Ese día Luhan no se atrevió a acercarse, sin embargo, lo observó hasta que las estrellas se apoderaron del cielo, hasta que el frío congelaba sus manos y sus mejillas y hasta que el chico se levantó y se fue caminando lentamente sin energía. Luhan pensó perseguirlo pero en el momento en el que se detuvo a ver el brillo de la luna ya había perdido de vista al pequeño.
Sintió como si hubiese perdido una gran oportunidad. Le hubiese gustado preguntarle muchas cosas. Su nombre, su edad, sus gustos, la razón de sus lágrimas... ¿Por qué? No lo sabía, tampoco sabía porque su corazón revoloteaba a más no poder y su cara ardía. Nunca se había sentido así antes. Solo quería correr y parar con ese extraño sentimiento.
Quería correr, pero a buscarlo.
Fue hacia la dirección en donde iba el chico pero no encontró a nadie, nada más que un suelo abandonado.
Desilusionado, se fue a casa.
Llegó a su hogar aún con el corazón precipitado. Se tiró a su cama y puso su mano en su pecho.
Wow.
¿Qué carajos acaba de pasar? No tiene idea. Solo sabe que se esta volviendo loco. ¿Qué es eso de ver a una persona llorar por horas a escondidas?
Espero que esté ahí mañana...