Roger
No tenía ni idea de que el pasado de Eva o Lilith hubiese sido tan duro. Me sentía fatal por haberme comportado así. No debería haber pedido ese deseo. Me vi reflejado en sus ojos azules tan llenos de pena.
—Lo siento muchísimo. Debería haber sido mas comprensivo contigo —intenté disculparme, pero el hecho de que se pusiera a llorar me hacía sentir aún peor.
—No quería que nadie supiera mi oscuro pasado. —Ahora era ella la que parecía enfada.
—No pensaba lo que hacía. Me sentía despechado, confuso y lleno de odio. Perdona Eva... digo Lilith.
—Llámame Eva —me exigió—. Necesito tiempo, por favor. Cuando esté mejor hablaremos.
Eva desapareció ante mis ojos. ¿Por qué había sido tan idiota? Debería haberla escuchado cuando quería explicarme lo que sentía, y no haberle pedido el deseo de contarme su pasado. Tal vez debería ir al restaurante a ver si los demás estaban allí.
No me equivoqué mis amigos estaban en el restaurante, pero habían dos personas más con ellos. Eran ... ¿el matón gigante, y Gaby? ¿Qué hacen ellos comiendo con mis amigos?
—Hola Roger —me saludé Will—. Siéntate con nosotros. Por cierto no sabrás donde esta Eva, se fue de repente igual que esta mañana.
—He hablado con ella, pero aún seguimos mal.
—¿Pero qué ha pasado? —me interrogó Allison con preocupación.
—Lo siento, son cosas que no puedo contaros. Y bueno. ¿Me he perdido algo? —dije mirando al matón y a Gaby.
—Veras Bruce, y yo nos estamos conociendo. Es muy majo, y la cosa promete. —Allison parecía ilusionada. ¿Estarían los dos juntos?
—Como no ser majo con una chica tan guapa y simpática —le dijo Bruce a Allison.
—Y yo me he peleado con mi hermana. Me cansé de tener que ser tan materialista y de rechazar mi sexualidad. Creo que te debo una gran disculpa. —Recordé cuando Gaby se comportaba de forma amable. ¿Le habrá lanzado Eva algún hechizo?
—No pasa nada. —Esperaba que no volviera a ser borde. Me di cuenta de una cosa todas parecían estar a gusto. Hacía medio año apenas nos hablábamos la mayoría de los que estábamos en la mesa, y eso que algunos estábamos en la misma clase. Si no hubiera sido por Eva jamás hubiésemos sido tan amigos. Angélica tenía razón en el fondo de su corazón Eva era un ángel.
Eva
No sabía a dónde ir. Quería ver a Roofy pero la familia de Roger me vería.
—¡Ya sé! —exclamé en voz alta.
Iría a la protectora. Menos mal que podía tele-transportarme. En un segundo estaba allí. Lo malo era que aún no había amanecido, y la protectora estaba cerrada. Me pareció que aquí eran las seis de la mañana, y en el crucero debían de ser las tres de las tarde.
—Hola, Eva —me sorprendió Adán—. Pensaba que estabas de viaje de fin de curso.
—Sí, pero ... —me tensé, y ahora que le podía decir—, pero han atrasado la fecha, y el viaje es mañana.
—Pero si me llamaste el día en que ibas a coger el avión. —Que listo que era Adán, ya no me quedaban excusas.
—¿Y por qué has venido tan temprano? —le pregunté para cambiar de tema.
—Como no me fiaba del trafico, he venido antes. Además así ayudo a limpiar un poco. ¿Tú también has venido por lo mismo? —Percibí algo raro en su escusa.
—Sí, sí —estaba atacada de los nervios.
—Por lo visto qué tal si vamos a tomarnos un café, y así cuando volvamos habrán abierto.
—Claro —me vendría bien tomarme algo para calmarme, preferiblemente una tila.
Que suerte haberme encontrado con Adán. ¿Me preguntaba si le gustaría? Me senté al lado de el en su coche. Nos llevó a una cafetería que estaba cerca de la zona. Como dije antes me pedí una tila, y Adán un café.
—Bueno, ¿y qué me cuentas? —me preguntó—. Intuyo que algo te preocupa. ¿Algún problema con tu amigo? —Vaya había dado en el clavo.
—Sí. ¿Cómo lo sabes? —me sorprendió. ¿Tanto se me notaba?
—Pareces preocupada, y además siempre que te he visto estabas junto a tu amigo. Por eso me pareció raro que no estuviera contigo ahora.
—Que observador. Pues verás yo le oculté un secreto, y cuando lo descubrió se enfadó conmigo. Me obligó a que le contara algo de mi vida que no quería que nadie supiera, y me enfadé con él.
—Estoy seguro que pronto se arreglaran las cosas. —La manera en que lo dijo me transmitió serenidad.
Observé el televisor que había en la cafetería estaban dando las noticias. Mi cara empalideció cuando vio una embarcación familiar.
—¡Mi crucero! —grité—. Suba el volumen —ordené al camarero.
La chica del telediario decía que una extraña tormenta había agitado los mares del mediterráneo, y había pillado a un crucero. La embarcación corría el riesgo de hundirse.
Roger
Volvimos a nuestros camarotes después de comer.
—No sé tú, Will, pero yo necesito una buena siesta para cargar las pilas —comenté mientras me masajeaba la sien, me dolía mucho la cabeza.
—Te entiendo. Debes de estar agobiado por lo de Eva —acertó.
—No sabes cuanto.
Intenté dormir. Pero el crucero tembló, y se oyó como fuerte golpe.
—¿Qué ha pasado? —me preguntó Will preocupado, que estaba leyendo tumbado en la otra cama.
—Parece como si hubiéramos chocado con algo —pensé que había sido algo grave.
Miramos por la ventana, el mar parecía agitado. Estaba lloviendo con mucha intensidad. El megáfono sonó diciéndonos que mantuviéramos la calma. Decían que un rayo había chocado con el crucero pero que no había causado daños. Todo esto me parecía un poco extraño, no sabía cómo pero tenía la corazonada de que todo esto era por culpa de los demonios que nos habían molestado. Tengo que buscar a Luna, ella parecía un ángel cuando se trasformó, tal vez ella sepa algo.
—¿Will sabes donde esta la señorita Luna? —le pregunté.
—Pues supongo que su camarote estará cerca del de los alumnos. ¿Por qué lo preguntas?
—Es que me gustaría saber si ella sabe algo. Bueno pues voy a buscarla —me fui antes de escuchar su contestación.
—Espera. ¿Vas a ir solo? —apenas oí sus palabras.
No podía dejar que Will viniera conmigo por si le pasaba algo. Me fui corriendo, y cuando salí a los pasillos me volví invisible. Will me siguió pero no me encontraba, y volvió a entrar en el camarote. Lo sentía mucho por él, pero no había otra alternativa. Ojala estuviera Eva, seguro que ella sabría que hacer en este caso.
—Aaaaaaah —oí un grito proveniente del cuarto de Will, no tuve más remedio que retroceder para ver qué pasaba.
Focalor, y Metzli estaban en el camarote.
—Este es el cuarto del pelirrojo. Hemos buscado a Lilith pero no estaba en ninguna parte. Tendremos que hacer lo que nos dijo Totrian, y secuestrar a los amigos de Lilith —habló Focalor con su voz despiadada.
—Será una buena manera de fastidiar a Lilith, y si quiere salvar a sus queridos amigos que entregué su vida.
Eso era horrible. Van a hacer daño a los demás. Menos mal que no podian verme. Pero tenía que hacer algo para salvar a Will. El pobre estaba asustado.
—No temas gordito. —Meztli se acercó a Will.
Con mis poderes moví lampara de la mesita, y la estampé en la cabeza de Metzli antes de que pudiera hacerle algo. Como me imaginé no le hizo ningún daño. Pero eso la alertó de mi presencia.
—Veo que hay alguien quien nos quiere molestar. —Metzli estaba enfadada—. Será mejor que vayas cuanto antes junto a Totrian —miró a Will, y éste desapareció. Me maldije por no haber podido salvarlo, me fui corriendo de allí, en busca de Luna. No tardé en encontrarla o más bien ella me encontró a mí. Por supuesto cuando me encontró me volví visible.
—Te estaba buscando —le dije al mismo tiempo que me volvía visible.
—Esos demonios están atacando el barco —me anunció preocupada—. Se han llevado a Merith y Gaby. ¿Sabes dónde está Eva?
—Sé que pasa algo malo. También han secuestrado a Will. Me peleé con Eva, y me dijo que necesitaba tiempo que hablaríamos. Esos demonios pretenden raptar a las personas que le importan a Eva, para llamar su atención, y que sacrifique su vida para salvarlos —le expliqué atropelladamente.
—Justo lo que me imaginaba. Al menos no les harán daño de momento.
—Tenemos que buscar a Allison —le dije preocupado por ella.
—Seguramente ya habrán ido a por ella. También te estarán buscando a ti. Tenemos que irnos de aquí.
—Pero ... —Quería comprobar si podíamos salvar a Allison pero sería arriesgado.
—No tenemos tiempo. Mis compañeros ángeles vendrán a ayudar a la gente del crucero. Utilizaré mis energías para que nos lleve hasta Eva. Pero como no sé dónde está me será difícil. Cógeme de la mano, y concéntrate en ella.
—Muy bien —acepté y agarré su mano.
Visualicé la imagen de Eva. La luz nos envolvió en cuestión de segundos.
Eva
—Los demás corren peligro. Tengo que ir a salvarlos —grité histérica.
Adán me cogió de la mano, y de repente sentí que la calma me invadía. Miré sus ojos, y preparé mis labios para besarle. Era tan guapo.
—¿Qué ocurre Eva? —me dijo dulcemente. Y yo que pensaba que me quería besar. Vaya chasco. De repente volví a recordar lo del crucero—. ¡¡¡Están en peligro!!! —volví a gritar histérica, tenía que teletransportarme.
Adán volvió a cogerme de la mano, y me volví a tranquilizar.
—Tranquila seguro que en tu crucero todos están bien. Pero si quieres volver será mejor que lo hagas en un sitio donde nadie te vea desaparecer. Vayamos a mi coche. —¿Cómo? ¿Es que sabía que me voy a teletransportar? ¿Me había delatado yo misma, o tenía un don intuitivo increíble?
Me llevo hasta su coche, pero yo seguía sin entender nada. Me senté en los asientos traseros, para tener mas espacio.
—¿Cómo lo sabes? —le pregunté con mucha curiosidad.
—Lo sé todo —respondió seriamente, y yo empalidecí. ¿Cómo era posible que lo supiera todo?
—¿Sabes qué soy? —pregunté atónita.
—Claro, yo ... —Una fuerte luz nos cegó justo cuando estaba hablando Adán. Algo se puso encima mía, o mejor dicho alguien.
—¡Roger! —grité al ver que era él, también tenía a otra persona encima. Era Petulia—. Me alegro de veros, pero si me dejarais respirar sería más feliz.
Ambos se quitaron de encima como pudieron, ya que estábamos en una postura incomoda, y en segundos se acomodaron en los asientos traseros.
—Los esbirros de Totrian han raptado a nuestros amigos —contó Roger preocupado.
—¡Sabía que pasaba algo! Vi las noticias de que una extraña tormenta había afectado al crucero. Tenemos que ayudarles. —No quiero que mis amigos sufran por mi culpa.
—Que sorpresa verte por aquí Veuliah. —Adán la saludó. ¿Cómo sabía Adán su verdadero nombre? ¿Es qué se conocían? Adán era mi chico no dejaría que otra tía se le acercara por muy ángel que fuera.
—Yo también me alegro de verte Achaiah. Hemos tenido suerte con mis poderes. No teníamos ni idea de dónde estaba Eva. Pero al menos hemos llegado hasta a ti, y hemos huido del barco. Los demás ángeles se encargaran de proteger el crucero —¿Achaiah? Como se atreve a insultar a mi Adán.
—Oye Petulia no insultes a mi chico... digo a mi amigo. Achanka será tu padre —le espeté enfadada.
—Achaiah, no es ningún insulto, es mi verdadero nombre. Yo también soy un ángel.
—¡¡¿Cómooooo?!! —grité como una loca de la emoción—. ¡¿Eres un ángel?! —Que partidazo mi chico perfecto era un ángel. Que morbo me daba, quería tener hijos con él, esto... quería decir que me gustaría salir con él.
—Sí, el también es un ángel. También se encargaba de vigilarte. Y mi verdadero nombre es Veuliah, no Petulia —me corrigió.
—¿Me has estado vigilando? ¿También me has espiado mientras me duchaba? —dije con un tono inocente y seductor.
—No, no. —Adán se puso nervioso—. Yo te vigilaba de lejos.
—Querías dejar estos temas tontos. —Roger parecía nervioso—. Tenemos que hacer algo para salvar a nuestros amigos. Seguramente Lilim ya esté casi recuperada.
—Tienes razón. Lo malo es que mi magia no funciona contra ella. Sino hubiese sido más fácil terminar con ella.
Petu ... decía Veuliah se quedo pensativa.
—Se me ha ocurrido una cosa. Tus poderes no le afectan directamente, pero y si hubiera alguna forma de tu magia le afectara de forma indirecta.
—¿Te refieres a pedir un deseo que os ayude a fortalecer vuestros poderes angelicales? —preguntó Roger.
—Exactamente. Si ella cumpliera un deseo para que nosotros tengamos más fuerza, seguramente nuestro poder si le afectaría. Nuestro objetivo sería terminar con ella. Una vez que acabemos con ella podremos combatir con los demás secuaces. Incluso Eva podría usar sus poderes para atacar. —Lo que acaba de decir Veuliah me parecía muy sensato. Además me moría de ganas de patearle el culo a Totrian.
—Esté bien, pide un deseo para aumentar vuestra magia. Incluso también podrías pedir que tus poderes se fortalezcan, y así podrás también defenderte —animé a Roger para que añadiera eso a su deseo.
—Muy bien. Deseo que los poderes mágicos de nosotros cuatro se hagan muchísimo más fuertes de lo que son. —¿Nosotros cuatro? Que detalle también me había incluido a mí para que mis poderes se fortalezcan. Seguramente aún no pueda usarlos con Lilim, pero me vendrá bien para la batalla con Totrian.
—Marchando el undécimo deseo —sentí que mis poderes salían con más fuerza, mis energías mágico nos rodearon a todos. Mi vista se estaba empezando a nublar, y que creí que me iba a desmayar. De repente me sentí mejor. Debía de ser porque mis poderes se habían potenciado.
—Me siento mucho más fuerte —comentó Roger.
—Sí, yo también me siento mas poderoso —comentó Adán—. Es increíble la energía que posees —me sonrojé con el elogio que me hizo.
—Bueno, nuestros poderes han mejorado. Es hora de pasar a la siguiente parte del plan. ¿Sabes dónde se oculta la guarida de Totrian? —me preguntó Veuliah.
—Sí, pero dudo mucho que pueda teletransportarme hasta allí si esta Lilim.
—Puede que tú no puedas pero yo sí. Si antes he podido llegar hasta vosotros, ahora que mi poder es mayor seguro que podernos conseguirlo. Solo necesito que te concentres en el lugar. Cojámonos todos de la mano.
Todos hicimos caso a Pe... Veuliah. Yo me concentré en la guarida de Totrian. La luz nos envolvió. Ya no había marcha atrás, me enfrentaría a Totrian cara a cara.