CAPÍTULO 237. SALA DE ADMINISTRACIÓN Y SALA
DE DISCIPLINA (1)
"¡Hagámoslo!" Yu Su ordenó.
Creía que no había mejor momento que ahora.
La Bestia Madriguera tomó la iniciativa de sumergirse en el fondo de la piscina, ensanchó la fosa, y pronto excavó un pasaje conveniente para que pudieran entrar y salir.
Yu Su hizo que el Genio de la Enciclopedia realizara un escaneo detallado, y concluyó que la mina de piedra espiritual de aquí podría producir unas 200.000 piedras espirituales de grado medio.
"Esta es una mina de piedra espiritual recién descubierta, con calidad y cantidad limitadas."
Yu Su no se arrepintió cuando escuchó la respuesta. 200,000 piedras espirituales de grado medio, incluso durante el apogeo de la hechicería, se consideraría una fortuna de la noche a la mañana. Una vez que las transportara de vuelta a la Aldea Yu, ¡habría tantas cosas que podría hacer con ellas!
Las piedras espirituales eran muy importantes y podían ser fácilmente robadas, por lo que Yu Su no dejó que el equipo de transporte se las llevara. En vez de eso, las puso en su espacio y se las llevó él mismo.
El equipo de transporte traído por Jian Yunchuan esta vez consistía en veinte personas, todos guerreros cultivados, y todos extremadamente leales a Yu Su.
En este momento, viendo a Yu Su recoger rápidamente las piedras espirituales en un abrir y cerrar de ojos, aunque sorprendidos, se calmaron rápidamente.
Después de que todas las piedras espirituales fueron reunidas en el espacio, Yu Su convocó una reunión con estas veinte personas.
"Estas piedras espirituales son recursos muy importantes. Si se exponen, pueden atraer a poderosos demonios que las arrebaten, lo que no es beneficioso para nosotros. Por lo tanto, debemos guardar esto para nosotros y no divulgarlo, incluyendo a otras personas de la aldea."
"Entendido", respondieron una tras otra las veinte personas.
"A continuación, estableceré una Sala de Administración, que será responsable de todos los asuntos varios relacionados con el cultivo de los guerreros cultivados, incluyendo la asignación de recursos para el cultivo."
Los ojos de los veinte se iluminaron cuando oyeron hablar de la asignación de recursos. No pudieron evitar mirar ansiosamente a Yu Su.
Yu Su continuó: "La distribución de estos recursos está relacionada principalmente con las contribuciones diarias. Las contribuciones se convertirán en puntos, y después de recibir los puntos, cada persona puede ir a la Sala de Administración para recibir las recompensas de recursos correspondientes, incluyendo piedras espirituales."
Las veinte personas estaban encantadas y preguntaron activamente sobre las contribuciones específicas y las cuestiones de conversión de puntos.
Yu Su dijo: "Para los detalles, escribiré las regulaciones después de mi regreso. Entonces las discutiremos y finalizaremos juntos."
La base de datos de la Enciclopedia Genio contenía varias regulaciones para la operación del Salón de Administración de las sectas mayores durante el apogeo de la hechicería, pero no era práctico simplemente copiarlas todas ahora. Era necesario combinarlas con la situación actual de su aldea.
En cuanto a la creación de la Sala de Administración, Yu Su ya había pensado en ello.
Los recursos de la gente común y los cultivadores profesionales eran diferentes y no podían ser administrados únicamente por el almacén de la aldea. Era necesario crear una Sala de Administración separada para los cultivadores profesionales.
Además, a medida que mejoraba el nivel de cultivo de los cultivadores profesionales de la aldea, también podían salir a formarse por su cuenta.
Cuando adquirían recursos durante su formación, no se podía calcular cómo distribuirlos y entregarlos sin la existencia de la Sala de Administración.
Por lo tanto, era necesario construir la Sala de Administración.
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Después de transportar la mina de piedra espiritual y el agua espiritual de vuelta a la Aldea Yu, Yu Su hizo varios viajes de ida y vuelta al Valle de la Muerte para agotar completamente los recursos que se podían utilizar en el valle, llevándolo todo de vuelta a la Aldea Yu. A continuación, convocó a todos los guerreros cultivados para discutir las normas de la Sala de Administración.
Finalmente, se decidió que todos los recursos relacionados con los cultivadores profesionales serían centralizados y gestionados por la Sala de Administración.
Además de sus tareas de defensa de la aldea, cada cultivador profesional también podía recibir misiones de entrenamiento de la Sala de Administración. Aquellos que completaran con éxito las misiones de formación y entregaran los recursos requeridos también podrían ganar puntos de contribución.
Los puntos de contribución podían canjearse por las correspondientes recompensas de recursos de la Sala de Administración.
De este modo, todos tenían la oportunidad de obtener lo que quisieran.
Nadie puso objeciones a estas normas.
Después de divertirse lo suficiente, Yu Su propuso otro asunto.
"Además de la Sala de Administración, también estableceremos una Sala de Disciplina."
¿Una Sala de Disciplina?
Todos dejaron a un lado sus sonrisas, se enderezaron y miraron seriamente a Yu Su.
"Las recompensas y los castigos son necesarios para un funcionamiento eficaz, así que, además de la Sala de Administración, también habrá una Sala de Disciplina para las infracciones. Ya he redactado el reglamento general, los detalles los podemos discutir juntos."
Yu Su había discutido previamente el asunto de la Sala de Disciplina con Lu Yan y Jian Yunchuan.
En este punto, los dos miraron la reacción de todos con calma y leyeron las principales regulaciones una por una.
Lu Yan dijo: "Si hay algo que no entiendan, o si tienen alguna sugerencia, siéntanse libres de hablar."
Después de escuchar el reglamento, todos comprendieron que traicionar a la aldea era la ofensa más grave.
Era fácil de entender.
Después de escuchar las regulaciones principales, todos encontraron que eran aceptables.
"Yo no tengo objeciones", dijo Yu Feng primero.
"Yo tampoco", dijo Yu Meng.
Otras personas también expresaron rápidamente su falta de objeciones y su voluntad de acatar las normas.
Yu Su asintió. "De acuerdo, discutamos los detalles específicos a continuación."
Les llevó bastante tiempo discutir los detalles, pero finalmente, todos fueron establecidos uno por uno.
Yu Su los inscribió todos en una estela de piedra.
"La estela será colocada dentro del Salón de la Disciplina."
Todo el mundo no tenía objeciones a esta disposición. Colocarla dentro de la Sala de Disciplina la haría visible para todos y serviría como advertencia para todos.
Después de tratar estos asuntos, Yu Su continuó: "Ahora, nominemos a los candidatos para la Sala de Administración y finalicemos la selección de tres puestos mediante votación."
"El puesto de Maestro de Sala en la Sala de Disciplina será ocupado simultáneamente por Lu Yan, y los dos puestos de Vice Maestro de Sala también se decidirán por votación."
Después de que Yu Su terminara de hablar, Jian Yunchuan indicó que actualmente estaba administrando el Campamento Guerrero y no tenía la energía extra para administrar la Sala de Administración y la Sala de Disciplina.
Se retiró de la selección, que había sido discutida de antemano con Yu Su y acordada.
Viendo que tanto Lu Yan como Jian Yunchuan habían dejado claras sus intenciones, el resto dirigió su atención a los demás.
Finalmente, después de un día de discusión, los puestos de Maestros de Sala en la Sala de Administración fueron ocupados por Yu Feng y otros dos, y los puestos de Vice Maestros de Sala en la Sala de Disciplina fueron ocupados por Yu Meng y Xin Dong.
CAPÍTULO 238. SALA DE ADMINISTRACIÓN Y SALA
DE DISCIPLINA (2)
El establecimiento de la Sala de Administración y la Sala de Disciplina trajo un conjunto más organizado de los reglamentos.
Todos tenían ahora reglas claras que seguir.
Por supuesto, éstas eran exclusivas de los guerreros cultivados.
El jefe Hong, lleno de envidia por los reglamentos bien estructurados de los guerreros disciplinados, mantuvo una discusión con Yu Su sobre la posibilidad de establecer salas similares en la aldea.
Después de reflexionar un momento, Yu Su respondió: "Esas normas y reglamentos están diseñados específicamente para los guerreros disciplinados. Simplemente copiarlas no sería práctico, especialmente teniendo en cuenta que nuestra aldea es una fusión de diferentes comunidades..."
"¿Qué tal si creamos un Consejo Superior en la aldea? Tú puedes ser el presidente, y yo asumiré el papel de vicepresidente. Habrá siete puestos disponibles para los miembros, decididos por votación entre los aldeanos."
"Bajo el Consejo Principal, podemos establecer departamentos funcionales para supervisar diversos aspectos, como el almacén, la agricultura, los campos de sal, el castigo, el gremio de comerciantes, la construcción y la inspección. Los respectivos departamentos rendirán cuentas al Consejo Superior, mientras que el departamento de inspección se encargará de supervisar todos los demás departamentos y viceversa."
"¿Qué te parece?"
El Jefe Hong quedó desconcertado por las ideas de Yu Su, dándose cuenta de que estaban lejos de ser simples.
Incluso el propio Jefe Hong no podía encontrar ningún defecto en ellas.
Yu Su sonrió modestamente, pensando que simplemente estaba replicando los departamentos funcionales de algunas dinastías ordinarias de la Tierra de la Hechicería. Y lo que había mencionado era sólo una versión simplificada.
El Jefe Hong miró a Yu Su con admiración y dijo: "Sigamos tu plan."
El anuncio de este asunto por parte del Jefe Hong causó un gran revuelo en la aldea.
En privado, Jian Yunchuan le preguntó a Yu Su: "Su, ¿estás planeando establecer una ciudad?"
Yu Su dio a Jian Yunchuan un pulgar hacia arriba. "Padre, tienes una perspicacia aguda."
Jian Yunchuan resopló. "No olvides quién soy."
Yu Su soltó una risita. "La construcción de una ciudad no se hará de la noche a la mañana, pero es bueno hacer los preparativos con antelación. Una vez que tengamos los cimientos, construir una ciudad será mucho más fácil."
Jian Yunchuan pensó para sí mismo que no sería nada fácil, pero con todos los departamentos funcionales necesarios en su lugar, el momento de construir una ciudad llegaría de forma natural.
Su hijo era realmente extraordinario. El sistema que proponía era mucho más completo que el de la ciudad de Fengcheng. Si realmente construían una ciudad, sin duda superaría a Ciudad Fengcheng.
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Tras un mes de intenso trabajo, se constituyó el Consejo Superior de la Aldea Yu.
También se establecieron con éxito el Consejo de Inspección y varios departamentos.
Las funciones y responsabilidades de cada departamento quedaron claramente definidas y ajustadas en el primer mes.
Todos los líderes designados estaban jubilosos, mientras que los que no habían sido seleccionados permanecían impertérritos.
Según el reglamento, se celebrarían elecciones cada tres años, lo que daría a todos los que trabajasen duro la oportunidad de ser elegidos.
El entusiasmo de los aldeanos aumentó visiblemente.
Yu Su estaba muy satisfecho con esta evolución, no sólo porque los aldeanos estaban más motivados, sino también porque él se había liberado de muchas cosas.
Ahora que había transmitido los conocimientos necesarios, podía relajarse y dejar que otros se ocuparan del resto.
Ahora podía centrarse en estudiar cómo maximizar el uso de las piedras espirituales.
"Cultivar con piedras espirituales, organizar diferentes formaciones con piedras espirituales..." El Genio de la Enciclopedia intervino.
La idea de Yu Su era que la concentración de esencia natural aquí era suficiente para el cultivo de todos, y no había necesidad de desperdiciar innecesariamente piedras espirituales.
"Después del establecimiento de la Ciudad Yu, planeo establecer una gran formación protectora."
"Eso requerirá bastantes piedras espirituales."
"No será necesario activarla todos los días, sólo en momentos de peligro."
Esto era principalmente por razones de seguridad.
Durante el último año, Yu Su se había dado cuenta de que todavía había muchos peligros acechando alrededor de la Aldea Yu.
Al sur, había bestias feroces en el desierto; al oeste, había Monos de Cola Dorada dispersos, y más al oeste, podía haber peligros ocultos; al este, las bestias montañosas también suponían una amenaza...
En resumen, todavía había muchos peligros acechando alrededor de la Aldea Yu.
Poderosas bestias demoníacas, bestias feroces y la raza humana no entrenada estaban esencialmente en la parte inferior de la cadena alimentaria.
Tener más protección proporcionaría mayor seguridad.
"¿De verdad estás considerando a estas personas?"
"Los estoy considerando por mi propio bien también. Esto es mutuamente beneficioso. En este desierto, ¿qué puede lograr una persona sola?"
Por no mencionar que el actual estado de despreocupación no surgió de la nada, ¿verdad?
Además, el grupo de guerreros cultivados que había criado pronto maduraría uno a uno, y su utilidad sería inmensa.
"Además del asunto de la formación protectora, lo siguiente más importante es la sala de refinamiento. Planeo establecer una Formación de Fuego Espiritual más poderosa con estas piedras espirituales para que Lu Yan pueda elevar la calidad de las herramientas de hechicería que refina."
"Además de la sala de refinado, también quiero establecer una sala de alquimia. Hemos recogido muchas hierbas, pero es un desperdicio preparar sólo caldo medicinal. Con una sala de alquimia, podemos refinar más elixires y hacerlos más prácticos."
Yu Su enumeró sus planes uno a uno, llenando un pergamino entero sin darse cuenta. Se dio una palmada en la frente. "Necesito papel."
El Genio de la Enciclopedia se quedó sin habla.
¿Acaso Yu Su no acababa de liberarse de muchas empresas?
Resultó que no había forma de que Yu Su permaneciera ocioso porque siempre tenía cosas nuevas que hacer.
Cuando Yu Su estaba anotando sus planes, un grupo de gente llegó a las afueras de la Aldea Yu.
CAPÍTULO 239. LOS VISITANTES POCO AMISTOSOS (1)
Fuera de la Aldea Yu, un grupo de personas cruzó la llanura del cañón y entró en el territorio de la Aldea Yu. Sus ojos brillaron de envidia cuando vieron el arroz bien cultivado de la aldea.
"¿Son todos estos los granos de la Aldea Yu?", preguntó uno de ellos.
"Sí, Gran Jefe, la Aldea Yu no sólo tiene granos, sino también exquisita sal fina", respondió otra persona.
La persona a la que se referían como el Gran Jefe era un hombre alto y obeso con expresión sombría. Una serpiente venenosa le envolvía una mano y un enorme escorpión se arrastraba por la otra.
Estas dos criaturas venenosas eran claramente sus mascotas.
Acarició al escorpión y dijo: "¿Exquisita sal fina? Nosotros deberíamos disfrutar de cosas tan buenas."
"Gran Jefe, tiene usted razón", asintió el hombre que había hablado y se inclinó, claramente temeroso del Gran Jefe y de los hombres de éste.
Si los comerciantes de la Aldea Yu estuvieran aquí, reconocerían a este hombre como de una aldea de las llanuras del norte con la que habían comerciado antes.
"¿Y dices que conoces a la gente de la Aldea Yu? ¿Es cierto?", preguntó el Gran Jefe.
"Sí, es cierto. Nuestra aldea ha comerciado varias veces con su caravana", respondió el hombre.
"Bien. Entonces deberías ir delante. Cuando te encuentres con gente de la aldea Yu, di que nos traes aquí para comerciar con animales vivos. No te equivoques, o estarás pidiendo la muerte", advirtió el Gran Jefe.
"Y... Sí, no meteré la pata", tartamudeó el hombre, con la cara llena de miedo al mirar a las criaturas venenosas del cuerpo del Gran Jefe, como si temiera que pudieran arrastrarse sobre él.
Rápidamente apartó la mirada y se apresuró a ponerse al frente del grupo para encabezar la marcha.
En ese momento, un halcón posado en la rama de un árbol cercano emprendió de repente el vuelo, dirigiéndose hacia la Aldea Yu.
Su presencia sobresaltó a las dos mascotas del Gran Jefe, que levantaron la vista.
El Gran Jefe también levantó la vista, y su sombría mirada siguió al halcón mientras se alejaba volando.
"¿Cómo puede haber un halcón aquí? Su voz era fría y profunda.
"Quizá esté cazando", sugirió uno de sus hombres.
El Gran Jefe acarició la cabeza de la serpiente, con un brillo feroz en los ojos.
Se volvió hacia el hombre de la otra aldea que iba al frente del grupo y le dijo: "¡Date prisa y camina más deprisa!"
El hombre, que había estado liderando el grupo, se sobresaltó y rápidamente aceleró el paso.
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En ese momento, el equipo de patrulla de la aldea Yu estaba cerca de los campos.
El halcón sobrevoló sus cabezas y lanzó un grito.
La expresión del capitán del equipo de patrulla cambió. "Hay actividad enemiga."
Este halcón era uno de los halcones criados en la aldea, específicamente estacionados alrededor de la Aldea Yu para informar sobre cualquier amenaza potencial.
Los miembros, basándose en la llamada del halcón, determinaron que unos extraños habían entrado en el territorio de la Aldea Yu y probablemente eran hostiles.
El capitán hizo un gesto al halcón. Tras su comunicación, el halcón voló hacia la aldea Yu.
El capitán se volvió entonces hacia su equipo y dijo: "Vamos a ver quién se atreve a entrometerse en nuestro territorio."
Los miembros se pusieron alerta y siguieron al capitán hacia el este.
Lo primero que vieron fue un grupo de más de cincuenta personas montadas a lomos de caballos salvajes. Sin embargo, lo extraño era que, salvo el caballo salvaje montado por el hombre obeso que iba al frente, todos los demás caballos salvajes tenían los ojos tapados.
Cada una de estas personas tenía pintura al óleo en blanco y negro en la cara y la parte superior del cuerpo, y había líneas extrañas y distorsionadas en sus ojos, que eran muy incómodas de mirar.
Además, cada persona tenía una serpiente enroscada a su alrededor, de distintos colores.
Pero sólo la serpiente del brazo del hombre que iba en cabeza era la más colorida.
El capitán de hoy era Yu Shan, que estaba en el quinto nivel de la Fase de Meditación. Su vista era lo suficientemente aguda como para ver los patrones en el cuerpo de la serpiente con claridad.
Esto también le hizo sorprenderse en secreto.
Después de todo, cuanto más colorida era la serpiente, ¡más tóxica era!
Nunca había visto una serpiente con colores tan vibrantes, lo que indicaba que su toxicidad debía ser extremadamente alta.
Yu Shan se dio cuenta de que esa gente era más problemática de lo que había pensado en un principio, así que advirtió inmediatamente a sus compañeros: "Llevan serpientes venenosas y escorpiones. No han venido para quedarse. Debemos impedir que entren en la aldea."
La mayoría de los aldeanos eran gente corriente que no tenía resistencia al veneno. Los miembros asintieron gravemente.
"No. 8, debes apresurarte a volver e informar al líder. No. 9, dile a los trabajadores de los campos cercanos que los eviten. El resto, síganme e intenten evitar que entren en la aldea primero."
Los miembros que Yu Shan trajo con él eran todos guerreros ordinarios. Aunque eran valientes, seguiría siendo muy problemático si eran mordidos por una criatura venenosa. Por lo tanto, Yu Shan no quería luchar con esa gente por el momento y planeó retrasarlos primero.
Los miembros del equipo llamados nº 8 y nº 9 asintieron y se dispersaron en silencio, uno regresando a la aldea para informar, mientras el otro volvía para evacuar a los trabajadores cercanos.
Como estaban lejos, aquellos forasteros aún no se habían percatado de los movimientos del equipo de patrulla.
CAPÍTULO 240. LOS VISITANTES POCO AMISTOSOS (2)
Al ver que los forasteros estaban a punto de entrar en la zona cercana a la original Aldea del Río Este, Yu Shan, junto con su equipo, salió a hacerles frente.
Tan pronto como aparecieron, las criaturas venenosas de los cuerpos de los forasteros reaccionaron inmediatamente, volviéndose todas a mirar a Yu Shan y a su equipo.
El líder del grupo, sentado en los caballos salvajes, se fijó en la exquisita armadura de cuero que llevaban Yu Shan y su equipo, así como en las afiladas lanzas que brillaban en sus manos, y mostró una expresión codiciosa.
Bajó la voz y dijo a sus hombres antes de que el equipo de patrulla se acercara: "Son objetivos realmente gordos. Ni siquiera los guardias de Ciudad Fengcheng visten tan bien como ellos."
"Pronto serán nuestros, Gran Jefe", asintió uno de sus hombres.
"Tienes razón."
El líder reveló una expresión de satisfacción y luego hizo una señal al hombre del frente.
El rostro del hombre palideció de inmediato. Sin embargo, acató la orden y se adelantó para saludar a Yu Shan y a su equipo.
"¿Quién eres y por qué has entrado en el territorio de nuestra Aldea Yu?" Preguntó fríamente Yu Shan.
Yu Shan, un cultivador profesional en Fase de Meditación de quinto nivel, miró fijamente al hombre, su imponente aura causó una conmoción en sus corazones. Incluso las criaturas venenosas percibieron un aura inaccesible, inquietándose.
El líder del grupo cambió ligeramente de expresión.
El hombre de la otra aldea, llamado Feng, que había sido enviado para interactuar con Yu Shan y su equipo, tartamudeó con miedo en las piernas: "Respetado Señor, soy un aldeano de la Aldea Gran Hoja. Hemos comerciado varias veces con la caravana de su aldea."
Yu Shan le miró de arriba abajo, con la mirada aún fría. "Eres un aldeano de la Gran Aldea de la Hoja. ¿Quiénes son y qué quieren en nuestra aldea?"
Feng mostró una sonrisa conciliadora. "Son aldeanos de la Aldea del Caballo. Se han enterado de que aquí tienen exquisita sal fina y grano, así que han traído mercancías para intercambiar."
Cuando Feng terminó de hablar, el líder de la Aldea de los Caballos esbozó oportunamente una sonrisa y le dijo a Yu Shan: "Soy el líder de la Aldea de los Caballos, Ma Xie. Hemos traído mercancías y venimos a tu aldea con sinceras intenciones de intercambiarlas por sal y grano. ¿Podemos conocer a tu jefe?"
Yu Shan miró a Ma Xie, que sentado tranquilamente sobre los caballos salvajes, se dejaba escrutar, mostrando también una sonrisa amistosa.
Yu Shan preguntó: "Dices que quieres intercambiar. ¿Dónde están tus mercancías?"
Ma Xie respondió: "Las bolsas de piel de animal atadas a los lomos de nuestros caballos están llenas de nuestra especialidad, hierba de pezuña de caballo. La hierba puede tratar el llanto nocturno de los niños, la fiebre y las llagas. Es una buena hierba."
Yu Shan dijo: "¿Oh? Déjame verlo."
La mirada de Ma Xie se ensombreció ligeramente, pero sonrió al hombre que estaba a su lado.
El hombre desmontó y sacó de la bolsa un manojo de hierba de pezuña de caballo.
"Señor, puede venir a comprobarlo."
Yu Shan no se movió. Se limitó a mirar el manojo. "Reconozco la hierba de pezuña de caballo. Ya que son de la Aldea de los Caballos, ¿por qué llevan cada uno criaturas venenosas encima?"
Ma Xie explicó: "Son serpientes y escorpiones que criamos nosotros mismos. Son muy obedientes y no muerden a la gente indiscriminadamente. Tenemos un largo viaje desde la Aldea de los Caballos, y nos hemos encontrado con muchos peligros por el camino. Son para nuestra protección."
Sonaba impecable, pero Yu Shan no se creía que estuvieran aquí sólo para comerciar.
Esta gente tenía una pesada aura de sangre y matanza.
Es decir, sus manos habían sido manchadas con sangre humana no hacía mucho tiempo. ¿Cómo podían ser simples aldeanos de la Aldea de los Caballos?
Pasara lo que pasara, no dejaría entrar a esa gente en la aldea.
Por lo tanto, Yu Shan todavía no abrió paso. Tampoco tenía intención de dejarles entrar en la aldea.
"En nuestra aldea, prohibimos las criaturas venenosas. No importa que tengan serpientes y escorpiones venenosos, no pueden entrar en la aldea con ellos."
El rostro de Ma Xie se ensombreció. "¿Nos estás poniendo las cosas difíciles a propósito?"
Yu Shan miró fijamente sus bolsas. "Puedo permitir que dos personas entren en la aldea, pero los que entren deben quitarse las serpientes venenosas y los escorpiones. También debemos inspeccionar toda la hierba de pezuña de caballo que traigan a la aldea."
En ese momento, sopló una ráfaga de viento, y el viento de las súplicas de esa gente llevaba un fuerte olor a pescado. La mirada de Yu Shan se volvió aún más fría.
Sospechaba que lo que la gente de la llamada Aldea de los Caballos llevaba en sus bolsas no era sólo hierba de cascos de caballo; también debía de haber otras criaturas venenosas.
¡Esta gente definitivamente no estaba aquí para comerciar!
Ma Xie miró fijamente a Yu Shan, una sonrisa fría apareció en su cara. "No nos dejarás entrar, ¿verdad?"
Yu Shan dijo: "¿Y qué? Para empezar, no están aquí para comerciar."
Ma Xie hizo una mueca y dijo a sus hombres: "Mátenlos."
El hombre de la Aldea de la Hoja Grande, Feng, se sobresaltó y soltó un grito, corriendo hacia un lado.
Los hombres de Ma Xie cargaron contra Yu Shan.
Yu Shan blandió su lanza de hierro, la fría luz de la lanza centelleó mientras segaba las cabezas de los dos hombres de Ma Xie en un abrir y cerrar de ojos. Pronto, también cortó las criaturas venenosas que salían de los cuerpos de los dos hombres.
La cara de Ma Xie cambió cuando se dio cuenta de lo que acababa de pasar. Hizo sonar un silbido con la boca.
Las bolsas de piel de animal, antes silenciosas, empezaron a moverse, y serpientes venenosas y escorpiones salieron arrastrándose hacia Yu Shan y su equipo.
Yu Shan pudo evitar a las criaturas venenosas y luchar valientemente por su cuenta, pero los otros guerreros ordinarios estaban un poco nerviosos. Algunos fueron mordidos por serpientes venenosas e inmediatamente empezaron a echar espuma por la boca.
Al ver esto, el corazón de Yu Shan se hundió.
Ma Xie hizo una mueca, sintiéndose orgulloso de que nadie pudiera escapar de sus serpientes venenosas y escorpiones.
En ese momento, una lluvia de fuego cayó del cielo, aplastando a las serpientes venenosas y a los escorpiones, prendiéndoles fuego al instante.
CAPÍTULO 241. HACERLES
PAGAR (1)
La lluvia de fuego del cielo fue como un castigo divino.
Ma Xie y sus hombres se asustaron, y sus caballos salvajes se inquietaron y quisieron girar y huir.
Ma Xie gritó con fuerza, sujetando fuertemente la rienda para controlar a su caballo salvaje, impidiendo ser arrojado de su lomo.
"¡Es un castigo divino!" Feng gritó horrorizado: "¡Es un castigo divino!"
Ma Xie apretó la rienda en su mano, con el rostro extremadamente sombrío.
¿Qué castigo divino? No se lo podía creer. ¡Debe haber alguien detrás de este truco!
"¡Cállate! Averigua quién está causando problemas a nuestras espaldas!"
Después de que Ma Xie gritara, sus agitados hombres se calmaron gradualmente.
Justo entonces, una flecha de fuego salió disparada desde lejos, rompiendo el aire con un sonido, apuntando directamente a Ma Xie.
Las pupilas de Ma Xie se encogieron, y rápidamente la esquivó.
"¡Whoosh!"
"¡Whoosh!"
Ma Xie esquivó una flecha de fuego, pero más flechas de fuego siguieron en rápida sucesión, bloqueando sus rutas de escape.
"¡Ahhh!"
Ma Xie fue golpeado en el hombro y en el ojo.
El dolor insoportable le hizo imposible permanecer en el caballo salvaje, y se cayó.
Los hombres de Ma Xie estaban conmocionados.
"¡Gran Jefe!"
Estas personas finalmente mostraron una expresión temerosa, retrocediendo al lado de Ma Xie, y mirando a su alrededor con horror.
"¿Quién... ¿Quién nos está engañando aquí?"
Entonces un punto negro se acercó rápidamente desde la distancia, corriendo tan rápido como un rayo.
A medida que el punto negro se acercaba, los presentes pudieron ver que se trataba de una persona montada en un alto y fuerte leopardo del desierto.
La persona tenía una mirada fría y aguda, su cuerpo estaba lleno de poderosa fuerza explosiva, y la intensa aura ardiente que le rodeaba era casi cegadora.
"¡Capitán!" Yu Shan gritó.
Los miembros del equipo de patrulla también se sorprendieron gratamente, gritando uno tras otro,
"¡Capitán Lu!"
"¡El Capitán Lu ha venido a salvarnos!"
Lu Yan se sentó en el lomo del leopardo del desierto, escudriñando la escena con una mirada fría y aguda.
Sacó del interior de sus ropas una pequeña bolsa de almacenaje cosida con tela basta y se la arrojó a Yu Shan.
"Da el antídoto a los que han sido envenenados."
"¡Sí, señor!"
Yu Shan cogió la bolsa de almacenamiento y distribuyó las píldoras de desintoxicación.
Mientras tanto, Ma Xie y sus hombres miraban al poderoso Lu Yan con vigilancia y temor.
"¿Eres el líder de la Aldea Yu? Son tan poco razonables. Sólo queríamos hacer un intercambio. ¿Por qué nos has hecho daño?" Ma Xie se tapó un ojo y gritó enfadado.
"¡Bah!" Uno de los miembros del equipo de patrulla estaba furioso. "Capitán Lu, esta gente tiene malas intenciones. Fingieron venir a nuestra aldea para intercambiar hierba de cascos de caballo. Pero en realidad, ¡sus bolsas de piel de animal están llenas de criaturas venenosas!"
La fría mirada de Lu Yan barrió a Ma Xie y sus hombres. "Están buscando la muerte."
Lu Yan sacó el cuchillo de su espalda, lo limpió y la hoja se cubrió al instante de ardientes llamas rojas.
Saltó del leopardo del desierto y cargó contra Ma Xie y sus hombres.
"¡Roar!" El leopardo del desierto rugió y siguió a su amo en la batalla, segando vidas rápidamente con cada garra.
Pronto, los gritos empezaron a sonar uno tras otro.
Yu Shan entregó a los heridos a otros miembros para que los atendieran y cargó sobre ellos con su lanza de hierro.
Los hombres de Ma Xie intentaron invocar serpientes venenosas y escorpiones para morder a Lu Yan y Yu Shan, pero esas criaturas venenosas ni siquiera pudieron acercarse a ellos, siendo cortados por la mitad por las armas oscilantes.
El veloz y sombrío rey leopardo del desierto también se movía extremadamente rápido, matando a un enemigo tras otro con cada garra, siguiendo a su maestro en la batalla y cosechando vidas rápidamente.
En poco tiempo, el equipo de más de cincuenta personas quedó completamente eliminado.
Las serpientes venenosas y los escorpiones también se convirtieron en cadáveres venenosos, tendidos en el suelo inmóviles.
Viendo esta masacre unilateral, Feng estaba tan asustado que mojó sus pantalones y se desplomó en el suelo. Miró horrorizado a Lu Yan mientras éste se acercaba.
"¡Perdóneme, por favor! Mi Señor!" Feng se arrodilló en el suelo e hizo una reverencia desesperada, suplicando clemencia. "No estoy con ellos. Soy un aldeano de la Gran Aldea de la Hoja. Me obligaron a traerlos aquí. Si no hubiera venido, me habrían matado. Realmente no quería traerlos aquí. Por favor, ¡no me mates!"
Lu Yan le preguntó fríamente de dónde venían esos bandidos.
Feng se apresuró a decir: "No son de la Aldea de los Caballos. En realidad son el líder She Xie y sus subordinados de la Aldea Serpiente del norte. Los habitantes de toda la Aldea de la Serpiente son buenos controlando serpientes venenosas y escorpiones, y son particularmente feroces. Hace un tiempo, fueron al sur a saquear, y mi aldea también sufrió. Más de la mitad de la gente de la aldea murió."
Yu Shan preguntó: "Entonces, ¿cómo se enteraron de nuestra aldea?"
Los ojos de Feng parpadearon. "Yo... no sé dónde se enteraron de la riqueza de la aldea Yu. Me obligaron a guiarles hasta aquí."
Lu Yan dijo fríamente: "Mentira."
Feng estaba tan asustado que le temblaba todo el cuerpo. "Yo, estoy diciendo la verdad. Por favor, créeme."
Lu Yan dijo: "Sigue mintiendo. Yu Shan, mátalo."
"¡Sí, Capitán!" Yu Shan caminó hacia Feng.
Feng se derrumbó, diciendo finalmente la verdad.
Resultó que cuando She Xie y sus hombres saquearon la Aldea de la Hoja Grande, el Jefe de la Aldea de la Hoja Grande, para salvar su propia vida, le dijo a She Xie que había una aldea al sur que era más rica que la Aldea de la Sal, llamada la Aldea Yu. Según él, la Aldea Yu tenía exquisita sal fina y abundante grano, y She Xie podía llevar a sus hombres a robar allí. Además, los aldeanos podrían guiarle en el camino. A cambio, le pidió a She Xie que le perdonara la vida a él y a la gente de la Aldea de la Hoja Grande.
She Xie accedió, y entonces se sucedieron los acontecimientos que Lu Yan y su equipo conocieron.
Tras conocer la verdad, Yu Shan y sus amigos se enfadaron mucho. "¿Traicionaron a nuestra aldea por sus propias vidas?"
Lu Yan miró en dirección al norte, con mirada fría.
Luego, retiró la mirada y le dijo a Yu Shan: "Cuida de él."
Feng estaba tan aterrorizado que sus ojos se abrieron de par en par. Pero antes de que pudiera decir una palabra para pedir clemencia, fue asesinado por la lanza de hierro de Yu Shan.
"Capitán, ¿quiere dar una lección a la Aldea de la Serpiente y a la Aldea de la Hoja Grande?" preguntó Yu Shan.
Lu Yan lo miró. "¿Qué te parece?"
Yu Shan sonrió, con una luz feroz brillando en sus ojos. "¡Iré contigo!"
"Limpia este desastre primero."
"¡Sí, señor!"
CAPÍTULO 242. HACERLES
PAGAR (2)
Cuando el halcón regresó a la aldea con la noticia, Yu Su ya sabía sobre el incidente.
Dejó que Lu Yan se encargara.
Lu Yan resolvió rápidamente el ataque, trayendo de vuelta a los miembros heridos del equipo de patrulla.
Lu Yan le contó a Yu Su los detalles del incidente y pidió dirigir un ataque contra la Aldea de la Serpiente y darle una lección a la Aldea de la Hoja Grande.
La gente de la Aldea Yu, al enterarse de la verdad, también se enfadó mucho y exigió justicia.
Tanto los del bando de los guerreros cultivados como los del bando de los guerreros ordinarios suplicaron a Yu Su que fuera a la guerra.
"Señor Yu Su, por favor déjenos ir a la guerra contra la Aldea Serpiente."
"Señor Yu Su, yo también solicito unirme a la batalla."
Todos miraron a Yu Su.
Yu Su no era del tipo que no hace nada después de ser golpeado. Accedió a su petición, "Entonces Lu Yan liderará el equipo para conseguir justicia para nuestra aldea."
Lu Yan se arrodilló sobre una rodilla. "¡Sí, señor! No le defraudaré."
Lu Yan se movió muy rápido. El mismo día, revisó las tropas, tomó a sus propios hombres y a dos equipos del campamento de guerreros ordinarios, y se preparó para partir.
Era la primera vez que salían en expedición para enfrentarse a las fuerzas que habían ofendido a la Aldea Yu.
Antes de partir, Yu Su rezó por su seguridad y les pidió que llevaran más píldoras desintoxicantes.
Una vez que todo estuvo listo, Lu Yan dirigió al equipo.
Montaron en lobos y tigres domesticados y abandonaron la aldea.
Cuando salieron de la aldea, Yu Su se quedó en la ladera de la colina, observando cómo se dirigían hacia el este.
También era la primera vez que Yu Su no se unía a la batalla. Creía que Lu Yan ganaría perfectamente la batalla contra la Aldea Serpiente y daría una severa lección a la Aldea Gran Hoja.
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El equipo de Lu Yan se movió muy rápidamente a través de la llanura del cañón, apareciendo en las llanuras del norte.
Cuando su equipo apareció en las llanuras del norte, su ímpetu parecía fuerte, y sus agudas intenciones eran intimidantes. Se dirigieron del sur al norte, hacia la Aldea de la Serpiente. Todos los seres vivos del camino no se atrevían a enfrentarse a ellos y los evitaban uno tras otro.
Esto causó una gran sensación en las llanuras del norte.
Las aldeas situadas a lo largo del camino observaron con temor el paso del equipo montado en tigres y leopardos, temiendo que fueran a por ellos. Cuando se dieron cuenta de que el equipo sólo estaba de paso y no tenía intención de hacer nada a sus aldeas, respiraron aliviados.
Sin embargo, no pudieron evitar empezar a preguntar sobre este aterrador equipo de la Aldea Yu, que se dirigía hacia el norte con tanto ímpetu. ¿Qué iban a hacer?
Incluso las paredes tenían oídos. Pronto, la mayoría de las aldeas de las llanuras del norte supieron que el equipo de la Aldea Yu se dirigía hacia la Aldea de la Serpiente.
"He oído que es porque She Xie llevó a la gente a la Aldea Yu, con la intención de saquear la sal y el grano allí."
¿"She Xie"? ¡Esos monstruos que manipulan criaturas venenosas otra vez!"
"Nuestra aldea fue saqueada por She Xie y sus hombres no hace mucho. Nos han robado completamente el grano y las propiedades, y también capturaron a muchas mujeres de nuestra aldea y mataron a muchos hombres jóvenes y fuertes."
"She Xie y sus hombres deben estar buscando la muerte cuando ponen sus ojos en la Aldea Yu. La Aldea Yu es una aldea con poder divino."
"Pero es realmente extraño. ¿Cómo se enteraron de la aldea Yu?"
"Yo lo sé. Lo filtró la gente de la Aldea Gran Hoja."
"¿Qué?"
Todos los pueblos de la llanura pensaban que la gente de la Gran Aldea Hoja estaba loca. ¿No era esto ofender descaradamente a la Aldea Yu?
Cuando la Aldea Yu terminara de tratar con la Aldea Serpiente, ¿la Aldea Gran Hoja aún tendría un buen resultado?
Muchas aldeas deseaban ver el drama.
Y los discutidos aldeanos de la Aldea Gran Hoja, en este momento, estaban temblando de arriba abajo.
"¿Qué debemos hacer? La Aldea Yu debe saber que les hemos traicionado. Estamos condenados."
"Eso no es necesariamente cierto. ¿Qué pasa si esa gente muere en la Aldea Serpiente? ¿No olvides que la Aldea Serpiente está llena de monstruos que manipulan criaturas venenosas? Incluso cuando la Aldea de la Sal estaba en su apogeo, no se atrevieron a provocarlos."
"Así es. Incluso si la gente de la Aldea Yu es asombrosa, ¿pueden derrotar a la Aldea Serpiente?"
"Pero Feng, She Xie y sus hombres no han regresado de la Aldea Yu. Podría ser..."
"Y la Aldea Sal fue derrotada por la Aldea Yu antes. Y si la Aldea Serpiente también pierde..."
El Jefe de la Aldea Gran Hoja estaba sentado al frente, escuchando las discusiones de los aldeanos con expresión sombría. Un escalofrío recorrió su espina dorsal mientras pensaba en las consecuencias de sus acciones.
Cuando She Xie y su banda vinieron a saquear, el Jefe traicionó a la Aldea Yu para salvar su propia vida y la de la aldea. Nunca había esperado que She Xie, que parecía tan poderoso, también cayera en manos de la Aldea Yu. Ahora que la Aldea Yu buscaba venganza, ¿podría escapar del castigo?
Cuanto más pensaba en ello el Jefe, más sombría se volvía su expresión y más crecía su miedo.
Aunque acababan de sufrir el saqueo de la Aldea Serpiente, en este momento, el Jefe no estaba de humor para preocuparse por su rencor. Esperaba desesperadamente que la gente de la Aldea Serpiente pudiera derrotar a la Aldea Yu.