Los gritos de Jennie llenaban la habitación, estaba en pleno parto. Su madre se encontraba a su lado, preocupada por el desespero de la castaña. Sus piernas se removían, sus manos apretaban la sábana con fuerza, vacilantes, como si tratara de alguna manera escapar de aquel sufrimiento.
Sus lágrimas caían por el insoportable dolor, pero había algo más que también era motivo de esas lágrimas, Lisa no estaba allí...no estaba a su lado. El dolor no solo era físico, también era emocional, Lisa no salía de su mente y suplicaba en su interior tenerla con ella ahora mismo, pero sabía que era imposible.
En ese instante, Lisa se encontraba inconsciente por la anestesia, con un delgado tubo en su boca, con su rostro metido en un pequeño agujero en una camilla mientras operaban en su espalda.
Jennie gritó entre lágrimas ante el primer intento de empujar al bebé. El corazón de Lisa aumentó sus latidos en ese mismo instante.
_Doctor...- uno de los asistentes pronunció, extrañado - su corazón...aceleró un poco sus latidos - veía la máquina a su lado.
_¿Pasa algo? - interrogó.
_Sus signos están bien, no parece algo físico - revisaba con duda - su presión está bien, tiene oxígeno - observó de nuevo, ya estaba regresando a la normalidad - parece que se calmó.
Jennie hizo el segundo intento, sus manos se aferraron a los brazos de su madre, su rostro se ocultó en el borde de la camilla, gritando.
_Allí está otra vez...- comentó el asistente - volvió a latir de manera fuerte, ¿Debemos preocuparnos?
_Tú - señaló a otro - investiga si hay alguna anomalía.
_Sí, doctor.
_Nosotros sigamos en esto - continuaron con la cirugía.
Jennie estaba enrojecida por el esfuerzo, sentía que su interior se rompía y no podía dejar de gritar, sentía que iba a morir, solo quería que todo termine.
_Lisa...- pronunció en un sollozo. Los ojos de su madre se cristalizaron al escucharla.
El trabajo de parto estaba siendo largo. Cada intento de empujar, era como un desgarro más, tan doloroso, que por un momento pareció que iba a perder la conciencia.
Los latidos de ambas se sincronizaron, latiendo con la misma fuerza, con la misma intensidad. Los doctores al rededor de Lisa buscaban alguna explicación, no sabían si preocuparse, no encontraban algo perjudicial. Jennie lloraba, muchas veces pronunciando su nombre en murmullos, desesperada en tenerla a su lado.
Hizo un intento más tensando su cuerpo, pujando con fuerza. Su cabeza cayó sobre la camilla, exhausta, desorientada.
_Jennie - su madre sostuvo sus mejillas, preocupada - hija, hija responde - pidió - hija - Jennie respiraba jadeante, su rostro llena de lágrimas, sus latidos estaban muy acelerados. Cerró los ojos en un sollozo, cuando escuchó el llanto del bebé llenar la habitación - ya nació - besó su frente, ella también sollozando - tu pequeña ya nació.
Jennie seguía llorando, siendo abrazada por su madre. Veía como metían a su bebé en una incubadora y se la llevaban. Le habían avisado con anticipación que lo harían al instante en el que nazca, debía estar con muchos cuidados y revisarla con más detalle por nacer mucho antes de los nueve meses. La había visto solo unos segundos a la distancia, y era tan pequeña, tan irreal.
Observó por la ventanilla de la puerta, y cuatro rostros se asomaban. Jisoo, Rosé, Momo y Moonbyul saludaban sonriendo con tristeza, mostrando de cierta manera su apoyo.
Moonbyul había ido a pagar los últimos detalles para Lisa, cuando se cruzó con la madre de Jennie caminando a pasos rápidos preocupada, allí le avisó de manera rápida que Jennie ya iba a dar a luz.
_Necesito llamarla...- pidió en casi una súplica - necesito hablar con ella...por favor.
_Llamé cuando venía, la están operando...- respondió su madre - tienes que descansar, luego la llamaré.
***
El ruido de pájaros cantando la fue despertando. Lisa abrió los ojos con pereza y observó al rededor, había regresado a la habitación que la asignaron al llegar. Su ventana daba vista al hermoso patio rodeado de árboles, por eso los pájaros se escucha tan de cerca.
_Good morning - guío su vista a la puerta, una hermosa chica de cabello pelinegro, tes blanca y ojos verdes ingresaba, con una linda sonrisa amigable en su rostro. Tenía su uniforme azul y un pequeño maletín rojo - How are you? All good?
_Yes? - Lisa no entendía el idioma.
La chica rió levemente, dejando el maletín a un lado de sus pies.
_Dije: Buenos días, ¿Cómo está? ¿Todo bien? - abría el maletín, tomando una pequeña aguja - ¿Siente alguna diferencia después de la cirugía?
_Ahora que pueda notar...no - respondió decaída - creo...
_Eso quiero probar - se colocó frente a sus pies, señalando la aguja con diversión.
_¿Qué va a hacer? - preguntó nerviosa.
_Quiero saber si tiene sensibilidad - tomó su pie derecho, apretando - ¿Siente? - Lisa negaba. Presionó con más fuerza - ¿Ahora? - Lisa quedó pensativa, pero negó. La mujer tomó la aguja y sin cuidado alguno, pinchó la palma de su pie.
El grito de Lisa se escuchó en todo el pasillo.
_¡¿Cuál es su maldito problema?! - resistía el dolor. La mujer reía por lo bajo, envolviendo la aguja en papel para tirarlo al tacho de basura.
_¿No se da cuenta? - la mujer se cruzó de brazos, sonriente.
_¡Darme cuenta de qué! - respondió desafiante - ¿Que fue una salvaje?
_No - negaba - que me está mirando con su rostro en mi dirección y que gritó de dolor al sentir la sensibilidad en su pie.
Lisa se quedó en silencio, la sensación que le llegó al pecho fue extraño, como una gran esperanza al ver que podía mover levemente su cuello. Sus ojos se cristalizaron, sorprendidos. Su sonrisa creció, contenta al tener sensibilidad.
_Está funcionando...- sonreía entre lágrimas - ¿Puedo mover mi mano?
_Creo que eso es muy pronto para- quedó levemente sorprendida cuando su dedo índice pareció temblar, pero nada más - sí, vamos por buen camino - sonrió.
_Esto es...maravilloso, ¿Pero tenía que lastimarme así? - preguntó incrédula.
_Me presento, soy Lauren Jauregui - señaló su carnet en su pecho - seré su terapeuta personal. Su amiga me contrató personalmente al saber su idioma y cuidaré de usted en todo el proceso hasta que pueda regresar a Corea. Después de las tres cirugías restantes, vivirá conmigo.
_¿Qué? - preguntó incrédula - ¿Y dónde está Nia? ¿O el señor Kim? ¿Y Jennie?
_¿Quienes? - preguntó extrañada.
_Necesito mi celular - buscaba a los lados, mirando.
_No creo que pueda usarlo aún - sacó el celular de Lisa de su bolsillo - pero usted dígame, ¿Qué necesita?
_Llame a...donde dice...- desvío la mirada, avergonzada - donde dice "malandro"
_Malandro...- asentía - necesito su contraseña.
Nuevamente desvío su mirada, avergonzada.
_enn...eosa - murmuró.
_¿Qué? - frunció los ceños.
_Jennie hermosa...- fue más clara - pero ya lo voy a cambiar - aclaró rápidamente.
_Jennie hermosa - desbloqueó - malandro - buscó - listo, ¿Lo llamo?
_Sí, ponga el celular en mi oído - pidió, Lauren así lo hizo. Lisa esperaba que respondieran - hola...señora Kim.
_Lisa...- respondió la mayor - me imagino que ya saliste de la cirugía, ¿Cómo te sientes?
_Bueno, ya tengo sensibilidad, pero tengo una duda, ¿Su esposo llegó a Estados Unidos? Creo que no logré verlo antes de la operación.
_Surgió algunos problemas...- no sabía si contarle directamente, ella aún estaba delicada - no podrá ir, lo siento.
_¿Qué ocurrió? - preguntó con duda - ¿Está bien?
_Sí, está bien - el señor Kim estaba fuera de peligro - tuvo un accidente pero ya está bien. Y Nia...
_¿Qué ocurre con ella? ¿Mi hijo está bien?
_Sí, están bien. Pero tiene algún problema legal. Luego lo sabrás.
_¿Y...Jennie? - su voz fue suave - ¿Vendrá?
_Lisa...- suspiró - creo que debes hablar con ella.
_¿Le pasó algo a mi bebé? - Lauren pudo ver su preocupación - ¿Está bien?
_Sí, está bien. Ya estoy al lado de mi hija, me despido, ella hablará contigo - le pasó el celular a la castaña, ella estaba sentada en la camilla.
_¿Jennie? - llamó Lisa, pero la castaña mantenía silencio, apenada.
_Hola, Lisa...- pronunció por lo bajo.
_¿Cómo está nuestra hija? - preguntó ansiosa - ¿Todo está bien con el embarazo? Jennie, si necesitas quedarte por la salud de nuestra niña, lo entenderé. Deseo mucho estar a su lado cuando nazca, pero si la doctora aconsejó que no por algún problema, entonces quédate.
_Lisa...- bajó la mirada, evitando sollozar.
_¿Qué ocurre...?
_Nuestra bebé...ya nació - hubo silencio por parte de Lisa - lo siento...
Los ojos de Lisa se fueron humedeciendo, sintiendo que parte de su mundo se venía abajo.
_Tranquila...- pidió con la voz rota al escuchar los sollozos de Jennie - no es tu culpa...no pidas disculpas - sus lágrimas cayeron - está bien...
_Era tu sueño estar aquí...
_Lo sé...pero así pasaron las cosas - cerró los ojos, evitando llorar - ¿Estás bien?
_Sí...lo estoy.
_¿Alguien estuvo contigo?
_Mi mamá...estuvo conmigo en todo el proceso.
_Me alegro escuchar - sus lágrimas seguían saliendo, cayendo por los lados de su rostro - Jennie...
_Te escucho.
_Me recuperaré, lo prometo. Lo haré y regresaré...estaré con mi pequeña - su voz se quebró por un momento - solo tardaré un año...¿Sí? Solo un año y regresaré a Corea. Voy a esforzarme mucho...en ser una buena mamá.
_Te mantendré al pendiente de todo - limpiaba sus lágrimas - fotos, vídeos, llamadas...será como si estuvieras aquí en cada videollamada.
_Gracias...
_Iré ahora a verla, si hacemos una videollamada podrás verla.
_Hazlo, por favor - pidió ansiosa - pero vé con cuidado, acabas de dar a luz.
_Está bien, ya estoy bajando. Te llamo cuando llegue.
_Está bien...
Llamada finalizada.
Lauren se mantuvo en silencio, veía a Lisa aún mantener los ojos cerrados, llorando lo que parecía haber contenido por evitar preocupar a la otra chica.
_¿Desea...que limpie su rostro? Creo que querrá que su novia la vea así.
Lisa mantuvo silencio, nostálgica al escuchar la palabra novia. Asintió con un poco de dificultad y Lauren sacó papel higiénico de su bolsillo. Se acercó un poco y llevó sus manos a su rostro. Tomaba su mejilla y limpiaba con delicadeza sus lágrimas.
El celular volvió a sonar y Lauren respondió la llamada. Jennie la observó con duda. ¿Quién era ella? Lauren sonrió nerviosa y giró el celular a Lisa.
_¿Dónde está la bebé? - preguntó Lisa, Jennie seguía mirándola con duda - ¿Qué pasa?
_Nada - giró la cámara, mostrando un ventanal con muchas incubadoras. Hizo zoom a una en especial y notó la sonrisa de ilusión de Lisa, eso la conmovió.
_Está...muy pequeña - sonreía - quiero decir, es obvio, es una bebé y nació prematura, pero no deja de sorprenderme.
_Solo puedo entrar unos segundos - la cámara se movía, Jennie caminaba al interior, pudo ver los pies de alguien más entrando junto con ella - mira - ahora la toma era más clara, Jennie estaba frente a la bebé.
Los ojos de ambas se cristalizaron, era muy pequeñita, y era de ellas, su bebé. Estaba dormida, pero sus manitas se movían entre sueños.
¡Sus deditos!
Ambas se derretían de amor por su pequeña.
_¿Sostienes la cámara un rato? - se escuchó la voz de Jennie.
_Claro.
La sonrisa de Lisa fue disminuyendo al encontrarse con otra chica. Ella sostenía la cámara al nivel de su vientre, sin darse cuenta que estaba grabándose a ella. La mujer miraba a frente, observando paciente lo que Jennie hacía. Se ataba el cabello un momento.
La mujer bajó la mirada y se sorprendió al ver a Lisa mirándola con desconfianza.
_Perdón - giró la cámara de inmediato, grabando a Jennie, quien ahora estaba inclinada un poco admirando a su bebé - pensé que habías cortado la llamada.
_Gracias - Jennie volvió a tomar el celular - mira - enfocó parte de su cabeza - tiene poco cabello, es claro - sonreía.
_Parece que tendrá tu cabello - Lisa volvía a sonreír - ahora su cabello es claro pero al ir creciendo va a oscurecer un poco, entonces será castaña.
_Ya debemos salir - Lisa escuchó la voz de la otra chica.
_¿Quién es ella? - preguntó, fingiendo una sonrisa.
_Oh, ella es...mi nueva doctora, será la pediatra de la bebé - Jennie aparecía en la cámara, detrás la doctora saludaba incómoda.
_Eso es...bueno - respondió Lisa entre dientes.
Era demasiado bonita...y lo odiaba.
_Y...- Jennie pronunciaba, también incómoda - ¿Quién es la chica a tu lado? Solo...tengo curiosidad.
_Es mi terapeuta - respondió Lisa. Lauren sola se enfocó, saludando sonriente - y...viviré con ella, será mi cuidadora.
No le agradaba. Tenía cara de traficante de mota.
_Ah...que genial - Jennie sonreía falsamente.
_Sí...
Silencio incómodo.
_Bueno...te llamo a la hora de la cena - pronunció Jennie - hasta luego.
_Hasta luego.
Llamada finalizada.
_No me agrada esa mujer - pronunciaron a la vez a sus doctoras.
Voten ❤️
Ya se me pasó el enojo 😊