Brían**
Ha sido el verano más largo de mi vida, tanto para mí como para Alberto el cual también lo ha pasado fatal sin Dennis.
No puedo dejar de pensar en Paul y en Eliot, también extraño a los demás claro está pero ellos dos son mi vida, y no me acostumbro.
Estoy deseando que sea mañana para montarme en el autobús y volver a pisar el internado.
Termino de ducharme y me tiro en la cama, la verdad es que me siento tan extraño aquí.
Mi habitación pertenece a un antiguo Brían que ya no existe, ni siquiera he tenido contacto con mis amigos de siempre.
Ya no es lo mismo, quedamos una noche para salir a cenar y no me molesté en volver a verles. Todo me recordaba a un pasado demasiado doloroso, a una etapa de mi vida que no quisiera que volviera a repetirse jamás.
Con el que si suelo quedar todos los días es con Alberto, intentamos jugar a vídeo juegos, ver películas, salir a hacer algo de deporte...En definitiva, distraernos.
Mi madre no deja de presionarme, se empeña en que le oculto algo y en cierto modo tiene razón, no sabe que soy vampiro y tampoco que ahora tengo un hijo adoptivo. No puedo contarle nada sobre Eliot porque ¿cómo se lo explicaría?
Paul y yo coincidimos en esperar a que ambos fuéramos mayores de edad e irnos a vivir juntos para darle la noticia.
Paul...
Nos hemos visto alguna que otra noche, ha venido a verme pero tan solo unas horas ya que no quiere dejar solo a Eliot por la amenaza que recibió en aquella nota.
Cuando volvimos de clase nos la encontramos sobre nuestra cama, tenía una caligrafía muy distinguida, parecía ser de una persona adulta.
'' El niño morirá''
Tan solo de recordarlo el pelo se me encrespaba, malditos vampiros.
Nunca nos dejarían en paz.
Obvio Paul se volvió loco y movió cielo y tierra pero no consiguió averiguar nada, hasta hoy seguimos con la incógnita.
Ese es el motivo por el cual no se queda conmigo aquí, tiene que proteger a Eliot.
Solemos hablar de dos a tres veces al día y siempre me llama para darme las buenas noches pero hoy está tardando demasiado.
No soy celoso, ni controlador solo que sabiendo quien es y conociendo los líos en los que se mete...no puedo evitar preocuparme.
Así que decido llamarle yo.
—¿Diga?
La voz que me responde no es la de Paul, ni tampoco la de sus hermanos, es un chico al cual no conozco.
—Em...¿está Paul?
—Se está dando una ducha, si quieres voy y le llevo el móvil o...¿Puedes esperar?
Mi cara se empalidece y el móvil se me cae al suelo.
No me llama, me contesta un chico y me dice que si quiero le puede llevar el móvil a la ducha.
¿Qué está pasando?
—¿Oye? ¿Estás ahí?
Cuelgo el teléfono y lo tiro al suelo mientras me revuelvo el pelo intentando controlar mis pensamientos y la ansiedad que recorre mi cuerpo en estos instantes..
No, Paul no era así, él no es de esos, jamás me sería infiel.
Pero las evidencias me hacían dudar, debía reconocer que era un chico muy pasional y ferviente que quizás se hubiese buscado a otro para divertirse en mi ausencia.
No, no, no...
Le di un puñetazo a la pared y comencé a llorar, entonces en ese mismo momento el móvil sonó y vi que Paul me estaba llamando.
—¡Vete a la mierda!— Grité volviendo a tirar el maldito aparato por cualquier parte de mi habitación.
Escondí la cabeza debajo de la almohada para desahogarme mientras me aferraba a mi alianza de plata.
Paul me quería, muchísimo... pero este no era un buen momento para hablar con él, esperaría a calmarme y mañana en persona aclararíamos lo sucedido.
Cerré los ojos y con una última lágrima intenté quedar dormido.
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Se os quiere*!