𝔸𝕕𝕧𝕖𝕣𝕥𝕖𝕟𝕔𝕚𝕒𝕤: 𝑬𝒔𝒑𝒐𝒔𝒐/𝑱𝒐𝒉𝒏 𝑷𝒓𝒊𝒄𝒆, 𝑴𝑼𝑪𝑯𝑶 𝑺𝑬𝑵𝑻𝑰𝑴𝑬𝑵𝑻𝑨𝑳𝑰𝑺𝑴𝑶, 𝑷𝒆𝒍𝒖𝒔𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒆 𝒑𝒖𝒅𝒓𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒅𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆𝒔.
Gemiste en voz baja, queriendo empujarte la almohada en la cara. Has estado dando vueltas bajo las sábanas durante lo que parecieron horas. Echaste un vistazo a la tenue luz de tu despertador.
1:05 a.m.
Agarraste las sábanas entre tus dedos, con las fosas nasales dilatadas por la irritación. Irónicamente, has estado exhausta todo el día y no podías esperar para meterte en la cama con tu marido, John. Ahora aquí estabas, completamente despierta y jugueteando con tus pulgares. Saliste de tus pensamientos cuando sentiste una mano áspera sobre tu cabeza. Tarareaste mientras John frotaba tu cabello entre sus largos dedos, la agradable sensación te calmó al instante.
"¿Qué pasa, amor?" susurró con la voz ronca por el cansancio. Suspiraste y te giraste para mirarlo. Sus rasgos ásperos estaban en su mayor parte envueltos en oscuridad, Aunque aún podías ver sus profundos ojos celestes.
"No puedo dormir", refunfuñaste. Él gruñó mientras continuaba pasando sus dedos por tu cabello.
"Yo tampoco", admitió John con una risa tranquila. Sonreíste, tu irritación se desvaneció cuando él se acercó a ti.
"¿Un centavo por tus pensamientos?" cuestionó, su mano ahora acariciando tu mejilla. Torciste los labios, hurgando en los rincones de tu mente. Hiciste un pequeño ruido cuando un pensamiento finalmente destacó.
"Hace tiempo que no leo y mucho menos veo nada. He estado demasiado ocupada con... bueno, con todo," te reíste exasperadamente. Él sonrió y exhaló por la nariz.
"¿No es esa la verdad? Ha sido un mes bastante agitado para los dos," comentó. Asentiste, girando tu dedo en las sábanas. John había estado ausente en una misión de un mes mientras tú tenías tus propias tareas que atender en casa. La vida no se detuvo mientras él no estaba. Mordiste el interior de tu mejilla, tus ojos se dirigieron a su rostro mientras cambiabas tu enfoque.
"¿Qué hay de ti, cariño? ¿Has leído algo nuevo desde que volviste?" preguntaste mientras te movías para levantar la cabeza con el brazo. Las cejas de John se alzaron mientras se rascaba la barbilla.
"Hm... no lo sé. Creo que te resultará bastante aburrido," tarareó divertido. Inclinaste la cabeza y entrecerraste los ojos.
"Pruébame," señalaste con el dedo su costado. John se rió entre dientes.
"Bueno si insistes. Hoy comencé a leer Game to Coarse: una guía detallada para la pesca con mosca," respondió. Arqueaste una ceja. Él se rió, sus anchos hombros rebotaron mientras las comisuras de sus ojos se arrugaban. "Te lo dije," se rió entre dientes. Apretaste los labios.
"En los años que hemos estado juntos, nunca supe que tenías predilección por la pesca con mosca," dijiste. John te dio una mirada incrédula.
"¿De verdad? Es un pasatiempo fascinante; bueno, es más un arte, diría yo. No es de extrañar que Izaak Walton lo llamara 'El Contemplativo...'" sus palabras fueron cortadas cuando vio tu rostro caer en tu lujosa almohada. Un repentino ronquido surgió de tus labios. "¿Amor?" preguntó con el ceño fruncido. Permaneciste fláccido, con la respiración constante. De repente inclinaste la cabeza hacia un lado. Tu cara estaba cubierta por una amplia y traviesa sonrisa. John parpadeó antes de estallar en una carcajada.
"Pequeña cosita descarada," se rió entre dientes. Te reíste mientras él pasaba sus manos alrededor de tu cintura.
"¡John!" Chillaste cuando tu marido de repente te acercó a él. Te sonrojaste mientras él te daba ligeros besos a lo largo de tu cara. Su espesa barba y sus patillas te hicieron cosquillas en la suave piel mientras bajaba hacia tu barbilla. El olor a ceniza de cigarro y loción para después del afeitado, su olor, te hacía suspirar felizmente. John deslizó su rostro hacia atrás para mirarte. Sus ojos eran suaves y llenos de calidez, sus labios agrietados ligeramente entreabiertos.
"¿Qué?" te reíste. Su sonrisa creció antes de inclinarse hacia adelante, presionando sus labios tiernamente contra los tuyos. Suspiraste, dejando que tus ojos se cerraran mientras tu mano se extendia sobre su tensa parte superior de la espalda. Sus labios se acariciaron dulcemente, el mundo se derritió con cada segundo que pasaba. John se apartó y una de sus manos se acercó para acariciar tiernamente tu mejilla. Tus pupilas volaron cuando ambos se separaron.
"Eres tan hermosa, ¿lo sabías?" susurró, su pulgar acariciando suavemente tu mejilla. Tu cara ardió cuando tu corazón dio un vuelco.
"John..." respiraste. Tu marido sonrió antes de plantar otro beso profundo en tus labios. Sintió como si la luz del sol atravesara tu piel, calentándote hasta los huesos.
"En serio, ¿cómo es posible que un tipo como yo termine con una mujer tan increíble y hermosa?" John pensó en voz alta. Arqueaste las cejas antes de presionar tu mejilla contra su mano.
"No digas eso. Tú también eres un buen partido, ¿sabes?" le guiñaste un ojo. Él se rió entre dientes, tomando tu otra mano y besando cada uno de tus nudillos individualmente.
"Me halagas, cariño", tarareó John. Tu corazón casi estalla por el sobrenombre de mascota. Sus ojos de repente parecieron distantes mientras escaneaba tu rostro y su sonrisa se desvanecía. Frunciste el ceño.
"¿Qué ocurre?" tu preguntaste. Su mano se tensó en tu mejilla mientras se tragaba un nudo en la garganta. Estuvo en silencio por unos momentos, las palabras le llegaban lentamente.
"Yo... estoy tan feliz, amor", resopló John. Tus ojos se abrieron como platos. Sólo has visto llorar a tu marido dos veces: la primera en tu boda y la segunda después de una misión en la que casi pierde a uno de sus hombres. Deslizaste tus manos por sus mejillas, limpiando las lágrimas calientes que corrían por su desgastado rostro. Ambas manos se levantaron y se envolvieron suavemente alrededor del dorso de tus palmas.
"Estoy tan feliz. Feliz de que, entre todos los hombres del mundo, me hayas elegido a mí", sonrió John antes de depositar un casto beso en tu frente. Reflejaste su expresión, ojos suaves y entrecerrados. "Feliz de tener una esposa increíble y amorosa a quien volver después de cada misión", continuó, presionando un beso en la punta de tu nariz. John te estudió con atención, como si estuviera tomando una fotografía con sus ojos, deseando capturar cada pequeño detalle. Sonreíste mientras él colocaba un mechón de cabello suelto detrás de tu oreja.
"Feliz de que a pesar de todas las veces que tengo que dejarte para ir a esas misiones largas y agotadoras, siempre eliges quedarte", dijo John con un aliento tembloroso. Las lágrimas comenzaron a brotar de tus propios ojos mientras tu labio temblaba.
"Por supuesto que me quedo, John", lloraste. Avanzaste arrastrando los pies, rodeándolo con tus brazos y abrazándolo con fuerza. Sentiste su cuerpo relajarse en tu agarre. "No hay ningún otro lugar en el que preferiría estar que contigo", juraste. Soltó un largo y pesado suspiro mientras apoyaba su rostro en la curva de tu cuello. Sus propios brazos se acercaron para envolverte, rodeándote con una tierna calidez.
El aire estaba quieto y silencioso entre ustedes dos mientras se abrazaban. Sin pensar, pasó sus dedos por tu espalda mientras sentías que tu cuerpo se volvía más pesado con el sueño. Chillaste cuando él se dio la vuelta, apoyando tu cuerpo sobre el suyo. Podías sentir que tu corazón daba un vuelco mientras tu mente comenzaba a perder la conciencia. Él te miró con una profunda sensación de asombro antes de besarte de nuevo.
"Te amo, ____", susurró John. Sonreíste mientras apoyabas tu cabeza en su hombro.
"Yo también te amo, John", respiraste. No pasó mucho tiempo antes de que ambos se quedaran dormidos, ahora que estaban sanos y a salvo en los brazos del otro.
POR DIOS, QUE HOMBRE TAN PERFECTO, NECESITO QUE SEA REAL *LLORA*
MUCHAS GRACIAS POR LEER!!
El sábado tendremos la continuación del capitulo 015, así que les sugiero que lo vuelvan a leer jsjsjs (yo también lo hare porque no me acuerdo de nada JAAJJAJ)
(actualización: no encontré el fokin os, así que no será continuación, pero seguirá siendo un cap de Alejandro)
Sr_Macaroni