Diann
-¿Ya estás mejor?
Diego había venido al hospital muy temprano, habíamos estado conversando e incluso me había traído un desayuno de verdad. Ya estaba empezando a odiar la comida que daban aquí.
Pensé que Steven se quedaría aquí pero por lo visto no está.
-Gracias por hacerme compañía -sonreí
-Siempre estaré cuando me necesites -me acarició la cabeza
-Puedo quedarme en tu casa si quieres algo de compañía
Prefería estar con él a que vivir en la misma casa que mi madre.
-Que lanzada -dijo a carcajadas
-No es eso -refunfuñé -solo no quiero estar cerca de mi madre
-No puedes huir de tus problemas de esa forma, simplemente afrontalo. No es tan malo vivir con una madre que nunca se preocupó por ti, al fin y al cabo con el tiempo las dos terminarán queriendose.
Me sorprendí al escuchar esas palabras tan sinceras y transparentes saliendo de él.
-Puede que tengas razón. Pero por ahora quiero estar alejada de ella
-Como quieras
Luego de unas horas vino una enfermera diciendo que ya estaba dada de alta.
Al fin puedo irme de aquí. Me cambié de ropa y salí.
Busqué a Diego en la sala de espera sin embargo no lo encontré. Solo encontré a Steven quien estaba ojeroso y a su lado se encontraba una niña más o menos de siete años que estaba durmiendo.
-¿Quien es ella? -pregunté despacio evitando despertar a la niña
-Maira -respondió con la mirada perdida
-¿Te sucede algo? Te noto algo... diferente
-Estoy bien -forzó una sonrisa
-¿Has visto a Diego?
-Se fue a las máquinas exprendedoras, no debe tardar en llegar
-Entonces esperaré -me senté a su lado
A comparación de otras veces el estaba callado y distante. Me preocupaba pero no sabía la manera de llegar a él.
-Steven -susurró la niña moviendo sus manos para encontrarlo con el tacto, al parecer seguía media dormida
-Estoy aquí, tranquila -dijo dulcemente
-Pensé que me habías dejado -la niña abrió los ojos y lo abrazó
-Nunca te abandonaré, desde ahora te protegeré -le dió un beso en la cabeza
La niña estaba llorando y Steven estaba en proceso de hacerlo. Yo no sabía absolutamente nada de lo que estaba sucediendo.
Me quedé en silencio esperando a que Diego venga.
Recibí un mensaje.
"Diann mis tíos han venido y quieren que los recoja del aeropuerto, lo siento pero ya no tengo más habitaciones"
Tecleé en mi celular.
"No te preocupes, ya estoy acostumbrada a que me dejen plantada :) "
Genial ahora tenía que quedarme a mi vivir en mi casa más conocida como infierno.
-Puedes quedarte en mi casa si quieres -dijo
-Gracias -murmuré
Observé a la niña y se había vuelto a dormir nuevamente.
-¿Ella es un familiar tuyo?
-Si -respondió frío
-¿Es otra de tus hermanas pérdidas?
El me miró serio, creo que tomó mal lo que le dije.
Me sentía incómoda.
-Me quedaré con ella hasta que esté mejor. Si no quieres esperar puedes irte
-Llevemosla a tu casa -sugerí
Steven empezó a despertarla. La niña media dormida comenzó a levantarse.
-Iremos a casa Maira, dormirás tranquila ahí
La cargó de espaldas.
-¿Tienes tu auto? -pregunté
-Caminaremos
-Estamos a veinte cuadras -me quejé
-¿Aún no te encuentras bien? -me miró examinándome
-Estoy bien, caminaremos
El camino se hizo muy largo y aburrido, Steven no dijo ni una palabra. A mi me daba miedo iniciarle la conversación por temor a que me responda mal.
Por fin luego de media hora llegamos a su casa.
Llegué cansada y calurosa, Steven se veía normal a pesar de haber cargado a la niña todo el camino.
Me saqué la casaca y me quedé con un vividi.
-¿Que haces? -preguntó
-Hace calor -me encogí de hombros
Entró a su cuarto y dejó a la niña durmiendo ahí.
-¿Quieres agua? -entró a la cocina
Asentí.
-¿Aún no quieres volver a tu casa?
Me alivie un poco al notar que empezaba a ser el mismo de nuevo.
-Por ahora no
-Tienes que volver para hacer los últimos preparativos para la fiesta -se incomodó un poco
-¿Irás a la fiesta?
-No lo se -dudó -no quiero malograrte la noche
-¿Malograr? Nada de eso. Aun seguimos siendo amigos
-Me alegra oír eso viniendo de ti -sonrió -pensé que estabas molesta
-Estaba molesta, ya no lo estoy
Tommy salió de su cuarto todo despeinado, recién acababa de despertar.
-Tengo hambre -se lanzó sobre él
-Cámbiate e iremos a desayunar
Me saludó y luego se fue corriendo a su cuarto.
-¿Y si llamas a Mica?
-Tendría que ir a buscarla a la casa, y lo que menos quiero es ir ahí -dije triste
-¿No crees que ella también quiera irse de ahí? No creo que tus padres la traten bien a ella si ni siquiera lo hacen contigo
-Cierto -suspiré -llamaré a Margot para que la traiga
-Genial -dijo con una sonrisa
Esperamos unos veinte minutos y llegó Margot junto a Mica. Dejó a Mica y luego se fue.
-Despertaré a Maira -su expresión se puso sería
Tommy salió de su habitación.
-¿Quien es Maira? -preguntó
Steven no le hizo caso y entró a su habitación.
Pensé que era su hermana, pero por lo visto no es así.
Demoró unos cuantos minutos y luego salió con ella. La niña tenía la mirada baja y se notaba algo triste y avergonzada.
-Ya estamos listos iremos a desayunar
Mica se acercó a Maira.
-Hola, soy Micaela -la saludó
-Hola... -pronunció tímida
-Me alegra que estés aquí, seremos grandes amigas -la abrazó
Maira la apartó empujandola.
Micaela la miró y volvió a mi lado.
Salimos de la casa y nos dirigimos a un restaurante.
-¿Que le pasa a esa niña? -Tommy murmuró mirando como Steven cargaba a Maira
Definitivamente estaba celoso, el quería toda la atención de Steven para él.
-Stev estoy cansado, cárgame -rogó
-Lo haré de regreso -dijo de la forma más amable posible
-No -gritó
Se fue hacia el y empezó a hacer berrinche.
-Quiero que me cargues -le dió débiles golpes
Steven e miró al no saber que decir.
-Yo cargo a Maira -dije -tu carga a Tommy
-Yo puedo caminar -dijo la niña con una débil voz
-Falta poco para llegar -mencionó Mica dando brincos alegres
-Cierto, todos tienen pies aquí. Caminemos -Steven se puso serio
Entramos al restaurante, después de desayunar los niños se fueron a los juegos inflables. Maira se quedó sentada en una la piscina de pelotilas.
-¿Me contarás sobre Maira?
-La conocí en el hospital. Su madre murió y no tiene nadie con quien quedarse -suspiró -no quiero que sufra la soledad que yo sentí
-¿Y su padre?
-El las maltrataba, no puedo dejar que se quede con un tipo así
-Me parece lindo lo que haces -le jalé los cachetes
El rió mirándome a los ojos, no podía evitar sonrojarme cada vez que lo hacía.
-Te ves bonita hoy -mencionó -y lo siento por hacer que siempre termines en el hospital
-Esta vez no fue tu culpa, estaba estresada y no había estado comiendo últimamente
-Si te quedas en mi casa me aseguraré de cuidarte -agarró mi mano
Empezó a acercarse más a mi rostro, iba a besarme. Yo quería que sucediera pero tenía miedo, no quiero que el solo juegue conmigo.
-Lo siento, no puedo hacerlo -me alejé cuando nuestros labios empezaron a rozarse
-¿Por que? -me miró avergonzado
-No quiero -respondí
-Yo te quiero, te necesito en mi vida ¿por que no entiendes eso? -empezó a ponerse furioso
-Tengo miedo... no quiero ser alguien más en tu vida. Quiero ser especial
-¿Miedo? No tienes porque tener miedo maldición -se revoloteó el cabello frustrado
-No puedo evitarlo simplemente tengo miedo,pero no de ti si no de lo que pueda suceder. Tengo miedo de obsesionarme tanto de ti, de pensar a cada segundo en ti, de no poder sacarte de mi cabeza aunque tu ya no pienses en mi. Si. Tengo miedo... a amarte de verdad
Nunca creí que le diría esto a Steven. Pero después de hacerlo me sentí más tranquila como si me hubiera quitado un peso de encima, después todo había estado queriendo decirle esto desde hace mucho tiempo.
-Yo... no pensé que te sentías así... no eres abierta conmigo ¿porque no me lo dijiste?
-No me sentía cómoda para decirte eso -estaba avergonzada
El no dijo nada y solo me miraba.
-También tengo miedo de herir tu corazón
-¿Por que? -preguntó nuevamente
-Se como duele.... se como duele... no quiero salgas lastimado -dije entre lágrimas
No tenía motivo para llorar sin embargo lo hize. Creo que una persona se encuentra realmente mal cuando no sabe ni el motivo por el que llora.
Steven no decía nada solo se limitaba a mirarme.
Después de un minuto me dio una sonrisa.
-Lo siento -me sacaba las lágrimas con su dedo
Micaela vino corriendo hacia nosotros.
-Tommy se a golpeado contra un pared, intento despertarlo pero no responde -dijo alarmada
Fuimos hacia esa zona. Maira lo estaba mirando asustada.
-¿Como se golpeó? -preguntó mientras iba a tratar de reanimarlo
-El trataba de integrar a Maira al juego, ella lo empujó y el tropezó con un cable chocandose contra la pared -respondió Mica
-En primer lugar aquí no hay culpables ¿okay? -miré a Mica
Creo que es totalmentemente horrible que te culpen de algo haciendo que la persona se sienta mal.
-Es mi culpa -balbuceó Maira
-No es tu culpa -la abraze protectoramente
Pensé que ella evitaría mi contacto pero dejó que la abrazara.
En ese momento para alegría de todos Tommy despertó, se encontraba algo desorientado.
-Me duele -se sobó la cabeza
-¿Quieres ir al hospital? -pregunte
El negó.
-Ella es mala -señaló a Maira -me empujó a propósito
-Ella solo hizo que te alejaras, tu te tropezaste de casualidad -persuadió Steven
-No -gritó -tu siempre defiendes a esa niña, me da cólera. Si ella no sale de la casa lo haré yo
Le tapé los oídos a Maira para evitar que escuche lo que decía Tommy.
-Tu la quieres más a ella que a mí, es injusto. Esa niña de basurero solo ha venido a sacarnos plata y...
Steven le dió una cachetada que hizo que Tommy cayera al suelo.
El debe estar molesto para golpearlo de esa forma.
-No es justo... -Tommy tenía los ojos llorosos
-Si te crees tan valiente para insultar a una chica de esa forma debes ser capaz de soportar eso así que deja de lloriquear -dijo serio - y si no estás de acuerdo con que Maira se quede puedes irte tú
Con esas frías palabras rompes el corazón de cualquier niño.
Steven se dirigió donde Maira y le dijo unas palabras que no comprendí.
-Es hora de irnos -miró a Tommy
Todos empezamos a salir, excepto Tommy que se encontraba cabizbajo sentado en la colchoneta.
Steven lo miró disimuladamente pero no hizo nada y siguió con su camino agarrando a Maira de la mano.
-Nos falta alguien -dije
Steven no respondió. Aunque el aparente que no le importa que su hermanito se quedé ahí yo noto que tiene los rasgos faciales tensos y una expresión dubitativa.
Pasamos el resto del día en el parque de diversiones hasta que se hizo se noche. Estaba preocupada por Tommy pero cada vez que se lo mencionaba a Steven el me ignoraba.
Llegamos a la casa, Micaela se fue a dormir al cuarto de Tommy y Maira en el de Steven.
-¿Quieres? -me enseñó una botella de whisky
Asentí sentandome en el sofá. El me sirvió un vaso que hizo que la botella quedara hasta la mitad.
El empezó a beber directo de la botella. Luego de unos minutos en silencio encendí el televisor.
-No seas sana -soltó una risita y me señaló el vaso con la cabeza
-No me gusta el whisky
De hecho no había tomado nada para evitar tener que lidiar con un dolor de cabeza en la mañana.
-Me lo hubieras dicho antes de servirte -seguía riendose de la nada
Miré su botella y ya no había ni rastro de la bebida. Ahora ya se porque actúa de esa manera.
Estiró su mano para agarrar mi vaso que lo sostenía entre mis piernas, yo saqué mi vaso fuera de su alcance para evitar que se emborrache más.
El me sonrió.
-No quería agarrar eso -dijo posando su mano en mi pierna
Me puse roja al no saber que hacer ni que decir.
Su mano empezó a subir a mi abdomen y se posicionó debajo de mi polo dibujandome pequeños círculos.
-Deja de comportarte así -aparté su mano
El siguió riéndose mirándome divertido.
-¿No te gusto? -apegó su cara a la mía
-Ya no -respondí apartandolo nuevamente
-Tendré que esforzarme para gustarte de nuevo -me guiñó el ojo
Se paró a una distancia considerable y empezó a mirarme.
-Los niños ya están dormidos -dijo sonriendome
En ese momento empezó a desvestirse.