•Jace Povs:
-¿Puedo pasar?-La voz de su hermana resonó detrás de la puerta de su habitación.
-Claro, pasa.
Jace estaba acostado esperando a Clarissa, quien había ido a casa de su madre a cambiarse de ropa.
Se enderezó para ver a su Hermana. Si bien hacía poco que la conocía, había descubierto que tenía una especie de lazo especial con ella, y este lo hacía percibir ciertas cosas.
-¿Estas bien, Jane?
Esta se sentó a su lado.
-¡Acabo de llegar y ya he provocado un desastre!
-¿Conoces a Sebastian Morgenstern?- Su hermana asintió, todo el mundo conocía a Sebastian-. Bueno, eso es provocar un desastre. Tu no haz hecho nada, Alec te beso, todos incluído Magnus, lo vimos. Y ahí quedo.
-Pero me gusta Alec.
-Bueno, puede que eso si sea un poco desastroso- admitió Jace-. ¿Qué te gusta de él? ¿la parte que es gay, y eso lo convierte en imposible o la parte que es gay, y esta enamorado de Magnus?
-Me gusta él, Jace. Me gusta como intenta ocultar cuando está herido, me gusta como sus mejillas se tiñen de rojo cada vez que se siente incomodo, me gusta como se queda callado en medio de una conversación perdido en sus pensamientos, me gustan sus ojos color cielo, y...
-Esta bien. ¡Por el Ángel! Si, te gusta- Jace miro al techo-. ¿Qué vamos a hacer con esto?
•Alec Povs:
Hacía dos horas que estaba acostado en su habitación dandole vueltas a cada idea que pasaba por su mente, cuando la puerta se abrió de golpe y una cabeza llena de cabello alborotado color rojo, se asomo.
-¿Cary?-Alec se enderezó.
-Hay unos demonios cerca de aquí, ¿Nos acompañas? Vístete rápido- y se fue.
En unos minutos Alec ya estaba con su traje de Caza puesto, y su arco en mano, avanzando apresurado por el pasillo con Clary, Jace y Jane.
Jace hablaba a medida que avanzaba.
-La actividad demoniaca ha aumentado sospechosamente en Central Park.
-Bueno, vamos a degollar un par de asquerosos demonios- dijo Jane, haciendo tronar sus dedos y guiñando un ojo a Jace.
Parecía tan contenta como el rubio de poder dejar fluir su energía masacrando a esas criaturas, Alec rogó que por lo menos se diferenciaran en lo del instinto suicida, no estaba de ánimos como para tener que salvarlos a los dos.
Llegaron a Central Park y encontraron rápidamente el sector atascado de demonios.
Clary tomo su cuchillo serafín y ataco a uno al mismo tiempo que Jane y Jace peleaban con otros dos.
En un momento, Alec pudo ver como un demonio avanzaba hacía Jace que estaba de espaldas, apuntó y le disparó una flecha directo a la cabeza. Cuando Jace volteo para agradecerle, vio como otro demonio, mayor al anterior, levantaba su ¡¿Aleta?! hacía Alec.
Grito y avanzó hasta su parabatai, pero el demonio ya le había rasgado el pecho, y Alec había caído al suelo, inconsciente.