En la oscuridad - Dirty sex

By Senler-Austin

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Amenazada, en público, por su violento vecino, era para morirse de miedo, en cualquier momento podía entrar p... More

In the dark - Dirty sex
Lobo
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Parte sin título 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Parte sin título 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30
Capitulo 31
Capitulo 32
Capitulo 33
Capitulo 34
Capitulo 35
Capitulo 37
Capitulo 38
Si, lo sé.
Capitulo 39
Capitulo 40
Capitulo 41
Capitulo 42
Capitulo 43
Capitulo 44
Capitulo 45
Capitulo 46
Capitulo 47
Capitulo 48
Capitulo 49
Capitulo 50
Lean esto
51
Para ustedes

Capitulo 36

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By Senler-Austin


-¿Como me...

-Bésame, ______...- y esa no fue una orden, había sido más un ruego, al que ella respondió girándose lentamente y posando sus labios sobre los de él, que fueron suaves , pero demandantes unos segundos después.

El se giro y deposito el peso de su cuerpo entre sus codos, aunque si se coloco recostándose sobre ella un poco para que sintiera su cuerpo.

-Te odio.- le susurro cuando el dejo sus labios, la miro intensamente y la volvió a besar con fervor, con pasión, frotándose contra ella, acariciándola, haciéndose sentir sobre ella, cuando la sintió temblar y gemir, se alejo.-Te odio...

-Ya lo habías dicho...

-Porque ahora mismo lo hago...-miro a un lado.

-Y hace unas semanas ¿Qué sentías?-rio por la tonta pregunta que hizo.

-No te gustara escucharlo, así que lo reservare...

Eso fue lo último que dijo, la volvió a besar y acariciarla con sus manos de bálsamo, porque la tranquilizaron, la apaciguaron y le proporcionaron placer que hizo que olvidara lo molesta que estaba con él y consigo misma.

Miro sus ojos mieles luego de que regresara a tierra. El acariciaba sus piernas y tocaba su cabello, la miraba de una forma que ella consideraba hermosa, tierna, como si ella en verdad le gustara, como si lo que acababa de pasar fuera lo mejor gracias a que lo compartía con ella, pero sabía que era solo para sosegarla y que olvidara que la había llamado "perra".

No había manera que olvidara algo así, el era importante para ella en cierta forma y que le dijera eso la había quebrado, el solo hecho de evocar la palabra que había salió de sus labios la hacía querer llorar.

Suspiro y cerró los ojos, sintió su proximidad y luego tembló cuando el besos sus parpados y respiro encima de ella.

-Quiero que sepas que me siento como un maldito idiota por lo que te dije, nunca lo pensé, solo que me gritaste de esa forma y no creo que alguien más lo hubiera hecho antes, así que solo lo solté porque supongo así respondería si la persona no me importara, si lo haces, me importas, no es que tengamos algo, pero estamos en esto... me entiendes... no es una relación, pero maldita sea, Preston me tenia mal, cada segundo recordando que si podía hablarte mientras me ignorabas, me pudo, me supero la ira.

No hablo.

-No te quiero cerca de Preston...

El no era su dueño, que le hablara de esa forma en verdad la molestaba.

-Jode. Te.-dijo e intento ponerse de pie, la sostuvo mas ella se soltó.

-Ángel, ven aquí.-se incorporo.

-Aléjate, no puedes hablarme de esa forma. NO PUEDES. ¿Crees que eres mi dueño? no es así, Justin, no te he dado ese derecho para hablarme de esa forma, tratarme así...-calló. Rio bajo y le miro cuando una ráfaga de pensamientos la inundo. No dijo nada, pero una sonrisa lobuna la atravesó y luego sintió como la abrazaba desde atrás.

Se giro con determinación y lo empujo hacia la cama, cayó y reboto, ella le miro y cuando iba a incorporarse le señaló con un dedo.

Si tener posesión de algo es lo que quiere entonces yo igual, este juego de a dos es siempre mejor.

Y se acercó como una pantera, lenta y el intento tocar sus caderas y acercarse, ella lo manoteo y el sonrió, se sentó en su regazo y lo beso, de una forma que sabía que lo iba a enloquecer, era tímida, pero segura en cierta forma, por lo general allí entre las sabanas con él. Lo sabía y sabia que a él le encantaba. Se lo había dicho en más de una ocasión en esos encuentros que tenían.

Luego de que sus labios se dejaran ella se alejo un poco y vio en sus ojos ese brillo travieso que lo caracterizaba, ese brillo malicioso de siempre.

Se arrodillo en frente, y tomo su falo entre las manos, lo acarició segura y se aproximo mas, beso su cuello a la vez que le estimulaba y el suspiraba de gusto, seguía besándolo, se acercó a su boca y le beso, sintió un chispazo de adrenalina y dejándose llevar por la espontaneidad, agarro su cabello y tiro de su cabeza hacia atrás, lamio su boca y mirándolo a los ojos le dijo.

-Eres mío.-las pupilas de sus ojos mieles se dilataron, que gimiera y luego cerrara los ojos le dijo que le había gustado.

Dejo su cara y fue directo por su amigo, lo metió a su boca y trabajo allí como nunca lo había hecho en el tiempo que tenían en lo que sea que tenían.

Lo escucho gemir bajo sus manos y su boca, bajo sus caricias y provocaciones.

El dijo su nombre muchas veces y cuando se corrió en su boca, luego de haber agarrado fuertemente su cabello y hundido su cara allí, la levanto y la arrojo a la cama, pero ella quería tener el control de todo, así que lo arrojo a la cama, la miro sorprendió. Ella estaba tan excitada y el por igual que lo posiciono y ni siquiera pensaron en el preservativo, ella sin tapujos y sin vergüenza lo follo como nunca lo había hecho y él se fundió en ella sintiéndola por completo por primera vez, eso fue tan intenso que la intensidad de todo eso iba a repercutir por un buen tiempo... pero ¿Cuánto?

&&&

Aun no podía creer que ella había tomara el control y tampoco que hubiera sido tan colosal, no recordaba haber tenido un sexo tan bueno como ese. Quizás era solo porque había sido bueno y lo acababa de tener.

Pero que ella tomara el control, de todo, de esa forma tan sensual, tan atrevida, a su manera, tan ella, lo desarmo por completo y que cambiara de ánimos tan rápido le agrado.

La había lastimado, lo reconocía, pero solo había sido un impulso, había perdido el control de sus papeles y lo odio, se disculpo varias veces, no había sido bueno decirle eso, y le demostró su punto gritándole todo eso con lagrimas en los ojos. Lo que le grito fue como hacerle entender lo que sentía con respecto a esa palabra.

Quería hablarle al respecto, sintió que con todo lo que le grito ella se sentía así, una perra por estar con él sin tener nada. Quería que olvidara ese sentimiento, que solo disfrutara, quizás le daría más confianza que tuvieran algo, pero él no estaba preparado para tener novia y aunque podía pedírselo solo seria para que lo que había allí tuviera un nombre concreto, porque solo quería divertirse, a demás, sería estúpido hacer eso, siquiera pensarlo, pensaba ir a la universidad y allí le esperaba lo mejor; una novia en esas circunstancias y que no quería, porque no sentía absolutamente nada por ella, más que deseo carnal, era algo tonto y el no lo era.

Luego de que durmieran una pequeña siesta pos coitó , la abrazo y le beso.

Pasaron unos segundos para que el hablara con respecto a todo lo que tenía pensado decirle. Pero era que simplemente no podía callar, simplemente decía.

-Wow... fue increíble.-lo hacía igual, había sido increíble.

El sabia que ella lo consideraba así, porque no dejaba de mirarlo como si él fuera lo mejor, como si le quisiera, como si se hubiera dado cuenta en ese momento de que sentía algo por él, ya había visto esa mirada, pero ¿Dónde? y ¿Quién se la había dedicado? él no lo recordaba.

-Quiero que sepas que no debes considerar esto como algo horrible por el simple hecho de que no tenemos nada en concreto, no pretendo embobarte con algo que sea mentira, solo hablare con la verdad. _____, somos jóvenes, aun no sabemos lo que queremos, iremos a la universidad y quizás conozcamos más personas, el que estés ahora disfrutando conmigo sin una atadura no quiere decir que seas una... lo que dije hace una rato, cosa que en realidad no pienso ni creo. Esto es simple, estamos experimentando. Es como ir a una tienda... a ustedes las mujeres les encanta, te pruebas muchos zapatos, pero no compras el primero que te probaste.

Ella se levanto y se cubrió con las sabanas marrones claras y le miro atenta. Segundos después asintió aunque no muy convencida, suspiro y levanto la cabeza y sonreía.

-¿Te sorprendería saber que yo solo me pruebo el que me vaya a comprar?- no supo como tomarse eso, pero sabía que aquella palabra tenía mucho peso. No agrego nada mas durante un momento, ella se incorporo para ir al baño y se dio cuenta de que no había ido a votar el preservativo, y entonces le golpeo la realidad de que no había usado.

Se puso como loco, literalmente, pero ella después de perder los papeles unos segundos, quedo callada y dijo.

-Puedo tomar la pastilla después de.-asintió aun con las manos en la cabeza y sintió como ella se acercaba y le acariciaba la espalda.-Estaremos bien, fue mi culpa, yo fui muy...

-Estamos juntos en todo esto... tomaras la píldora, si...-su boca se secó , su cabeza dolía de solo pensar en la posibilidad de que...-

-No lo digas...-ella también estaba un poco asustada, lo sentía.

-Privilegio y responsabilidad. Escúchame bien, esto es más común de lo que crees, pero quiero que sepas, aunque suene cliché, que voy a estar contigo paso lo que pase.-ella asintió y el froto su cabeza y desordeno su cabello, la miro y sonrió, no podía hacer drama porque entonces eso haría que ella se asustara mas.

Iban camino a casa cuando en reloj marcaba las cuatro de la madrugaba. Estaban muy callados e incómodos el uno con el otro, aunque era solo un poco. De cierta forma quería reconfortarla, pero no sabía qué hacer, así que solo dijo.

-Allí... donde estábamos crecí. -comenzó mientras arrugaba su boca, ella le miro, agradeció tener su atención, así que la miro un momento.-Luego de que mi padre se fuera... y todo eso.-no quiso entrar en otros temas, así que lo salto.-Mi madre y yo nos mudamos aquí, y ella trabajaba en el bar y estudiaba, yo iba todas las tardes luego de ir a la escuela. Luego de que se graduó y la contrataron y tuvo éxito... nos mudamos al lado de tu casa.-ella sonrió con algo de tristeza.

-Se que lo haces para que olvide todo lo sucedido, es un poco difícil porque depende de lo que pase en unas semanas... eso... eso.-tenía un nudo en la garganta.

-Descuida...

-Tratare de no hacer mucho drama de todo esto.-el asintió y siguió conduciendo.

Entraron a la casa de Justin y ella comenzó a caminar hasta el balcón, ella no quería pasar el resto de la madrugaba sola y él no quería pasarlo solo, pero sentía que ya estaba muy implicado en toda eso y no quería seguir ahondando en lo que pasa en ellos. Le dijo que cuando despertara tendría la pastilla en su buro, y ella asintió.

No pudo dormir en toda la noche, nada, y sabia que quizás ella tampoco.

Comenzó a pensar que sería de su vida si ella quedara en estado, quizás no podría ir a la universidad por estar pendiente de un niño, su madre lo echaría de la casa, ni siquiera tenía un trabajo estable y no podía pagar su universidad ni la de ella, porque seguro que sus padres también la echarían, eran demasiado estirados y rectos, no lo iban a entender al igual que su madre.

Al menos tendrían donde ir si los echaban, aunque su madre no quisiera saber de él le pediría permiso para quedarse en aquella casita.

Pero quizás ella querría ayudarles, quizás de esa forma ella intentaría ganárselo de nueva apoyándolo en una situación como esa.

Cuando volvió a ver el reloj eran las siete y ocho, había estado editando unos videos y fotografías para despejar su mente un poco. Se incorporo, tomo una ducha rápida y salió de la casa para comprar aquellas pastillas.

Luego de haberlas comprado y pedir consejos a la farmacéutica que lo vio muy alterado, la mujer le calmo un poco luego de que le hablara con su voz tranquilizadora y paciente. Igual había comprado algunas cuatro pruebas de embarazo y verlas de camino a casa lo habían vuelto a descomponer por dentro.

El reloj marco las nueve de la mañana.

-Justin...-escucho la voz de su vecina baja, un tanto ronca, en aquella llamada.

-¿Puedo ir?-dijo mientras estaba sentado en la esquina de su cama con la cabeza baja y la mano rascando su nunca.

-Claro.

Hola chicas!

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