Me encontraba preparando un trago cuando él llegó. Seguí con mi trabajo sintiendo como entraba en la barra.
-Aquí tienes ¿Algo más?- pregunté, la persona que estaba frente a mí me entregó el dinero mientras sentía las manos de Harry en mi cadera y sus labios presionarse en mi cuello.
-Hola hermosa- susurró en mi oído. Tomé el vuelto correspondiente de la caja registradora, y se lo extendí a la mujer que había atendido. Su rostro se encontraba claramente sorprendido.
-Gracias por tu compra.
-¿E...es ese es Harry Styles?- preguntó, era extraño que hayan personas que lo reconozcan con facilidad, o por lo menos que pregunten por él... es decir el público era siempre bastante mayor para reaccionar de manera exagerada.
-¿Disculpa?
-¿El que te saludó era Harry Styles? ¿Tú eres Kate?
-Oh claro... si soy Kate... ¿Quieres saludarlo?- pregunté confundida, era eso o sólo quería saber si era él.
-Oh ¿Puedo? No quiero molestar...
-Oh no... está bien- sonreí- ¡Harry!- lo llamé, él, que se encontraba charlando animadamente con Jack, se volteó y sonrió- Ven...
-¿Qué sucede, linda?- preguntó tomando mi cintura.
-Ella quería saludarte- expliqué señalando a la joven detrás de la barra.
-Oh hola- saludó.
-Oh por dios- susurró ella- Eres increíble Harry... lo eres.
-Gracias- sonrió con ternura- Es lindo que lo digas.
-Amo como cantas y amo a tus compañeros...
-Oh se los diré... ¿Cómo te llamas?
-Jenn.
-Está bien, le diré que Jenn les manda saludos ¿Si?
-Gracias ¿Podrías?- extendió frente a él una servilleta con un bolígrafo.
-Claro- sonrió acercándose para firmar un autógrafo.
Los dejé para que tengan su momento de fan-ídolo y me acerqué a mi amigos, escuché un poco su conversación, sobre la cantidad de gente que se encontraba en el lugar y cosas relacionados. Harry terminó de firmar su autógrafo y se acercó a nosotros, parándose frente a mí, para tomar mi cintura.
-¿No me saludaras?- preguntó con una hermosa sonrisa acercándose a mis labios.
-Hola- susurré antes de sentir la suavidad de su boca sobre la mía.
-Hola, amor- susurró él en el beso.
-Oh por dios, son adorables- ambos soltamos una carcajada al escuchar el comentario de Penny.
-Y como somos tan adorables- dijo Harry observando a mi amiga- Me dejaras robármela un rato ¿Verdad Pen?
-Eso es extorsión...- se quejó riendo.
-Vamos Penny... serán unos minutos.
-Está bien.... quince minutos.
Nos alejamos algunos metros, justo al lado de la barra. Él no dejó mi cintura y yo acomodé mis brazos en su cuello. Nos quedamos observándonos por unos segundos, acercó sus labios a los míos y comenzó a besarlos dulcemente.
-Me siento una adolescente que no puede dejar de besar a su novio- reí.
-¿Y?
-Que nos vimos hace pocas horas, Hazz- expliqué.
-Suficiente tiempo para extrañar tus labios.
-Siempre odié las demostraciones en público- confesé- Pero contigo es diferente.
-Te amo- respondió con una sonrisa- ¿Bailas?- preguntó tirando de mi cintura.
-Sabes que no bailo...
-Vamos Kate... Sólo por hoy- pidió, negué con la cabeza y él cambió su expresión, a una tierna y triste- Nunca bailamos.
-No sé bailar, Harry...
-Yo tampoco-rió- Vamos... será divertido- dijo llevándome con él a donde la gente se había puesto a bailar. Con sus manos aun en mis caderas comenzó a mover nuestros cuerpos al ritmo de la música.
...
Harry se había ido temprano aquel día. Apenas había abierto los ojos para saludarlo y desearle un buen día. Ahora me encontraba intentando ordenar un poco mi desordenado departamento, hacía días que quería hacerlo, pero el poco tiempo que pasaba allí prefería pasarlo acurrucada en mi cama con el novio más lindo y adorable que existía.
Oh dios, si hace meses me hubiese escuchado decir eso me hubiese golpeado. Era tan increíble que hoy pueda sentir esto, que me haya permitido volver a enamorarme y esta vez de la persona correcta. Aun con sus defectos, aun con sus viajes y su ajetreada vida de famoso.
Un sonido que provenía del pasillo me sobresaltó, algo así como cajas cayendo. Sin dudas caminé hacia la puerta para descubrir qué era aquello, es decir mi pasillo solía ser bastante silencioso, hace meses que nadie ocupaba el departamento que se encontraba frente al mío.
Cuando abrí la puerta me encontré a un hombre, supuse que de mi edad, recogiendo algunas cajas que se habían desparramado por todo el suelo.
-Oh déjame ayudarte- hablé acercándome a él. El joven alzó su mirada, era rubio y sus ojos celestes resaltaban en aquel adorable rostro. Era guapo, no podía negarlo, aunque nadie superaba a Harry, no podía decir que aquel muchacho era feo.
-N... no hace falta- respondió un poco agitado.
-No hay problema- sin dejar que diga nada más tomé algunas cajas y lo seguí- Oh ¿Te mudarás aquí?- pregunté al notar que ingresaba al departamento frente al mío.
-Así es- contestó dejando las cajas en el piso, imité su gesto y él extendió su mano frente a mí- Matthew- se presentó- Puedes decirme Matt- sonrió.
-Kathleen... Kate mejor dicho...
-Entonces tú serás mi nueva vecina...
-Ajam- asentí- ¿Tú te mudarás solo?
-Mm...sí, mejor dicho no- habló confundido- Es decir... es complicado.
-Oh... ¿Quieres... quieres tomar un café?- no sé por qué ofrecí aquello, quizás sólo fue porque aquel muchacho me había generado ternura o quizás sólo fue una simple excusa para no seguir ordenando mi departamento.
-Oh no quiero molestar- dijo tímido.
-Por favor, no molestas... te ves algo cansado.. te vendría bien un descanso- comencé a caminar hacia mi departamento- Además así podríamos conocernos más, hace meses que no tengo un vecino- reí.
-Está bien- habló cerrando su puerta- Un café no me vendría mal.
Caminé por mi departamento seguida por él, y la verdad sentí un poco de vergüenza por cómo se encontraba todo. Sobre el sofá un montón de ropa de Harry se encontraba esparcida, la cama deshecha y algunos papeles desordenados decoraban el escritorio.
-Oh disculpa el desorden...
-No te preocupes- respondió ingresando conmigo a la cocina- ¿Vives con alguien más?
-Oh no... o bueno, sí... también es algo complicado- reí al darme cuenta que estaba actuando igual que él.
-Lo entiendo- dijo tomando asiento luego de que yo le hiciera gesto para que se acomodara. Por suerte todavía quedaba algo del delicioso café que había preparado Harry en la mañana. Lo calenté un poco y serví dos tazas para sentarme junto a él.
-Gracias- susurró tomando la taza.
-Bien... te decía, es algo complicado- reanudé la charla- En realidad vivo sola, pero mi novio pasa más tiempo aquí que en su casa- confesé- A decir verdad, gracias a él está así la casa- reí, él me acompañó en la risa- y ¿Tú? ¿Por qué es complicado?
-Oh... es que en realidad estoy haciendo toda la mudanza solo... pero no viviré solo- explicó- Mi novio- habló con algo de vergüenza- Él está de viaje... pero vivirá conmigo.
-Oh está bien... ¿Suele viajar?
-Si... la verdad que bastante, su trabajo lo requiere...
-Te entiendo, mi novio también viaja por su trabajo... ¿A qué se dedica?
-Él...él, bueno, él es deportista... nadador profesional- explicó- Se llama Dan por cierto.
-Oh eso es genial...
Hablamos por un rato suficientemente largo. Tanto que pude saber que llevaba con Daniel casi tres años, hace un año que Dan se había armado de valor y había salido del closet en público, pero todavía se le dificultaba las demostraciones amorosas frente a otras personas. Ellos se conocían desde pequeños, siempre fueron mejores amigos y Matt lo amaba tanto que no tenía problema en esperarlo el tiempo que sea necesario, podías notarlo sólo al ver sus ojos cada vez que hablaba de él. Matthew tenía veintitrés años recién cumplidos y Dan veinticinco. El menor trabajaba como fotógrafo y no tenía un horario fijo. El mayor nadaba profesionalmente y durante el año tenía muchas competencias, algunas fuera de la ciudad e inclusive del país, Matt a veces lo acompañaba pero otras veces no.
Yo también le conté un poco, aunque sin saber el motivo no aclaré que Harry, mi novio "el cantante", era parte de la famosa banda "One direction", menos aclaré su apellido, probablemente en poco tiempo lo vería. Es decir Harry pasaba tanto tiempo aquí que no sería extraño que se cruzasen en el pasillo.
-Oh mira la hora... debo ir a trabajar- dije levantándome.
-Oh claro... otro día seguimos...
-Cuando quieras puedes venir al bar- ofrecí mientras tomaba mis cosas.
-Claro... quizás mañana cuando llegue Dan.
...
Al final Dan se retrasó y su regreso se pospuso una semana, por lo que durante aquellos siete días tuve la oportunidad de conocer más en profundidad a Matt y fue increíble, porque pocas veces podía llegar a conectar tanto con una persona. Es más siempre dije que era difícil considerar amigo a una persona, para mí sólo lo eran Penny, Jack, Amber y los chicos. Pero con él me sorprendí, algo había entre nosotros, quizás historias parecidas, quizás era el mismo humor, no lo sé, sólo sé que con solo una semana ya lo consideraba un buen amigo. Además Harry había trabajado tanto en esos días, que realmente pude aprovechar mi tiempo sin él para seguir conociendo a mi vecino.
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