La Sombra Del Holocausto.

By LiliannaVillanueva

1.4M 53.2K 7K

Son bastantes las historias narradas dentro de un escenario catastrófico como fue la guerra liderada por el i... More

Prólogo.
Parte 1: El Gueto de Varsovia.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 1O.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Parte 2: Tessia Poniatowski.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capitulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19
Capítulo 20.
Capítulo 21
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Parte 3: Un tren para los condenados.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 31.
Capítulo 32.
#LaSombraDelHolocausto
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 37.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 4O.
Parte 5: Sobibor
Capítulo 42.
Capítulo 43.
Capítulo 44.
Capítulo 45.
Capítulo 46.
Capítulo 47.
Capítulo 48.
Parte 6: Resistencia.
Capítulo 50.
Capítulo 51.
Capítulo 52.
Capítulo 53.
Capítulo 54.
Capítulo 55.
Capítulo 56.
Parte 7: Después de todo.
Capítulo 58.
Capítulo 59.
Capítulo 60.
Capítulo 61.
Epílogo. Parte 1
Epilogo Parte 2.
AVISO.
BOOKTRAILER.
IMPORTANTE.

Parte 4: Treblinka.

18.3K 683 109
By LiliannaVillanueva

Capítulo 30.

Me tumbe de nuevo en el suelo, el olor a sudor y humedad era bastante incomodo, tanto que picaba la garganta, Fela se sentó de lado mío, y recargo su cabeza en mi hombro, pronto estaría dormida de nuevo.

Seguía dormida y la cabeza de Fela comenzaba a molestarme, desperté y talle mis ojos con la mano llena de sangre seca, la mire y gire a ver al cadáver de la chica, vi que había cambiado su color de piel, y que la sangre de su estómago empezaba a oler mal, al igual que los otros dos cuerpos, Ruth, la pequeña de cinco años se levantó del suelo y se acercó a mi quedando frente a frente, con su rostro inocente, percaté que triste también, levanto su brazo a señalar los cadáveres apilados en la esquina del vagón, yo gire a mirarlos y ella con su voz chillona e infantil me dijo — Ese de allá es mi padre y aún no despierta — Yo con la expresión neutra subí las cejas leves y asentí con la cabeza — ¿Por qué? —pregunto.

Titubee por lo bajo pensando mi respuesta — Bueno, no lo sé, quizás está cansado — mentí.

Ella sonrió — ¿Tu Sabes hacia a dónde vamos?
— No, niña no lo sé, ahora déjame dormir— conteste arisca, ahora yo era la que recargaba la cabeza en el hombro de Fela, trate de cerrar los ojos y dormir de nuevo pero no puede.

El tren se detuvo. Me di cuenta de esto me levante y asome mi cabeza por el hueco, estábamos frente a un capo con casas de madera, con vallas de picos que rodeaban todo su perímetro. Mi cabeza comenzó a pulsar y a pasar un millón de escenarios e imágenes en ella, gire a la derecha y estaban abriendo otros vagones sacando a las personas, yo metí mi cabeza de nuevo al vagón.

— ¿Qué está sucediendo? ¿Porque nos detuvimos? — me pregunta una mujer.
— Creo que llegamos — contesto otra mujer

Me incline y zarandee a Fela para que esta despertara, lo hizo de un salto — Llegamos — sentencie con temor en mi voz. Ella se levantó y el vagón de un salto y por fin abrió por completo los ojos.

— ¡Muy bien judíos, bajen, bajen, ya! — Dijo un chico el cual reconocí al instante, lo mire mientras todos comenzaban a bajar y creí que su nombre era Alaric, era imposible olvidarlo, por su culpa había caído ahí. Este ayudaba a las mujeres a bajar, tomo a Ruth y la bajo del vagón con delicadeza, fruncí el entrecejo.

— Hola pequeña, ¿Cómo te llamas? — pregunto con amabilidad mientras se ponía de cuclillas frente a ella.

— Ruth — contesto con inocencia. — Y tengo cinco — dijo levantado su pequeña mano, mostrando sus cinco dedos.

— ¡Cielos! ¿En serio? — dijo sonriente él. — Ya eres toda una señorita...

Ruth dio una sonrisa divertida, Alaric llevo su mano hasta dentro de su sacó, mi corazón se aceleró, abrí los ojos de par en par, de pronto saco un caramelo y una flor, se las entrego, la pequeña las recibió con alegría y yo suspire de alivio. Se levantó, él se acercó a mí que todavía estaba arriba del vagón y me ofreció su mano, lo miro de arriba a hacia abajo, dudo en hacerlo pero al final lo hago, doy un salto y caí al suelo de pie, hizo lo mismo con Fela y ella con su valija, de lado mío, me tomo de la mano y caminamos hasta donde nos ordenaron. Aun ignoraba donde estaba, seguí mirando mientras camine y vi una gran pila de ropa, la imagen perturbaba mis pensamientos — ¿Dónde estamos? — me susurro Fela al oído.

Yo me encogí de hombros en respuesta a su pregunta.

Gritos endemoniados se hicieron presentes.
— ¡Rápido, rápido, mujeres a la izquierda, hombres a la derecha! ¿Qué esperan? ¡Muévanse!

De pronto la madre jaló a Ruth, Fela seguía de la mano conmigo y unos hombres se aproximaba a nosotros, me quede helada y sin poder moverme, con cachazos, patadas y bofetadas, me abofetearon dos veces y caí al suelo, rápido me levante y mire a Fela forcejeando con un asesino por la valija. — ¡Dámela! — gritaba ese asesino.

Fela soltaba gemidos por la fuerza que ejercía, cuando la tome del brazo.

— Dale la valija, Fela! – Grite advirtiendo. En ese momento el asesino saco la revolver y le propino un cachazo en la boca, Fela se estremeció del dolor y suelto la valija, Fela se tocó la boca con las manos temblorosas y nos hicieron caminar en fila hasta arriba de un barranco.

Vi a Kurt Kretschmann caminar frente a nosotras con un látigo de metal en la mano. Podía ver a los hombres desvestirse desde abajo.

— ¿Que están esperando? — Grito — ¡Desvístanse! — Dijo con las esa voz grave gruesa que asustaba tanto. Yo me quede boquiabierta.

» ¿En serio, completamente? ¿Frente de todos ellos? ¿Frente de él? «

Y todas comenzaron a desvestirse lo más rápido posible. Yo me quede quieta unos segundos. Kretschmann le susurro algo al oído a Wilm y él se alejó, Camino hasta nosotras, podía sentir en ese momento él iba a golpearse, me tomo fuerte de la muñeca y caminamos hasta abajo con dificultad porque me estaba resistiendo demasiado. — ¿A dónde vamos?

— No hables. — dijo con frialdad. Las palmas de los pies estaban matándome, me dolían y ardían con frecuencia, había perdido los zapatos y lo único que estaba entre mi pie y el suelo era la delgada tela de la media.

Gire la cabeza hacia Fela desde arriba y le dedique una mirada dolorosa, el agarre de su mano seguía lastimándome, se detuvo frente a una puerta de un cuarto de madera, la abrió y entramos, era pequeño y frio, el me suelto, q pero me tomo tan fuerte que tenía su marca y aun sentía el agarre en mi muñeca. Arrojó el látigo a una esquina. Y suspire, un nudo atacó mi garganta impidiéndole hablar a mi boca,

— Rápido, desvístete — sentencio quitándose los guantes poniéndolos en una mesa de madera cerca de ahí, se quitó el saco y subió las mangas de su camisa hasta los codos.

— ¿Que? — digo con la voz entre cortada a punto de llorar. Él giro a mirarme.

— ¿Toda? — pregunte.

— ¿Quieres hacerlo allá afuera como todas las demás?

— No — conteste destrozada.
— Entonces, desvístete — dijo el de espaldas mientras doblaba su saco y preparaba unas cosas en la mesa.

Estaba tan casada de tener conflictos con el que estaba dispuesta a hacerlo sin ningún tipo de reclamo. A decir verdad me sentía como una chiquilla indefensa

Me sentía humillada, conforme me quitaba la ropa deslice el vestido hasta caer en mis tobillos, quite las medias y las arroje en una esquina me solté el cabello y quede en mi ropa interior, ¿Que estaba haciendo? ¿Acaso quería hacerme daño? Una parte muy pequeña dentro de mi estaba negada a creer que él era malo, pero ¡Que rayos! Ya me había traicionado una vez, así que sinceramente si lo esperaba. La humillación y vergüenza que sentía por mi cuerpo en paños menores se hacían más grande cubrí mi pecho cruzando los brazos a la altura, baje la cabeza de vergüenza.

Cuando el dio media vuelta, abrió los ojos como platos, los nervios lo atacaron, y me miraba diferente, sin morbo, ni perversidad, como si estuviese apreciándome, trago saliva y bajo la cabeza.
El avergonzado y yo tratando de cubrir mi desnudez, dio unos pasos quedando frente mío, el comienzo a tartamudear pero ninguna palabra concreta salió de su boca.

Él estaba muy cerca de mí, era tan alto que siempre que se paraba frente a mi tenía que subir la cabeza para míralo, esta vez no lo hice. Y recordé la riña que tuve con él en vagón.

— Me engañaste... — dije en voz baja y cortada, que casi no se escuchaba.
Yo seguía mirándolo, sin embargo el no a mí. — Y te odio — Manifesté apretando los dientes el me miro sorprendido y comenzó a negar leve con la cabeza.

—No... — Susurro. — Tú no me odias... Norah

— ¡Claro que sí! ¡TE ODIO Y MUCHO! — Aclare haciendo un ademán con la mano.

— No. Tú... no me odias, ¡Tú me quieres! — Dijo entre susurros y la voz trabada, levante las cejas sorprendida falsamente .

— ¡No! Claro que no, te odio. Eres un idiota si crees lo contrario.

— Entonces soy un idiota. — dijo conteniendo sus lágrimas. Era tan obvio que en tan poco tiempo ya lo conocía a la perfección. — ¡Me engañaste, me traicionaste...!

De pronto subió su mano y acarició mi cabello — ¿En serio creíste que iba a hacerte daño? -pregunto hablando al ras de mi frente.

— ¡Sí!― grite.

— Nunca — aseguro. Yo me quede sin habla.

Sentía rencor hacia él, pero caí como otras veces y le creí. Calme mi llanto, levante la cara a mirarlo y él me miraba diferente, con esos ojos de perro castigado otra vez.

Se acercó más a mí, se encorvo, rodeo mi espalda desnuda con los brazos y sus manos frías tocaban mi cintura con delicadeza, él ni siquiera toco el moretón que tenía a centímetros de distancia, después una mano la subió y la posó en mi nuca, yo despegue mis brazos del pecho y tocaron el suyo, lo apreté contra mi cuerpo con la poca fuerza que tenía escondiendo mi cara en su cuello, mi respiración chocaba con este, el me aprisiono en sus brazos casi clavando sus uñas de la mano en mis espalda. Mi cuerpo estaba erizado y también su cuello, levante las manos a pasarla en su nuca.

Sin ganas y lentamente me soltó, yo baje las manos y las devolví a su lugar. Paso las manos por sus ojos verdes acomodando un mechón su negro cabello y lo acomodo hacia atrás, camino unos pasos y tomo un paquete de la mesa.

— Póntelo.

Era un camisón de una tela bastante delgada y fría, rápido me lo puse, el me tomo de la mano encaminándome hasta la mesa donde había un balde con agua.

— Lávate la cara — dijo mientras tomaba un cepillo de la misma mesa. Coloque las manos en forma de cuchara, me incline y lleve el agua fría a mi rostro, enjuague mis manos de sangre seca. De pronto sentí un jalón fuerte, en la cabeza, estaba cepillado mi cabello, era bastante largo y con muchos nudos, se disculpaba cada vez que me quejaba, tomo una banda elástica y ato mi cabello en una coleta, seguido me dio vuelta, de la mesa tomo un cuchillo de caza, lo mire confundida. — Aquí no se permite tener cabello — dijo apenado mientras acariciaba cada hebra rebelde que salía debajo de la coleta — No voy a reparte, solo un corte. Suspiro con dolor y asentí, di vuelta de nuevo y solo se escuchó el filo del cuchillo cortar mi cabello hasta quedar una pequeña coleta, me coloco un gorro en el cual se podía servir de camuflaje al poco cabello. El quito las manos de mí y se alejó unos pasos. Me inspecciono de arriba a abajo...

— Listo.

}

Continue Reading

You'll Also Like

1.3M 223K 175
Título Original :Transmigrar a la antigüedad con la conveniencia de Lu Autor:Ye Yiluo CAPITULOS 175 Lu Lin ha dejado su trabajo en la gran ciudad, re...
74.6K 4.9K 41
HISTORIA TERMINADA Elsa, la chica más seria de toda la Preparatoria, pero la chica más caliente de aquí, eso dicen. Ella no están social, pero tampoc...
4.1K 555 7
❝Me gustas mucho Freen❞ ❮ Becky no puede evitar ser pegajosa con su novia ❯ ┊ Adaptación permitida por su autora original: naniwi__ ┊ Escritura y peq...
101K 14.2K 71
TRANSMIGRAR A OTRO MUNDO PARA REESCRIBIR MI VIDA (TITULO ALTERNATIVO) CAPÍTULOS 620 (NOVELA ORIGINAL) TITULO ORIGINAL: LA TRANSMIGRACIÓN DE LIBROS CA...