No me rendiré || 2Yeon

By MyouiKen

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2Yeon> Nayeon sentía que tenía una vida perfecta en aquel momento, se había ubicado en la cima de un pedestal... More

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XXXVI
XXXVII
XXXVIII
XXXIX
XL
FINAL

XXIII

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By MyouiKen

—Park Jihyo —respondió— Y vengo a contar la verdadera razón por la que Jeongyeon prefirió tener a Jinsol por su cuenta, sin que Nayeon se enterara —El juez la miró inquisitivamente por varios segundos antes de hablar.

—¿Podría por favor explicarme cuál es esa razón y de donde conoce a ambas?

—Jeongyeon es como mi hermana —dijo orgullosa— Vivimos juntas desde que tenía dos o tres meses de embarazo —El juez asintió dejando que continuará—La conocí donde trabajaba hace varios años —Nayeon se hundió en su asiento como si aquello la volviera invisible— Yo era enfermera en la clínica donde se llevó a cabo el procedimiento para que Jeongyeon quede embarazada —Jihyo clavó sus ojos sobre la chica quien miraba fijamente el suelo— Es donde también conocí a la Señora Im.

Flashback

—¿Nayeon, podrías dejar tu teléfono por un momento? —pidió Jeongyeon dulcemente a su novia, cuando ambas caminaban hacia la recepción de la clínica— Prometiste que hoy seriamos solo tú y yo, nada más de por medio.

—Lo siento —se excusó— Llegó un informe a mi correo que necesitaba leer desde esta mañana —La chica besó la frente de Jeongyeon mientras colocaba su mano en la espalda baja de esta— No más teléfono, lo prometo.

—Bien.

Ambas llegaron al escritorio principal de la Clínica privada a la que habían decidido acudir para llevar a cabo el proceso de inseminación artificial, una castaña de estatura promedio y de sonrisa muy contagiosa las recibió.

—Buenas tardes —saludó alegre — ¿En qué puedo ayudarle?

—Buenas tardes, tenemos cita con el Doctor Saraf —dijo la rubia.

—Por supuesto, ¿podría darme el nombre de la persona a la que está registrada la cita? —pidió sin quitar la mirada de la pantalla de su computadora.

—Yoo Jeongyeon —La castaña siguió tecleando un par de cosas más antes de volver a hablar.

—Pueden tomar asiento, el doctor Saraf las atenderá en un momento.

—Gracias —respondieron ambas caminando hacia el grupo de sillas ubicadas frente a un televisor, el teléfono de la chica volvió a sonar indicándole que tenía un mensaje nuevo, Nayeon estuvo a casi nada de revisarlo pero la mirada de Jeongyeon le hizo descartar esa idea y prefirió ignorarlo.

—Estoy tan feliz, Nayeon —dijo emocionada la rubia cuando ya estaban sentadas una junto a la otra— Ya quiero saber si es niña y se parece a ti con esos cachetes hermosos o si es un niño precioso, el otro día estaba buscando nombres en internet y saque una lista de los que me gustaban más y quiero que la leas conmigo —Siguió hablando, sin siquiera hacer una pausa para tomar aire— Puedes elegir un nombre también, pero será el segundo porque yo quiero elegir el primero.

—Está bien —respondió Nayeon con una ligera sonrisa— Ya veremos lo del nombre después.

—Está bien —Jeongyeon se acercó a Nayeon y dejó un pequeño beso en sus labios— Te amo.                                                                                            

—Yo también te amo —dijo sincera mirándola a los ojos.

—Gracias por todo —Nayeon volvió a sonreír, sin embargo, no dijo nada aunque no fue necesario, en aquel momento la castaña del mostrador volvió a aparecer para sacarlas de su conversación.

—El Doctor Saraf está listo para recibirlas —habló esperando a que la pareja llegará hasta donde ella estaba— Por favor síganme por aquí, las llevaré hasta su oficina.

Las tres mujeres caminaron en silencio hasta la oficina del doctor al que Nayeon reconoció rápidamente, aquel hombre era un amigo muy cercano a su padre antes de que este muriera.

—¡Nayeon! ¿Qué haces aquí? —preguntó el hombre levantándose como si tuviera un resorte en la silla y abrazando a la chica rápidamente.

—Hola, no... No sabía que usted era el Doctor Saraf —dijo aturdida.

—Steven Saraf —dijo divertido— No puedo creer que no reconocieras mi nombre, de pequeña me decías tío.

—Lo siento, mi novia fue quien se encargó de buscar los doctores y el lugar para su inseminación —dijo desviando la mirada al final.

—Lo siento —dijo el hombre recordando que no estaban solos— Soy el Doctor Steven Saraf —Estiró su mano para que la rubia la estrechará.

—Yoo Jeongyeon.

—Mi novia —agregó Nayeon abrazándola por la cintura.

—Vaya —dijo el hombre sonriente— Veo que ya van por los niños —rió.

—Sí —dijo Jeongyeon contenta— Estamos emocionadas por eso.

Nayeon simplemente cerró la boca tan fuerte que estos formaron una línea recta y apenas se venían sus labios, el hombre se percató del gesto pero prefirió dejarlo pasar.

—Pues veo en el informe que los óvulos de parte de Nayeon ya fueron extraídos y están en nuestro banco aguardando para ser usados y al parecer también tienen al donador escogido —El hombre cerró la carpeta que estaba leyendo sobre su mesa— Al parecer está todo perfectamente en orden, tengo sus exámenes, los óvulos, el donante ahora solo falta que elijan la fecha para llevar a cabo la inseminación.

—Pues cuanto antes mejor —dijo la rubia apretando la mano de Nayeon esperando su aprobación está simplemente asintió.

—Bien, pues dentro de una semana espero verlas, la enfermera que está al frente va a programarles la nueva cita.

—Gracias por todo, Doctor Saraf —se despidió Jeongyeon— Espero verlo pronto.

—Igualmente —El hombre se acercó a Nayeon y la abrazo una vez más— Necesito hablar contigo— dijo bajito para que Jeongyeon no se percatara— Llámame cuanto antes —La chica asintió para luego despedirse.

Luego de programar la cita ambas salieron de la clínica rumbo a su apartamento.

—No puedo creer que conocieras al doctor —dijo Jeongyeon sin perder la sonrisa.

—No supe su nombre hasta cuando lo dijiste hoy frente a la enfermera y no tuve tiempo para descifrarlo.

—Pero te di la carpeta con la cita después de que la otra doctora tomará tus muestras —dijo frunciendo el ceño.

—No tuve tiempo de leerlo, estas semanas en el banco no me han dado respiro alguno —La chica tenía la mirada fija en el camino mientras conducía, después de varios segundos sintió los labios de Jeongyeon sobre su mejilla.                                                                                            

—Sabes que odio ver cómo trabajas tanto y ya casi no estás en casa conmigo.

—Pues tengo que hacerme cargo del banco —escupió Nayeon algo enojada— Hoy he tenido que mover varias de mis citas para venir hasta aquí.

—¡No estoy recriminándote nada! —La rubia alzó la voz ante la actitud de la chica— Olvida lo que te dije.

Jeongyeon cruzó los brazos y se volteó a ver su ventanilla, Nayeon suspiró sabiendo que aquella actitud últimamente solo le estaba trayendo problemas, estacionó su auto a un lado del camino y se volteó hacia su novia.

—Lo siento —se disculpó esperando a que esta se volteara— Sabes que desde que murió papá todo se volvió más difícil para mí, tengo tanto peso sobre mis hombros que siento que en cualquier momento quedare aplastada —Jeongyeon se volteó y abrazo a Nayeon.

—Te amo —La rubia tomó el rostro de la chica entre sus manos y dejó un pequeño beso en sus labios— Prometo no volver a decirte nada más acerca del trabajo, sé que cuando te estabilices me dedicaras mucho tiempo a mí y nuestro bebé.

Nayeon tragó saliva nerviosamente, sabía que aquella estabilidad estaba muy lejos de conseguirla, faltaba mucho antes de poder aprender a manejar el trabajo y su familia al mismo tiempo y odiaba ver cómo Jeongyeon sufría por eso.

—Yo solo quiero verte feliz —dijo la chica sincera con los ojos brillosos por varias lágrimas— Lo siento.

—Hey —dijo Jeongyeon en broma— No llores o me sentiré culpable, ahora vamos a casa, quiero acurrucarme junto a ti mientras vemos una película.

Fin de Flashback

—Pero no fue ahí donde nos hicimos amigas —contó Jihyo— Al día siguiente apareció Nayeon sola para hablar con el doctor Saraf a solas, para mi sorpresa no venía con Jeongyeon, creí que tal vez tenía alguna duda o quería hacerle alguna consulta así que no le di importancia —Nayeon miro a Jeongyeon quien tenía su mirada floja en sus manos las cuales estaban juntas sobre la mesa.

》—Ellas volvieron juntas una semana después, aquella inseminación no dio resultado, Jeongyeon estaba apenada, sin embargo, tres meses después programó otra consulta con la esperanza de quedar embarazada, pero aquella volvió a fallar, el estado de ánimo de Jeongyeon comenzó a decaer, fui consciente de eso con solo el par de veces que la vi volver para hablar con el doctor y pedirle que le haga exámenes de sangre para comprobar si había quedado embarazada o no, una vez pude percatarme que había llegado llorando en todas esas veces jamás fue acompañada siempre iba sola, la tercera vez que programó otra inseminación fue cuando supe que algo iba mal, me atreví a revisar su informe para comprobar que ella era una chica joven y Nayeon igual, nada andaba mal como para que las dos veces anteriores fallaran —El juez la miró expectante. 

—Así que decidí hablar con uno de mis amigos quien trabajaba en el laboratorio donde tenían almacenadas las muestras, el conteo de óvulos que tenían de Nayeon no había cambiado pese a que los habían sacado dos veces para "ser utilizados" —dijo sarcástica mirando a la chica— Y la muestra del donante seguía de igual manera —El corazón de la rubia y de Nayeon comenzó a latir frenéticamente, a este punto Nayeon no pudo contener las lágrimas y su respiración se hizo irregular, todo en la sala comenzó a dar vueltas.

》—La tercera cita aparecieron ambas, la señora Im se veía distante, ni siquiera quiso hablar aquel día, Jeongyeon estaba más delgada, se veía pálida y tenía unas prominentes ojeras, sí, aquella vez tampoco dio resultado —Jihyo hizo una pausa para tomar aire.

》—Dos meses después de aquello volvió sola para recoger otro de sus exámenes de sangre, cuando se los entregue no perdió tiempo y los abrió frente a mí rompiendo en llanto cuando volvieron a dar negativo, yo la reconforte y estuve con ella hasta que se calmó, se veía tan frágil y sentí tanta pena por ella y me sentí culpable al no poderle decir la verdad, así que preferí hacer las cosas de otra manera.

Flashback

—Jeongyeon, por favor necesitas calmarte —pidió la menor sobando la espalda de la más bajita quien estaba aferrada a ella.

—¿Por qué a mí? —preguntó ahogada en llanto— Lo intente ya tres veces y no puedo.

—¿Qué tal si tratas una vez más? —dijo la menor bajito sintiendo como Jeongyeon temblaba entre sus brazos debido al llanto.

—No sé si pueda, todos estos meses han sido duros para mí, ya ni siquiera puedo estar con mi novia porque siento que no sirvo como mujer —Jihyo apretó los dientes para no soltar alguna mala palabra hacia la chica.

—Escucha —le pidió alejándola de ella para tenerla al frente— No vuelvas a decir algo semejante otra vez, vas a intentar embarazarte una vez más y prometo que esta vez va a dar resultado, te lo prometo, tienes que intentarlo una vez más, una vez más, Jeongyeon, no tienes nada que perder —Jeongyeon frunció el ceño al ver tanta seguridad en aquella mujer.

—¿Por qué estás tan segura?

—Yo sé que esta vez vas a lograrlo, algo dentro de mí lo dice y si es así quiero que me prometas que yo seré su madrina —Una pequeña sonrisa escapó de los labios de la castaña.

—Está bien —dijo contagiada de aquella esperanza que le transmitía la enfermera.

— Bien, te voy a programar una cita dentro de un par de días con la Doctora Lasso, es muy buena, lo prometo —dijo corriendo hacia detrás del mostrador y comenzando a teclear sobre su computadora.

—Está bien.

—¿Qué tal si esta vez lo mantienes en secreto? —dijo la menor, no podía dejar que bajo ningún concepto el doctor Saraf o Nayeon se enteraran— De donde yo vengo es como una superstición, si lo cuentas se arruina y si lo guardas, boom —dijo aplaudiendo sonoramente asustando a Jeongyeon quien terminó riendo— Sucede y así puedes sorprender a todos.

—Seguiré tu consejo —dijo asintiendo— Será nuestro secreto.

—Perfecto, por cierto este es mi número —dijo dándole una tarjeta— No dudes nunca en llamarme, tienes una nueva amiga.

—Gracias —dijo tomándola— Estaremos en contacto.

Fin de Flasback

—Ella regresó exactamente ocho días después con la doctora Lasso, me encargue de que absolutamente nadie se enterara que había cambiado de médico y también me encargué de que su cita fuera en uno de los días libres del doctor Saraf, ella se enteró que estaba embarazada cuando tenía seis semanas, fui yo la primera en enterarme porque abrimos el sobre juntas, ella no podía contener la emoción, esa vez lloró de felicidad y fue como si le inyectarán una dosis de adrenalina, no podía parar de sonreír —la menor miró a Jeongyeon y le sonrió.

》—Iba a tener a mi sobrina, era la mejor noticia que había podido recibir, sin embargo, algo lo cambió, aquella misma noche recibí una llamada de ella había encontrado a Nayeon con una mujer en su oficina casi desnuda cuando fue a darle la noticia, así que ella prefirió no ir a casa aquel día, tal vez estaba feliz al saber que estaba embarazada, pero seguía con aquella depresión que acarreaba desde meses anteriores, pasó la noche en mi casa, me había convertido en su única amiga o al parecer era la única que estaba ahí para apoyarla.

》—A la mañana siguiente me dijo que iba a hablar con Nayeon que debía ser un mal entendido, que Nayeon no podía hacerle aquello, fue cuando explote y le conté la verdad, le conté cómo esta mujer —dijo señalando a la chica que lloraba sin consuelo— Tenía un acuerdo con el doctor para que no quedara embarazada, que ambos la tenían engañada haciéndole creer que la inseminaban cuando no era así, ambos fueron los culpables de la depresión de Jeongyeon, de que sintiera como si ella era el problema cuando en realidad la culpa solo era de Nayeon.

Jeongyeon soltó un chillido de dolor mientras sollozaba haciendo que la culpa dentro de Nayeon creciera aún más.

—Señora Im, es cierto lo que dice la testigo de la Señora Yoo —La chica se levantó de su asiento y carraspeó un par de veces para aclarar su voz mientras se secaba las lágrimas con un pañuelo que le había dado su abogado.

—Lo que dice ella es… es cierto —confirmó la chica, Jeongyeon sabía de aquello, sin embargo, como Nayeon lo afirmaba hizo su dolor aún más grande— Yo sabía porque Jeongyeon no podia quedar embarazada, el Doctor Saraf era como un tío para mí y cuando vio que yo no estaba segura de tener un hijo tan joven me propuso fingir que la inseminaba —Nayeon se volteó hacia Jeongyeon sin importarle si era correcto o no— Lo siento tanto —le dijo entre lágrimas.

》—Mi papá acababa de morir, la responsabilidad del banco me estaba casi asfixiando, ni siquiera podíamos compartir tiempo a solas como solíamos hacerlo, ya no podíamos hacer aquellos viajes espontáneos que tanto nos gustaban, no podíamos hacer nuestras noches de películas o amanecer conversando de cualquier tontería que se nos ocurriese, no tenía tiempo para ti y no podía concebir crear una familia donde yo no apareciera en el cuadro por estar todo el día en el banco, pero tampoco podía abandonar el trabajo, tenía que velar por tu estabilidad, por la de mi madre, no podía dejar las cosas en las manos de alguien más sin saber cómo funcionaba todo. 

Jeongyeon en ningún momento levantó su mirada pero la chica se percató como la intensidad en el llanto de la castaña incrementaba a medida que hablaba

》—Pero yo no podía decirte que no, Jeongyeon, no podía negarme a nada de lo que me pedías, sabes que mi única meta era hacerte feliz porque te amo.

Todos en la sala se quedaron en silencio, lo único que se podía escuchar era el llanto de ambas y algunos sollozos de Seah.

—Yo estoy dispuesta a renunciar a mis derechos sobre Jinsol —dijo desviando su mirada al juez y dándose por vencida— Lo que dijo la testigo es cierto, yo fui la culpable de todo lo que pasó Jeongyeon y de su depresión, hice que nuestra relación comenzará a verse afectada, sin embargo, jamás le fui infiel, nunca le haría algo como eso a Jeongyeon y puedo probarlo, ella vino como testigo, sé que no sirve de nada, pero quiero que Jeongyeon sepa que no la engañe.

—No es necesario —hablo Jeongyeon sorprendiéndola, Nayeon agachó la mirada— Lo sé.

—Solo tengo una petición que hacer si renuncio a mis derechos sobre mi hija —La chica continuó— Quiero poder verla aunque sea un par de días a la semana, al menos que me deje recogerla de la escuela y pasar con ella una tarde.

—No —negó Jeongyeon— Me niego.

—Por favor —le pidió.

El juez estaba tan sorprendido por el rumbo que había tomado el caso que casi no había hablado, decidió que era momento de intervenir y tomar la mejor decisión.

—¿Señora Yoo, trajo a su hija hoy? —La rubia asintió confirmando aquello— ¿Podría darle el permiso de que venga hasta aquí? 

Jeongyeon lo dudó pero al final accedió, el juez mandó a uno de los policías que vaya por la pequeña quien estaba afuera con Sana esperando a que todo aquello acabará.

La pequeña entró tímidamente seguida por el policía, caminó despacio hasta ubicarse frente al juez y lo miró con algo de miedo.

—Hola, pequeña ¿Cómo te llamas?

—Jinsol —respondió tímida.

—Hola, Jinsol ¿Te importaría si te hago varias preguntas?

—No.

—Bien —dijo sonriéndole— ¿Conoces a esa mujer? —dijo señalando hacia Nayeon quien estaba detrás de la pequeña y ella aún no la había notado, la niña se volteó e instintivamente corrió hacia su madre para abrazarla, la chica tampoco espero más y salió de su silla para arrodillarse frente a la pequeña y poderla estrechar en sus brazos.

—¡Mamá! —gritó la pequeña emocionada— Te extrañe mucho.

—Yo a ti también, mi amor —dijo separándose de ella para besarla en la frente y acomodar su cabello, Jeongyeon miró fijamente la interacción entre ambas y lo natural que era para ellas estar una junto a la otra.

—¿Estás triste? —preguntó al ver sus ojos rojos— ¿Por qué lloras?

—No es nada, mi amor —le sonrió— Ahora estoy feliz porque estás aquí.

—Siento haber roto mi promesa y no ir a verte antes, mamá Jeongyeon no tiene auto y dice que no puede llevarme hasta tu casa.

—Está bien, mi amor —Jinsol abrazo a la chica una vez más y beso su mejilla— Ve con el juez, él quiere preguntarte un par de cosas.

—Está bien —asintió y caminó hasta quedar nuevamente frente al hombre— Sí, la conozco —respondió la pregunta que le había hecho hace un momento— Ella es Im Nayeon y es mi mamá —El hombre le sonrió y asintió.

—Bien, eso es todo lo que quería preguntarte, ahora ve con el policía —La pequeña se volteó hacia Nayeon y se despidió con la mano y luego de Jeongyeon.

—Señora Yoo, sé que está muy lastimada por todo lo que pasó con la Señora Im, sin embargo, ese es un asunto entre ustedes dos, mi deber es velar por el bienestar de las personas y no sería capaz de romperle el corazón a aquella pequeña, su hija quiere mucho a Nayeon y no sería justo que las separara, sin embargo, la señora Im acaba de acceder a renunciar a todos sus derechos y eso la deja a usted como la única persona con la custodia de Jinsol ¿Está dispuesta a otorgarle dichas visitas que pide la demandada?

El debate mental que tenía Jeongyeon era tanto que estuvo a punto de gritarle a las voces de su cabeza, por más que sabía que Nayeon había fallado no podía ver sufrir a su hija.

—Accedo a que Jinsol pase con Nayeon un fin de semana cada dos semanas —dijo luego de varios minutos— Pero quiero que firme un documento donde renuncie a cada uno de sus derechos como madre biológica y prometa no pelear por Jinsol.

Aquello era injusto, pero no había nada más que hacer así que la chica asintió.

—Está bien —dijo sin importarle las protestas de su abogado, simplemente quería acabar con ello de una vez por todas— Y quiero comprometerme a pagar la escuela de Jinsol hasta que acabe la universidad, también me haré cargo de sus gastos como ropa, comida, uniforme libros y transportación.

—No es necesario —El orgullo de Jeongyeon salió a relucir— No quiero que se haga cargo de mi hija.

—Deja que pague por lo menos su educación, no me niegues eso.

Jeongyeon tuvo que morderse la lengua para no dejar que su orgullo volviera a salir, ella no tenía manera de pagar una educación de alta calidad a la pequeña y no dejaría que su orgullo se lo negara.

—Solo podrás ayudarme en lo que es educación y no quiero recibir dinero, puedes pagar las cuentas, pero no quiero estar de por medio —Nayeon asintió.

—También quiero financiar un nuevo auto para Jeongyeon, sé que lo necesita para trabajar y por comodidad para nuestra hija —nuestra hija pensó Jeongyeon, era lo que siempre quiso escuchar pero no bajó aquellas circunstancias— No quiero regalarlo —Se anticipó antes de que esta se negara— Mi banco está dispuesto a financiarlo en cómodos pagos que se ajusten a ella.

—Bien —Se adelantó a hablar el juez— Al parecer no hay más que hablar, ustedes pudieron llegar a un acuerdo en el que ambas están de acuerdo así que esa será la manera en que procederán a partir de hoy, este fin de semana Jinsol puede ir con Nayeon y luego correrán las dos semana antes de que vuelva a tenerla, Jinsol retomará sus clases en la escuela que está inscrita ahora, pero ahora constará Yoo Jeongyeon como su tutora, los documentos legales serán discutidos entre sus abogados y si no hay alguna objeción doy por terminada la sesión.

El hombre tomó las carpetas que tenía frente a él y se retiró tranquilamente.

Nayeon camino rápidamente hasta donde estaba Jeongyeon hablando con su abogado y Jihyo.

—Gracias —le dijo— Gracias por dejar que vea a Jinsol —La rubia la miró varios segundos antes de responder.

—Yo no soy quien para negarle la felicidad a mi hija.

Y sin más salió de la sala seguida de su mejor amiga.

—Vamos, mi amor —dijo Seah acercándose— Ha sido un día muy largo, vamos a casa, necesitas descansar —Nayeon asintió y se dejó guiar por su madre para salir del lugar.

Yap, aquí tienen sjsjsjjss

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