Jhon, ya había escuchado ese nombre antes. Sé que Connor lo había dicho en otro momento, pero no lograba recordar cuando. Cerré los ojos para recordar el momento, y fue cuando todo llego como un flash back.
Estaba en Saint Claire, era uno de mis primeros días de trabajo. Fuí a la parte de las habitaciones abriendo todas las puertas hasta encontrar la de Connor. Cuando al final la encontré entré con mucho cuidado.
Él se encontraba dormido boca arriba, tenía ojeras bajo los ojos y respiraba profundamente. En la mesa de al lado se encontraba una bandeja con medicamentos. Medicina para dormir.
Me giré para salir de la habitación, pero de pronto comencé a escuchar sollozos. Me acerqué a Connor y logré ver como una lágrima se escapaba de sus ojos cerrados.
De pronto esa escena se convirtió en un caos.
Connor comenzó a moverse agitadamente mientras movía la cabeza de un lado a otro.
-Jhon- susurraba -Jhon- -¡JHON!-
En ese momento despertó sin aire, como cuando has estado mucho tiempo bajo el agua y tus pulmones te piden a gritos un poco de aire. Estaba sudando y respirando agitadamente, de sus ojos salían lágrimas y apretaba fuertemente los puños.
Recuerdo que no sabía cómo actuar ¿Tenía que estar asustada? ¿Tenía que llamar a alguien? ¿Salir de la habitación?
Me quedé parada donde estaba, justo en frente de su cama. Incliné la cabeza y le di una pequeña sonrisa. Traté de estar calmada, (porque lo estaba) pero era algo que sabía, si yo entraba en pánico él lo haría también.
-¿Emma?- preguntó entre lágrimas.
Sacudí la cabeza para que el recuerdo se borrara de mí. Me causaba demasiado conflicto recordar todo lo que había progresado con Connor, él ya no tomaba sus medicamentos para dormir, ya casi no se despertaba a la mitad de la noche con un ataque, a veces los tenía, de eso estoy segura, pero si se despertaba lograba volver a dormirse unos minutos después. Pero ahora estaba igual que en el principio, atado a una institución mental, lleno de medicamentos y enfermeras.
¿Qué se supone que tenía que hacer ahora? ¿Cuál era mi papel en esto?
Sé que me había dejado muy claro que no quería que yo fuera su psicóloga, que actuara como su novia. Pero como quería que no actuara de esta manera si él no me dejaba ayudarlo.
Entiendo que soñó con su hermano, creo que todos enloqueceríamos con algo así, entiendo que el a veces solo quiere alguien que lo escuche y que le diga que todo va a estar bien, pero no entiendo cómo hacerlo si yo misma sé que no es cierto.
-Estas rara- dijo
Me giré para verlo y le sonreí, -no mi amor- mentí
-Prometo que mañana que salga de aquí te llevaré a donde tú quieras-
Bajé la vista, yo sabía que eso no iba a ser posible, Connor no saldría mañana-
-Prométeme que vendrás conmigo para Thanksgiving- dije
-Lo prometo, pero falta mucho para eso-
Más de lo que tú piensas
Me esperé a que se quedara dormido para salir de la habitación, le deje un beso en la mejilla y salí rumbo a la oficina de Teresa.
Toqué la puerta y entre cuando me llamó.
-¿Cómo está?- me preguntó
-Está dormido, y positivo de que va a salir mañana-
Me miró con cara desaprobatoria -Sabes que eso es imposible verdad-
Asentí
-Mínimo uno o dos meses hasta que esté bien-
Baje la vista, esperaba que fuera mucho menos, pero si era por el bien de Connor aguantaría.
-¿Sabes que no dejó entrar a nadie a su cuarto? Nos dejó muy claro que si entraba alguien a esa habitación y no eras tú habría problemas.-
No tenía ni que imaginarlo para saber que era verdad.
-¿Por qué no has usado... ya sabes.... Los métodos que usas con los otros pacientes?- pregunté
Me miró y se quitó los lentes. -Connor no está enfermo, creo que ya te has dado cuenta. Solo necesita mucha atención, necesita alguien que le diga que todo va a estar bien.-
-Teresa- la llamé -¿Qué pasó con Jhon?- pregunté
-¿Qué sabes tú de Jhon?-
-Sé que era su hermano y que murió, Connor lo llama mucho en sus sueños-.
-Cuando Connor llegó a Saint Claire era de lo único que soñaba, sé que su hermano murió en un accidente de coche, y eso le afecto demasiado-.
Toda esta historia me tenía un poco intrigada, llegué a casa y busqué entre las cosas de Connor alguna pista de lo que había pasado. No encontré nada, no había nada en su computadora, ni en su closet ni en ningún otro lugar, como si hubiera querido borrar de su memoria.
Talvez, pensé, no tenga nada porque están en casa de su madre.
Pero como era posible, no había ni una sola foto ni un solo recuerdo. Seguí buscando entre las cosas de su computadora hasta que encontré un archivo, esas carpetas que parecen no tener nada. Lo abrí y venía un link, lo pegué en la ventana de internet y me salió un artículo de un periódico.
"Policía confirma la trágica muerte de Jhon White"
Me quedé fría al leerlo.
Los hermanos Jhon y Connor White se encontraban de regreso a su casa cuando la lluvia los sorprendió a la mitad de su camino. Jhon White, el hermano mayor iba al volante cuando perdió el control en algún lugar del camino y logró que el coche girara por la carretera dejándolo en perdida total. Según el forense tuvo una lenta y dolorosa muerte.
Al leer eso último se me congeló la piel, ¿cómo alguien podía poner algo así?
El joven Connor White fue llevado al hospital con apenas unos rasguños, la gente se pregunta cómo es posible que él haya quedado casi intacto.
No quise leer más, había una fotografía completamente horrible que mostraba como había quedado todo. Un coche a la mitad de la carretera, con las llantas hacía el cielo, completamente destruido. Un cuerpo cubierto con una sábana blanca y dos policías a su lado. Y Connor llorando a su lado.
Nunca había visto una expresión tan triste como la cara que tenía él, con tan solo una foto logró hacerme llorar. Hacerme sentir casi como él se sentía en ese momento.
Apague la computadora y envolví mis piernas entre mis brasos.
Connor POV
-¿Qué te parece el nuevo departamento?- preguntó Jhon recargado a la ventana
-Genial- dije mirando todo
Hace un par de meses mi hermano Jhon había tenído la idea de mudarnos juntos, al principio no quería dejar a mi madre sola, pero mi hermano me convenció al decirme que nos alejaríamos de el lugar que nos lástimo.
Mi hermano lo era todo para mi, era mi mejor amigo, mi padre, mi consejero y mi peor pesadilla. Desde la muerte de mi padre él se hizo cargo de enseñarme todo lo que un niño necesita. Incluso fue él quien me enseñó como salir con chicas.
Si pudiera definirlo en una palabra diría que es mi heroe. Gracias a él hoy soy la persona que quise ser.
El departamento era pequeño, pero no necesitabamos más. Unos días después de mudarnos llegaron las cosas. Mi hermano estaba empezando una empresa en la ciudad, Jhon es de esas personas que si tienen un sueño lo cumplen sin importar lo que la gente piense o diga.
Yo seguía estudiando la universidad, pero era parte de su negocio, incluso sin hacer nada. Poco a poco su negocio comenzó a florecer hasta ser una empresa muy reconocida, y yo, bueno a mi me pagaban por no hacer nada.
Llegaron más cajas con cosas que mamá nos había mandado a nuesto departamento, abrimos una de ellas y encontramos viejos recuerdos de papá. Jhon y yo nos quedamos viendo las fotografías de quien un día fue nuestro padre. Era extraño, Jhon había conocido mucho más a mi padre, pero yo me sentía conectado con él mucho más.
-Sabes- dijo viendo una fotografía vieja de papá, -deberíamos ir a visitarlo- subió la vista y me miró.
Jhon sabía persuadir a la gente, sabía cómo decir las cosas, cómo actuar en cualquier situación. Él te podría convencer en que él puede lograr la paz mundial y le creerías.
Tomó las llaves del coche y manejamos durante cinco horas para llegar al viejo panteón donde se encontraba.
-Oye- susurré -¿no crees que deberíamos haber traído flores?- pregunté en una voz muy baja.
-¿Por qué susurras?- me preguntó
-Pues... por ellos- volví a susurrar señalando las tumbas.
Jhon me pegó en la cabeza. -No seas tonto, están muertos, no te escuchan-
Se burló un rato de mí y luego se sentó a lado de la tumba. Me hizo una señal para que hiciera lo mismo.
Comenzamos a hablar con papá, le contamos muchas cosas, algunas no las dije con palabras pero si con pensamientos.
-Jhon- le llamé -¿Sabes si esta la tumba de nuestro abuelo aquí?-
-Sí, pero no sé dónde-
Me levante y comencé a buscarla, no era un panteón muy grande, tenía que estar cerca.
Diez minutos después de buscarla la encontré, era sencilla, una cruz blanca y unas palabras incrustadas.
Comencé a hablar con él, sé que no era lo mismo, no podía ver su cara o escuchar sus respuestas. Tenía muchas ganas de llorar, pero desde hace mucho no lloraba.
Escuché como unas ramas crujían y me giré para ver a un pequeño niño con unas botas amarillas de lluvia, estaba tomado de la mano de su mamá, la cual tenía a un bebe en brazos. Se quedaron unas tumbas más adelante, podía ver sus espaldas.
La mamá dejó unas flores y se sentó con sus dos hijos.
-¿Aquí esta papá?- preguntó el más grande
-Papá esta en tu corazón, siempre está contigo. Pero aquí dejamos su último recuerdo- le contestó su mamá
Ella era joven, muy hermosa, me recordaba a mamá.
El más pequeño, yo le calculaba unos tres o talvez cuatro años, se paró a lado de la tumba y recargó sus pequeñas manos sobre la lápida.
-¿Papá estas ahí?- preguntó el muy ingenuo. -¿Me puedes escuchar?- dijo pegando la oreja a la lápida.
Hubo un momento entre tanta inocencia que me hizo sentir cómo si yo fuera ese niño, sentía como el corazón me brincaba del pecho y el impulso de correr y de llorar me envolvió. Quería volver a ser un niño, quería no tener problemas, quería dormir una noche sin recordar todas las cosas que me han pasado. Quería ser un niño y que mi temor más grande fuera que mamá me regañara por romper su jarrón favorito.
Sentí una mano sobre mi hombro y me espantó un poco. Me giré para ver a Jhon a mi lado.
-Irónico ¿no crees? La vida es la muerte segura-
Salimos del panteón antes de que comenzara a llover, los dos metidos en nuestros propios pensamientos.
-Jhon- le llamé -¿piensas que existe la vida después de la muerte?-
-Claro- dijo -Solo que no es como la imaginamos-
Eso me gustaba de Jhon, su forma tan cínica de hablar a medias, siempre te dejaba pensando las cosas. Espero algún día encontrar a alguien con esas cualidades.
Miré por la ventana viendo como la lluvia se hacía cada vez más fuerte y la noche cada vez llegaba más rápido.
-Pienso que la vida es una ¡mierda!, es injusta y llena de porquerías que la gente llama esperanzas- dije
-Pienso que la vida es justa, porque es injusta con todos- contestó.
Me miró por unos segundos y sonrió.
Todo lo demás pasó muy rápido, unas luces se acercaron a nosotros, Jhon giró el coche, se patinó y giró por los aires, una y otra y otra vez. Sabía que se había metido la lluvia.
Mierda pensé, la lluvia se metió
Volví a la realidad, estábamos completamente de cabeza, lo único que nos mantenía así era el cinturón.
Lo comencé a llamar pero no me respondía, toque su cuello y vi que aún tenía pulso. Mucha sangre corría por su cara.
-Jhon, todo va a estar bien- dije
Comencé a moverme frenéticamente para sacarnos de ahí, no dejaría que nada le pasara.
Golpeaba, pateaba y gritaba, pero lo podía moverme, el coche se había hecho trisas y el techo estaba relativamente pegado al parabrisas.
-Connor- me llamó
Me giré a verlo. El tomo frágilmente mi mano y la apretó.
-Dile a mamá que la amo...- comenzó a decir
-no, no, no- comencé a decir. No podía estar haciendo esto.
-Y tú sigue siendo fuerte, te admiró por eso...-
Asentí como pude su mano se hizo frágil y soltó su agarre. Lloré y lloré hasta que la ayuda llego, incluso después de eso lloré. Creo que no existe persona que llorara por tanto tiempo como lo hice yo.
Porque no hay día que no llore por él.