Cuando Dylan baja lo abrazo.
- ¿Porqué me has dicho te quiero desde arriba, gritando y así de improvisto?- le interrogo.
- Por que es verdad. - se encoge de hombros me sonríe y se sienta.
- Vale- repito su acción.
- Chicos, no me gusta interrumpir y todo eso. Pero tengo hambre. Me habéis invitado a cenar, no a ver como os halagáis.- dice Brad en un tono burlón pero a la vez serio.
- ¿Sabes? Tienes razón. Me gusta que seas directo.- le sonrío y me levanto del sofá para dirigirme a la cocina.
- ¡Yo cocino!- grito por la casa.
Todos menos Brad gritan.
-¡NO!
- Ni que fuera a quemar la cocina. Exagerados.- ruedo los ojos y saco los ingredientes par algún plato.
Tocan el timbre y Dan abre.
Por la puerta entra Kevin.
- ¡Kevin!- grito y me abalanzo sobre él.
-¡Amy!- me abraza.
- Te he echado de menos, idiota.
- Y yo a tí, imbécil.
Le suelto.
- Hola Dan- saluda- Hola Jessy, Hola Dylan y Hola Brad- me mira y luego mira a Brad alarmado- Espera ¿Brad?
- El mismo- se ríe.
- No preguntaré que haces aquí. Seguro es cosa de Amy- me mira y ruedo los ojos divertida.
- Sigo con mi cena.- les anuncio y Kevin me coje del brazo.
- No no y no. Yo cocino, tú te quedas con tu novio y yo me voy con Brad a cocinar.
- ¿A cocinar?- pregunta Brad señalandose.
- Justamente- afirma Kevin y los dos se van.
Recibo un mensaje y veo quién es.
Damiselo:
Que tal estás despues de haberte perdido??
Yo:
Bien, no tienes de que preocuparte.
Damiselo:
Y Brad?
Yo:
Tambien está bien y ahora somos amigos. Mañana te cuento.
Damiselo:
O.K descansa
Yo:
Igualmente.
-Amy, llama a papá y dile que estoy contigo.- pide Jessy
-Tranquila, ya le he llamado yo- dice Dan.
- Gracias- dice Jessy.
- Oye Amy, ¿podemos hablar?- me interroga Dylan.
- Ajam- afirmo y nos vamos a mi habitación.
- Esto...mañana me puedes acompañar al hospital a visitar a mamá No tardaremos, solo necesito verla.- susurra lo último y agacha la cabeza. Le cogo la cara y hago que me mire.
- Eso no se pregunta. Si quieres nos podemos quedar allí toda la tarde. Yo no tengo problema.- le sonrío.
- ¿Qué haria yo sin ti?- me pregunta acercandose a mí.
- Mmmm, no sé- bostezo y me tumbo en la cama.
Él hace lo mismo y me besa el cabello.
- Buenas noches Dylan.
- Buenas noches mi guerrera.
Y así de abrazados nos dormimos.
************
-Amy- me susurra alguien.- Amy levanta.
- ¿Qué?- digo molesta.
- Levanta, falta media hora para el instituto.
- Voy- me quiero levantar pero alguien me tiene cogida de la cintura fuertemente.
Es Dylan. Levanto la cabeza y está allí Jessy ya vestida y preparada. Y yo todavía en cama.
- Dylan. Psss levanta- intento zafarme de su agarre y lo intento.
A tiempo record me ducho y me visto el uniforme. Bajo las escaleras me caigo y como siempre está allí Dan. Esta vez tiene una tostada en su mano. Se la quito y me la como sin saber ni lo que lleva. Bebo un vaso de zumo de naranja y preparo la mochila.
Y así es como Amanda Collins hace todo eso y le sobra tiempo.
Gracias, gracias.
Jessy me mira y se ríe yo la miro con el ceño fruncido y se ríe más.
- ¿Qué pasa imbécil?- le pregunto ella señala el reloj y son...las 7:30. Es decir que me ha levantado a las siete haciendome creer que son las 7:30.
- Yo te mato- me abalanzo sobre ella pero Dan me toma de la cintura.
- Anda Amy, sube tu habitación y peinate, pareces un zombi.- me dice Dan.
Subo a mi habitación y en vez de peinarme me tumbo al lado de Dylan y lo observo.
Si es un ángel dormido. MI ángel dormido.
- Si sigues mirándome me pondré nervioso.- dice Dylan aún con los ojos cerrados.
- Es que eres mi ángel dormido- digo sin pensar pero el sonríe.
- Eso es. Tu ángel.- se ríe y abre los ojos.
Los veo tristes, con ojeras y transmiten dolor. Por no decir que los tiene rojos e hinchados.
A llorado.
- Amor- le digo acariciando la mejilla.- Estoy aquí ¿vale? Si quieres hablar solo dímelo.
- De acuerdo, Más tarde hablamos. Ahora debo llevarte a clases.- dice levantandose.
- No tienes por que. Tu descansa.
- Quiero llevarte.- va al baño y se limpia la cara- Iré al cuarto de Dan a por ropa. Espérame abajo, cariño.
Asiento, pero antes de bajar me peino. Al bajar encuentro una nota.
Amy,
Dan y yo nos hemos ido. No llegues tarde. Exámen de dibujo.
Jessy.
El examen seguro que me sale bien.
Dylan ya está preparado. Así que nos vamos al coche.
Lo note distante y frío y se que es por su madre. Es hijo único y su padre los abandonó. Su madre tiene cancér y él la cuida.
Creo que es mucho para él.
- Dylan- hablo cautelosa, él ni siquiera me mira.- Dylan
- ¿Qué quieres?- espeta con furia.
- Na...nada- cojo mi mochila y la abrazo.
Estaciona el coche y bajo.
- Adiós, que se mejore tu madre.- digo casi en un susurro, pero el me escucha. Antes de salir del coche me coge de la mano y me vuelvo a sentar.
En sus ojos veo arrepentimiento.
- Perdón. No debí hablarte así. Hoy no es mi día. Vendré por ti a cuando acaben las clases- sigue hablando distante y frío.
Cuando lo voy a besar para despedirme de él, me ignora y arranca el coche.
Salgo rápido de allí y diviso a Jessy y a Kevin.
- Hola Amy- saluda Kevin contento.
- Hola- respondo cortante.
Es que sigo enfadada con Dylan. Yo entiendo que esté así pero ni siquiera me deja ayudarlo.
-¿Que te pasa?- pregunta Kevin.
Me acerco a mi taquilla y la abro sacando algunos libros.
- No me pasa nada- digo en el mismo tono.
- ¿No será por la broma de esta mañana?- pregunta Jessy.
- No, no es por eso. ¡Y dejadme en paz!
Cierro con fuerza el casillero y me dirijo a mi clase de dibujo. Examen.
Aunque esté enfadada el examen me salió genial.
Ya es hora de ir a la cafeteria y al ver a Jessy y a Kevin me invade la culpa. Me acerco a ellos y me siento donde siempre.
- Chicos soy una estúpida, perdón. Solo que he tenido un problema con Dylan esta mañana y me ha afectado. No debí trataros así.
- No importa. Todos tenemos ese día que queremos ver a todo el mundo muerto- dice Kevin.
- ¿Es grave el problema?- pregunta Jessy preocupada.
-No, no. Bueno el examen de dibujo me salió genial.- sonrío cambiando de tema.
- Y a mi el de historia.- Comenta Kevin.
- Y a mi el de Matematicas- dice Jessy.
Comemos tranquilos y al terminar las horas de clase pasan rápido. En ninguna de ellas he puesto atención.
Me molesta que Dylan no confíe en mi para que lo ayude.
Ahora estoy en el estacionamiento esperando a Dylan. Cuando aparece me dirijo al coche.
Abro la puerta y me siento. No hablamos ni él me saluda ni yo a él. El trayecto resultó tener más tensión de lo que creía.
Entramos al hospital y nos atiende una mujer mayor.
- ¿Desea algo, joven?
- Sí, busco a Michelle West.
- Espere- teclea algo en su ordenador y nos mira- Sala 200 puerta B.
- Gracias- ella le sonríe y nos vamos a la sala.
Nos paramos en una puerta que dice B. Primero entra Dylan y después yo.
La tía Michelle está tumbada en su camilla. Pero no está dormida.
Sus ojos son marrones y su pelo rubio es iluminado por la potente luz del sol.
-¿Mamá?- pregunta Dylan.
- Oh, hijo. Gracias por venir.- responde en un hilo de voz.
- ¿Estás mejor?- pregunta él preocupado.
- Sí, muchisimo mejor.- sonríe y se da cuenta de que estoy allí.- ¿Amy?- yo asiento.
- Hola tía Michelle. Me alegro de que estes bien.- le regalo una sonrisa sincera.
- Y a mi me alegra de que hayas venido. Bueno...¿Qué se traen ustedes dos?
Cuando voy a responder Dylan se adelanta.
- Nada, mamá solo somos amigos.
¿¡QUÉ?! ¿SOLO AMIGOS?
- Perdone tía Michelle, necesito ir al baño.
Sin esperar respuesta salgo del hospital y no me doy cuenta que lloro hasta que las lágrimas no mojan mi cuello.
Lloro por que el día lo empezamos mal y yo lo iba a solucionar pero al verme ni siquiera me saluda, me ignora, dice que no soy su novia...me siento fatal. Solo quiero desaparecer de aqui.
- ¿Amy?- pregunta alguien a mis espaldas.
Me doy la vuelta y allí está Brad. Sin pensarlo dos veces le abrazo fuertemente y él me responde el abrazo.
- ¿Qué te pasa?- pregunta preocupado.
Yo en vez de contestar solo lloro más en su hombro.
Él no insiste más en saber que pasa y se lo agradezco.
Nos separa y me lleva a su coche. Me abre la puerta y me siento. Enrollo mis piernas con mis brazos y sollozo.
- ¿Te llevo a casa?
- No, porfavor.- logro decir con la voz entrecortada.
- De acuerdo.
Conduce. No se a donde vamos y la verdad ni me importa.
Mi móvil no para se sonar y los mensajes no paran de llegar pero no contesto ninguno de ellos.
Al final paramos en un prado verde. Tiene un lago y es precioso.
Me abre la puerta y salgo. Me coge del brazo para encaminarme al medio del prado y nos sentamos. Miramos el paisaje sin hablar.
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Multimedia: Dan