Energía.
Las cosas malas siempre suceden por buenas razones. Siempre lo he dicho y todo el mundo que me conoce posiblemente este arto de esta frase tan pronunciada por mí, pero ¿a qué es verdad? Nos centramos tanto en lo negativo que olvidamos todo, incluso hasta de nosotros mismos.
Yo solo pienso en disfrutar contigo siempre y dirás: <<pero si nos conocemos de hace tres meses>>, pero bueno. Eres el primer chico en gustarme y de que me di una oportunidad, contigo no surgieron dudas y solo me dejé llevar eso nunca sucedía.
Por eso estoy dispuesta a seguir trabajando contigo, recuperar tu confianza y hacerte sentir mejor. Mi primera misión fue encontrar una disquera, todas las noches sin descanso navegaba por internet, mientras tu dormías plácidamente en la cama. Los primeros días fueron un completo fracaso, me terminaba quedando dormida a mitad de la investigación y eso no era de mucha ayuda. Hasta un viernes de madrugada encontré el lugar perfecto envié un millón de mensajes al dueño hasta recibir una respuesta. Más o menos a la semana respondió quería conocerte ese mismo día.
Estaba decidida ayudarte a ser tu mejor versión. Me quede con el tic nervioso de tu padre, ¿lo recuerdas?
El de cavar agujeros en medio de las habitaciones.
Esta idea tenía un cien por ciento de probabilidad de salir mal tu no estabas enterado y no estaba segura si tendrías una canción lista para grabar me estaba comiendo las uñas. Tal vez y estaba cruzando limites no sé, tenía miedo de que mi super idea no tuviera nada de: "súper" en ella. Pero al ver tu sonrisa y sin poder creer lo que tu novia loca hizo por ti. En mi opinión era como empujar a un águila que había crecido con grandes alas y que todos sabríamos que podría volar fácilmente, pero que ella, no lo sabía y para comprobarlo la única forma era, aventarla a un acantilado. Así me sentía contigo, tenías que volar. Descubrir ser bueno en algo no es tan complicado cuando en realidad prestamos atención a los detalles
No obstante, mientras pensaba en todo esto, tuve otra idea. Para recordarte lo especial que eres para mí, opté por hacer un gesto más personal en lugar de esperar a comunicarme con el chico de la disquera.
Por eso me sorprendí un poco. Te llevé cerca de un rio precioso, un lugar tranquilo que había descubierto en mis noches de búsqueda. El lugar perfecto para relajarse y pasar un rato juntos era allí. Nos sentamos junto al agua, bajo un cielo despejado; las luces de la ciudad parpadeaban a lo lejos.
Tenía preparadas unas linternas flotantes que encendí mientras te contaba cuánto significabas para mí.
Tu mirada al ver las linternas elevarse hacia el cielo, reflejaba la misma luz que sentía en mi corazón. . —Es solo un pequeño recordatorio,— te dije, — de que siempre hay algo hermoso esperando a ser descubierto, así como yo encontré el lugar perfecto para ti.