Llevo muy dentro heridas que todavía nologran sanar, pero ahora tengo como reglafundamental no dejarme intimidar.
Y no sé qué hacer ante las muestras de cariño, deverdad que estoy intentando ya no ser tan frío.
Cuando nos han dañado tanto, ser asíes nuestra única defensa; ante ciertassituaciones el corazón se pone alerta.
Es verdad que los daños nos marcan y ya novolvemos a ser los de antes, pero tambiénes verdad que nos hacen más grandes.