Leigh (Darks #3)

By Ariana_Godoy

620K 71K 42.7K

Han pasado tres años desde que Leigh sufrió a manos de un monstruo. Y ella se ha dedicado a sanar, finalmente... More

Prólogo
(1) ✲ NUEVO COMIENZO ✲
(2) ✲ LAS CHICAS DEL CULTO ✲
(4) ✲ EL LÍDER ✲
(5) ✲ LA CHICA DEL BOSQUE✲
(6) ✲ EL CHICO DE LA MOTO ✲

(3) ✲ LA CHICA Y EL LOBO ✲

66.1K 8.3K 5.2K
By Ariana_Godoy

LEIGH

Para, Leigh.

No son ellos.

No es él.

No era la primera vez que mi corazón se aceleraba con esperanza, pero con el pasar del tiempo, había aprendido a no dejarme llevar porque la desilusión que llegaba después de confirmar que no eran ellos siempre me dolía. Al principio, me emocioné con frecuencia con las cosas más mínimas: una luz encendida, un ruido que venía de la casa. Sin embargo, la mayoría de las veces eran equipos de limpieza que iban a la mansión Stein cada cierto tiempo para evitar que se derrumbara en polvo y suciedad.

La casa había quedado exactamente como ellos la dejaron, no fue prioridad de los Stein empacar los muebles o electrodomésticos. ¿Cómo lo sabía? Hubo una noche de borrachera en la que me metí en la casa Stein, no fue mi mejor momento y al parecer el alcohol me impulsaba a cometer crímenes. Me había paseado por su amplia cocina donde discutí varias veces con ese rubio arrogante, luego la sala donde había consolado a Frey y a Kaia cuando Carter le disparó a Heist.

—¿Estás bien? —La pregunta de Mary no me sorprendió, asentí con la cabeza mientras me guardaba el celular en el bolsillo.

—Sigamos.

—Leigh. —La duda en la forma en la que dijo mi nombre fue clara.

—Quedamos en que mi vida no va a girar en torno a ellos... a él, ¿de acuerdo? —Le recordé—. Han pasado tres años, Mary. No puedo correr a esa casa solo porque hay una luz encendida o un auto en frente. Esperé lo suficiente. Hemos empezado la universidad y una nueva etapa, así que... —Me encogí de hombros.

—De acuerdo —murmuró mientras seguíamos caminando.

El ruido de una motocicleta nos sorprendió y nos echamos a un lado del camino, Hilda se puso frente a nosotros de inmediato. La moto emergió de una curva, era completamente negra y el conductor llevaba ropas oscuras y un casco a juego. Cuando nos pasó por un lado, él giró su rostro ligeramente hacia nosotros y una sensación extraña me envolvió, sentí como si me estuviera viendo a los ojos aunque no pudiera ver nada más que el vidrio oscuro de su casco.

—Este es no es un sendero para motos —murmuró Hilda y se comunicó con Aster, el otro guardaespaldas qué nos esperaba al principio del sendero, por el pequeño dispositivo en su oído—. Va a salir una moto del camino, ojo con él.

Esa sensación desagradable no desaparecía, quizás era el hecho de que no pude ver su rostro, aun no me llevaba bien con ese tipo de cosas.

—Hilda, es solo un motorizado. —Fingí que no me afectaba porque tenía que aprender a vivir expuesta, no quería darle la razón a mi padre, y vivir paranoica, pensando qué todo el mundo era sospechoso. ¿Quién querría hacerme daño? Heiner estaba muerto, los Steins se habían ido y lo último qué supe de Jaeda fue qué habían procesado su extradición de regreso a este país. Aún no entendía como había logrado que la enviaran a Alemania, pero Frey se había encargado de mandarla de regreso aquí para que fuera juzgada como debía ser.

Una sonrisa curvó mis labios al recordar como habíamos trabajado en equipo para lograr que Jaeda saliera de su escondite cuando fui a visitar esa institución en la que estaba internado él. Ser amiga de Frey se sentía como un privilegio porque yo sabía que eran contadas las personas que él dejaba entrar. Me sentía afortunada de que él hubiera contado conmigo. Y no podía mentir, una parte de mí esperó que la cercanía de mi presencia despertara algo en su hermano, lo motivara de alguna forma, pero no fue el caso.

El atardecer ya se cernía sobre nosotros, la oscuridad ya invadía algunos puntos entre los árboles donde ya no llegaba la luz opaca del sol que ya se despedía de este día. Me abracé y me detuve.

—Creo que deberíamos volver —dije, disimulando y sintiéndome como una tonta por ocultarles mi miedo.

Mary me dio una sonrisa amable, Hilda solo asintió. Ellas sabían que le temía a la oscuridad, que las sombras entre árboles eran un detonante para mí.

Tenía demasiados recuerdos traumáticos relacionados con ellos. Entre árboles llenos de nieve, vi por primera vez a Heiner después de perder a mi madre, y ese monstruo me persiguió en un laberinto de arbustos y cuando perdí a Mila, nos rodeaba ese bosque interminable.

Emergimos del sendero donde Aster nos esperaba como una estatua, a diferencia de Hilda, Aster mantenía su distancia, casi nunca hablaba y era una pena porque tenía una voz profunda que me agradaba. Su traje era todo negro, su cabello oscuro iba peinado hacia atrás, el dispositivo en su oído también era oscuro. Su rostro era imponente, el color café de sus ojos era más visible cuando le daba esta luz del atardecer. Y aunque era unos años mayor que yo, Aster era atractivo, no podía negarlo, pero tan impenetrable como una pared de hielo.

Él le habló a Hilda por lo bajo, y yo no tenía la energía para intentar investigar que tramaban. Aster caminó a mi lado mientras Hilda se ponía al lado de Mary.

—Es solo una moto —murmuré, captando su atención. Aster me miró por unos segundos antes de volver su mirada al frente.

—Solo hacemos nuestro trabajo.

—Demasiado bien —dije por lo bajo.

Aster se detuvo y me paré con él mientras Mary y Hilda seguían.

—¿Hay algo que le moleste, señorita Fleming? —preguntó, mirándome con esa expresión estoica.

—Acepté esto porque ustedes prometieron pasar desapercibidos, esto... —Señalé su traje perfecto—. no lo es.

—¿Esto? Mi traje no tiene nada de malo.

—Ah, por favor, Aster. —Él se tensó cuando usé su nombre—. Es obvio que eres un guardaespaldas.

—Bien —respondió y arrugué las cejas.

—¿Bien?

Él dio un paso hacia mí y no le daría el gusto de retroceder.

—Así cualquiera que se atreva a considerar hacerle daño, sabrá que tiene un sabueso entrenado que mataría por defenderla sin dudar.

Bufé.

—¿Sabueso entrenado? ¿De verdad?

—No tiene ni idea de los entrenamientos que he superado, Srta. Fleming.

La intensidad de su mirada revelaba que lo que sea que hubiera pasado no fue nada fácil.

—¿Todo bien? —cuestionó Hilda a unos pasos de nosotros, ella y Mary nos observaban con curiosidad.

Le di una última mirada a Aster antes de comenzar a caminar de nuevo.

Al llegar al frente del edificio de nuestro dormitorio, noté que la moto negra de hace unos minutos estaba estacionada en uno de los espacios frente a la entrada.

Di un brinco cuando mi celular repicó de pronto con una llamada entrante. Era mi padre.

—Papá —Me quejé apenas contesté. Estaba segura qué los guardaespaldas lo actualizaban cada cierto tiempo, no entendía su necesidad de llamarme dos veces al día. Bueno, sí la entendía, estaba traumado con mi secuestro, pero necesitaba qué se relajara un poco.

—¿Qué tal tu primer día de clases? —La pregunta no era novedad.

—Estuvo bien.

—Ya sabes qué en el momento en el qué no te sientas cómoda... puedes volver a casa, Leigh.

—Estoy bien, papá —aseguré.

—Leigh. —Hubo una pausa y dejé de caminar. Todos mis sentidos en alerta.

—¿Qué pasa?

—Uno de los Stein volvió —dijo sin más.

—¿Quién? —Mi padre pareció dudar—. ¿Quién, papá?

—Valter Stein.

Una sensación agridulce me recorrió, ¿de verdad había pensado qué sería Heist? Estaba claro qué él no tenía intención de volver a mí. Me sentí como una tonta por sentir esperanza de manera tan rápida después de todo este tiempo.

—¿Sabes qué está haciendo ahí?

—Ha venido a poner en venta la casa.

Mi corazón se arrugó y sentí como si me hubieran golpeado directo en el pecho. Tenía sentido, si ya no vivían ahí, ¿para qué tener una propiedad tan grande? Sin embargo, su venta acababa con cualquier esperanza de qué ellos volvieran, de que él volviera. Luché por ocultar mi decepción, y por un momento, volví a ser esa Leigh qué era buena fingiendo.

—Tiene sentido, ya no viven ahí y han pasado años —dije con tranquilidad.

—Leigh.

—Estoy bien, papá. Todos hemos seguido adelante con nuestras vidas, esto pasaría tarde o temprano. —Mentí con tranquilidad, no quería preocuparlo.

—De acuerdo, cualquier cosa, por mínima qué sea—

—Te la diré, papá, adiós.

#

Las pesadillas eran constantes.

Habían mejorado con el tiempo, pero seguía despertándome, sudando, con las mejillas empapadas por las lágrimas y con el corazón desbocado. Sin embargo, no eran ese tipo de sueños los que más me atormentaban, todo lo contrario, era los buenos los que se quedaban rondando mi cabeza por días.

Esos sueños con mi madre, cocinándome y riendo conmigo en mi casa, o las risas con Natalia, los besos robados con Rhett. Los peores eran aquellos donde Mila estaba viva y Heist estaba a mi lado. Un sueño fue particularmente devastador, yo llevaba puesta la sudadera de Heist mientras él me abrazaba desde atrás, ambos acostados de lado en un sofá viendo televisión. Me sentí segura, amada, a salvo.

Odié despertarme, y volver a la realidad y darme cuenta de que él y yo jamás habíamos hecho algo tan simple como acurrucarnos al ver televisión, ni habíamos tenido una cita normal, y habíamos hecho cosas que si le contaba a mi terapeuta, me diría que no éramos sanos ni buenos el uno para el otro, que lo mejor era estar separados. No tenía como justificarlo, pero si el sanaba, si... él... quizás... Sacudí la cabeza, porque se supone que había venido aquí para dejarlo atrás definitivamente.

Salí del dormitorio para la primera clase del día en el ala oeste de la universidad, Aster me esperaba en el pasillo, por lo menos ya se había cambiado de ropa y lucía menos obvio. Era demasiado temprano, bostecé varias veces. Mary se quedó durmiendo por tenía clases más tarde. Mi dormitorio estaba cerca del ala este así que emergimos a la plaza entre edificios para cruzarla. Iba revisando mi celular cuando Aster paró y me puso el brazo en el frente deteniéndome.

—¿Qué pasa? —Levanté la mirada para ver una conmoción en medio de la plaza, había personas grabando con sus celulares rodeando algo, otras con expresión de asco y tristeza. Se me aceleró el corazón.

No es nada, no es nada.

Tragué con dificultad, y en ese momento, llegó la policía universitaria y sentí que el piso se movía, que mis piernas eran de gelatina. Mi pecho subió y bajó con cada respiración nerviosa, apreté mi celular con fuerza. La policía apartó a la gente con gentileza, y tuve una vista clara de lo que estaban viendo.

En el medio de la plaza, a los pies de la estatua de la justicia estaba un perro muerto, un charco de sangre a su alrededor, su pelaje manchado y se me revolvió el estómago. ¿Quién haría algo tan cruel? Me sostuve la boca, lágrimas inundando mis ojos por el pobre animal.

La policía universitaria inspeccionó el animal y con alarma en sus expresiones, pidieron que llamaran al comisario de la policía cercana. Y los murmullos de aquellos que estaban más cerca comenzaron a regarse hasta las personas que nos pasaban por un lado.

—Qué horrible —comentó una chica—. Al parecer el perro tiene dedos humanos en el hocico.

Me paralicé, me faltó el aire y sentí como si el piso a mi alrededor colapsara, me tambaleé dos pasos atrás. Aster se atravesó, bloqueando la vista del animal muerto.

—Srta. Fleming —Su voz sonaba lejana.

¡Mamá! ¡No! ¡Paren! ¡Por favor!

Mi mente volvió a esa noche en el bosque cuando los lobos comenzaron a comerse a mamá.

—Ese... —Mi voz era apenas un susurro—. No es un perro... es un lobo.


-*-*-*-

NOTA DE LA AUTORA: YIKES, not the lobos de nuevo T.T

Bienvenido, Aster, protege a Leigh, parfaaavart. 

Nos vemos el próximo sábado con el capítulo cuatro: El líder. Ese capítulo los dejará temblando jajaja los conozco.

Nos vemos en Tiktok: ariana_godoyc 

Muakatela,

Ariana G. 

Continue Reading

You'll Also Like

20.5K 1.1K 26
El tiempo pasa rápido cuando no esperas nada de nadie. "Mi padre me rompió el corazón, es por eso que me enamoro de todos los chicos que me demuestr...
47.2M 224K 4
•Libro publicado por Nova Casa Editorial• ✔Ganadora en los Wattys 2016 por Edición de Coleccionista. ✔Ganadora de los WowAwards por Novela Juvenil. ...
70M 6.9M 49
[COMPLETADA] Una noche fue suficiente para cambiarlo todo, para destruirlo todo. Él acabó con mi familia, con todo lo que amo y por alguna razón me d...
86.3K 10.2K 96
Vanesa Ramírez Malasaña se enfrenta al peor caso de su corta carrera como inspectora de policía. Aparecerá el cuerpo de una joven que llevaba seis me...