Una última partida

By Alex_escritor08

301K 22.3K 5.8K

Eliza Jones y Stella Lambert son el prototipo de: "personas correctas en el momento equivocado", pues sus vid... More

Sinopsis
Prólogo
1. Clase de cultura general
2. Diferencia de horario
3. Pasar página
4. Una orden
5. Un regaño
6. Cambios de humor
7. Estupideces
8. Distracciones
9. Aceptar mi derrota
10. ¿Nuevo integrante?
11. Dilemas
12. La pañoleta
13. Metiches
14. Cita ¿Doble?
15. Suplente
16. El regalo perfecto
17. Pendientes
18. Comida con los Lambert
19. Paisajes y disgustos
21. ¿Lo estoy haciendo bien?
22. El plan
23. Celos
24. Junta lésbica
25. Radar Gay
26. Sobrepensando
27. Raúl
28. Un gran hombre
29. Altas y bajas
30. Galletas
31. Helados
32. Ensayos y cervezas
33. Canciones
34. Una intrusa
35. Un sueño comodo
36. Tenemos puerta
37. Cansancio
38. Preocupaciones
39. Cambio de planes
40. Reporteros
41. El partido
42. Rangos mayores
43. Un baile
44. El periódico
45. Pendientes
46. La final
47. Las pañoletas
48. Inseguridades
49. El regalo sorpresa

20. Montaña rusa de emociones

4.6K 369 104
By Alex_escritor08

Eliza

Me acerqué a Aida en cuanto la ambulancia se fue.

—Si mi mejor amiga no vuelve a la cancha —la tome del cuello de su camisa—, me asegurare de que tú tampoco

—Estás agotando mi paciencia Jones —me tomo de las manos alejándome—, es mejor que te vayas hacerle compañía a Matthews

—Sacar a Emilia del camino no te servirá de nada —se dio la vuelta para alejarse—, ella siempre ha sido mejor que tú, por eso Cooper se enrollo con ella y no contigo

Aquello la hizo darse la vuelta, sus ojos grises ya no estaban tranquilos, se habían vuelto más oscuros, apretó sus puños acercándose a mi.

—Cierra la maldita boca —me tomó de la camisa—, no me conoces Eliza, creí que lo hacías, pero veo que me equivoque, jamás he mezclado mi vida personal en la cancha, así que haznos un favor a todas —me soltó empujándome—, lárgate con Emilia antes de que te parta la cara

—No, no te conozco, solo sé del odio que le tienes a Emilia porque ella siempre ha sido mejor que tú

La vi acercarse a mí, dispuesta a que le rompiera más la cara, la esperaba, pero no contaba con que Stella se metería en el camino.

—Dejen de discutir —me miro mal—, Emilia va camino al hospital, tenemos que ir con ella ¿puedes dejar el puto odio de lado?

—Hazte a un lado secretaría —la empujo

Uy, valiste.

Sentí las uñas de mis dedos clavarse en las palmas de mis manos al cerrar mis puños, tomé a Aida de la camisa y le clavé un puñetazo.

—Es la última vez que la tocas —Aida término en el piso, las voces de las chicas se escuchaban al fondo, pero le di otro puñetazo— la próxima vez que la menciones o te acerques a ella, te dejó peor —sentí a alguien sostenerme alejándome de Aida—, esto no se queda así

Vi a Waster levantar a Aida junto con el equipo, no escuche que dijeron, mi mirada estaba en aquel gris, uno de sus ojos estaba morado mientras la nariz le sangraba.

—Vamonos Eliza

Me aparte de las chicas y me encaminé hacía mi maleta, no necesitaba que me controlaran.

Stella llamó a dos de sus choferes ya que no me dejó conducir porque según ella no estaba en condiciones, pero fue desesperante esperar a que llegaran, una vez que lo hicieron ella le ordenó a uno de ellos que se llevaran el coche de Emilia.

El enojo se me había pasado hace un rato, así que durante todo el camino mis nervios estaban al tope, sentía el corazón en la garganta, ni siquiera le presté atención a Stella cuando me tomó la mano, en mi mente solo estaba mi mejor amiga. Stella me dijo que era mejor que le avisara a sus padres, me negué un par de veces porque no sabía cómo decirle a los señores Matthews que su hija iba de camino al hospital, cuando me animé hacerlo la señora Matthews me dijo que iban en camino, Christine les había avisado de lo sucedido.

En cuanto llegamos al hospital solo vimos a Christine en la sala de espera.

—¿Dónde está?

—Se la llevaron hacerle observaciones

—¿Hace cuando cuento fue eso?

—Hace cinco minutos

—Mierda

—¿Le hablaste a Elia? —asintió ante la pregunta de Stella

—En el camino le informé, ella fue la que la recibió, me dijo que volvería pronto

—¿Qué tan pronto?

—Eliza, está en manos de los médicos, solo necesitamos esperar

—Pueden hacer su trabajo más rápido si hay varios mirándola, que no solo haya uno —mire a Christine—, dile a tu hermana que llame a sus amigos, que nos den noticias rápido

—Eliza

—Ella tiene que estar bien —me acerqué a Christine—, ella tiene que estar aquí —sentí a alguien sostenerme—, ella no puede... ella no —me ahogue con mis palabras

No podía pasarle nada, no podía ocurrir nada grave, ella no podía dejar el deporte de lado.

Aquel abrazo me rompió, mis lágrimas salieron sin ni siquiera pedirlo, sentí que me ahogaba con mis lágrimas.

—Me agradas —fruncí mi ceño—, espero seamos buenas compañeras

La escanee mejor. Hace días había empezado a convivir con ella, es buena en el deporte y se ve que lo ama más que a su propia vida. Y, su compañía era extrañamente agradable.

—Extrañamente igual me agradas —aquello la hizo reír

***

—Eres mi mejor amiga ¿lo sabes?

La mire, su mirada estaba en el atardecer que estaba enfrente de nosotras. Habíamos salido a jugar solo nosotras, hace rato habíamos terminado.

Habíamos pasado todo el verano juntas, nunca le dije porque estaba decaída, y no creo hacerlo, pero ella había confiado mucho en mí estos últimos días.

—No me gustan las cursilerías —una risa se escuchó

***

—¿Vas a dejarme?

—No puedo seguir con eso —suspire—, no puedo

—Eliza, por favor —sentí su mano en mi hombro—, tienes potencial, ambas hacemos un buen equipo —la mire de reojo, vi la curvatura de su labio elevarse—. El equipo no sería nada sin ti

***

—Te quiero Eliza y quiero ayudarte. Eres mi mejor amiga, por favor, dime qué pasa

Había vuelto a verla, después de dos años la había vuelto a ver, eso había descolocado mi mundo por completo, y Emilia se había dado cuenta de aquello.

La miré, su mirada verde era de pura preocupación. Se me hace muy difícil confiar en Emilia —no por el cariño—, si no por sus ojos, me recordaba tanto a los suyos, pero su única diferencia es que ellos si eran sinceros, pero no dejaban de recordármela.

—No pasa nada Emilia —sonreí—, descuida

—De acuerdo, cualquier cosa, aquí me tienes —sonreí antes de abrazarla

***

—Te quiero idiota —sentí su mirada—, jamás lo olvides

Le di un trago a mi cerveza, la miré de reojo cuando su mirada se alejó de mí, tenía una sonrisa en el rostro.

—¿No vas a decir nada? —pregunte con el ceño fruncido

—Te diría una tontería porque es la primera vez que me dices que me quieres, pero —le dio un trago a su cerveza—, prefiero disfrutarlo —me miró—. También te quiero Eliza

***

—Y por eso dependo mucho del fútbol —pasó su mano por sus párpados—, no se que será de mí si no juego más aquel deporte, también por... —la abrace

La abrace tan fuerte que temí romperla en estos momentos, y ella me abrazó de igual manera, sus lágrimas volvieron a salir junto con las mías, porque jamás pensé ver a Emilia así de destrozada, así de vulnerable.

—Jamás nadie volverá a lastimarte —sentí mi camisa humedecerse por sus lágrimas—, y la persona que se quiera meter contigo, le partiré la cara —soltó una pequeña risa—. El fútbol siempre estara contigo, de eso me encargo yo

Miré mi teléfono cuando empezó a sonar, lo ignoré al ver quién era, pero no dejo de insistir tres veces más.

—¿Qué?

—Hola para ti también —mire a Stella que se alejó un poco—, quería saber si el partido terminó para ir por ti, pensé en salir un rato y...

Salí al balcón de aquel piso y cerré un poco la puerta de cristal.

—No estoy de humor para hablar contigo Raúl. Anda, dime qué quieres

—No me avisaste si el partido terminó

—¿Ahora vas a controlar en dónde estoy?

—No lo digo por eso Eliza

—¿Por qué no le preguntas a tu prima en donde estoy? Ella debería saberlo muy bien

—Aída me contó —suspiró—, por eso te llamo, quería saber...

—Dile a tu prima que se puede ir mucho al diablo, y que cuando la vea le partiré la cara

—Eliza, ella no tuvo nada que ver

—No me vengas a vender esas cosa cuando tú no estaba ahí, y no tienes idea de cómo sucedieron las cosas

—Lo sé, pero conozco a Aida, y tú también la conoces Eliza, no le levantes falsos

—Pero por supuesto que te pondrás de su lado —rodé mis ojos— ¡Mando a mi mejor amiga al hospital! ¿No entiendes la gravedad del asunto o qué?

—Obviamente sé la gravedad del asunto, pero... —un suspiro pesado se escuchó al otro lado de la línea—. No quiero discutir contigo Eliza, sé que no la estás pasando bien, voy en un rato y así podemos...

—No te quiero aquí —lo corté de pronto—, no sé te ocurra acercarte al hospital, porque cuando te vea a los ojos, pensaré que es ella y no quiero ni pensarla

—Amor, por favor déjame acompañarte

—Por favor Raúl, no te quiero cerca

—Pero... —colgué soltando un largo suspiro

—Lo único que me faltaba

No quería seguir hablando con él, fue cierto lo que dije, si lo veía solo recordaría a esa estúpida y no quiero ni verla en pintura.

—Eli —me sobresalte ante eso, Stella estaba en la puerta—, ya la pasaron a un cuarto

Sentí mi corazón querer salirse de mi pecho. Me deje guiar por ella, Christine me dijo que sus padres entraron a verla, así que solo quedaba esperar.

—¿Qué dijeron los doctores?

—Afortunadamente el golpe no requiere operación, solo fue una ruptura del músculo y esguince de tobillo, le pusieron un yeso —mis cejas se alzaron ligeramente

—Era mejor —mire a Stella—, Elia dijo que por ser esguince se le pondrá un vendaje y cargaría con él un par de semanas, pero Christine le recordó que es jugadora ...

—Y opto por el yeso para que la recuperación sea mucho mejor, un vendaje no nos asegura nada —suspiro—, cargará con él un par de semanas

—¿Cuántas semanas?

—Un mes

Un mes...

La final...

Emilia no podrá tocar la cancha en un mes.

Mierda.

—Eso sin contar las semanas de recuperación

—No podrá jugar la final —me escuché decir

Ambas me miraron, pero creo que solo Christine entendió la gravedad del asunto, pero no creo que por el mismo motivo que yo.

No sé cuánto sepa de la vida de Emilia, pero algo me dice que ella no sabe porque Emilia le tiene amor a ese deporte.

El ruido de la puerta abriéndose nos hizo voltear, la señora Matthews nos sonrió.

—¿Cómo está?

—No lo tomo tan bien —me tomó de la mano—, eres su mejor amiga, confío en ti —asentí

—Descuidé, ella estará bien —me sonrió antes de mirar a Christine

—Las está esperando

Deje que Christine entrara primero. Al entrar, ella estaba en aquella cama, con sus ojos cerrados, mi vista se fue al yeso, pero por la manta que tenía no pude verlo.

—Si no fuera porque tus padres dijeron que estás bien, creería que no la libraste —soltó una pequeña risa

—Lo mucho que quieres a tu mejor amiga —me reí

—Ya me conoces

—Por un momento creí que mi madre hablaba de... —se callo en cuanto vio a Christine en frente de su cama

—¿Qué?, ¿creíste que sólo entraría yo sola?

—Eres imprudente a veces ¿lo sabes? —mire mal aquella enana

—Y tú nunca te callas

—Si no dijeras tantas tonterías posiblemente lo haría

—Nos harías un favor a todos

Fui consciente de nuestra cercanía, mire de reojo a las chicas, pero estaban concentradas en su conversación, me aleje de ella mientras seguía sonriendo.

—Sí, pero tendré que usar esto —fue justo donde vi el yeso— por tres semanas, luego haré terapias para que pueda recuperar la movilidad por completo

—No me jodas —la mire— ¿podrás volver a jugar?

—Como en dos meses

—¡¿Dos meses?! —Christine había dicho un mes—, para ese tiempo ya habrá terminado la temporada

—Lo sé

—¿Qué haremos sin ti?

—Eliza...

—Ese era su plan. Claro, esas hijas de puta querían ese "partido amistoso" para dañarte

—Eliza...

—Esa hija de puta me va escuchar —di la vuelta para salir del cuarto

—Eliza

—Alto ahí campista —ella me tomó del brazo—, no vas a buscar problemas, no ahora —fruncí el ceño—, deberías estar aquí con Emilia ¿no crees?

—Christine está aquí, Emilia está en buenas manos —dije con obviedad

—No diré nada más —me dedicó la última mirada antes de soltarme

Hacía mucho tiempo que no veía aquella mirada, pero la recordaba muy bien, era aquella que decía "si te pasa algo no haré nada al respecto" y era verdad, cuando veía mis cagadas no hacía nada al respecto, ni siquiera apapacharme, le temía aquella mirada.

Así que sin discutir más, me recargue contra la pared, mientras ella se mantenía enfrente de mí, cruzada de brazos sin decir nada más.

Eso era así, siempre que quería hacerme ver que estaba mal lo hacía, era como un castigo, y siempre funcionaba.

Unos minutos después los señores Matthews nos informaron que Emilia podía irse, me termine de despedir de ella diciendo que más tarde pasaría por su casa, tenía que avisarle a las chicas y conociéndolas querrán ir esta noche a verla.

—¿Nos vamos? —fruncí mi ceño levantando la mirada de mi teléfono

—¿Vas a llevarme?

—Yo te traje, lo más justo es que te deje en tu casa —mire la camioneta y luego a ella, me encogí de hombros antes de subirme, el chofer no tardó mucho en dar marcha.

—Gracias, por traerme y controlarme

—El equipo ya tiene suficiente con lo de la capitana como para que a ti tambien te pase algo —sonreí de lado

—¿No vas a aceptar que te preocupas por mí? —solté una pequeña risa

—Lo hago —me calle en cuanto me tomó de la mano—, conozco tus impulsos, por eso lo hago. En verdad Eliza, no hagas nada que pueda dañarte —mi vista no se alejaba de su mano—, por favor

Esa no era la respuesta que esperaba, pensé que me contestaría a como estábamos acostumbradas , pero al parecer ella quería ser sincera en este punto. Su mano encima de la mía, era un sentimiento alejado de la realidad, hace mucho no sentí eso, y sé que toda la tarde lleva tomándome de la mano, abrázandome, estando muy cerca de mí, pero estaba lo bastante preocupada por mi mejor amiga como para notar esa cercanía. Ahora, ahora ese extraño sentimiento estaba más presente, y sentía como un cálido abrazo en mi corazón.

Maldije por debajo cuando mi teléfono empezó a sonar con notificaciones, me calme al ver que solo eran las chicas preguntando del estado de Emilia.

Sin la Emilia

Eliza: Ella esta bien chicas, ya está en su casa

Janet: Iré más tarde a verla

Melissa: Igual yo

Selene: Dennis y yo igual vamos

Gabriela: Mejor pongamos una hora, para ir todas

Denis: Nosotras iremos a las 7

Janet: Entonces a esa hora iremos

Melissa: ¿Estás allá Eliza?

Eliza: Iré a la misma hora que ustedes, necesito ir a mi casa para ducharme

—Gracias por traerme —comenté una vez que llegamos a mi casa

—Fue un placer —sonreí— ¿Iras de nuevo acá Emilia?

—Sí, iré con las chicas más tarde

—De acuerdo, cualquier cosa estoy al teléfono

—Gracias por todo, en verdad Stella

—No tiene nada que agradecer Eliza, haría lo que sea por ti —sus preciosos ojos verdes brillaron, volví a ver la chispa de aquel verde esmeralda y que bien se sintió.

En cuanto entré a mi casa mi madre estaba en la sala mirando el televisor.

—¿Qué tal el juego, mi amor?

—Mal —deje caer mi maleta en el sillón—, esas hijas de puta cometieron ...

—Eliza ¿Que te he dicho de las malas palabras? —bufé

—El equipo de Aida cometió una falta contra Emilia, le provocaron un esguince de tobillo, estara en yesada por un par de semanas

—¿Como? —dejo de mirar su programa para mirarme a mi— ¿Emilia está bien? ¿te hicieron algo a ti? —negué en cuanto me miro el rostro

—Estoy bien mamá, Emilia no tanto —bufé—, se que esas semanas de reposo no le vendrán bien

—Con ayuda tuya pasará en calma, veras mi amor —sonreí—, lo importante es que el inconveniente no pasó a mayores

—Físicamente no —negué—, iré a verla en una hora, las chicas igual irán

Fruncí mi ceño ante la mirada que me estaba dando, sus ojos cafés me escaneaban con curiosidad.

—¿Pasa algo mamá? —me tomo de la barbilla mirándome mejor

—Tus ojos ... —fruncí mi ceño ante el murmuro

—¿Qué tienen mis ojos?

—Están muy brillantes a pesar de la preocupación —alzo mi mentón— ¿pasa algo cariño? —negué

—Iré a tomar una ducha —me aleje rápidamente de ella—, quiero estar con mi mejor amiga en estos momentos

—De acuerdo —comentó en lo que yo subía las escaleras

Me apresure a encerrarme en mi habitación, me dejé caer en la cama, este día se estaba convirtiendo en una montaña rusa de emociones.

Melissa se ofreció a venir por mi para ir a casa de Emilia, era horrible no tener un auto y mi padre aún no llegaba del trabajo.

Una vez que llegamos las chicas ya se encontraban dentro de la casa, la señora Matthews comentó que podíamos subir a su habitación, pero me escapé a la cocina mientras ella hablaba con las chicas, en la mesa había una bandeja con galletas recién salidas.

—Eliza —me sobresalte comiendo una galleta

—Estan buenas señora Matthews —tome otra antes de salir de la cocina

—Que hare contigo Eliza —comentó riendo

Me hice a un lado en las escaleras para que la presidenta pudiera pasar.

—Jones —sonrió

—¡A mí también me alegra verte! —entré a la habitación comiendo mi galleta— ¿Qué? —pregunte al ver que todas me miraban

—Bueno...ahora que la presidenta se fue —comentó Selene

—Wooo Matthews, había rumores de lo casanova que eras, pero jamás imaginé que te gustaran las de clase alta —reímos ante el comentario de Tania

—Entonces, el favor que nos pediste ¿se pospone? —rodé mis ojos ante la pregunta de Gabriela

—No, si ustedes pueden entrenen, en lo que yo estoy con esto en mi pie —suspiró—, cuando recupere mi movilidad, entrenare por mi cuenta

—Como, ¿todo el equipo sabe? —pregunto Tania— esto si no me lo dijiste —Janet río por lo bajo

—Te iba contar hoy que estaba en tu casa, pero se me fue con el problema de Emilia, perdón

—Entonces, ¿andas con las grandes ligas, Matthews?

—No, somos amigas

—Amigas, ¿cómo lo son Dennis y Selene? —reí por eso— o amigas, ¿cómo lo son Eliza y Stella? —deje de reír y mire mal a Melissa

Hija de puta.

—Mierda Harrison, la secretaria y yo solo somos «amigas»

—Sigue diciendo eso hasta que te lo creas —rodé mis ojos

—Sea cual sea el caso, esta no es la historia de Eliza para contar eso —prácticamente ahora sí—, regresando al tema, ¿Que haremos sin la estrella en los próximos juegos?

—Ustedes pueden chicas, siempre han podido sacar al equipo adelante sin mí, no me necesitan necesariamente

—Tal vez, pero Eliza no es buena capitana

—¡Hey! —me queje— ¿podrían dejar de hablar de mí como si no estuviera?

—No

—Las odio

—Hay que aceptarlo Eliza, eres buena jugadora, pero como capitana eres la peor —comentó Selene antes de volver a reír

—No tienes buenas tácticas de juegos, no nos dices que hacer y cómo llegar en medio de un juego, solamente te dedicas a llegar a la portería —comentó Gabriela—, Emilia hace todo a la vez

—Pues, lo quieran o no, Eliza será su capitana mientras yo me recupero —sonreí orgullosa, aunque verdaderamente estaba preocupada—, hablare con ella sobre las tácticas del juego, para que sea buena capitana de reemplazo —rodé mis ojos

Unos golpes se escucharon en la puerta, y me dediqué a abrir.

—Les traje unos bocadillos a ti y a tu equipo, mi amor

—Gracias mamá

—Eliza, ven para que traigas de tomar para las chicas —bufé antes de salir con la señora Matthews

Una vez que llegamos a la cocina tomé la jarra de jugo, Christine estaba ayudando con un par de cosas, me sonrió en cuanto me vio, salí de la cocina con aquella jarra, pero la señora Matthews me interceptó en el camino.

—¿Cómo la ves? —suspire

—Esto no va hacer nada fácil —negó

—Necesita a su mejor amiga más que nunca

—Descuide señora Matthews, haré lo posible para que ella no recaiga tanto —me sonrió antes de dejarme ir

Serán unas semanas muy difíciles.

—Esas hijas de puta nos la pagaran

Deje la jarra junto con los vasos en el escritorio de Emilia.

—Sí, pero no hagan nada chicas

—¿Por qué?, ellas merecen esto —me crucé de brazos

—Porque solo las vemos en la cancha, si hacen algo ustedes quedarán expulsadas del juego, estamos en cuartos de final, avanzamos mucho como para hacer una cagada ahora —nos miró a todas—, no harán nada hasta que la temporada termine ¿De acuerdo?

—Sí capitana

—Lo único que pueden hacer ahora es demostrar que no me necesitan para avanzar a la final, cállenles la boca en la final, ganando ese trofeo sin mí, es el único modo de demostrar que son un buen equipo sin su capitana

—Y eso es algo que Eliza jamás diría para motivarnos —rodé mis ojos cuando empezaron a reír

—Idiotas

Estuvimos un rato más en la habitación de Emilia tratando de hacerle olvidar esa mala jugada, ellas no dejaban de molestarla con respecto a la presidenta y que les platicara de cómo empezaron las cosas, Emilia solo les dijo lo necesario sin entrar en tantos detalles, pero luego se les hizo gracia molestar a mi. Ellas se fueron primero no sin antes prometer que vendrian de vez en cuanto a verla.

—Me debes una charla —reí por lo bajo

—Te debo más que una charla —comenté sin mirarla—, cuando tengas tiempo prometo tenerte al tanto de todo

—Pues, aunque no lo quiera, ahora tengo todo el tiempo del mundo —señaló su pie

—Sí, pero no podemos hablar ahora —mire mi telefono cuando empezó a sonar

Me aparté un poco de ella para contestar la llamada.

—¿Bueno?

—¿Dónde estás Eli?

—En casa de Emilia ¿por qué?

—Quería charlar contigo, te llamo más tarde si te parece —vi la interacción de Christine con Emilia antes de que volviera a salir de la habitación, sabía que hacía mal tercio

—Sí, te marco en unos minutos, ya estoy por irme

—De acuerdo —colgué

Recordé que había venido con Melissa, así que le escribí un mensaje a mi padre para que viniera a buscarme a casa de Emilia. 

—Tengo que irme Emilia, mamá me necesita en casa —guarde mi teléfono—, volveré mañana lo prometo —sonreí—, se que te dejo en buenas manos

—Gracias por todo Eliza

—Soy tu mejor amiga, por obligación debo asegurarme de que estés bien —me reí en cuanto me miró mal—. Es broma, sabes que te quiero, aunque nunca lo diga

—Lo sé, gracias

Christine entró con una jarra y dos vasos.

—Bueno, nos vemos mañana chicas

—Nos vemos —contestamos al unísono

Esperé a mi padre en la sala mientras veía como Samuel jugaba videojuegos, me despedí de los señores Matthews una vez que mi padre llegó.

—Tu madre me platico lo de Emilia ¿como está ella?

—Nada bien, sabes el amor que le tiene al fútbol —comenté riendo un poco

Aunque no era nada divertido.

—Ella se pondra mejor, las semanas pasan muy rápido

—Eso espero papá

Durante el camino a casa me estuvo preguntando acerca del juego, también me preguntó sobre Raúl, pero aquellas preguntas las evadí, se me hizo súper extraño que me mirara con curiosidad igual que mi madre, pero no le di mucha importancia.

Cuando entré a mi habitación le envié un mensaje a mi hermana diciendo que ya estaba en casa, pero dijo que otro día me hablaría ya que estaba de salida.

De Raúl no sabía nada, no tenía mensajes ni llamadas y era mejor así.

Me acosté en mi cama tratando de asimilar todo el día de hoy, y aquella enana fue protagonista de mis pensamientos.

⚽️

3/4

Okey, pero Stella cuidando a Eliza porque sabe lo mucho que le afectó🥺

Insta: Alex_escritor08

Alex ⚽️

Continue Reading

You'll Also Like

84.3K 4.1K 45
Babaeng maganda at cool but merciless and also mysterious nerd in her school WELCOME TO THE HELL UNIVERSITY
1.2M 64.9K 34
{SPIN-OFF TO "THE GIRL IN THE HOODIE" | SECOND BOOK IN THE SERIES} {2018-2023} *~* "Thank you for quitting that disgusting couple moment before...
964K 29.4K 22
Sequel to His Obsession: (STILL ONGOING- NO I HAVENT DISCONTINUED IT) As extravagant as love can be, many pay the price to well-enjoy it. After yea...
24.5K 1.1K 20
Amor... lo quería, y a la vez no, cerca de ella. Selene iba con el corazón roto a empezar de cero en una ciudad nueva, con una nueva visión y con el...