Un pie tras otro fue apoyado sobre el piso de madera de la habitación de KyungSoo, por fin había despertado, entre bostezos se levanto para dirigirse al cuarto de baño, ya se le hacía tarde para el instituto, maldijo haber jugado en su computadora hasta tarde la noche anterior.
Ya era la tercera vez que su teléfono sonaba, corrió fuera del baño pulcramente vestido con el uniforme escolar y aquella corbata que oprimía su delgado cuello.
En la pantalla podía verse el nombre de LuHan, su único amigo.
ㅡ ¡Ya voy joder!
Gritó con el teléfono pegado al oído, agarro su mochila antes de mirarse en el espejo, bueno, al menos lo había intentado, el sonido de la bocina del cacharro de LuHan lo saco de sus pensamientos. Corrió afuera de su casa para encontrarse con su insoportable amigo.
ㅡ ¿No puedes dejar dormir tranquilo al prójimo?
Gruño KyungSoo al adentrarse en el automóvil.
ㅡ El prójimo puede besarme el culo, vamos atrasados a cálculo joder
ㅡ Lu, relájate
ㅡ Cuando la señorita Lee nos regañe te quiero ver relajado
El camino al instituto fue rápido y lleno de quejas por parte de LuHan hacia KyungSoo, debes tener un hábito para levantarte temprano, fue el tema del camino. Al llegar y después de estacionar la chatarra ambos corrieron hacia el salón, había sido una mañana muy agitada para KyungSoo, ya había corrido cien kilómetros o eso creía el.
LuHan como siempre fue el primero en entrar al salón comenzando con la infaltable excusa
ㅡ Buenos días, señorita Lee, perdone el retraso pero hubo un accidente ¡terrible! el tránsito era un asco, ya sabe
Desde atrás KyungSoo daba leves toques a la espalda de su amigo felicitándolo por aquella mentira piadosa, al escuchar una voz ronca y profunda ambos levantaron la mirada para encontrarse con el dueño de aquella voz, definitivamente no era de su maestra pensaron.
ㅡ Oh, Soo nos equivocamos de clase
Murmuró LuHan para su amigo que no había oído ni un tercio de sus palabras, estaba perdido en aquel hombre tan guapo, su mirada se perdía en los hombros tan anchos del hombre moreno.
ㅡ No, tranquilo chicos estaba por explicar el porqué de mi aparición aquí, tomen asiento y buenos días.
LuHan se llevó de un brazo a KyungSoo que a duras penas reaccionaba, se sentaron en sus puestos de siempre.
ㅡ Como se nota que te gustó, he
ㅡ Cállate imbécil
Murmuro el más bajo al escuchar como aquel moreno continuaba hablando
ㅡ Muy bien chicos de seguro se estarán preguntando donde está la señorita Lee, bueno ella sufrió un incidente por lo que estará ausente un tiempo indeterminado, hasta entonces yo seré su profesor de cálculo.
Woah, se escucho por todo el salón, todos se encontraban igual de enloquecidos que KyungSoo por aquel nuevo maestro.
ㅡMi nombre es Kim JongIn, tengo 24 años y estoy recién egresando de la universidad, estoy haciendo mi práctica aquí, chicos.
Luego de las presentaciones la clase transcurrió con normalidad, uno de los alumnos puso al corriente a Jongin de las materias y de ahí comenzaron, KyungSoo estuvo las tres horas de clases perdido en el nuevo maestro, no podía dejar de verlo. Al toque del timbre todos corrieron fuera del salón sin antes despedirse del tan popular maestro, KyungSoo tomó su mochila acomodándola en su espalda para salir junto a LuHan.
ㅡ KyungSoo, ¿no?
Ambos chicos se detuvieron al escuchar la voz que provenía de su maestro, KyungSoo no tardó en ponerse rojo como un tómate ¡había recordado su nombre!
ㅡ ¿S. . . Si?
ㅡ ¿Te puedes quedar unos minutos?
LuHan le hizo una señal a su amigo de que lo esperaría afuera, al salir cerró la puerta tras el dejando en completa soledad a su pequeño amigo y sexy maestro.
Jongin tranquilamente rodeó su escritorio para apoyarse sobre este casi sentándose.
ㅡ Me preguntaba si te parezco aburrido
¿Que acaba de decir? . . . A KyungSoo lo des colocó aquella pregunta ¿que debía responder?
ㅡ No... ¿porque cree eso señor Kim?
Casi se pudo escuchar el sonido de la saliva que atravesaba la garganta de KyungSoo
ㅡPorque no pusiste atención en la clase, podría apostar que si te preguntara sobre lo visto en clases no sabrías que responder, ¿o me equivoco?
Un titubeo por parte de KyungSoo se pudo escuchar, Jongin lo recorrió con la mirada con el simple echo de ponerlo un poco más nervioso de lo que estaba
ㅡ Lo. . . Lo siento mucho señor Kim, es solo que nunca pude entender cálculo así que deje de prestarle atención hace mucho
Al parecer tanta junta con LuHan comenzaba a hacerle efecto en KyungSoo, su habilidad en inventar mentiras comenzaba a mejorar
ㅡ Si necesitabas ayuda debiste pedírmela KyungSoo, ese es mi trabajo, que tú aprendas. Si lo necesitas puedo hacerte unas tutorías aunque deben ser fuera del recinto escolar ya que está prohibido pero si lo quiere puede ser en mi casa, yo no tendría ningún problema
Una sonrisa apareció en los labios de Jongin, aunque esta fue imperceptible para los ojos de KyungSoo que estaba viendo el suelo como si fuera lo más interesante
ㅡ Claro señor, sería de gran ayuda
Respondió KyungSoo intentando parecer más tranquilo y relajado, aunque su rostro seguía delatándolo. Jongin no tardó en anotar en un papel su dirección, número telefónico y hora en la que debía ir el más bajo, KyungSoo recibió esté despidiéndose con una venía en casi 360°, sus pies se pusieron en marcha para encontrarse con su amigo quien lo esperaba fuera del salón
ㅡ ¿Y que te dijo?
Fue lo primero en salir de la boca del rubio
ㅡ Tengo una cita con el señor Kim
KyungSoo se mantenía embobado mirando el papel cuando escucho un fuerte ¿Queeee? de parte de LuHan. Rápidamente agitó su cabeza en señal de negación guardando el papel en uno de sus bolsillos
ㅡ Es decir, es una cita de estudios, ya sabes repasos y toda esa mierda que no entiendo
ㅡ Pudiste decirme a mí que te explicará
ㅡ Por dios Lu, tú eres más estupido que yo.