Llegamos a mi casa a las 7 am.
Mis padres ya estaban despiertos.
Abrí la puerta de mi casa y él entró conmigo.
Era hora de qué se conocieran.
Él era mi novio.
Lo era desde hacía muchísimo.
Tenía un poco de miedo por la reacción de mis padres.Él para ellos era un completo desconocido, para mí nunca la fue.
Antes de que él viniera yo ya les había explicado que había conocido un chico por internet y que un día vendría.
Nunca me apoyaron con este tema.
Ellos decían que no iba a venir y que no me ilusionara.
Así que al verlo se quedaron en shock.
Yo y él les explicamos lo enamorados que estábamos y los planes que teníamos juntos.
Queríamos irnos juntos y mis padres lo tenían que aceptar.
Les costó, pero al final me dieron el visto bueno.Yo creo que fue gracias a él.A mis padres les tranquilizó qué su hija estuviera enamorada de un chico así.
No era un veinteañero normal.
Era él.
Él veinteañero qué me había robado el corazón.
Así qué aquella mañana nos fuimos a una agencia para comprar los billetes.
Yo había ahorrado hacía años y él igual.
No me sentí mal al gastar ese dinero.Era lo único qué quería.
Pero admito qué con ese dinero hubiera podido hacer miles de cosas y no las hice por el simple hecho qué sabía qué un día iba a llegar ese día y tenía qué estar preparada.
Nos íbamos a vivir a casa de sus padres.Pero antes, nos quedaríamos un día en mi ciudad favorita.Quería enseñarle Madrid.Él nunca había venido a España y de Madrid sólo conocía el aeropuerto.
Así qué entre los dos decidimos quedarnos un día en Madrid antes de cruzar el Atlántico.Queríamos hacer tantas cosas en Madrid qué ya sabíamos qué no tendríamos el tiempo necesario.Pero ya estaba decidido, Madrid nos esperaba.
Iba a volver a Madrid y de su mano.
¿Qué más podía pedir?.
Por un momento todo parecía tan perfecto.
Parecía de película.