Para cuando le quitaron el yeso del pie estaba genial, la chica se había burlado de cuanto cabello había crecido en su pie, se veía extraño comparado con el otro pie.
Con _____ todo estaba genial, ahora ella le pertenecía toda, toda para él. No salía con Preston y el estaba encantado con eso.
Salían con más frecuencia y no había un segundo en el que no la pensara, mas no estaba enamorado de ella, solo le gustaba su compañía, lo atenta que era, lo servicial y lo cariñosa y posesiva.
Recordó aquella vez que estuvieron en la casa que su madre le había dado, ella le había dicho que eso de ser posesivo se podía jugar de a dos, y aunque tarde, le había demostrado que ella también podía ser así y le había gustado y divertido verla con plan celosa y vuelta una fiera.
La había llevado con al billar, se había vuelto muy amiga de Potts y Cash Peter y Tarence no dejaban de decir lo que ya el sabia, que era asombrosa.
En un momento de esa noche otras chicas habían ido a coquetear, chicas no, mujeres de más de veinte, que se veía muy bien. Ella que estaba mirando el karaoke que estaban haciendo sus amigos muerta de risa, le miro y sus ojos chispearon de ira, el solo le sonrió y volvió su atención a las mujeres que estaba tocando mucho.
Ella había llegado pisando fuerte con aquello tacones y su actitud.
-Si me disculpan.-le tomó de la mano.-Al parecer voy a tener que ponerle a un cartel en la frente que diga, tengo dueña y a ustedes una denuncia por pedófilas .-trono sus dedos y solo la miró atontado.- Desaparezca.
Las mujeres habían estallado la risa, pero la chica tenía un carácter, que no conocía, muy explosivo y terminó como aquella vez que la llevo a la casita, aunque había sido todo lo contrario, el no había peleado, mas ella sí, y pesar de que eran tres, con un poco de su ayuda pudo darles unos cuantos golpes, claro el no golpeaba mujeres, al menos no de esa forma, pero al ser ellas tres y Zone solo una él había, junto con Potts, retenido a las demás mientras ella machacaba la que esta suelta en ese momento. Terminó cansada y con un fuerte golpe en su mejilla, pero había ganado.
-No conocía esa lado tuyo.-le había dicho entre carcajadas y un sentimiento muy extraño en el pecho.
Ella no había respondido a nada, mas cuando estuvieron dentro de aquella su casa ella le tomó por la barbilla con tanta fuerza que él se sorprendió.
-Escúchame bien porque no pretendo repetirlo. Tú eres mío.-le había dicho agresivamente mientras llevado su mano a su nuca y lo besaba.-Lo mío no lo comparto con nadie... si vuelvo a verte con otra chica... los golpes los llevaras tu.
Y no hubo más que decir, terminaron entre las sabanas y Justin no podía dejar de sonreír por descubrir un lado más de aquel ángel que a sus ojos ya no lo era tanto.
Mientras estaban en el parque, ella corría y el solo la miraba jugar con el perro de Olivia, Tarence comía y el fumaba el único cigarrillo del día. Era increíble como al estar con ella todo se volvió mejor y la tención disminuía.
Tarence se incorporó y se despidió llevándose al perro, ____ corrió hacia él y se tiró a la yerba.
-Hola guapo, mucho gusto...-el rió y tiró lejos la colilla, esta cayó justo dentro del basurero que estaba corta distancia.-Genial... eres un as.-dijo burlona. Soltó el humo que le quedaba y luego la beso.-No es un sabor que me agrade mucho, pero ligado con el tuyo... diría que es adictivo, lobito.
El soltó una carcajada y comenzaron a besarse y aunque estaba en una zona publica no le importo meterle la mano en el pantalón.
-No...- ella se quejo.
Y luego de esa palabra recibió una llamada.
Una de sus mujeres quería ser atendida y él había sentido el impulso de ir, quería algo diferente así que llevo a ____ a su casa. Le miró con una sonrisa cuando la dejo.
-Duerme conmigo esta noche.
-No, no me esperes... mañana si, Ángel.
Y a pesar del corto tiempo que tenia de haber salido del hospital por fracturas, allí estaba de nuevo. Una de las gomas del auto había reventado mientras estaba a alta velocidad y si, estaba vez no estaba tan bien como aquella.
_____ despavorida volvió a ir con él, y lo agradecía, en esos momentos era que se daba cuenta cuan hijo de puta era, ya que si se hubiera quedado a dormir con ella y no hubiera ido a follar en aquella orgia no le habría pasado eso.
Mientras la besaba se sentía bien, y agradecía tenerla allí aunque ellos no tuvieran absolutamente nada, se sentía bien saberla suya aunque él no le perteneciera.
La puerta se abrió sobresaltándolos a ambos, mas el no la soltó, y le planto otro beso en los labios, ella alejándose le sonrió y cuando enfocaron la vista en quien había entrado, Justin cambió su cara.
Su padre, si bien era cierto que quería ver a su familia y amigos allí, aquella visita no la quería.
-Lárgate de aquí.
-Justin...-la miró molesta.
-¿Le has llamado tu?-asintió bajando su cabeza, el estaba rojo de ira.
La verdad era que nadie le había explicado los problemas que tenían como familia ellos tres, pero sabía que eran una mierda en todo eso, quería ayudar, pero quizás si se había pasado de los limites al llamar a Dexter por segunda vez con insistencia en que fuera a verle para que estuviera con el sin saber el porqué de sus problemas.
-Yo... llamé a tu madre y no respondió mis llamadas, pensé que tu...-no dijo nada mas, la cara del chico estaba roja y sus ojos aguados.
-Lárguense.- pidió, pero ella no estaba dispuesta a dejarlo. Vio como Dex se proponía salir, pero lo retuvo.
-Quizás este no sea el mejor momento para hablar de problemas, pero no puedes simplemente decir lárguense, estamos aquí porque nos preocupamos por ti, ¿No te cansas se sentirte vacio? ¿No extrañas a tu padre? ya que tu madre no le interesa nada con respecto a ti.-vio como sus ojos se abrían.-el esta aquí... porque no le das una oportunidad, todos la merecemos.-giró la cabeza y la miró de soslayo.
-Lárguense. -repitió.
-Bien... lo hare, pero no pienses que me disculpare por esto... si alguna vez piensas solucionar todo esta mierda entonces búscale, y búscame... como creas correcto, no puedo creer que seas tan inmaduro.
-Hijo...mejórate.-fue todo lo que salió de la boca del hombre.
Comenzó a presionar el botón que llamaba a la enfermera, cuando esta llego ellos ya se iban, pero aun así escucharon como le pedía que no los quería volver a ver. La mujer no entendió nada, pero les pidió que terminaran de retirarse.
Maldita sea.
El día siguiente.
Pasó el resto del la mañana solo, y con las enfermeras medicándole y monitoreándole aquel golpe que tenía en la cabeza, otra vez, se iba esa misma tarde, pero aun se preguntaba ¿Quiénes lo iban a buscar? Tarence aun no daba señal, ni Peter tampoco. Su madre menos. Tenía más de veinticuatro horas allí y aun ni le llamaban.
La hora de salida llego y como si de un vagabundo sin familia se tratase las enfermeras comenzaron a mirarle con lastima, al tiempo de que la doctora le diera los medicamentos y le comentara que iba a permanecer con el brazo escayolado por un mes más al lastimárselo junto con la misma pierna, asintió y estuvo dispuesto a irse en cualquier taxi, pero entonces miró la puerta.
Max, el padre de su vecina entraba con su esposa Jacqueline y _____ a su lado. Ella iba seria, y nunca le miraba directamente a los ojos.
Ellos habían ido a buscarle. Firmaron los papeles y lo llevaron a casa.
El viaje no fue nada silencioso, a pesar de que iba un tanto extraño, ____ iba tras ellos en el auto y ellos iban en el jeep de la chica.
Max se había convertido en un buen amigo y estaba pidiendo disculpas por no haber podido pasar antes. Jacky por igual.
Cuando pensó que lo dejarían solo, en su casa, se sintió molesto y triste, pero al entrar en la silla de ruedas empujada por Jacky su casa estaba llena de personas. Olivia, y su familia completa, los padres de Peter y Peter, Cash y Potts y algunos chicos que había visto en el billar.
Una fiesta de bienvenida.
La fiesta estuvo increíble, comieron, jugaron, cantaron en un karaoke e hicieron bromas por horas. Antes de quedar completamente solo su madre entro por la puerta de la casa, tenía una valija, el cabello despeinado y ojeras.
-Justin...-dijo con sus ojos aguados.
***
-Entonces... no te lo comente, pero estaba... allá.-fue lo último que dijo y miró a un lado.
-Descuida... es tu trabajo y ni siquiera estabas cerca...-comenzó, se giró en la cama para poder dormirse y ella sollozó.
-No he sido una buena madre, Justin, lo sé.-el rodó los ojos. Eso no era una nueva noticia, el lo sabia.-Pero quiero que me perdones, cuando te tuve no sabía nada de esto, aun no lo sé y eres un hombre... soy pésima... nunca había querido tener hijos, cuando era más joven, luego llegaste, y te ame, pero soy una mala persona y no se amar.-el se giró y la encaró.
-Descuida... no pasa nada.-quería que se retirara, eso le había dolido, según ella lo quería a su manera, y si era así entonces era horrible porque siempre lo ignoraba, pensó que si ella no le amara; como decía hacerlo, fuera peor.
-Quiero que hablemos... quiero que hablemos...-sintió un poco de ira y asintió.
-¿De que quieres hablar?-ella observó a un lado, con sus ojos rojos, su cara mojada, su nariz goteando y sus manos temblando.
-De todo... quiero ser una buena madre, quise estar aquí, pero siempre pongo antes que tu las demás cosas, cuando no debería ser... cuando tus amigos llamaron aquella vez no me interesa, ni siquiera relacione la llamada con algo trágico, no respondí como una madre que ama a su hijo, solo pensé en mi trabajo.
-Siempre piensas en ti.- le miró dolida.
-Justin eso no...
-No me digas que no.-habló entre los dientes callándola.- Siempre piensas en ti, sabes porque una parte de mi te odia, ¿Lo sabes? vi como intentaste matarte porque papa nos dejaba, no te importo que yo estuviera allí, no te afectó que sería de mi, solo pensaste en ti. Una verdadera madre se hubiera preocupado por su hijo de corta edad sin padre, pero pensaste en qué tu mundo se había acabado porque él quiso estar lejos de ti, ni siquiera te acordaste de mi.-lloro.
-Justin...
-Quiero estar solo... en otro momento hablaremos.
-Pero...
-Si no te marchas lo hare yo...
Y ella se fue dejándolo con sus recuerdos, aquellos que le dolían y entristecían más que nada.
No quería estar solo, no quería sumergirse en esa mierda otra vez, pero no podía llamar a la persona que quería para que estuviera con él, ya que la había alejado.
Miro al balcón por su ventana un montón de veces, pero el balcón no estaba abierto y la luz tampoco estaba encendida.