Rick Grimes y unos tantos del grupo salieron de la iglesia dispuestos a cobrar venganza por su compañero. De noche. Furiosos y Sin vuelta atrás se encaminaron hacía su misión.
Gabriel cerró las puertas protegiendo tanto a él como a los que se habían quedado. Esperando ser protegidos, sobre todo, de cualquier mal que pudiera pasar.
A las afueras de la iglesia, un grupo que no era el de Rick esperaba con ansias entrar al refugio.