¡No Es Mío!

By MasiGG

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Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible! More

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Advertencia
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41

Capítulo 33

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By MasiGG

Desde hace días que las videollamadas habían pasado de algo necesario para mantener un buen vínculo como madres, a ser ahora la hora exacta para tratar de comenzar una venganza por la batalla perdida en la videollamadas anterior.

Jennie quería venganza, claro que la quería. ¿El obstáculo? Lauren Jauregui.

Lisa la mantenía en cada videollamada a su lado, no la permitía irse ni siquiera a abrir la puerta, y si lo hacía, Lisa cubría la pantalla diciendo que la espere.

Esa noche Jennie comía malhumorada, tenía una sudadera puesta y miraba seriamente a Lisa, ella evitaba su mirada, sabía sus intenciones y no estaba dispuesta a quedarse otra vez con las ganas. Quien sabe lo que tendría puesto debajo, o quizá no estaba usando nada, eso sería una tortura.

_Lauren...- Jennie trató de sonar amable, pero la rudeza en su voz fue evidente - ¿Podrías darnos privacidad un momento? Necesito decirle algo, por favor.

_Claro - iba a retirarse.

_Te quedas - Lisa sujetó su mano de inmediato.

_Lisa - Jennie estaba perdiendo la paciencia, pero fingía una sonrisa - que bueno que te estás recuperando muy rápido.

_Sí, las operaciones si fueron de mucha ayuda - comía de su plato, ya podía sujetar su cuchara sin que esta se caiga y podía mover sus extremidades con mayor velocidad - ¿Y cómo fue tu día?

_Estresante - se cruzó de brazos - ¿Sabes lo que es estar con dos niños a tu cuidado?

_Bueno, yo...quisiera ayudar pero-

_Pero no puedes, lo sé - respondió con molestia.

La frustración sexual tampoco ayudaba.

_Jennie, sé que no es fácil-

_Todo lo que espero en el día es poder hablar contigo a la hora de la cena, porque es a esa hora en que mis padres pueden cuidar a los niños, pero no puedo tener privacidad contigo porque tienes a tu terapeuta pegada a tí como un maldito chicle - levantó la voz.

_Jennie, escucha, yo-

_Tú qué, Lisa - interrumpió - sé que es difícil para tí pero aquí también lo es. No estás presente. Es difícil cuidar a nuestra hija sola y cuidar a tu hijo también. Ni siquiera mandas dinero, no puedo-

_¡¿Qué quieres que haga?! - Lisa interrumpió al escuchar lo último - ¡Ni siquiera puedo caminar, Jennie! ¡Estoy dando mi mayor esfuerzo para poder volver con ustedes lo más rápido posible! ¡¿De dónde quieres que saque dinero?! ¡Mi amiga es quien me paga todo! ¡¿Creés que estoy muy cómoda aquí estando lejos de mis hijos?!

Silencio incómodo, ambas parecían retarse, pero a la vez no querer discutir.

_Yo...mejor me retiro - pronunció Lauren.

_Sí, vete - respondió Jennie.

_No la trates así - Lisa salió a la defensiva - ¿Qué te pasa?

Lauren decidió esperar en la sala.

_¡Que solo quiero un momento contigo, Lisa! ¿Es mucho pedir?

_¿Estás celosa? ¡Es mi terapeuta!

_¡Tu terapeuta que ya te ha visto toda desnuda y toca tu cuerpo todos los días!

_¡¿Y cómo que supone que me cambie o me bañe?!

_¡Y yo que sé! ¡Contrata a una anciana!

_¡¿Qué?! - preguntó incrédula - ya, entiendo - trataba de relajarse - estás estresada, te estás desquitando conmigo y lo acepto. Pero no metas a terceros.

_¿Y por qué tiene que estar a tu lado en toda la cena?

_¡¿La pediatra está pegada a tí también y yo no te digo nada?! ¡¿Y qué demonios hace en la cena?! 

Jennie miró a su lado, Lee comía en silencio.

_¿Sigues aquí? - preguntó Jennie, ni siquiera se había dado cuenta.

_Tu mamá me invitó a comer...- pronunció incómoda - voy a la sala.

Jennie la siguió con la mirada hasta que salió de la habitación.

_Ya se fue - reprochó Jennie.

_Lauren también se fue - respondió a la defensiva.

_Bien.

_Bien.

En la habitación de los señores Kim, ambos padres estaban en silencio, habían escuchado los gritos por parte de ambas. Ambos estaban pensativos, cada uno sostenía a un niño.

_Nuestra hija se parece a tí - pronunció el mayor.

_Y la emo a tí - respondió su esposa - de tantas enfermeras, ¿Tenías que aceptar que te atienda todos los días esa culona?

_¿Y qué querías que hiciera? Es su trabajo.

La mayor viró los ojos, negando.

_Malandros y emos son iguales, lentos y tontos.

_Soy médico y científico, no soy un tonto - salió a la defensiva.

_Puedes identificar todo sobre la ciencia y el cuerpo humano, pero no puedes identificar cuando una mujer te coquetea.

_¿Me estaba coqueteando? - quedó pensativo.

La mayor suspiró con frustración.

En la habitación de la castaña, el ambiente seguía igual, solo silencio.

_Bueno, ¿Qué era eso tan importante que querías decirme? - preguntó Lisa.

_Ya no importa - Jennie respondió sin siquiera verla.

_Dijiste que era importante.

_Era importante hace minutos - comía.

Lisa suspiró. Su psicóloga le repetía que era muy importante la comunicación. Debía mantener una comunicación tranquila.

_Que celosa eres - eso no era una conversación tranquila.

_¿Perdón? - Jennie levantó la mirada.

_Que eres muy celosa. No conocía ese lado tuyo.

_¿Celosa? ¿Creés que no me doy cuenta la cara que haces cuando viene la pediatra?

_¡Es que no entiendo qué hace metida en tu casa todo el día! - Lisa comentó, irritada - se supone que debes ir a citas, ¿Qué hace allí?

_¡Debe de ver a nuestra hija! ¡Y no tienes derecho a hacerme una escena de celos! - señaló - ¡Tú dijiste que solo querías relación cordial de madres conmigo!

_¡Tú terminaste conmigo! - se sentó de inmediato - ¡Y aún así me haces escenas de celos absurdas!

_¡Te dije que era un tiempo!

_¡Claro, un tiempo! ¡Y en ese tiempo conoces a alguien más! ¿Verdad? ¡Cómo a la tonta de la pediatra!

_¡Al menos la pediatra no me a visto desnuda!

_¡Que estoy paralítica, mujer!

_¡No pongas escusas!

Lisa se quedó incrédula.

_¡Por Dios, Jennie!

_¡Ya, perdón! - pronunció de inmediato. Tratando de estar tranquila para no volver a decir otra tontería - perdón. Sí, tienes razón, estoy muy estresada y me estoy desquitando contigo. Yo quería quitarme todo este estrés de otra manera pero no te dejas - se cruzó de brazos.

_No podemos discutir así de fácil, Jennie.

_Es que es frustrante - pronunció en un suspiro - es muy cansado, Lisa. Te necesito aquí pero no estás. Aún falta diez meses para que regreses y es más difícil con Jung. Lo quiero pero-

_¿Lo quieres? - Lisa sonrió al escucharla.

_¿Cómo no voy a quererlo? - bajó la mirada, sonrojada por la mirada de Lisa en ella - es...un pedacito tuyo. No importa cómo llegó, es tuyo...y lo quiero también. Es mi cajita felíz.

_¿Cajita felíz?

_Bueno, pedí el combo completo y me llegó una cajita felíz de regalo - respondió pensativa.

Escuchó a Lisa reír, levantó la mirada a ella pensando que se estaba burlando, pero en su mirada no había burla, había admiración, felicidad.

_Jennie...- la veía con amor - regreso en cuatro meses.

Jennie se mostró curiosa e ilusionada al escuchar aquello.

_¿En serio?

_Sí. Sumado a esos dos meses que estoy aquí, son seis meses, los doctores me dijeron que ya puedo regresar en ese tiempo y seguir mis terapias en Corea - sonrió levemente - ahora también me llenaré de estrés.

_Es lo justo, que las dos estemos cansadas y con ojeras - acusó.

_Jennie...- la castaña le prestó atención - yo...quisiera decirte algo.

_Dime - veía sus mejillas sonrojadas y eso le parecía tierno.

_Cuando regrese a Corea, quisieras...- estaba nerviosa - ¿Te gustaría tener una cita conmigo?

_¿Una cita? - Jennie frunció los ceños, confundida - ¿A tu terapia?

_No - Lisa rió levemente - lo que quiero decir es...a una cita...de manera romántica - la expresión de Jennie era de ilusión, de sorpresa, como si hubiera estado esperando aquello desde un comienzo - comenzar otra historia...pero con los mismos personajes, tu y yo. ¿Suena eso tonto?

_Me gusta la idea...- sonrió conmovida.

_Pero ahora el personaje de la chica emo será distinta - ambas rieron ante el apodo - yo...voy a hacer la nerd de siempre. Es el estilo que me gusta, con lo que me siento cómoda. ¿Quisieras tener una cita romántica con la chica nerd?

_Creo que yo debería ser quien pregunte - Lisa no entendía - ¿Quiere la nerd tener una cita romántica con la chica gruñona y celosa?

_Sí quiero...

_También quiero...

Ambas sonrieron, sonrojadas.

La puerta de Jennie se abrió y la sonrisa de Lisa se borró al ver a la pediatra entrar por su bolso.

_¡Son las diez de la noche! ¡¿Qué hace allí?!

***

A la mañana siguiente Jennie se había levantado de mejor humor, sus padres habían vuelto a irse a trabajar y vendrían en la noche. Jennie se apresuraba a cocinar mientras la bebé estaba durmiendo y Jung estaba sentado en la sala jugando al lado del gato. El gato estaba muy panzón, ahora estaba a dieta.

Estaba preparando el puré para Jung, cuando tocaron la puerta. Se dirigió a pasos rápidos a abrir y encontró a Nia frente a ella, parecía nerviosa, pero luego sonrió, afligida.

_Soy libre...- pronunció, aguantando las ganas de llorar por las fuertes emociones.

_má!

Se escuchó detrás de Jennie. Ambas giraron sorprendidas, Jung estiraba sus manitas en dirección a su madre, felíz de volver a verla.

_Su primera palabra...- pronunció Jennie.

_¿En serio? - Nia sonrió, conmovida - ¿Lo acaba de decir por mí? - Jennie asintió - Jung - pasó al lado de la castaña y cayó de rodillas abrazando con cariño a su hijo - te extrañé mucho - su voz se quebró.

Jennie miraba la escena conmovida, cuando sintió el olor a quemado.

_¡El puré! - corrió a la cocina, pero al abrir la olla, ya estaba quemado - voy a culpar a Lisa de esto - murmuró con molestia.

_Si quieres...- Nia se ponía de pie, cargando a su hijo - puedo ayudarte, si un niño es difícil, dos será muy complicado.

_Mucho - suspiró - ¿Quieres quedarte a almorzar? - señaló el puré quemado - pediré delivery.

Nia río levemente, asintiendo.

_Gracias por cuidar a Jung.

_Cuando quieras.

Los meses fueron pasando, Lisa iba mejorando cada día más, ahora ya podía ponerse de pie. La relación entre Jennie y Nia mejoraba sin siquiera haberlo imaginado, pasaban todos los días juntas en casa de la castaña. Cuidar ambos niños era más sencillo con dos personas y decidieron hacerlo juntas. Nia le enseñaba cosas a Jennie sobre el cuidado de un recién nacido y eso quitaba miles de preocupaciones a la castaña.

El día que Lisa pudo dar unos cuantos pasos antes de ser sostenida por Lauren, fue algo muy emocionante para Jennie y Nia, ellas estaban viendo sus intentos mediante la videollamada y festejaron al verla lograrlo.

Lauren tuvo que dejar de inmediato a Lisa en la silla de ruedas ante la mirada de advertencia de Jennie, no era necesario que la abrace tanto tiempo.

Aquel último mes pasó de manera rápida. Las terapias de Lisa con la psicóloga estaban yendo bien, estaba superando su miedo de apoco. Lo único que quería es hacer las cosas bien con Jennie, quería amarla de manera correcta, ser la chica indicada para la castaña y besar esos labios cada mañana.

El día de regreso a Corea llegó, las maletas estaban siendo colocadas en el aeropuerto y Lisa esperaba en su silla de ruedas junto a su bastón. Esperaba a Lauren para poder subir juntas al avión, cuando a lo lejos la vió al lado de aquella chica castaña. Ambas conversaban, parecían nerviosas. Lisa sabía que habían estado hablando, pero no sabía si solo quedaron como amigas o había algo más.

Cuando Lauren besó de manera repentina a la castaña y ella se sorprendió, Lisa simplemente sonrió al ver que Camila le correspondió el beso. Lisa suspiró pensando en Jennie, ya quería estar así con ella.

Lauren se despidió con otro beso y se alejó, mantenía una gran sonrisa en sus labios. Mantendrían comunicación por mensajes y llamadas hasta que Camila vaya a Corea. Se tomaría unas vacaciones y que mejor que ir al lado de su chica.

_¿Lista? - Lauren llegó al lado de Lisa.

_Te veo muy felíz - sonreía.

_Muy felíz - observó a Camila, ella sonreía sonrojada - amo tanto a mi chica.

_Subamos al avión, que yo también quiero besar a mi chica - pronunció Lisa - quiero besar a mi Jennie - sonrió enamorada.

Voten ❤️

Esta historia está dedicada a una persona especial en mi vida. Ella quería que suba esta historia, pero desde hace días está desaparecida y la verdad no estoy estable en mis emociones. La extraño mucho y solo espero que esté bien.

La historia está en mi perfil

Victoria4Lin

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