Hazel:
Estoy realmente sorprendida, Saint pidiendo perdón de rodillas, esto es raro, muy raro, quizás si está mal y se arrepiente.
Le daré una oportunidad y lo perdonare de corazón, tampoco es que ha sido el peor y sus disculpas se sintieron muy sinceras.
Tres toques sonaron en mi puerta.
-Quien- pregunte.
-Soy yo, Jackson.
-Abre.
-Hola mi amor- dijo.
-Hola- le dije.
Caminé hacia él y nos abrazamos.
-Tu por aqui, sin avisarme.
Frunzo el ceño.
-No puedo- me dijo levantando una ceja.
-Si, si, si claro, solo que siempre me avisas pero no hay problema.
-Entiendo.
-Tengo una idea.
-Te escucho- me dijo sonriendo tirándose en la cama.
-¿Y si salimos hoy?
-¿A dónde quieres ir?
-A una discoteca.
-¿Bromeas? eres menor de edad.
-¿Y?
-Tu padres me matarían, además es ilegal.
-Ay ya, tenemos que divertirnos, además...
-Cuando tuvimos sexo borrachos no me dijiste eso- le dije mientras caminaba hacia el lentamente.
-Shhh.
-Vamos?
-Esta bien.
Lo besé y él me tomó de la cintura besándome con más intensidad.
-Bien.
Me aparte.
-Me voy a arreglar, no demoró.
-Te esperare.
Me dirigí al baño y me di una ducha, cuando entré a la habitación Jackson no estaba, miré hacia el escritorio y había dejado su celular.
Quizás salió a comprar algo.
Comencé a maquillarme, haciéndome algo sencillo, luego de media hora termine, me solté el cabello y lo peine.
En ese mismo instante entró Jackson.
-¿Dónde estabas?
-Salí a tomar aire.
-Se quedó tu celular.
-Ah sí.
-Ponle el seguro a la puerta.
Sonrió de una manera retorcida y poniéndole seguro a la puerta.
Me deje caer la toalla quedando en pelotas
Jackson se apresuró rápido hacia mi y nos besamos, me cargó llevándome a la cama.
Comencé a desabrochar su pantalón.
-Espera.
-Que paso?
-Abajo esta tu mama.
-No es mi madre.
-Pero hay personas.
-Y?
-Pueden entrar.
-Tiene seguro.
-Bueno.
-Ya no quiero.
Jackson se puso de pie, bajo su pantalon y boxer, me coloco en cuatro y metió su pene en mi vagina sin piedad, yo tapé mi boca y cada vez aumentaba la intensidad dandome mas duro.
Voltee los ojos hacia arriba tapándome la boca aún más fuerte.
Nos corrimos ambos al mismo tiempo y en ese mismo instante tocaron la puerta.
-Hazel- dijo.
-Mierda, es mi padre.
-Mierda qué hago ahora?
-Escondete debajo de la cama?
-¿Es un chiste?
-Crees que mi padre es un chiste?
-Hazel, estás ahí?
-Si papá, ya voy.
Tomé la toalla y abrí la puerta quedándome en medio de ella, cubriendo la vista visible de la habitación.
-Hola papá- dije sonriendo.
-Hola cariño.
-Puedo ayudarte en algo?
-Victoria me dijo que trajiste un amigo.
-Si hehe- dije saliendo de la habitación cerrando la puerta despacio.
-¿Qué pasa?
-No es mi amigo.
-¿Entonces?
-Es mi novio.
-Como, si eres una niña.
-Papá, tengo 17 años.
-A mi me da algo.
-No seas exagerado papá.
-Exagerado? mi niña ya anda de novia.
-Papá es buen chico.
-Y donde esta, esta en tu habitación me dijo preocupado.
-No, salió a comprar algo, cuando venga lo presentare.
-Bien.
-Por cierto papá.
-Si?
-Saldré hoy con él.
-Y donde sí se puede saber, acaso sabes si te quiere raptar o algo, no no no.
–Cálmate papá, iremos a casa de su familia, además ya llevamos un tiempo de novios.
-Como, yo soy el último en enterarme de todo lo que pasa en esta casa, mi casa.
Me reí al ver como actuaba mi padre mediante esta situación.
-Esta bien, pero con dos condiciones.
-Si?
-Mantente en contacto conmigo siempre y nada de jueguitos he.
-Está bien papá- dije sonriendo, estaré bien.
Me dio un beso en la frente y se fue a su habitación.
Entré rápido a mi habitación cerrando la puerta con seguro.
-Ya puedes salir- dije riendo.
Jackson salió de debajo de la cama.
-Te ríes- me reclama.
-Ay no te pongas así.
-Casi nos atrapan teniendo sexo y me dices que no me ponga asi.
-Pero no paso, así que tranquilízate.
--Bien.
-Vamos a ducharnos para irnos.
-¿Y si nos atrapan?
-Es en mi baño.
-Vale.
-Adelantate, yo te alcanzo.
-Vale.
Saint:
Tremenda cogida que te pegaron Hazel, eres una puta barata.
Aprieto mis nudillos mientras sigo viendo la grabación de la cámara oculta que instalé sin que Hazel supiera en su habitación.
Me puse de pie, tomé el celular de Ana, tomé mis llaves y salí de la habitación sin que nadie se diera cuenta.
Me dirigí al garaje y me subí al auto, conduciendo hasta la casa de Ana, tenemos asuntos pendientes.
Llegue a la casa pero esta todo oscuro, quizas Ana no se encuentre, me baje del auto y aun asi decidi tocar el timbre.
No responde.
Mierda.
Ya he tocado este puto timbre tres veces y no abre nadie, me di la vuelta y cuando me dirgia al auto escuche el estruendo de la puerta al abrise.
-Saint.
-Buenas noches- dije dándome la vuelta.
-Y tu por aqui?
-Quiero llevarte a un lugar.
-Ah sí- dijo, saliendo de la casa.
Me acerqué hacia ella y ella hizo lo mismo.
Tiene unos jeans largos ajustados negros y un corset negro sin mangas, unas botas de cuero hasta el tobillo y el cabello suelto.
-¿A dónde quieres llevarme?
-Es una sorpresa, para que veas lo bueno que soy contigo.
-Vale, déjame buscar las llaves y salgo.
-Te espero en el auto.
-Bien.
Me di la vuelta y caminé hacia el auto hasta subirme en él.
Esperé a que ella saliera y encendí la radio.
"Baby Hello" de Rauw Alejandro se comenzó a reproducir.
-Bien, a donde vamos- me dijo en lo que se acomodaba en el carro poniéndose el cinturón de seguridad.
-Te dije que es una sorpresa.
-Bien.
-¿Qué has hecho hoy?
-Pues ya sabes, lo de siempre.
-Masturbarte pensando en mi?
-Es parte.
Lamí los labios ladeando mi cabeza.
-¿Y tú?
-Lo mismo de siempre.
-Entiendo.
-Realmente en vacaciones no tengo mucho que hacer.
-Yo igual.
-Pondré una música.
-Dale.
"Querer querernos" de Canserbero.
-Uy, buenos gustos he.
-En todo.
Sonreí.
-Oye, llevamos 20 minutos en camino.
-Si?
-Quiero ir al baño.
-Hay una bodega cerca vamos ahi, te comprare algo de comer y vas al baño
-Y a cuántos minutos estamos?
-Ya llegamos linda.
Me estacioné y ella bajó del auto.
-Oye.
-Si?
-Pide todo lo que quieras, yo pago.
-Vale, gracias.
Baje del auto y me dirigí a la bodega.
Ana había salido del baño y estaba ordenando, yo no tenía hambre así que solo pedí una botella de agua.
-Solo tomaras agua- me dijo Ana.
-Si, no tengo hambre.
-Vale.
-Y tú solo comerás Doritos y una soda?
-Si tampoco tengo hambre.
-Bien.
Pagué y nos fuimos.
-¿Aún falta mucho?
-No.
-Gracias pero para la próxima deseo una sorpresa más cerca.
Destape la botella de agua, sonreí y tomé un sorbo.
-Llegamos.
-Al fin, ya me dolía el culo.
-Cierra los ojos.
-Por qué?
-Te dije que es una sorpresa.
-Esta bien.
-Espera aquí y no abras los ojos, yo te ayudaré a salir del auto.
-Bien.
Apague el auto, baje y le abrí la puerta.
-Extiende tus manos.
En cuanto extendió sus manos las tomé y la ayudé a bajar.
Cerré el auto y puse mis manos en sus ojos.
-Camina despacio y con cuidado yo te guiaré.
-Esta bien.
Llegamos a la puerta.
-Espera aquí y no abras los ojos.
.-¿A dónde vas?
-A abrir la puerta.
-Vale pero no te vayas lejos.
-Estamos en frente de ella.
Antes de abrir la puerta me hate los cordones.
Abrí la puerta, encendí las luces, volviendo a cubrir los ojos de Ana.
-Bien, siéntate.
Abrió los ojos y quedó relojeando todo en la casa.
-Linda casa, de quien es?
-Es una casa familiar.
-Es hermosa.
-Gracias.
-Siéntate, te traeré tu sorpresa.
Ella se sentó a esperar mientras seguía mirando toda la casa encantada.
Saque el regalo y lo lleve hacia ella.
-Toma.
Ella abrió la caja del regalo quedando impactada.
-Donde lo encontraste- me dijo preocupada.
-Al parecer se te cayo en mi auto la última vez que nos vimos y lo vi ayer.
-Muchas gracias.
-Por qué estás nerviosa, estás bien?
-Si.
-Bueno, pero esa no es la sorpresa.
-Enserio.
-Es caro, pero no puedes rechazarlo.
-Por qué?
-Porque vale tu vida.
-No entiendo.
Ella toma asiento.
-Sabes, eres buena mintiendo pero de nada te vale cuando tratas de engañar a alguien que proviene de una familia de expertos...
-¿De qué hablas Saint?
-Por qué me preguntas lo que ya sabes?
-Que es esto, un puto acertijo?
-Ay Erika o Ana, como prefieres que te llame, me gusta más Erika para serte sincero.
Se puso pálida y tragó seco.
-Me voy de aquí, estás loco- me dijo levantándose de la silla.
-Yo no haría eso si fuera tu.
Dos perros pitbull totalmente salvajes esperan a mi lado a que solo diga "Ataquen".
Vio los perros y quedó paralizada.
-Siéntate y hablemos como personas civilizadas.
Ella se volvió a sentar.
-No tengo nada que hablar contigo, ni siquiera sé porque estas actuando así.
-Enserio Erika- dije divertido con la ceja derecha alzada.
Ella solo ladeo la cabeza quedando en completo silencio.
-Bien, te refrescare la memoria.
Saqué mi celular y comencé a mostrarle todo. Ella quedó sorprendida y su cara de decepción me causaba tanta risa.
-Aún no sabes de que te hablo- pregunte divertido.
-Esa no soy yo.
-Ni esta, ni esa o dime esta, comence a cambiar las fotos.
-De donde sacaste eso?
-Realmente me gusta Erika, te llamaré así.
-Te hice una pregunta.
-De tu celular.
-Borra las fotos y responderé todo lo que quieras.
-Tengo videos íntimos tuyos también, una idiotez y serás la Mia Khalifa Colombiana.
-Eres un idiota Saint.
-Lo sé, ya lo sé.
-Eliminalos, por favor.
-No.
-Entonces no responderé nada.
-Si lo harás- dije riendo.
-¿Qué te hace estar tan seguro?
-Facilitarias el trabajo para ambos, además querrás salir bien de aquí.
-Me estas amenazando?
-Puede ser.
-No te atreverías a hacerme daño, lo sé.
-Quien dijo que lo haría yo- dije sonriendo mientras acariciaba ambos perros.
Ella solo se quedó en silencio por unos minutos.
-Sabes que? no te tengo miedo Saint.
-Deberías.
Ella tragó seco, aclarándose la garganta y frunciendo el ceño, como me divertía ver el miedo en su cara.
-Erika, coopera. Mis perritos no tendrán compasión contigo, no te imaginas lo que pueden hacer.
Me acerqué a ella y le mostré la foto de todo lo que los perros han hecho.
-Tu.
-Yo?
Ella comenzó a llorar golpeándome en el pecho desesperadamente.
-Tu mataste a mis padres.
-No, lo hicieron mis perros.
-Eres un desgraciado- me dijo mientras lloraba sin parar.
-Callate.
Ella me empujo con tantas fuerzas que casi termino cayendo.
-Eres un miserable.
Los perros se pusieron en posición de atacar.
-Haz silencio, quieren atacarte- le dije tapándome los oídos riendo.
-No te atreverías a ordenarlos a matarme.
-Me estas retando?
Ella se quedó en silencio.
-Bien, el que calla otorga- dije.
"ATA"...
-No, haré lo que tu digas pero no me mates- me dijo desesperada.
Saque mi pistola de la parte trasera apuntando en su sien y le tire unas esposas en las manos.
-Pontelas en los pies.
-¿Eres estupido de verdad?
Quite el seguro de la pistola.
-En cuanto tenga una hora sin que mi hermano sepa de mi vendra aqui y te matara- dice riendo.
-¿Qué te hace pensar que en cuanto él venga estarás viva? Estupida eres tu queriendo meterme en la mente de un psicópata como yo usando psicología para manipularme.
Su sonrisa desvaneció y se puso las esposas.
-Asi me gusta, ahora nos estamos entendiendo, espera aquí buscaré otras esposas, no se te ocurra cometer ninguna estupidez.
Me fui a la cocina a buscar otras esposas, luego de encontrarlas me acerque a ella aun permanencia tranquila y en su cara lo único que se reflejaba era miedo e impotencia.
Le puse una esposa en su muñeca derecha y la espoce de la silla.
-Ahora, quiero que me respondas todo.
Ella se quedó en silencio.
Saque los perros por la parte trasera.
-Por qué Hazel?
-Porque pensamos que su padre había matado a mi familia.
-Pensamos, te refieres a Jackson y la agencia secreta para la que trabajas?
-Sabes más de lo que pensaba.
-Se hasta más que tú en el negocio en el que te desenvuelves.
El silencio se apodera de la sala.
-Luego de que ejecutarán a Cassiel Palmieri que iba a pasar con Hazel Palmieri?
-Como sabes su verdadero apellido.
-De por Dios, es mi padrastro, además te dije que se mas que tu.
-El te dijo su verdadero apellido?
-No exactamente.
Ella sonríe.
-Puedo reconocer que te hacia un poco mas idiota, de los unicos que sospechaban aparte de los palmierie era de tus hermanos, solo tu mama y tu estaban libres de sospechas.
-Lo se.
-Como lo haces.
-Sabes qué, hablamos luego.
-Me vas a dejar aquí.
Me quedé en silencio.
-Idiota me dejaras aqui?
-Siento decirte que mientras tenias los ojos cerrados enfrente de la puerta me hate el cordón izquierdo.
-Y?
-Que cuando se abra esa puerta ya sea para salir o entrar este lugar explotara.
Ella comenzó a reír..
-En tan poco no puedes preparar una bomba.
-Solo tenia que activarla.
-Maldito infeliz- dijo y comenzó a llorar.
-Esas serán tus últimas palabras? que léxico tan aburrido.
-Bastardo, escoria, maldito, desgraciado, hijo de puta.
-Y tu ingenua.
Ella se quedó callada y siguió llorando, me puse de pie, recogí mis cosas y salí de la casa.
Erika:
-NO- grite cuando salio de la casa.
No explotó, fue mentira lo que me dijo- comencé a reír.
Veinte segundos después comenzó a sonar una alarma.
Mierda, mierda, mierda.
Comencé a llorar sin parar, traté de soltarme pero no valió nada.
Saint:
TICTAC.
En cuanto la alarma comenzó a sonar me subí al auto ordenando a los perros a que se subieran, alejándome un poco de la casa.
Mire mi reloj y cinco segundos justos la casa volara en pedazos.
Cinco, cuatro, tres, dos, uno.
Pump.