Habíamos sobrevivido unos meses a una enfermedad que aún no sabiamos de que ser trataba, no estábamos contagiadas, nisiquiera una tos leve , como todos los día pero sin hacerse costumbre estaba esperando a que el tren llegara para resivir a los Prisioneros. Kurt aprecio de sorpresa de lado mio con discreción.-Señorita - Saludo haciendo una caravana con la boina puesta.
-Teniente. - Le devolví el saludo.
De pronto sentí su mano invadir la mia, se acerco a mi oido y me dijo; -Tengo algo que mostrarte.
Recorde que me habia dicho lo mismo hace tiempo, y por aquel incidente no me mostró nada, me quede en silencio pensando cuando el me saco de mis pensamientos, asinti con la cabeza y bastante insegura , el me tomo de la mano y me llevo hasta los cuartos, saco una bolsa de tela color crema. Levanto la cara -¿Me perdonaras por esto? -pregunto.Confundida y con la frente rizada dije;
-¿Perdonarte? -TitubeeY sin terminar de entender sus palabras, metio la bolsa en mi cabeza cubriendo por completo mi vista, estaba comenzando a desesperarme, crei que me quedaría sin aire. Soltaba dr manotazos al aire sin lograr nada. -No hagas nada. - Escuche decirlo.
Me tomo de la mano y camine de su mano sin rumbo y sin saber a donde iba. Mis ojos estaban cubiertos con la tela y comenzaba a notarse mi desesperación y temor.
-Aqui hay un escalón, sube y agachate-Manifestó deteniéndonos.
Levante el pie y senti el escalon y me encorbe. -Ahora hay un asiento - Lo palpe con las manos y se sentía cómodo, me sente en el, y sus manos me abandonaron.
-¿Dónde estoy? - pregunte.- Espera, ya lo veras.
Escuche el arrancar de un automóvil, y este comenzo a caminar, sentía el aire de la mañana pegar en mis manos con las que jugueteba una con otra, me había quedado muda, comenzaba a dolerme la garganta no me llegaba pensamiento a la cabeza, ni que pensar, ni que decir. Ni siquiera una palabra ni un gesto, simplemente el auto seguía y yo sin decir nada, tardamos un poco cuando este se detuvo frenando sueve. Sentí la ausencia de Kurt, levante las manos para quitarme la bolsa de la cabeza , pero el me detuvo al llegar a mi lado. - En serio, comienzo a asustarme ¿que estas haciendo? - Pregunto sin oír respuesta, solo lo escuchaba tragar saliva y sabía que estaba sonriendo - ¡Quitame esto ya de la cabeza, por favor! - Manifesté preocupadamente inquieta e insegura.
El soltó una carcajada y baje del automóvil.- Solo sigue mi voz - susurro. Tomo mis manos caminamos hasta que esté me detuvo.
- Llegamos. - Afirmó.
- ¿A donde?El tomo con delicadeza la bolsa y la saco de mi cabeza, acto a esto el gorro de mi cabeza callo al suelo, soltando mi cabello.
- ¡Diablos! - Exclame al ver mi cabello caer.Abri los ojos y lo único que vi frente mio es su pecho, subi la mirada hacia sus ojos.
- ¿Por que hiciste eso? ¡Crei que me asfixiaria con la cabeza ahora dentro! - Dije altanera.
- Lo lamento. - Dijo medio sonriente.
- ¿Dónde estamos?
El me tomo de los brazos, quite mi mirada de la suya y mire a ambos lados, era Ovbio que habíamos salido del campo, pero no sabia donde estábamos, era un lugar con el suelo tierroso y miles de rocas planas enterradas en el suelo, era un cementerio, lleno de lápidas y flores hermosas adornando las mismas, estaba por girar a atras cuando el me detuvo.
- Norah... - Suspiro, se quedó en silencio unos segundos y apreto los ojos.
- ¿Dónde estamos, Kurt?- Quiero que te des vuelta.
ESTÁS LEYENDO
La Sombra Del Holocausto.
Historical FictionSon bastantes las historias narradas dentro de un escenario catastrófico como fue la guerra liderada por el imperio aleman allá por el año de 1939, donde comienza esta historia que hoy se presenta. El sufrimiento plasmado en puño y letra por la aut...