Cuando me terminé de maquillar me enviaron a la terraza del lugar.
Me empezaron a sacar fotos. De vez en cuando me reía. Me encantaba ese lugar, me encantaba todo de ahí.
-Perfecta. -anunció el fotógrafo viendo las fotos. Tenía una super cámara.
Sonreí.
Bajé y Jack me estaba esperando.
-Hola -dijo sonriente-, ¿cómo te fue?
Tenía sus manos en sus bolsillos y miraba al piso tímidamente. Ok.
-Genial. Fue muy divertido. - le di un pequeño beso en los labios.
-Me alegro,... tengo una buena noticia para ti.
-¿Cuál? - pregunté. ¿Acaso sería que comeríamos tacos esa noche? ¿Tacos?
-Quieren contratarte para Victoria Secret.
-¡¿En serio?! - grité. - Espera, no. Si. ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Cuan...?
-Hoy. Llamaron a tu teléfono mientras estabas arriba y atendí y me dijeron todo. Quieren que empieces cuanto antes ya que se aproxima un desfile y no hay muchas modelos.
-Eso es...fantástico. - no lo podía creer. Eso era un sueño.
-Si, ¡te felicito! - gritó y me abrazó. Me mantuvo en sus brazos fuertes y después de unos segundos me bajó.
Él suspiró.
-¿Por qué suspiras? - un suspiro nunca es bueno.
-Te quieren en Londres.
Rebobinando, rebobinando, pi pi pi pi. Sistema de cerebro explotará en 3...2...1, ¡boom!
Demasiadas películas.
-¿Qué? ¿Por cuánto tiempo sería?
No podía pensar en ese momento esa decisión.
-Si todo va bien, un año. Es un contrato de un año y después puedes volver.
Uffff, por suerte no es taaaaaanto.
Bueno, en realidad sí. Sí era tanto. 365 días.