Después de someterse a una cirugía mayor, Yu Zixu necesitó observación en la UCI durante dos días. Tang Tang, que era médico, fue inmediatamente a la UCI para ayudar justo después de terminar su turno. Esta fue la primera vez que el Dr. Tang mezcló asuntos personales con deberes profesionales.
Gracias al físico musculoso de Yu Zixu, se despertó la noche del primer día después de la cirugía. Sin embargo, no podía hablar. La máscara de oxígeno todavía estaba puesta. Sus ojos negros y brillantes perdieron algo de color, parpadeando lentamente sin mucha fuerza, mirando constantemente al Dr. Tang, quien estaba bien abrigado.
Tang Tang le aconsejó suavemente que cerrara los ojos y descansara, pero Yu Zixu no escuchó. Lo miró obstinadamente como si intentara confirmar si tenía alguna herida.
Sintiéndose un poco tierno, Tang Tang se inclinó más cerca del oído de Yu Zixu, susurrando que estaba ileso y que debía descansar bien. Seguro, Yu Zixu pareció relajarse un poco, cerró los ojos y cayó en un sueño ligero.
Los débiles sonidos de goteo de los instrumentos médicos y las ondas del electrocardiograma indicaban la condición estable del paciente en la cama; sin embargo, en el ambiente impredecible de la UCI, Tang Tang lo observó dormir toda la noche sin cerrar los ojos.
.......
Yu Zixu no estuvo muy lúcido en los días siguientes, entrando y saliendo del sueño repetidamente. Pasó casi una semana antes de que se sintiera menos cansado y agotado. Después de ser trasladado de la UCI a una sala normal, los médicos lo visitaron después de sus turnos. Cuando estaba ocupado, les pidió a los dos hombres que cuidaran del pequeño pervertido.
Después de todo, había demasiadas personas que querían la vida de Yu Zixu, y Chu Wang y Vincent, aunque no lo dijeran, estaban agradecidos de haber protegido al médico del golpe fatal.
Aunque, bueno... Los dos peces gordos necesitaban ser más expertos en cuidar a las personas, y Yu Zixu no quería que ellos cuidaran de él. El desprecio mutuo entre pacientes y cuidadores podría ser mortal. Sin embargo, al menos su relación había mejorado un poco después de este incidente. Ya no estaban constantemente peleando y blandiendo armas.
Pero cuando se trataba de tomar represalias contra la perra del té verde, los dos tíos estaban lejos de ser misericordiosos.
Al igual que ahora, después de que Tang Tang terminó su trabajo y quiso ver cómo estaba Yu Zixu, entró solo para ser golpeado por el aroma. Dentro de la sala, Chu Wang y Vincent estaban sentados en el sofá, disfrutando de un bistec y vino tinto. No estaba claro dónde encontraron un chef, pero el bistec estaba asado a la perfección y exudaba una fragancia deliciosa.
Y Yu Zixu, con su rostro pálido debido a la pérdida excesiva de sangre, los observaba con ojos de cachorro, contemplando la deliciosa comida.
Tang Tang: "...."
Bien, pudieron disfrutar de su comida, pero insistieron en charlar lentamente mientras saboreaban las delicias. Los utensilios de plata cortaron la carne y la superficie del bistec quedó crujiente y fragante, rica en la textura de la pimienta negra. Cocinado a la perfección a medio cocer, los jugos se desbordaron con cada corte.
"Trago."
Tang Tang sintió como si escuchara el sonido del pequeño pervertido tragando saliva. Apoyando la cabeza con impotencia, dijo: "Muy bien, termina rápido. Yu Zixu no puede comerlos ahora, así que ya no te burles de él intencionalmente".
Chu Wang devoró el bistec y los pétalos de color claro de sus labios recogieron un poco de salsa. Su lengua lamió, dejando los labios algo brillantes. Con los ojos entrecerrados y alargados, expresó deleite: "Bien..."
Vincent se secó la boca con una servilleta y luego tomó la copa de vino tinto y tomó un sorbo. El leve aroma del vino tinto era irresistiblemente tentador.
Yu Zixu: ""
¡Yu Zixu estaba a punto de explotar!
Se quejó mientras veía a los dos tíos terminar su comida y luego sollozó lastimosamente, mirando a Tang Tang.
Tang Tang sintió un poco de lástima por él y rápidamente hizo salir a los dos peces gordos ocupados, permitiéndole hacerse cargo del turno para cuidar de Yu Zixu. La colaboración entre Chu Wang y Vincent estaba llegando a su fin durante este período y, de hecho, estaban bastante ocupados. Toda la actuación en la sala fue principalmente una forma de matar el aburrimiento mientras se esperaba que los médicos terminaran su trabajo.
Bueno... Y para provocar un poco al perrito loco. Después de todo, siempre exudaba la fragancia del té.
"Nos iremos ahora, bebé".
Susurró Chu Wang, levantando el rostro del médico, besando sus labios repetidamente e incluso burlándose de él con la lengua antes de irse. Vincent también besó la hermosa y esbelta mano del doctor, aparentemente queriendo dejar una marca de mordida, su nuez rodó por un momento, pero finalmente se contuvo.
Una vez que se cerró la puerta de la sala, Tang Tang todavía estaba recuperando el aliento. Los ojos de Yu Zixu en la cama del hospital se pusieron rojos de celos, Ilamándolo con un toque de agravio.
"Gege."
Tang Tang se sonrojó profundamente. Se secó el brillo de los labios y se dio la vuelta, fingiendo estar tranquilo, sentándose junto a la cama del hospital. "¿Qué ocurre?"
El rostro de Yu Zixu todavía estaba algo pálido. Infló sus mejillas, "Yo... ¡no he estado cerca de ti en medio mes!" Sus pequeños ojos seguían desviándose hacia su gege.
Las orejas de Tang Tang se enrojecieron aún más. Frunció el ceño, "Aún no te han quitado los puntos, y ¿en qué estás pensando en tu cabeza?"
¡En la mente de Yu Zixu, estaba pensando en hacerlo llorar y gemir continuamente, en apuñalar su agujero de puta y llenar sus intestinos de puta!
A pesar de que ya se había entregado a estas fantasías, el té verde Yu todavía hinchó sus mejillas y con sus ojos oscuros miró al médico. Esta apariencia lamentable, combinada con el rostro pálido de un niño grande, inevitablemente tocaba la fibra sensible de uno.
Tang Tang se sonrojó excesivamente y desvió la mirada sin piedad. Sin embargo, al momento siguiente, Yu Zixu agarró su manga, balanceándola suavemente, murmurando y actuando lindo.
"Gege... soy tan duro. ¿Me puedes ayudar?" Se quedó mirando los labios del doctor, seduciendo en voz baja, "Gege, solo chúpalo un poco, chúpalo un rato .."
Tang Tang apretó con fuerza sus labios, los ojos de color claro parpadearon por un momento. Finalmente, cedió a la lamentable serie de "Gege~" de Yu Zixu. Subiéndose a la cama del hospital, bajo la inevitable mirada de Yu Zixu, se sonrojó mientras le quitaba los pantalones al paciente. Sin la cubierta holgada del vestido, el prominente bulto en la ropa interior era particularmente llamativo. El gran glande se asomaba desde el borde, goteando líquido prostático, luciendo lindo y encantador.
Solo después de ver la cabeza del hongo, Tang Tang la encontró linda. Si todo el pozo estuviera expuesto, sería una criatura extremadamente monstruosa.
Tang Tang bajó la cabeza y se llevó a la boca la cabeza de hongo que asomaba por el borde. Labios suaves envolvieron la punta redonda, chupando suavemente un trago de líquido seminal. La suave lengua también lamió tentativamente la abertura uretral.
Yu Zixu respiró hondo y los músculos de su abdomen se tensaron instantáneamente. Apretó fuertemente los puños, tratando de controlar el placer.
Aunque el placer físico fue intenso, el más crucial fue el placer psicológico. La sola idea de que el médico hiciera esto voluntariamente hizo que el corderito saltador del corazón de Yu Zixu rebotara felizmente. Sólo la imaginación podía hacerle eyacular en la boca del médico.
Muy descarado.
El pene de Yu Zixu no era desagradable. No tenía ningún sabor extraño, sólo las fuertes hormonas masculinas y el aroma ácido único del semen. Sin embargo, este aroma único de apareamiento masculino, similar a un afrodisíaco, hizo que Tang Tang tuviera aún más hambre y sed, apretando su ano.
Mmm delicioso.
El médico enterró su cabeza en el abdomen del paciente, tragándose la cabeza de hongo expuesta, la saliva goteando por la barbilla, humedeciendo gradualmente el borde de su ropa interior. El joven paciente respiraba pesadamente y con su voz baja y ronca ordenaba al médico que se quitara los pantalones y se comiera adecuadamente su gran pene.
El médico escupió obedientemente la cabeza del hongo y sus delgados dedos le quitaron la ropa interior. Un pene grande, de color rojo violáceo, salió ansiosamente con un "pop", golpeando la cara del médico. Un rastro de agua, algo aturdido, marcaba el rostro del médico. Aún así, ante la insistencia del paciente, comenzó a chupar y tragar el pene.
Dedos elegantes y delgados se hundieron en el vello púbico negro, el médico chupó repetidamente el palito de carne sin ninguna técnica particular, provocando que el paciente gimiera en voz baja, su nuez rodando de placer.
Yu Zixu abrió las piernas y observó cómo el médico hundía la cabeza entre los muslos, tragando y chupando. La pequeña lengua fragante y suave lamió los surcos, intentando profundizar el gran glande.
El médico aprendió rápidamente, ahogándose varias veces antes de tragar con éxito todo el glande en su garganta. Al escuchar los incontrolables gemidos del paciente, a pesar de que las lágrimas corrían por sus mejillas, una extraña sensación de orgullo brotó desde el fondo de su corazón.
"Uf, Gege, eres tan increíble... Ah..."
Los gemidos de Yu Zixu eran comparables a los de alguien siendo secuestrado, y escucharlo hizo que el médico se avergonzara aún más. Mientras gritaba seductoramente, movió sus caderas, empujando el palo de carne más profundamente y, finalmente, comenzó a moverse, presionando la cabeza de Tang Tang.
Tang Tang abrió mucho la boca, dejando que el pene largo y grueso entrara y saliera de su boca. Había saliva por todas partes y de vez en cuando miraba a Yu Zixu
con ojos brillantes. Inconscientemente, tragó saliva y el temblor de su garganta le dio un inmenso placer a Yu Zixu.
Su respiración se aceleró, queriendo moverse más rápido, pero el dolor de la herida le hizo fruncir el ceño. Tang Tang rápidamente le impidió moverse y decidió manejar él mismo a este monstruo gigante rebelde, usando su garganta apretada para servirle cómodamente.
El paciente en la cama del hospital no había llegado al clímax en mucho tiempo. El médico luchó por realizar el acto, y el palo de carne gigante estiró su boca hasta el punto de crujir levemente las comisuras. También le dolía un poco la garganta, pero el trozo de carne todavía estaba animado y enérgico.
Sin otra opción, tuvo que acelerar, tragando el glande aún más profundamente y usando su mano delgada y clara para jugar con los dos testículos. Empleó todas sus fuerzas, rezando para que estos estímulos hicieran que el paciente eyaculara pronto.
La respiración del paciente se detuvo y el fuerte jadeo del placentero trozo de carne comenzó a hincharse, llenando la pequeña boca del médico. Respirar se volvió algo difícil.
El pene palpitaba, evidentemente llegando al borde de la eyaculación. La garganta del médico tembló, chupando vigorosamente el gran pene. El paciente maldijo, presionando con fuerza la cabeza del médico, empujando bruscamente cinco o seis veces antes de sacarle el pene. Apuntó al rostro pálido y seductor del médico y abrió ligeramente su pequeña boca, eyaculando.
El líquido caliente salpicó el rostro del médico, las gafas sin montura adornadas con semen y la encantadora boca roja contenía una bocanada de eyaculación. La pequeña lengua se movía torpemente, removiendo el espeso semen de una manera muy erótica.
Yu Zixu llegó al clímax y soltó al pájaro. Cuando el doctor todavía estaba aturdido por la corrida, se inclinó. En tres o dos movimientos, le quitó la prenda superior al médico, mordió la piel del hombro y saboreó con avidez la sangre.
"Puaj..."
Tang Tang gimió de dolor al darse cuenta de que Yu Zixu acababa de someterse a una cirugía. Empujó suavemente el hombro de Yu Zixu, "Sucio... No chupes".
Ignorando la protesta de Tang Tang, Yu Zixu continuó chupando la sangre que rezumaba con avidez. Sus ojos se entrecerraron con satisfacción hasta que la sangre de esta herida quedó completamente seca. De mala gana, lamió la marca del mordisco.
Reacio a seguir mordiendo, Yu Zixu se lamió los labios con descontento. Su mirada cayó como llamas sobre la parte inferior del cuerpo del médico envuelto en pantalones de traje, y dijo con voz ronca: "Gege, déjame lamerlo por ti".
Extendiendo la mano, antes de que el médico pudiera negarse, le desabrochó el cinturón. Tang Tang, temiendo abrir la herida, no se atrevió a luchar con fuerza. En algunos casos, fue dominado y el paciente se quitó los pantalones.
Ropa interior de algodón blanco envuelta alrededor de nalgas regordetas y un pequeño semierecto. Yu Zixu miró con curiosidad al médico y Tang Tang volvió la cabeza, negándose a mirarlo.
"Gege, eres duro.."
Yu Zixu se rió entre dientes, lo que hizo que Tang Tang se avergonzara aún más. El rostro frío ahora se sonrojó y se quitó la ropa interior de algodón, dejando al descubierto una cosa pequeña, blanca y translúcida. Este pequeño pene era tierno y adorable, goteando humedad. En realidad, la herramienta del médico no era pequeña, pero comparada con tres cosas de burro, todavía no parecía suficiente.
Mirando a Tang Tang, Yu Zixu lamió provocativamente el eje del pene con una lengua sensual, haciendo que el pequeño pene temblara y liberara más fluidos.
"El ano de Gege es tan cachondo, y tu pene también..." Yu Zixu chupó y tragó sensualmente el pequeño pene, murmurando: "Tsk... Hay tanto jugo solo después de lamer un poco".
"Uf.. Oh.."
Los muslos de Tang Tang temblaron y las comisuras de sus ojos se pusieron rojas de placer. Jadeó, mordiéndose los labios, negándose a dejar escapar ningún sonido. La succión de Yu Zixu se volvió más rápida y profunda. Tang Tang no pudo evitar gemir, pero fue justo cuando estaba a punto de llegar al clímax que la voz de Chu Wang explotó de repente.
"Oh.... ¿Qué está pasando aquí?" Dijo el hombre en tono curioso.
La cabeza de Tang Tang zumbó y el pequeño pene se estremeció, disparando semen a la boca de Yu Zixu. Yu Zixu entrecerró los ojos y tragó con satisfacción.
Después del clímax, Tang Tang respiró y miró hacia arriba. Chu Wang y Vincent aún no habían regresado y la fuente de la voz no estaba clara.
Por otro lado, los dos hombres que se tomaron un descanso de su apretada agenda observaron la escena lasciva que se desarrollaba gradualmente en la cámara de vigilancia, sintiendo una pizca de celos.
"Tsk, ¿no tienes miedo de quedarte sin aliento mientras haces esto?" Chu Wang sonó un poco amargo cuando abrió el intercomunicador.
Vincent se ajustó la corbata, dejó el bolígrafo dorado que usaba para firmar y miró a los dos amantes entrelazados apasionadamente en la sala. Un toque de acidez pareció impregnar sus ojos azules.
.......
Yu Zixu lamió al pequeño rosado, levantó la cabeza y tarareó a la lámpara de pared: "Estoy dispuesto".
Se frotó la cara contra el abdomen de Tang Tang y le dijo coquetamente al médico que quería lamerle el ano. Tang Tang estaba extremadamente avergonzado. ¿Cómo podría aceptar la solicitud de Yu Zixu?
Pero Yu Zixu aun así volteó al médico sobre la cama. Cada vez que el médico luchaba, jadeaba, alegando que le dolía la herida. Esto hizo que Tang Tang no pudiera
usar la fuerza. Yu Zixu aprovechó esta oportunidad para doblarlo, levantarlo, abrir las regordetas nalgas y extender su lengua para lamer la tímida florecita.
"Ah, no..." El médico se estremeció y trató de patearlo, pero Yu Zixu comenzó a tararear y no podía soportar patear. Sus ojos se enrojecieron y respiró hondo.
Los otros dos pervertidos observaron de cerca las acciones de Yu Zixu, viéndolo suavizar el ano y luego sondear con la lengua.
El tierno ano se apretó alrededor de la lengua, pareciendo responder a la estimulación. Yu Zixu continuó separando las nalgas y su hábil lengua azotó el interior del recto con un movimiento provocativo.
"Ah, no lamas... Está sucio..."
El médico, habitualmente comedido, no podía soportar una estimulación tan intensa. Él gimió y jadeó, las lágrimas empaparon la almohada. Sin embargo, la lamida de Yu Zixu se hizo aún más profunda y su lengua golpeó el punto sensible. Tang Tang gritó: "¡Ah!", Mientras sus intestinos convulsionaban locamente. Una corriente caliente roció todo el rostro de Yu Zixu, estimulando a los otros dos observadores.
"Bebé, espera a que regresemos".
La voz de Chu Wang era ronca. Después de una ronda de colisiones entre mesas y sillas, los sonidos cesaron en ese extremo. Parecía que Chu Wang y Vincent corrían hacia el hospital.
Maldita sea, joder trabajando.
¡Solo querían dominar al doctor y arruinar su agujero de zorra!
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