyan estaba peleando como simple mortal al no tener su Sacred Gear, lo hacia muy bien para acabar con ellos.
-Azusa-nii!- exclamo tomándole de la mano- Vamos a por Azazel!- le menciona y este asiente.
Se movieron rodeando la batalla que se desarrollaba, siendo atacados muy seguidamente.
Pero lograron subir al lugar mas alto y llegar a su objetivo.
Azazel.
-Que diablos...?- exclamaba Cyan al ver el cuerpo inmóvil que se volvía nada de aquel quien la apuñalo.
Se escucho una risa y salio alguien que ella y Azusa conocían muy bien de la nada cerrando la puerta y toda oportunidad de escapar.
-Pero miren esto... A quienes encuentro aquí- mencionaba el hombre jugando con el equilibrio en sus manos- No pensé verlos más nunca hijos- mencionó lo último con cierto asco y mirando a los chicos.
-No me vuelvas a llamar tu hija Carter!- le dijo llena de rabia Cyan.
-Que hace... Este... Aquí...?- preguntaba con desagrado Azusa- No debería... Estar... Haciendo... De perrito... Faldero de... Alicia- termino.
-Ay hijo, aun inútil como siempre al igual que tu hermana- les decía el hombre llamado Carter- Su madre debió pensarse lo de matarles... Creo que fue muy benévola al dejarlos vivir en la realidad cuando son parte de un sueño- soltó arrogante.
-Somos un sueño hecho realidad, ella quería hijos? Pues aquí los tiene- le respondió Cyan- Ahora dime por que Azazel esta muerto? Yo iba a ser la encargada personal de hacerle sufrir y gritar de dolor.
-Oh... Este idiota ángel caído? Pues... Fallo en mi encomendado- explicó este- Tu madre y yo necesitábamos el Sacred Gear para hacer nuestro sueño una realidad pero... Este idiota no pensó en como funcionaba esta cosa- señalo la corona que parecía apagada en sus manos.
Cyan sintió un revuelco en su corazón y de a poco se acerco a el siendo cuidadosa y haciéndole señas a Azusa para que lo distraiga.
Azusa al ver que su hermana necesitaría ese poder se abalanzo contra su padre haciéndolo caer al suelo y soltar aquella corona perteneciente a su hermana.
-Quitate de encima engendr- ni pudo terminar de hablar al ver una luz a su lado y ver como Cyan traía puesta de nuevo su Sacred Gear y parecía una guerrera lista para dar la muerte a aquellos que son malos.
Tomo a su hermano de la mano, ambos sonriendo al ver que el acabar y dar muerte con de ese "padre" se acercaba y que pagaría cada una de las que hizo.
Azusa no dudo en tomar una de sus dagas y apuñalar el órgano vital mientras que Cyan no dudo en cortar la extremidad que mas odiaba ver en el...
Su cara, su cabeza.
Sonrieron mas al verlo muerto sin poder hablar y lanzar sus restos por la ventana del lugar mas alto que daba al pequeño cementerio que poseía aquella iglesia.
Satisfechos bajaron a ver que ocurría, algunos caídos aun daban pelea.
Pero eran pocos, los demás habían muerto y se sabia quienes ganarían.
Cyan se lanzó sobre algunos de los que quedaban al igual que su hermano.
Y terminaron de dar muerte a esos pobres diablos.
Todo estaba en silencio recuperando el aire y el alivio que no habían tenido tiempo de tener en la batalla.
Jessca aun golpeaba algunos cadáveres y Kou trataba de pararla diciendo que estaban muertos.
Cyan sentía una mirada sobre ella, a la cual no había volteado a ver porque veía como todas las parejas de la mansión se abrazaban tranquilos y sin preocupaciones.
Se topo con esos ojos lilas que parecían ver su alma.
Le sonrió.
No paso ni un segundo cuando Kanato corrió hacia ella y la estrecho en sus brazos escondiendo su cara en su cabello.
-Estas aquí...- murmuraba para verla directamente- no estas muerta- termino alegre y con una sonrisa.
-No... No lo estoy y no quiero estarlo porque me impediría hacer esto- decía ella para besarle como si hubiesen pasado siglos desde que unieron sus labios.
-Te amo- confesaron ambos y rieron con un leve sonrojo.
Pero de repente escucharon algo, unos pasos que no eran suyos. Pronto pudieron ver a la dueña de esos pasos.
Yui Komori.
-Etto... Chicos bueno... Yo no quería yo estaba siendo obliga- no la dejaron terminar siquiera.
-Ahorrate tus palabras perra- le interrumpió Danny.
-Que deberíamos hacer con ella?- pregunto Reiji.
-Matarla obviamente por traidora- dijo Midnight harta de la rubia.
-Cierto, Ore-sama no perdona la traición- expreso Ayato con una cara sádica al igual que todos los presentes.
-Entonces... Que muera!- dijo alegre Jessca mientras tomaba su hacha entre sus manos.
Cyan fue la primera en acercarse a la aterrada Yui, amablemente le pidió el hacha a su amiga de infancia y le corto la cabeza escuchando un grito de la ahora muerta y ver la sangre escurrir de su cuello.
Cada una de las chicaa se acerco para tomar el hacha y dar un corte a su cuerpo con rabia dándole el final a aquella perra.
Los chicos se encargaron de quemar el cuerpo todo desfigurado y la iglesia con el.
Luego de eso....
Todos volvieron felices y juntos a la mansión.
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Las quiere.
-Andy♪-