¿Solo amigos..?

By Sorata_sama

124K 7.5K 4K

-No dejaré que eso suceda... -musitó, agachando su cabeza hasta quedar a la altura de mi rostro. -¿Y-Yuta... More

Sinopsis.
Prólogo.
00: Un día como cualquier otro.
01: Aparición inesperada.
02: Secretos
03: Cruda realidad
04: Inquietud.
¡Aviso!

05: Un sentimiento está naciendo.

16.4K 1K 986
By Sorata_sama

Abrí los ojos lentamente, mirando mí alrededor por unos segundos.

– Al fin despertaste – me habló Yuta colocándose delante de mí, agachándose de cuclillas, obstruyendo mi vista.

– ¿Qué hora es? – le pregunté, bostezando y volviendo a cerrar los ojos.

– Si no te levantas ahora mismo llegaremos tarde – dijo feliz.

– ¡¿Qué hora es?! – pregunté alterado, enderezándome rápidamente.

– Las 8 exactamente – me sonrió, enderezándose también.

– ¡¿Por qué no me despertaste antes?! – comencé a vestirme rápidamente.

– Es que estabas durmiendo tan profundamente que me dio pena hacerlo – rió levemente – pero no te preocupes, yo hice el desayuno – sonrió de oreja a oreja.

Yuta desayuno......esas palabras no combinan.

– N-No te preocupes, no tengo hambre además – reí, algo nervioso, terminando de vestirme.

– Tranquilo, esta vez sí están comestibles, yo ya comí mi parte y sigo vivo – sonrió.

– Quizás no por mucho tiempo.... – susurré.

– ¿Qué?

– No nada – me limité a decir.

Si le digo que no, se va a sentir mal así que....

– Esta bien – sonreí levemente y al decir esto último, Yuta ensanchó su sonrisa aún más.

– ¡No te arrepentirás!

Eso espero....

Me dirigí al baño y me aseé, cuando me miré en el espejo más detenidamente, me di cuenta que tenía grandes ojeras, pero no le tomé importancia, ya que la mayoría de veces acostumbro a andar con ojeras gigantes por pasarme varias noches sin dormir por leer libros.

Anoche terminé de leerme el libro completo y cuando terminé miré la hora y me di cuenta que solo eran las 6 y algo, así que dormí un poco, pero ahora tengo algo de sueño pero ni una pizca de dolor de cabeza, como me sucedía antes, quizás ya me estoy acostumbrando realmente a dormirme tarde.

Dejé mis ojeras de lado y me dirigí a la mesa, en la cual Yuta me estaba esperando sonriente. Antes de sentarme pude notar que me había preparado hasta el café....solo espero salir vivo de aquí.

Me senté y miré de reojo a Yuta. Se veía muy emocionado y ansioso de que yo probara lo que había preparado, quizás tiene razón y esta vez le quedó rico o pasable por lo menos.

Miré lo que había en la mesa y.....casi nada luce muy bien.

Me había preparado tostadas pero todas estaban quemadas y también me había preparado huevos revueltos, los cuales estaban secos y un poco quemados; el café era el único que luce bien. Quizás lo demás no luzca muy bien pero sabe bien así que solo tengo que probar.

Tomé un sorbo de café y me di cuenta que sabía realmente bien, para después sacar una tostada de la panera y untarla en los huevos, en acto seguido, llevármelo a la boca.

La verdad.....no sabe tan mal pero tienen un sabor un poco extraño, pero bueno, por lo menos es pasable.

– Y bien, ¿cómo está? – preguntó ansioso.

– Te luciste esta vez – le sonreí.

– ¡¿Verdad?! – me dijo entusiasmado.

– Pero aún no sabe tan bien – dije para después seguir comiendo, quizás tenga un sabor extraño pero tengo mucha hambre.

– ¡Pero por lo menos no estás vomitando! – protestó en tono infantil.

– Sigue esforzándote y te saldrán mejor – le sonreí cálidamente.

Él también me volvió la sonrisa.

Aunque no entiendo......¡cómo se le quema todo! Le he intentado enseñar cocinar fideos, arroz, puré y muchas cosas más, pero al final siempre se le termina quemando, ahora, no entiendo, ¡¿cómo se le quemaron las tostadas si es la maquina la que las tuesta?! No lo sé, magia negra de Yuta.

– Tienes unas grandes ojeras, ¿anoche no dormiste bien? – me preguntó, preocupado.

– Si dormí bien, solo es que me pasé la mayor parte de la noche leyendo el libro – reí levemente, nervioso, ya que sé muy bien lo que me va a decir Yuta.

– Sé que te gusta leer pero trasnochar no te hace bien y lo digo por experiencia – dijo apoyando su brazo derecho en la mesa y apoyando su mentón en su mano.

– Lo sé pero es que no podía esperar más, necesitaba leer ese libro, además ya lo terminé – sonreí feliz, para después seguir comiendo.

– ¡¿Ya lo terminaste?! – me preguntó sorprendido.

Asentí con la cabeza solamente, ya que estaba comiendo y no me gusta hablar con la boca llena.

– ¡¿Tan rápido?! ¡Y eso que era un libro súper gordo! – no quitaba de su voz el tono de sorprendido.

– Es que – dije para después tomar un sorbo de mi café y seguir – cuando un libro me gusta mucho lo leo bastante rápido – sonreí alegremente –. Y tú ni si quiera sentiste cuando pasé arriba de ti, sí que estabas cansado – dije en tono burlón.

– ¡Claro que estaba cansado! – protestó – fue una lucha muy difícil, no sé cómo sobreviví a eso – dijo en tono sorprendido, exagerando completamente.

Solté una carcajada por su comentario.

– No seas exagerado – dije aún entre risas –. Solo espero que saques por lo menos un azul, o sino, todo lo que te esforzaste ayer no habrá valido la pena – dije algo serio.

– ¡Prometo que me sacaré un azul! – exclamó, con una gran sonrisa.

Escuché una gran seguridad en aquellas palabras así que me alivie un poco, cuando Yuta promete algo, lo cumple, no importa lo que cueste así que, sí se sacará un azul.

Le devolví la sonrisa.

Me hace muy feliz verlo de esta manera, riendo y seguro en lo que hace......

Agaché la cabeza.

Sin querer, recordé lo que sucedió en el evento.....aquella mirada y aquella sonrisa tan falsa....quizás no sucedió y yo solo lo imaginé pero....siento una gran inquietud por dentro que no puedo controlar. La primera vez que lo vi con esa misma mirada.....fue cuando estuvo a punto de desmoronarse.

Los recuerdos de aquel entonces pasaron por mi mente, haciendo que mis ojos se llenaran de lágrimas.

No quiero......no quiero volver a verlo de esa manera.....nunca más....

– ¿Minoru? – me preguntó Yuta, preocupado – ¿Qué sucede?

– N-Nada – llevé mi mano a mis ojos y sequé las lágrimas que estaban a punto de salir.

– ¿Por qué....estás llorando?

Pude escuchar que se levantó de la silla y caminó hasta llegar al lado mío, agachándose de cuclillas.

– ¿Qué pasa? – me preguntó en tono tierno, tomando mi mentón y girando mí cabeza hacia un lado, para mirarlo a los ojos, aún manteniendo mi cabeza gacha.

Cuando lo miré a los ojos, pude notar que estaba muy preocupado, así que le sonreí y le dije:

– No sucede nada, solo estaba recordando viejos tiempos..... – desvié mi mirada.

– ¿Qué específicamente? – soltó mi mentón, pero pude sentir su penetrante mirada en mí, esperando una respuesta.

– Solo una tontería – reí levemente.

– ¿Una tontería que te hizo llorar? Minoru, mírame – dijo serio.

Dudé por unos segundos si mirarlo o no pero después lo miré de igual manera, ya que si no lo hacía, él de igual manera me iba a obligar hacerlo.

– Sé que hay cosas de tu pasado que no me has dicho pero si sigues así, terminarás explotando y derrumbándote, así que intenta abrirte conmigo, yo siempre te escucharé y te ayudaré ya que no quiero verte sufrir de esa manera – dijo en tono triste.

Abrí los ojos más de lo normal, sorprendido por aquellas palabras ya que no me las esperaba para nada.

Pude sentir como mis mejillas se comenzaron a calentar lentamente y como mi corazón comenzó a latir más rápido y fuerte de lo normal.

– Yuta.... – murmuré.

Me di cuenta que mis ojos nuevamente se llenaron de lágrimas, pero esta vez eran lágrimas de felicidad.

– Pero no llores – sonrió levemente, llevando su mano a mi cabeza y comenzó acariciarla.

– Lo siento – apenas pronuncie y comencé a secarme las lágrimas, que ahora caían frenéticamente – P-Puedo.....¿puedo abrazarte? – le pregunté avergonzado, calmándome por unos segundos.

– Las preguntas que haces – rió levemente – claro que puedes – se colocó de pie y se acercó un poco más a mí, abrazándome.

Como yo estaba sentado, había quedado a la altura de su cintura, rodeándola con mis dos brazos, apretando levemente, comenzado a llorar de nuevo.

Gracias.....muchas gracias Yuta....pero....no puedo hacerlo.....no puedo decírtelo....lo siento....

MINUTOS DESPUÉS.

Caminábamos en dirección al instituto y ya nos faltaban unas dos cuadras para llegar.

Estaba muy nublado, se notaba que iba a seguir lloviendo y, lo más seguro, más fuerte que anoche así que me abrigué bastante e igual obligué a Yuta a colocarse más ropa ya que él casi nunca se enferma y es por eso que no se preocupa de andar con bastante ropa, además siempre tiene su cuerpo caliente, pero lo obligué porqué cuando se enferma, es cosa realmente seria.

Después de a ver estado llorando por un rato, al momento de calmarme le pregunté si aquella mirada que había visto había sido real pero Yuta inmediatamente evadió la pregunta, diciéndome que nos teníamos que apresurar porque llegaríamos tarde, así que me apresuré para terminar de comer.

Yuta no es de esos que evaden las preguntas, menos conmigo, así que lo más probable es que no me estaba imaginando nada y para no preocuparme no me dice nada e intenta guardárselo......¡Pero quedarse callado hace que me preocupe aún más! Entonces....si no me lo estaba imaginando, ¿cuál es la razón por la cual estaba así? Ah estado en mi departamento estos días así que causas familiares no son, además estamos la mayoría del tiempo juntos y no se ha encontrado con alguien de su pasado.....quizás alguien le ha dicho algo cuando yo no estaba presente, como por ejemplo en las clases que no estamos juntos, pero cuando llegamos al evento ayer estaba muy bien....entonces, ¿por qué? En ese momento estaba con Naomi....¿ella será la culpable? ¿Pero por qué? Ella no le ha hecho nada a él....entonces...

– ¿En qué piensas tanto? –me preguntó Yuta, interrumpiendo completamente mis pensamientos.

– Estaba pesando en la trama del libro – le mentí, sonriéndole.

– Te veías muy preocupado para estar pensando en eso – me dijo serio, colocando su mirada en mí.

Yo por reflejo, desvié la mía hacia otro lado.

– Estaba pensando en eso – dije en tono infantil – enserio – lo miré, directo a los ojos.

Estuvimos unos segundos mirándonos a los ojos, en silencio, como si Yuta estuviera descifrando si lo que decía era verdad o no. Después de un rato, le sonreí cálidamente y él suspiró.

– Esta bien, haré que te creo – sonrió –. Y bien, mi nerd-san – me dijo, acercándose a mí y abrazándome de lado, mientras caminábamos – que no se te olvide que mañana tenemos la tarde ocupada – me sonrió feliz.

– No lo he olvidado – sonreí levemente –. Y tú, ¿qué ha pasado con tus putas? No me has contado nada sobre eso – lo miré atentamente.

– Nada – dejó de abrazarme y colocó sus manos detrás de su nuca, afirmando su cabeza en ellas – no me he acostado con nadie desde ayer –sonrió.

– ¡¿Enserio?! – no oculté lo sorprendido que estaba.

– Sip, pero es bastante difícil, como mi cuerpo ya estaba acostumbrado a excitarse en un tiempo determinado, he tenido que satisfacer mis necesidades por mí mismo y es bastante aburrido – dijo con un suspiro.

¡¿Es enserio?! ¿Yuta no follando con nadie en un día? Esto no lo puedo creer.

– Pero – me miró, sonriéndome maliciosamente – si quieres puedes ayudarme – ensanchó su sonrisa.

.....

– ¡¿QUÉ?! – grité sorprendido, parando en seco mi caminar y mirándolo rápidamente, abriendo mis ojos como plato, sonrojándome violentamente.

– Jajajaja, es broma, es broma – dijo soltando carcajadas.

– ¿B-Broma? – pronuncié por lo bajo – ¡¿Por qué me haces este tipo de bromas?! – le grité, aún sonrojado.

– Porque, me encanta ver tu reacción – me sonrió y con su dedo índice me tocó levemente la punta de la nariz por unos pocos segundos.

Abrí los ojos más de lo normal, sorprendido por su acción. Él siguió caminando, mientras que yo agaché la cabeza, sonrojado completamente.

– Tenemos que apresurarnos, o sino, llegaremos tarde – pude escuchar sus pasos caminando hacia mí.

– Si....

De repente tomó de mi muñeca derecha y me comenzó a jalar, corriendo. Yo me dejé llevar solamente, aún sonrojado.

¿Por qué estoy tan sonrojado?

*

Ya me encontraba en mi primera clase, literatura.

Había llegado justo con el profesor así que literalmente no llegué tarde.

Estaba mirando hacia fuera, ya que había dado un trabajo para hacerlo en clases y yo ya lo terminé así que solo estoy esperando a que los demás terminen, pero la mayoría están conversando y haciendo nada.

Cambiando de tema, no he visto a Naomi, y eso que tenemos literatura con el mismo profesor, quizás se quedó dormida y llegue después.

Quizás.....Yuta hable hoy con Akihito y le diga lo que sucedió ayer...así que mañana hablaré con él para ver si mis sospechas son verdaderas o no. La verdad.....a veces he odiado y envidiado a Akihito...ya que Yuta le dice algunas cosas sobre él que a mí no me dice....también he pensado a veces que confía más en él que en mí...eso me hace querer odiarlo.

Mientras miraba hacia fuera, pensando lo anterior, pude sentir una mirada penetrante en mí así que miré por todo el salón pero nadie me está mirando, ¿me lo estoy imaginando? Nuevamente miré hacia afuera y pude sentir otra vez aquella mirada, pero la dejé de tomar atención y la ignoré completamente.

Como ya me estoy aburriendo, saqué el libro que ayer habían lanzado y lo comencé a leer, ignorando el ruido que había de fondo e introduciéndome en ese pequeño mundo.

Después de estar varios minutos leyendo, escuché el sonido del timbre así que dejé de leer y comencé a guardar mis cosas en el bolso, también el libro, y comencé a caminar hacia la puerta del salón, pero antes de poder salir, el profesor me detuvo. Solamente estábamos nosotros dos, ya que yo acostumbraba a salir de los últimos.

– ¿Qué sucede? – le pregunté, acercándome a su escritorio, él estaba borrando el pizarrón y luego se sentó, mirándome.

– ¿Ya te encuentras mejor? – me preguntó, sonriéndome.

– Em, sí, ¿por qué la pregunta? – pronuncié, confundido.

– Porque ayer te veías un poco mal así que me preocupe, pero puedo ver ahora que estás mucho mejor – dijo en tono feliz, aún con su sonrisa.

– Si.... – dije incómodo.

No estoy acostumbrado hablar sobre mí con los profesores, así que esto me es muy extraño.

– Y bien, ¿leíste el libro que lanzó sensei?

– Lo estoy leyendo.

– Oh, ¿y te parece interesante?

– ¡Por supuesto! Es una obra de sensei después de todo – sonreí, hablando con más normalidad.

– Tienes razón – sonrió.

– Em, yo yaaa – le dije, apuntando hacia la puerta.

– Ah sí, tienes que ir a tu siguiente clase, ve – me sonrió.

– Gracias – sonreí levemente.

Me di la media vuelta e iba a salir del salón, pero él nuevamente me detiene, yo giré mi cabeza y lo miré.

– Si necesitas desahogarte con alguien o solo necesitas algo, puedes recurrir a mí – me sonrió.

– ¡Ah! G-Gracias – le respondí y salí del salón.

Realmente agradezco que me diga eso pero aún no olvido que habló mal de Yuta, además es mi profesor, es extraño hablar con algún profesor sobre tu vida personal y fuera del instituto.

De repente, siento que alguien me pega, con la mano, fuertemente en la cabeza.

Me llevé mi mano rápidamente en dónde me habían pegado y me comencé a sobar, girando mi cabeza y viendo quien me había pegado.

– ¡Eso duele! –me quejé.

– ¡Eso te pasa por decirle a Yuta! – me dijo molesta.

– ¡Pero no había necesidad de pegarme! – protesté.

– ¡No debiste haberle dicho! Casi me mata – aún estaba enojada.

Comenzamos a caminar juntos, ya que los dos teníamos que ir a la misma dirección.

– No pude evitarlo, él se dio cuenta que estaba algo mal por lo que me dijiste y no puedo mentirle, así que terminé diciéndoselo – pronuncie, aún sobándome el lugar en dónde me había pegado.

– ¡Argh! Ya no importa – suspiró – pero, ¿no me harás caso verdad?

– No.

– Como lo esperaba – suspiró – Minoru mira–

– No, Ayaka, Yuta ya me explicó que él nunca me dejará y por mí está bien – dije serio.

– Osea, ¿qué los dos planean ser solteros y vivir juntos hasta morir? – me miró, levantando una ceja.

– No, quiero decir, quizás tarde o temprano él tenga una novia o algo así y quizás yo también, pero nos seguiremos viendo y no nos separaremos.

– Si, pero su relación tiene que cambiar.

– ¿Eh? ¿Por qué? – le pregunté confundido.

– ¿Qué no es obvio? Ustedes parecen novios y si cada uno tiene novia, entonces ellas pensarán que son gays y los dejarán–

– No lo creo – la interrumpí – no parecemos novios y no somos "gays" como dices tú, así que no hay necesidad de cambiar nuestra relación – la miré, serio.

– Como digas, solo es un consejo, tú ves si lo tomas o no pero – paramos de caminar, ya que ella tiene que doblar y yo seguir derecho – te lo digo por tu bien, no para joderte pero tú.....¿realmente crees que es normal la relación que tienes con Yuta?

Abrí los ojos más de lo normal, sorprendido.

De repente tocó timbre.

– ¡Ah! Ya me tengo que ir, hablamos al rato – dijo apresurada, haciendo un gesto con su mano en forma de despedida y comenzando a correr hacia su salón.

Me quedé varios segundos mirando hacia la nada, sorprendido aún.

Es lo mismo que me dijo Akihito....¿por qué creen que no tenemos una relación normal? Yo lo trato como a mi hermano y él a mi igual....creo, pero no hay nada anormal.

De repente siento un pequeño golpe en mi cabeza, sacándome del pequeño trance que había entrado, miré a quien me había pegado.

– Ya sonó el timbre hace bastante tiempo – sonrió.

– Yuta....

Me tomó de la muñeca y me jaló hacia el salón. Tenemos la misma clase así que nos podemos ir juntos todo el camino.

– ¿En qué pensabas? Parecías como si estuvieras en otro mundo.

– Hablé con Ayaka....

– Ah, entonces te dijo que la reté como nunca antes – pronunció irritado.

– Si me lo dijo.....también...me dijo que nuestra relación era anormal....

– ¡Tsk! ¡Esa nunca cierra su bocota! – dijo molesto – además, te dije que no la escucharas.

– Si lo sé pero.....Akihito igual me lo dijo....

Se quedó callado por unos segundos, sin despegar su mirada del frente.

– No les hagas caso, nuestra relación no es anormal, quizás nos tratemos como algo más que amigos pero.....tú eres muy importante para mí, es por eso que te trato como te trato así que ignora los comentarios de terceros, ¿está bien? – giró su cabeza y me miró, sonriéndome cálidamente.

– ¡Sí! – asentí, devolviéndole la sonrisa.

HORAS DESPUÉS.

Me encontraba comiendo mi almuerzo en el gran y tupido árbol que acostumbraba, el suelo estaba húmedo ya que había llovido toda la noche, lo bueno es que ayer colocaron un asiento bajo el árbol y como es tan tupido, no se mojó para nada.

Por suerte tenía dos bentos guardados en el refrigerador, justo para Yuta y para mí.

Me encontraba solo, ya que Yuta fue al baño a satisfacer su necesidad y no, no es la necesidad que piensas, es su necesidad sexual.

Aún no puedo creer porqué Yuta ya no quiere tener sexo con las mujeres, o mejor dicho, con las putas que tenía.

De repente, escucho los pasos de alguien acercándose a mí por mi izquierda, así que levanté mi cabeza y me encontré con Naomi.

– Hola – le sonreí.

– ¡Hola Minoru-kun! – me devolvió la sonrisa y se sentó al lado mío – Woo, sí que tienes hambre –rió levemente.

– ¿Hablas de esto? – le pregunté, apuntando hacia el bento de Yuta – no es mío, es de Yuta – sonreí.

– Oh, entiendo.....entonces iré al grano – sonrió–. ¿Mañana.....mañana quieres ir algún lugar después de clases? – me preguntó, sonrojándose.

– ¿Mañana? Lo siento, pero estoy ocupado – dije, apenado.

– Entiendo....entonces, ¿el sábado? – insistió.

– Esta bien, ¿a qué hora? – le pregunté, para después comer un bocado de mi bento.

– ¡Ah! – se levantó rápidamente – emm, no lo pensé, ehh ¡yo te llamo! – dijo alterada, comenzando a correr rápidamente por el mismo camino por el que había llegado.

¿Me llamará? Pero si no le he dado mi número, además, ¿por qué salió corriendo?

– ¿Por qué estaba ella aquí? – escuché la voz de Yuta al lado mío; lo miré y se encontraba de pie, mirando enojado y con el ceño fruncido hacia dónde Naomi acababa de irse.

Ahora ya entiendo por qué se fue tan apresurada.

– Estábamos hablando.

Yuta se sentó a mi lado y le pasé su bento. Él mientras comenzaba a comer me preguntó:

– ¿Y se puede saber de qué tanto hablaban? – me miró de reojo.

– Estábamos hablando del libro que se lanzó ayer – le mentí.

No le puedo decir aún que ella me invitó a salir, conociéndolo no le agradará para nada y se enojará así que le diré después.

– Mmm..

– Yuta, ¿por qué decidiste no tener sexo con ninguna mujer tan drásticamente? – le pregunté curioso, además cambiando el tema.

– Solo me aburrí de ellas, las utilizaba y todo eso pero solo se volvió una aburrida rutina.

– Ohh, pero aún me es difícil creerte, ¿crees que podrás dejar de tener sexo así como así? – le pregunté en tono burlón.

– Jajaja – rió – claro que puedo, sí puedo contenerme después de todo, pero si llego al punto que no podré más, violaré lo que tenga más cerca – me sonrió, maliciosamente.

– ¿Y a quién tienes más cerca? – le pregunté, confundido.

– ¿A quién.... – se acercó a mi oído y me susurró sexymente – crees tú?

Abrí los ojos más de lo normal, sorprendido por lo que acababa de hacer, lo cual me tomó por sorpresa, una muy grande la verdad.

Aún no entiendo a quien se refiere, ¿a quién tiene más cerca....?

.......¡Oh!

– ¡E-Espera! – lo alejé rápidamente, empujándolo de los hombros con mis dos manos, sonrojado a full, podía sentir que lo estaba hasta la orejas – ¡¿Me vas a violar?! – le pregunté alterado y muy sorprendido.

– Quien sabe.... – me sonrió, pero no era su típica sonrisa, sino, era una sonrisa pervertida.

– ¡No lo hagas! – dije rápidamente.

– No prometo nada – ensanchó su sonrisa.

Los dos nos miramos directamente a los ojos y nos mantuvimos en esta postura por bastante tiempo.

Quería creer que estaba bromeando pero sus ojos decían otra cosa muy diferente; podía ver en su rostro que estaba de lo más tranquilo, mientras yo sentía como mi cabeza estaba a punto de explotar de tan caliente que la sentía y de tantas dudas y temores que se acumulaban.

Luego de un rato más comenzó a reír como loco, haciéndome entender de que si era una broma; suspiré aliviado.

– ¡No me hagas este tipo de bromas! – lo reté, enojado, aún un poco sonrojado y alterado.

– E-Es que.....es muy divertido ver tu reacción – dijo a duras penas, para después seguir riéndose.

– ¡No lo hagas nunca más!

– No prometo nada realmente – pronunció, secándose las pequeñas lágrimas que le habían comenzado a salir por reír mucho.

Después de unos segundos, pude sentir que ya no estaba tan rojo y estaba más tranquilo así que observé atentamente a Yuta, dándome cuenta de algo, haciendo que me enojara nuevamente.

– Yuta – llamé su atención, enojado.

– Dime – dijo, aún riéndose.

– ¿Qué fue lo que te dije en la mañana?

– Em....me dijiste muchas cosas – terminó de reírse al fin y siguió comiendo su bento.

– Antes de salir.

– ¡Ah! Que me arropara – dijo mientras comía.

– ¿Y qué hiciste?

– Jejejeje y no me arropé – rió nerviosamente.

Pude notar que solo traía una polera y arriba solo una chaqueta que ni siquiera servía para la lluvia.

Suspiré profundamente y luego lo iba a comenzar a retar, pero él rápidamente me interrumpió.

– Tranquilo, es muy poco probable que me resfríe así que no importa que no me arrope bien un día – me sonrió, intentando tranquilizarme.

– ¡Tsk! Como tú digas – pronuncié, para después seguir comiendo yo igual.

Si se resfría entonces después no venga llorando a que lo cuide, porque no lo haré o lo más probable es que si lo haga....pero le restregaré en la cara que yo tenía razón.

Después de unos cuantos minutos más, sonó el timbre, así que los dos nos dirigimos al salón, ya que teníamos las mismas clases.

HORAS DESPUÉS.

Me pasé el resto del día con Yuta, ya que nuestras clases coincidían y nos sentábamos juntos. También coincidían con Naomi pero ella se mantuvo alejada en todo ese tiempo, sí que comenzó a tenerle miedo a Yuta.

Mientras estábamos en la última clase, comenzó a llover como si no hubiera un mañana así que cuando salimos del instituto, corrimos rápidamente hasta acá para no mojarnos mucho, yo no me mojé casi nada, pero como Yuta andaba con esa chaqueta en la cual se pasa toda el agua, se mojó completamente, hasta los calzoncillos.

– ¡Achú! – estornudó Yuta.

– Te lo dije – pronuncié, comenzado a pasarle una pequeña toallita por todo su torso.

– Sí lo sé – apenas pronunció.

Cuando llegamos, le dije inmediatamente que se quedara en ropa interior para yo poder secarlo, como siempre, yo soy su mamá y él es un niño pequeño que no me hizo caso y ahora está pagando las consecuencias.

Ya se podía ver que ya comenzaba a surtir efecto las consecuencias de la lluvia en Yuta.

Terminé de secarle su torso y le sequé un poco su cabello, el cual estaba completamente mojado, hasta le caían gordas gotas de agua, mojando un poco el piso. Cuando terminé, comencé a secarle sus piernas.

– ¿También tienes mojado "ahí"? – le pregunté, apuntando hacia su miembro, ya cuando había terminado de secarle lo demás.

– Sí, sécamelo – sonrió.

– ¡Claro que no! Hazlo tú – le dije, sonrojándome.

Me dirigí hacia un pequeño mueble y saqué unos calzoncillos, también del mismo mueble pero de otro cajón, saqué su piyama y se los deje al lado de él.

– Sécate y luego acuéstate, mientras yo busco unas pastillas que tengo en la cocina.

Apenas asintió con la cabeza y me dirigí hacia la cocina. No pasaron muchos minutos ya que encontré rápidamente las pastillas y echándole agua a un vaso, nuevamente fui donde Yuta. Al verlo me di cuenta que se había puesto la parte baja de su piyama pero la parte de arriba aún no, así que se la coloqué yo y antes de acostarlo, hice que tomara la pastilla. Ya hecho eso último, lo acosté y lo tapé con las sábanas.

– Ya deberías dormir.

– Pero....¿en dónde dormirás tú? – pronuncié, bastante bajo.

– Dormiré en el suelo, tengo unas cuantas sábanas guardadas así que no hay problema.

– Pero..

– Nada de peros, estoy bien, así que duerme.

Asintió levemente la cabeza, para después cerrar sus ojos lentamente y quedarse rápida y completamente dormido.

– Estabas luchando para no quedarte dormido, ¿eh? – reí por lo bajo, para no molestarlo.

Me acerqué más a él y comencé a acariciarle la cabeza. Levanté su cabello y vi su cara completamente despejada y serena.

Cuando está enfermo parece realmente indefenso...

De repente mi mano rozó con su frente, sintiendo un gran calor. La toqué bien y estaba ardiendo así que fui a buscar un paño húmedo y se lo coloqué en la cabeza.

Miré hacia fuera y escuché por unos segundos la lluvia que caía fuertemente.

Me gustaría ir a una farmacia para comprar unos mejores calmantes pero está lloviendo a mares, será mejor que vaya mañana.

Me dirigí hacia la cocina y calenté un poco de agua, para poder prepararme un ramen instantáneo.

Ya con mi ramen listo para comerlo, lo dejé en una pequeña mesita y coloqué unas cuantas sabanas en el piso, apegadas a la cama y las suficientes para no pasar frío en la noche, para después sentarme en ellas, afirmando mi espalda en la cama. Saqué el libro de mi bolso, que estaba un poco mojado, así que lo dejé cerca de una estufa pequeña que tenía para que se secara. Comencé a leer el libro mientras comía el ramen.

Nuevamente trasnocharé para cuidar a Yuta ya que en la noche.....se viene la peor parte.

**************************************************************

Wooola! :D me extrañaban? Yo sé que sí! :3

Bueno, no tengo mucho que decir la verdad Dx solo que ojala el capítulo sea de su agrado y que el próximo estará en 3 semanas más. Sé que es mucho pero estoy actualizando un capitulo cada semana de mis tres historias ^-^ ojala puedan entenderme.

Bueno, era eso xD (siempre termino diciendo lo mismo xd)

Adiós, cuídense y saludos.

¡Gracias por leer, votar y comentar!

Imagen de Yuta.

¡Hasta la próxima!

Continue Reading

You'll Also Like

26.4K 1.4K 40
Eva, una talentosa fotógrafa en ascenso, y Jase, un apuesto modelo, se cruzan en una fiesta caótica donde Jase, tras beber en exceso, cuenta con la i...
292K 11.4K 41
Se llama Marcos. Se apellida Cooper. Y toca la guitarra. Jude Brown es una estudiante de periodismo, tras un largo camino en su vida, tiene que busc...
261K 14.3K 40
Ayla Walker pasó de ser una simple fan de la formula 1, que sólo fue a una carrera gracias a un concurso, a ser la nueva novia de Charles Leclerc, pi...
97.8K 16.6K 43
¿Y si es muy tarde para empezar de cero? Cuando Gia Davies se muda a Nueva York, está huyendo. Se ha dado cuenta de que su carrera no le gusta, su re...