A lo lejos

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Mi vida había hecho un cambio radical.
Nunca me imaginé volver a sentirme así.
Con mí família las cosas habían mejorado, terminé mi secundaria muy bien y bueno, perdí a mi segunda mejor amiga con casi 16 años.
Pero seguí adelante, mejor un amigo menos qué un falso más; porque ella en realidad nunca había sido mi amiga y nunca más lo volvería a ser.

Con este chico de Facebook, seguíamos en contacto, cada día teníamos más ganas de encontrarnos.Me hubiera encantado hacer mi maleta, subirme a un avión e ir a verlo, pero no podía.Tenía casi 16 años, ni siquiera era mayor de edad.
Él tenía tres años más qué yo.Amaba hacerle la broma de qué en su próximo cumpleaños le iba a regalar un bastón, aunque se veía más pequeño ( era mi niño).Era precioso, con su peinado hacía arriba color negro azabache, tenía unos ojos cafés qué me quitaban el sueño y su sonrisa detenía el tiempo.Amaba hasta los huecos qué se le hacían cuando sonreía.Moría por darle un beso.Uno me hubiera bastado para calmar mis ganas, él era perfecto (para mi) y me hacía feliz.

Él era imposible aunque juro que al verlo detrás de mi pantalla era como si pudiera traspasarla.Necesitaba una puerta mágica para ir a verlo, le necesitaba.Tampoco tuve la oportunidad de verlo cuando soplé las velas de mi 16 cumpleaños, pero él fue mi deseo.Y si hacía falta, pedía el mismo deseo tres, cuatro y un millón de veces más.
Me había enamorado.Aún me parece increíble porque era realmente difícil y me tenía que acostumbrar a no tenerlo.Aún así, me enamoré.Me enamoré de él cómo hoy en día ya no se enamoran.

KilómetrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora