A pesar de estar dormida se veía preocupada, probablemente la hice pasar por muchos problemas... se movía, pero luego me di cuenta de que se movía porque al parecer tenía una pesadilla. Acaricie su cabello con cuidado de que no despertara, nunca me di cuenta de que Marinette fuera tan hermosa.
En un principio pense en la posibilidad que mi amor hacia Ladybug era diferente que el amor que pudiera llegar a sentir por Marinette, pero sin darme cuenta desde antes ya pensaba en ella, posiblemente sin la existencia de Ladybug me hubiera fijado antes en Marinette, y eso es porque ella tiene muchas cualidades que no la hacen pasar desapercibida frente a mi.
Pasaron un par de horas más hasta que despertó.
-Por fin despiertas my lady.- me miro con sorpresa y su mirada mostraba lágrimas de alegría, se levantó de la cama un poco sonrojada.
-ChatNoir...no, Adrien.-me dijo algo confundida.- ¿Estas mejor? ¿Cómo sientes tus heridas?
-tranquila, me siento bien.- dije mientras removía las lágrimas de sus ojos-lamento haberte hecho pasar tantas molestias.- Plagg se acercó a mí en ese momento y me dijo:
-Gran susto nos has hecho pasar-
-Lo siento, si hubiera podido evitarlo lo habría hecho.- la alarma del teléfono de Marinette sonaba avisando que era hora de ir a clases.
-Marinette podrías facilitarme mi celular para llamar a mi hogar.-
-Claro- dijo la joven mientras lo buscaba entre mis cosas que se encontraban dispuestas ordenadamente al lado de la cama.
Luego de unos momentos ella salio de la habitación, yo llame a la secretaria, y trate de explicarle que por razones de fuerza mayor no pude asistir a mis actividades y menos llegar a la casa. Finalmente la convencí para que no dijera nada a mi padre hasta que yo le explicara personalmente la situación.
-Menudo problema en que te has metido.-dijo Plagg mientras seguía comiendo.
-Eso no es lo peor, quiero hablar con Marinette pero no sé qué debo decirle exactamente.-
-Creo que deberías agradecerle, me ha dado mucho queso de diversos tipos.-
-Plagg-dije en tono irónico-Eso es algo de lo que me debo disculpar, y tú se lo debes agradecer...
-Está bien...-
Ella regreso a la habitación, se le notaba un poco incomoda, no sabía cómo lo estaba tomando ella, ni o si ella estaba bien o mal, o la cantidad de problemas que tuvo que pasar. Tampoco sabía cómo dirigirme a ella. Quería decirle tantas cosas, pero estaba nervioso. No encontraba la forma correcta de agradecerle todo lo que había hecho por mí, tampoco sabía cómo decirle lo que significaba ella para mí, no quería ser rechazado nuevamente...
Nos encontrábamos de frente, sin máscaras, pero ocultando nuestros sentimientos.
Me disculpo por lo corto que estan siendo los capitulos, pero si me alargara me demoraria mas en actualizar, lo siento y gracias por leer.