Ahora sí, subo el capitulo en la historia correcta. Disculparme. Como os decía, este es el penultimo capitulo. Tan solo queda uno más y el epilogo.
Comentaba, que de momento no tengo pensado seguir escribiendo sobre esta historia. Quiero hacer algo nuevo. Aún que no descarto hacer algo en el futuro. Quien sabe... de momento quiero coger distancia..
Espero que os guste. En ambas historias tenéis un capi nuevo
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P.O.V Marta
Camino del ginecólogo, recuerdo cuanto me costó conseguir lo que ahora llevo en mi vientre; Llevaba cerca de tres años intentando quedarme embazada, cuando lo conseguí. Me sentía mala mujer a pesar de haberle dado a Sergio a nuestro peque. ¿Por qué no podía quedarme embarazada de nuevo?
FLASHBACK
Salgo de la cocina y me voy a salón, donde mí ya adolescente hijo está jugando con la consola, es un friki, total.
-¿No te cansas de jugar a ese mata zombis?.- Le pregunto sentándome a su lado.
-No.- Contesta escuetamente.
-Ya veo.- Digo riéndome.- Friki.
-Lo sé, mami.- Me dice y sonríe.- ¿Ha habido suerte este mes? ¿Me vas a dar un hermanito?.
-No lo sé, aún no me he hecho la prueba. Temo encontrar de nuevo un negativo...- Susurro abatida.
-Tranquila, llegará mama, estoy seguro.- Me contesta.
Asiento agradeciendo los ánimos que me da mi hijo mientras espero a que mi marido y padre del adolescente que tengo al lado, para hacerme la enésima prueba de embarazo. Pierdo mi vista en la pared de enfrente y recuerdo aquella conversación que tuvimos, cuando mi hijo apenas tenía año y medio.
Me quede mirando a Sergio, que muy concentrado daba besitos por mi tripa.
-Estaba hablando por teléfono, casi le suelto un gemido a mi hermano.- Dije avergonzada.
-Perdón.- Dijo con ternura.- Es que sabes... ayer soñé que te quedabas embarazada.- Dijo acariciando mi tripita.
-¿Te gustaría?.- Dije ilusionada.
-Mucho...- Dijo mirándome.- Solo si tú quieres claro...- Dijo levantándose y dándome un beso.
-Claro que quiero bobo.- Dije con ternura.- ¿Se lo tomará bien el pequeño pasitos?.- Dije divertida.
-¿El pequeño pasitos?.- Rio divertido.- No lo sé, habrá que preguntarle.- Dijo y me beso.
Despierto de mi mundo cuando oigo la puerta de entrada. Ahí está, el hombre del que me enamoré, con el que perdí la virginidad y quien me ha hecho la persona más feliz durante el tiempo que llevamos juntos.
Me sonríe dándose cuenta de que me he quedado embobada mirándole y me guiña el ojo muy chulo él.
-¿Qué tal mi niña? ¿Sabemos algo de....?- Antes de que termine, niego con la cabeza.- No importa nena, seguiremos intentándolo, sabes que se me da muy bien....
-¡Papa..!.- Se queja mi hijo divertido.
-Aún no me he hecho la prueba...- Susurro.
-¿Y a qué esperas?- Dice tendiéndome su mano.- Tengo el presentimiento de que esta vez va a salir que sí, de algo, tiene que servir que me haya estado tomando zumos de naranja todas las mañanas para estar a tope....
Suelto una risita y me levanto para ir al baño, el me sigue. Nerviosa, abro la caja del test y suspiro.
-Vamos nena...- Susurra en mi oído.
Asiento y cierro la puerta del baño, dejándole fuera. Me concentro en hacer pis, aunque con los nervios, no lo consigo. Suspiro y consigo hacer pis y meter la prueba en el recipiente para que el predictor coja la muestra.
Ya está hecho. Para bien o para mal.
Salgo del baño y me encuentro a mi marido pegado a la pared esperando a que salga; Sonríe de lado y me pega a su cuerpo. Me mira mientras acaricia mi pelo y mi cintura. Suspiro, sigo enamorada hasta las trancas de este hombre y es que... nunca se cansa de sorprenderme, cuidarme... Por eso es tan importante para mí conseguir quedarme embarazada, porque aunque yo también cuido de él, le sorprendo y mantengo vivo nuestro amor, siento que dándole un bebe, le estoy regalando algo precioso.
Me coge de la mano y me lleva a nuestra habitación. Deja el predictor sobre el tocador y me lleva hacía la cama. Besándome, se va deshaciendo de mi ropa.
Deja de besarme, para cerrar la puerta con pestillo y evitar así que nuestro hijo entre.
Se tumba sobre mí y me acaricia, me mima, me excita. Sin dejar de besarme, se va deshaciendo de su ropa lentamente, hasta que ya no le queda nada.
Se hunde en mí, y me hace suya lentamente, sin barreras, piel con piel, demostrándome, una vez más, que le importa una mierda el resultado que hay sobre el tocador, el siempre estará ahí y me querrá, pase lo que pase, ocurra lo que ocurra y salga el resultado que salga.
Cuando terminamos, me viste de nuevo dejándome con el pijama mientras acaricia mi vientre y me besa.
-Ya han pasado más de cinco minutos...- Susurro divertida.
-Lo sé. ¿A qué se te han hecho cortos?.- Me pregunta divertido.
-Han pasado volando...- digo quedando boca abajo.
-Deja de preocuparte...- Me riñe.
-Es que... tengo tantas ganas de conseguirlo....- Susurro con tristeza.
Se levanta y coge el test, sin mirarlo.
-Mira, salga lo que salga aquí, a mí lo único que me importa es que seas feliz. Me da igual cuanto tardemos en conseguirlo, cuando tardemos en lograrlo... para mí lo importante eres tú.
Asiento y le beso nuevamente, disfrutando de sus labios y olvidándome, por un momento, que estamos a segundos de descubrir si nuevamente vamos a ser papas o no.
Le miro y con la mirada me pregunta si estoy preparada, asiento y muerdo mi labio. Sergio destapa el test y se queda serio, sin moverse, sin pestañear. Suspiro y bajo la mirada, otro negativo, otro no. Mis ojos se empiezan a llenar de lágrimas cuando Sergio habla.
-¿Qué nombre vas a ponerle si es niña?.- Me pregunta
Levanto la cabeza y le miro, está sonriendo, con los ojos supe brillantes y con una mirada llena de ilusión; No puede estar bromeando con esto.
-¿Qué quieres decir...?.- Susurro.
-Te estoy preguntando.- Dice girando mi cuerpo para quedar nuevamente sobre la cama.- Que nombre le vas a poner a nuestro bebe, si resulta ser una niña.
-¿Estoy... estamos embarazados?.- Susurro con la voz rota.
-Lo estamos.- Afirma enseñándome el resultado.
Grito eufórica al verlo y pataleo al aire en la cama. Sergio se ríe a carcajadas al verme. Corro hacía la puerta y la abro, me giro y beso a mi marido que ya venía detrás de mí. Le lleno la cara de besos y lo abrazo todo lo fuerte que puedo mientras me pongo a llorar
Lo hemos conseguido, hemos conseguido que me quede embarazada.
-¡Hijo!.- Le grito me contesta que viene.
-¿Qué pasa?.- Murmura quejicoso, ha tenido que parar la partida. - ¿Por qué lloras?
-Vas a tener un hermanito o hermanita...- Susurro abrazando el test y pegando mi espalda a la de mi marido.
-¡Estas embarazada por fin!.- Grita mi hijo.- ¡Enhorabuena mama, no sabes lo que me alegra!
Suspiro feliz mientras mi hijo me abraza.
FIN FLASHBACK
-Bueno, veamos si esta vez se deja ver este bebe...- Murmura la ginecóloga mientras me pasa el aparatito por la tripa.- Se nos está resistiendo y ya tiene 8 meses.
-Sí.- Murmura su padre divertido.- Quiere que su madre me mande a última hora a comprar la mitad de la ropa que le falta.
-Aquí esta...- Murmura la ginecóloga.- Bien, ya se lo que es. ¿Preparados para saberlo?.
-Preparados.-Contestamos a la vez, mientras aprieto la mano de mi marido.
-Es una niña.- Confiesa la ginecóloga.
Miro a mi marido mientras se me llenan los ojos de lágrimas al verle emocionado. Me ayuda a limpiarme y a vestirme. Es lo que quería, una niña a la que mimar, sobreproteger y cuidar como si fuera oro.
Terminamos la consulta y salimos a la calle.
-Gracias...- Susurra de repente cogiendo mi cara.- Gracias por darme una niña, nena... lo deseaba con toda mi alma.
-Lo sé.- Susurro emocionada.- ¿Qué nombre le vamos a poner?.
-No lo sé...- Dice tocando mi barriga.- Me gusta tu nombre... también me gusta en del Lara... No lo sé.
-Lara...- Susurro acordándome de mi madre.- Si le ponemos ese nombre, le da un sincope. Nadie le ha puesto su nombre a ninguno de sus mil nietos.-Me río.
-Pues creo que entonces ya está decidido.- Contesta Sergio.- ¿Verdad que sí pequeña Lara?
Asiento dejándole tranquilo mientras piensa un nombre, quiero que lo elija él.
Vamos directos a casa de mis padres, donde mi hermano y su prole de cinco hijos, nos esperan, junto a mi hermana Ainhoa, su familia y mi hijo. Al llegar todos sonríen y esperan a que digamos algo. Nos hacemos de rogar, mientras saludamos a todo el mundo y esperamos a que venga el resto, Jaime, Estefanía, Mario, Elena, Gabriel, Alba y su pequeña Elsa.
Cuando ya están todos, me levanto tocando mi barriguita y miro a mi chico.
-Vamos, cuéntaselo.- Le ánimo.
-Va a ser una niña.- Murmura tímidamente.
-¡ENHORABUENA!.- Grita Estefanía.
-¡Otra nieta!.- Grita mi madre.- Vamos, si el cáncer no ha podido conmigo, ahora que viene otra nieta en camino nada lo hará.- Grita contenta.
-Otra princesita llega a la familia, enhorabuena hija.- Dice mi padre, que aún está levantando cabeza.- Esto es un estímulo muy grande para que se me pase toda la tontería.- Dice y me emociono.
-Oh papa... pues claro. Os la tendré que dejar de vez en cuanto.- Digo abrazándole.- Tienes una mujercita más a la que sobreproteger y a la que enseñar.
-Gracias hija.- Me susurra.
-Y no sabemos lo mejor de todo, suegra.- Dice mi Sergio contento.- Ya hemos decidido el nombre.
-¿Cuál?.- Pregunta mi madre.
-Se va a llamar, Lara. Mami.- Digo emocionada.- Para que cuando sea mayor sea tan fuerte y tan buena como lo has sido tú.- Digo dejando caer algunas lágrimas.
Mi madre solloza y viene hacía mí, para abrazarme y de paso, recibir las caricias de su marido que está junto a mí.
-Muchas gracias hija.- Dice emocionada.-
-La idea a sido de Sergio...- Confieso.
-¡Ven aquí Sergio!.- Le grita mi madre y lo abraza fuerte cuando lo tiene a su lado.- Muchas gracias...- Le susurra emocionada.
Tras recibir la enhorabuena de todo el mundo y escuchar a mi hijo gruñir junto con su padre porque dicen, que mi niña no tendrá novio hasta los treinta, disfruto de una tarde rodeada de la gente que me quiere, que siempre estuvo ahí y que siempre lo estará.
Miro a mi marido y suspiro; Después de elegir mal a mi primer novio y de pasar por una de las épocas más difíciles de mí vida y luchar junto a mi madre contra su cáncer, por fin todo vuelve a su sitio y tengo lo que quiero.
-Te quiero....- Susurro en el oído de mi marido provocando que gire para mirarme.
-Te quiero...- Susurra contestándome.- Mucho, mucho, mucho...- Me dice y me besa.- Eres... lo mejor de mi vida.
-Y tú... lo mejor de la mía.- Susurro
-Venga, mi hermanita viene en camino, no hace falta que sigáis practicando ni que seáis tan empalagosos.- Dice mi hijo.
Mi marido sin dejar de mirarme, le pega una colleja a mi hijo que provoca que todos nos riamos a carcajadas. Le vuelvo a mirar y le sonrío, agradeciéndole sin palabras, que apareciera aquel día en la calle, para salvarme y abrirme los ojos. Mi amigo, mi amante, mi marido, mi príncipe y mi héroe.
Mi todo.
Dicen, que todos estamos predestinados; Se dice, que todos tenemos una media naranja que nos espera ahí fuera. Que siempre hay un roto, para un descosido. Yo no sé si será así. Solo se, que debo dar gracias a la vida por abrirme los ojos a tiempo y darme una segunda oportunidad para conocer a Sergio. Un hombre, que se ha hecho a sí mismo. Que perdió a su hermano siendo muy joven, lo que dificultó su adolescencia. Drogas, alcohol y poca relación con su padre.
Pero cambió, convirtiéndose en todo un hombre. En un padre de familia que ha hecho que mi vida sea perfecta y feliz. La pequeña Lara viene en camino y ya estoy deseando verle con su hija. A la que cuidará, educará y querrá más que a nada en este mundo. Y a su hermano, que ya frunce el ceño cuando su padre habla de novio.
-Ni hablar. Mi hermanita no tendrá novios.- Gruñe.
Yo me río y lo beso. Es la copia exacta de su padre.
Gracias, a la vida, que me ha dado.... Tanto.
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