Cuando la leche y las galletas se acabaron, salió de las cobijas e inmediatamente un olor a humo de cigarrillo la asalto.
Miro rápidamente hasta el balcón y la puerta se había acabado de cerrar, justo en ese momento, no sabía si estaba abierta o no, pero quería hablarle, quizás estuviera cansado o molesto ¿Cuántos cigarrillos se había fumado?
Sin pensarlo más se levanto y se coloco unos pantalones cortos y camino hasta el balcón, levanto un pie lo coloco en la madera y el siguiente, y luego salto.
Estaba abierto.
Entro y el lugar aunque oscuro estaba vacío, no bien cerró la puerta y cuando giro la cabeza allí estaba él, en la puerta del baño mirándola.
-Hola.-dijo sonriente, camino con confianza hasta la cama y se tiro.
-Hola.-hablo sonriente.- Pensé que dormías.
-Estaba leyendo un libro...-cruzo las piernas y él se sentó frente a ella. Ninguno dijo nada.- ¿Cuantos cigarrillo fumaste hoy?-pregunto rompiendo el silencio. El rio un poco.
-Tres...-suspiro.- ¿Oliste el humo?-asintió.-Hubieran sido dos... pero tuve una discusión con mama...
Ella quería ser como él, tener las palabras correctas, pero era horrible en todo eso.
-Siento eso...-quería preguntarle el porqué de los problemas con su madre, ya que al parecer siempre había algo de tensión en ellos, pero no se atrevía, seguro no le respondería ya que ella tampoco había respondido cuando le pregunto el porqué de la reticencia de sus padres a llamarle por su nombre.
No podía exigirle ya que ella tampoco daba nada.
-Esta bien... siempre pasa, pero me pone mal...-calló y ella supo que no hablaría mas.
No sabía qué hacer, quería estar con él, pero no sabía cómo hacerse para comenzar con aquello.
-¿Algo en especial te ha traído aquí?-se incorporo y tomo la cámara del bulto, ella le miro tímidamente, pero intensificándola según iban pasando los segundos. El sintió aquello que lo llamaba a ella. Comenzó a fotografiarla.
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Maldita sea, Maldita sea, Maldita...
Me desea, no me lo ha dicho, pero lo puedo ver en sus ojos. Me desea con locura, lo siento en cada segundo que pasa y su mirada sigue en mi.
Y por más que yo la desee, no puedo. La deseo con tanta fuerza que no podría tenerla aquí un segundo más sin tocarla o besarla, introducirme en ella y sentir como tiembla en mis brazos.
Pero no podía, no era tan hijo de puta y había hablado con Preston, había tomado la decisión de hacerlo luego de que este llegara de su cita con la chica. Cuando lo vio entrar por la puerta de su casa supo que tenía que hablarle y lo había hecho.
Lo llevo lejos, y luego de una charla de al menos quince minutos entre ellos todo quedo aclarado.
Había sido conciso y precisó. Le dijo sin más lo que el padre de ____ le había dicho, con respecto a el, y le confesó que le había agradado como amiga y que quería que así siguiera, que estaba arrepentido de la forma en la que hablo de ella como un objeto y que esperaba, que si algo iba a ocurrir entre ellos, saliera todo bien. Le dijo que esperaba que no la alejara de él en dado caso y fueran novios ya que era la única persona que consideraba amiga.
Y era cierto.
-Ángel... tenemos que hablar...- asintió.-Se que me deseas, tanto como yo lo hago ahora mismo, no imaginas cuanto, pero a pesar de que no sea un buen chico, soy leal.
-Explícate...-dijo tímida.
-Hable con Preston.-ella giro un poco la cabeza a la vez que su ceño se fruncía.
-¿Por qué? es decir... no tengo nada con el... es...
-Escúchame...-asintió.-Tu padre hablo conmigo, me dijo que si no iba enserio contigo que dejara que Preston te "cortejara", yo le hable con la verdad, no busco una relación seria, el sí, y tu eso es lo que necesitas y seguro quieres... yo no puedo y no quiero dar eso...-abrió la boca con su cara triste.-Pero... lo que sí quiero de ti es que seas mi amiga...- abrió la boca otra vez, pero su cara era una de sorpresa.
-¿Quieres...-el asintió.- ¿De verdad?
-Eres una buena chica... no tengo una chica con la que pueda hablar... la semana pasaba hablamos por teléfono como dos tontos, aun cuando estábamos cerca...-rio.-Nunca había hecho eso y me gusto, creo que podemos funcionar... tu y yo... como amigos.
-Eso... me gustaría mucho...-el sonrió y apunto con su cámara.
-No te muevas.-le dijo. Lo miro y la fotografió.-Puedes al menos sonreír...-hablo serio y ella lo hizo un poco.-Vamos... hazlo como si quisieras.-ella negó.- ¿Por qué no?
-Tengo que preguntarte algo...
-Adelante...
-¿Que pasara entonces? ¿Puedo estar... es decir... ¿Puedo salir con Preston?-la miro serio. Luego asintió.
-¿Esa no era la pregunta verdad?
-No. ¿Qué hago cuando te desee?-el sintió una corriente muy fuerte en su cuerpo. La pregunta le salió tan rápido que lo sorprendió.-Es normal ahora, sabes... es como si te necesitara... si quiero ser tu amiga, eso me ha alegrado, que me lo digas, sabes, pero a mi cuerpo le harás falta.
No supo que decir, ya no quería hablar de ello, pero maldita sea, ella lo entendía tan bien, era lo que había pensado cuando termino de hablar con Preston. Su cuerpo la iba a extrañar y mucho.
-No tengo respuesta para eso... ya que me pregunto lo mismo.- asintió.-Ya veremos con el tiempo.
-Seguro... Ya me voy, tengo que dormir algo.-se levanto.-Ya duérmete.
-Lo hare..._____.-la vio caminar y vio sus perfectos glúteos y quiso azotarla.
A su mente llegaron uno de aquellos encuentros en donde la follo tan duro y fuerte que casi cae desmayado. Se comenzó excitar.
-_____.- llamó. La chica giro la cabeza y el disparo. Snap. Ella sonrió entonces y volvió a presionar el botón y otro flash salió.
-Quiero una de esas fotografías, y de las otras... me gustaría verlas... alguna vez.
-Seguro, ven cuando quieras... y yo este.- asintió.
-Seguro... cierto, saldrás hoy...-el asintió.- ¿Puedo preguntar?-asintió.- ¿A dónde vas siempre?-sonrió.
-A la casita.-ella asintió.-A algún lugar donde pueda fotografiar.
-Me gustaría ir contigo alguna vez.
-Seguro... Te llevare...
-Descansa lobo.
-Descansa ángel.
Como iba a ser posible estar solo como amigos cuando ya conocían ambos lo que tenían bajo la ropa, cuando ya habían besado los labios del otro, cuando ya se habían tocado mutuamente, cuando habían compartido momentos increíbles.
El pensaba que se podía ya que aunque la deseaba como loco no la quería, más que como amiga, y podía estar con otras chicas para aplacar su libido.
Ella pensaba que iba a ser difícil, el compartir con el algo más que unos besos la hizo entregarse a él sin que el siquiera la hubiera aceptado, a ella no le importaba que no lo supiera, pero le pertenecía, dudaba poder estar con Preston con él en su cabeza, y aquellos recuerdos tan vividos de cada vez que la hizo suya.
***
El caminaba sin ningún tipo de prisa, llego hasta donde estaba aquella mujer y la beso, descaradamente, como si estuvieran ellos dos solos. Mas no era así, estaban en el parque y ella lo veía.
Suspiro con amargura.
No podía creer todo lo que había pasado en esos meses luego de dejar la secundaria, su madre una vez le había dicho que toda las aventuras increíbles las viviría en la secundaria.
Pero no fue así, a penas y tuvo cosas interesantes en todo ese tiempo, casi nada. Pero con su vecino... y luego de graduarse.
Había pasado un tiempo luego de aquella charla en su habitación. El salía mas a menudo por cosas de trabajo y a penas y hablaban por los balcones.
Ella y Preston salían de vez en cuando, pero no lograba sacarse de la cabeza a su vecino, constantemente sentía un deseo intenso quemarla, pero no podía hacer nada para saciarlo ni si quiera por ella misma.
Ian estaba de vuelta la universidad y los chicos ya habían iniciado sus clases, había enviado solicitudes y extrañamente había sido aceptada en su universidad soñada para estudiar, pero le había dicho a sus padres que quería tomar un año sabatino. Solo uno.
Ellos pensaron que un año no era gran cosa así que aceptaron.
-_____.- Giro la cabeza y vio a un chico, quien acaba de decir su nombre.- ¿Me recuerdas?-Negó.
-No. Perdón.
-Estuvimos juntos en la escuela.-el chico tenia lentes y el cabello negro, no era de escándalo, pero su altura llamaba la atención y aunque su cara no era la de un modelo, su cuerpo sí.
-Perdón...-volvió a negar.
-No hay problema...
- Y ¿tu nombre es?
-Aarón.
-Lamento no recordarte.-cerro el libro que tenía en las manos y se recostó del gran árbol a sus espaldas.
-No importa. Estuve un curso más alto que tu, aunque tomamos algunas cinco materias juntos.-ella soltó una carcajada.
-Genial.
Eso fue lo último que logro decir con algo de reticencia, ya que el chico se sentó a su lado y comenzó a hablar con ella como si fueran viejos conocidos y ella se alegro de no estar como una tonta viendo las páginas de aquel libro que ya no le parecía tan interesante.
Estalló en carcajadas un momento más tarde ya que el chico le estaba recordado un suceso de sus días de estudiante de preparatoria que había acontecido en el comedor de la escuela una mañana. Había sido épico y vergonzoso.
-Estuve allí.-dijo entre risas y lagrimas, su estomago dolía y su cara estaba roja.
-Viste todo.
-Como si estuviera en primera fila.
Carraspeo y sonrió abiertamente hasta el chico. Era gracioso y amable, a demás de su voz era muy erótica, profunda y lenta. Se descubrió mirándolo a los ojos, aquellas claros y brillaste ojos verdes, con cabello largo, nariz recta y boca carnosa, con barba y cabello medio.
-Hay una fiesta esta noche, a la cual no fui invitado y no quiero parecer un idiota cuando mi hermano menor que si fue invitado me pregunte porque no voy... -ella soltó una carcajada.-No miento, es una fiesta de chicos de preparatoria y soy universitario dice que solo sirvo para llevar el alcohol y como soy un poco "aburrido" ni para eso me quieren allí.
-Así que quieres que sea tu excusa... brillante... y ¿A donde estaremos y que haremos?
-¿Sabes jugar a los bolos?
-Te veré caer... así tan buena soy.-rio y se sonrojo un poco, estaba coquetean abiertamente con aquel chico, era muy lindo.
**
Llego a su casa con una sonrisa, no porque estuviera ilusionada con Aarón, sino porque no iba a estar sola como todos los días desde que Ian se había ido al igual que los demás, Preston estaba un poco distante, y malhumorado por trabajos finales de la universidad y pocas veces hablaban.
Al entrar vio a Justin allí, tenía una sonrisa grande y escucho la risa de su padre.
-Hola... ¿Que es tan gracioso?-tiró el libro y las llaves de su jeep al mostrados cerca de su vecino.
-Esto es cosa de hombres, Zone.-comento Justin empujándola.
-Oh-abrió su boca.-Ya veo...-rodo los ojos y tomó un poco de agua de la botella que tenia Justin en las manos. La dejo cerca de él y tomando sus cosas subió a la habitación.
No paso mucho tiempo cuando bajó e interrumpió la conversación de su padre y su vecino que eran casi frecuentes últimamente, pero raramente el siempre salía de su casa cuando ella llegaba.
-Perdón... Justin, puedes venir un minuto.-dijo un poco nerviosa y esperaba que su padre no le dije que no podía.-Papa es una asunto importante y no, no me pueden ayuda ni tú, ni mama.-dijo y tomó a su vecino de las manos y lo llevo a su habitación.
Este se tiró en la cama quitándose las botas.
-Oh, me había olvidado lo buena que es esta cama ¿Qué paso?-hablo relajado cerrando los ojos.-Maldita sea, tengo que dormir un poco...
-Sí, seguro.-rodo lo ojos, estaba nerviosa por tenerlo allí, pero había empujado todo sus sentimientos a un lado porque el así lo quería y porque no quería seguir sufriendo.-No sé si tengo una cita o no, pero saldré hoy.-el asintió con sus ojos cerrados.-Tienes que ayudarme que ponerme... no quiero dar la impresión equivocaba.
-Vamos... es solo Preston.-se acomodo.-Ponte unos vaqueros y una blusa, uno de esos lindos zapatitos que brillan que hacen que tus lindos pies se vena más tiernos y suéltate el pelo. Ponte el labial que sabe a sandia, a Preston no le gusta, debe de tener algo que lo aleje de tus labios un poco.-rio.
-No es con el.-Su vecino abrió los ojos y la miro con una sonrisa.
-¿Así que andamos de caza? ¿Quién es el suertudo?-pregunto riendo. No supo que la enfermaba mas, que no se sintiera celoso o que si fuera el amigo que esperaba. Rio solo un poco.
-Su nombre es Aarón, nos conocimos en el parque... mejor dicho, fuimos a la escuela juntos, aunque es una año mas...
-¿Aarón Wuller?-se paró de la cama.
-No, no lo sé...
-Cabello medio, barba, alto... ojos verdes...lentes-ella sonrió por que había acertado.-No iras.
-¿Qué? pero ¿por qué?-no se enfrento a él, solo preguntó.
-Solo no iras...-hablo tajante y ella luego de mirarle un largo tiempo asintió.-Joder... lo siento, ____ no pretendo ser un idiota contigo y comportarme como un hombre de las cavernas, solo que... ¿confías en mi?-asintió.- Cancélalo.
-Bien... aunque ya me había emocionado.-tomó su móvil y marcó el numero del chico, quien le había dado su número antes de despedirse.
Justin la escruto un momento y luego le sonrió, ella miró a otro lado y suspiró. Momentos después, le comento que pensaba salir ella le pregunto si podía ir y él respondió que no, luego brinco a su balcón y volvió al de ella.
-Tu papa me vio subir, si no bajo sabrá que brinque a mi balcón... sabes cómo es de analítico...-dijo y ella sonrió con algo de tristeza.-No te pongas así...-camino hasta ella y le beso la boca con un beso casto y salió sin mirar atrás.
Y eso fue todo lo que necesito para que las mariposas de su estomago agitaran sus alas, alas que tenían aguijones que la atormentaban. Rió como tonta. Se arrojó a la cama y sin darse cuenta quedo dormida.
¿Pero que se cree este chico?
¿Que hubieran hecho ustedes? ir a la fiesta sin que el sepa o quedarse y obedecerle a ese lobito.