—¿Y esa maleta?—preguntó Jeff al ver cómo su chica empacaba lo necesario—¿Te mudas de nuevo?—
—Tengo que irme de aquí, lo más rápido posible—Dijo acelerada
—¿Que ocurre Rachel?¿Te están amenazando?—Dijo creyendo que ya la había metido en problemas por ser quien es—¿Quienes fueron?—
—No, ¿Por qué deberían de amenazarme?—
—He..no... No se, talvez por ser oficial en Davidwache—
Ella volvió a negar, ahora que había cumplido su objetivo no tenía caso seguir en Tokio Hotel, ya no los necesitaba y su plan era irse lejos, en un lugar en dónde nadie conociera su nombre y lo que algún día había sido
—¿Entonces porque tanta prisa?—Rachel se detuvo un segundo, pensando en si contarle toda la verdad, Pero tenía miedo, miedo de que Jeff se alejara de ella al saber que era una asesina y sobre todo que pertenecía a la mafia—¿Vas a irte sin mi?—
—No, empaca tus cosas y vámonos—
—Rachel esto es muy rápido—Contestó Jeff no muy seguro de aquel plan
—Entonces tendré que irme sin ti—
Jeff no se explicaba cuál era la urgencia, veía a su chica andar por su departamento de un lado para otro, tomando cosas muy importantes, minutos después, en un abrir y cerrar de ojos, derribando aquella tensión la puerta se abrió de golpe, dejando ver tres hombres que pertenecían a TH, Rachel los reconoció de inmediato, al igual que Jeff, aquellos hombres se quedaron de pie observando a la pareja. Solo fueron tres segundos de silencio y entonces los tres hombres sacaron sus armas apuntando hacia Jeff, al igual que el Alacrán apuntando hacia las tres siluetas. Mientras que Rachel frunció el ceño, preguntándose desde cuándo Jeff llevaba un arma y antes de que alguno pudiera decir una palabra, las balas empezaron a soltarse, Rachel se cubrió de inmediato, en busca de su arma, pero esta la había dejado en medio de su cama, por lo que le fue imposible ir por ella, uno de los hombres de TH la sujetó del brazo con intenciones de mantenerla en un lugar seguro lejos del Alacrán. Mientras que Jeff creía que se la llevaban por culpa de él, como rhen. Ellos tomaron el elevador y Jeff bajó las escaleras a toda velocidad, entre brincos, y cuando llegó hasta la calzada empezó a disparar
—¡RACHEL!¡HIJOS DE PUTAAA!—gruño al ver cómo se subían con Rachel dentro de un auto negro con los vidrios poralizados—¡MIERDA!—Refunfuño llevándose las manos hacia el pelo con desesperación
Rachel no pudo ver ni siquiera un segundo más el rostro de Jeff, tenía la respiración acelerada, mientras que uno de los hombres de TH se quejaba de dolor
—¿Te disparo?—preguntó Rachel lo cual el hombre asintió casi con el rostro enrojecido—¡Maneja más rápido que el hombre se está muriendo!—Ordenó
El piloto subió la velocidad, saltándose los semáforos hasta atraer la atención de una patrulla que rondaba la zona
—Auto negro, favor de orillarse—Dijeron en una bocina. Pero como era de esperarse no hicieron caso
—¿Que hago señorita Rachel?—
—¿Tienes un arma de sobra?—Pregunto
El hombre asintió y rápidamente dejó el arma en manos de Rachel, quien enseguida se puso en posición para atacar a sus colegas
—Es peligroso, puede poner en riesgo su identidad—
Ella no hizo caso, ni tuvo intenciones de resguardarse, mientras el auto avanzaba a toda velocidad ella disparaba por la ventanilla, el viento movía su pelo negro sin rumbo, cuando cruzó miradas con las patrullas entonces se dió cuenta que eran compañeros de Davidwache, no hubo necesidad de seguir disparando, ya que ellos al verle el rostro se quedaron impactados, de esta forma dejando en volante sin control, los neumáticos se detuvieron cuando el auto choco contra otro auto, dejando inconscientes o talvez muertos a los integrantes de Davidwache
—¿Está bien señorita Rachel?—Preguntó uno de los hombres
Ella asintió en silencio, tragó saliva acomodándose en su asiento con el arma aún en sus manos
—Debería regresar al accidente y asegurarme de que estén muertos—Dijo el hombre, ella volvió a asentir en silencio
Otros inocentes más morían por culpa de lo que se había convertido, inocentes que entregaban sus vidas en las investigaciones día tras día, con tal de tener un ciudad más segura para sus familias
｡｡｡
Estaba de pie frente a Tom, mientras ambos observaban cómo sacaban el cuerpo moribundo del polluelo herido
—¿Qué fue lo que pasó?—Pregunto Tom
Uno de sus hombres se acercó a él, muy cerca de su oído y empezó a susurrarle
—Señor, el Alacrán la tenía amenazada—
Tom asintió, dando órdenes claras para que los dejarán solo con Rachel, ella seguía sin decir una palabra, Tom se acercó a ella con una sonrisa de lado, y aquella mirada lasciva que solía tener todos los días
—Te has vengado—Dijo Tom—¿Cómo te hace sentir eso?¿Estás mejor?—
—¿Debería sentirme mejor?—
—¿No es lo que querías?—
—Matar a Lexi no me hizo sentir mejor—Contestó Rachel recordando una vez más aquellas palabras
—Yo no maté a tu hermano, cuando llegamos él ya estaba muerto—
—¿Lexi mató a Gary cierto?—Sus ojos contenían el dolor de tan solo pensar que se había equivocado—Lexi lo mató ¿Cierto Tom?—
Levantó la mirada, y la curva que mantenía los labios de Tom se desvanecieron al verle los ojos cristalizados, tragó saliva un poco incómodo ante la situación
—¿Tienes miedo?—Preguntó Tom tomándola de las mejillas
—Siempre tuve miedo...—.—No quise destruir mi alrededor, solo quería hacer justicia—
—¿Vas a lamentarte por asesinar al asesino de tu hermano?—Ella se quedó en silencio—Has pasado por mucho, así que no lo hagas ahora, ya es demasiado tarde—
Tom tragó saliva, se acercó lo suficiente para besar los labios de Rachel con suavidad, pero ella no tuvo intenciones de disfrutarlo, se quedó en silencio, con los ojos abiertos y con los labios congelados en un solo lugar mientras sentía los roces de Tom. Tom al no sentir un beso aprobatorio sonrió de lado
—Desearía que hubieras puesto los ojos en mi—Susurro a un lado de su mejilla—¿Quién era él?—
Pregunto a pesar de saber quién era, Rachel lo miró a los ojos, aún sin poder entender como es que Jeff tenía un arma en el momento justo
—Un amigo...—
—Claro... Amigo—
—No tiene nada que ver, por favor no le hagan daño—Suplico Rachel, mientras que Tom se soltó a carcajadas, de inmediato supo que Rachel no tenía ni las más mínima idea de quién era ese hombre
—Si es un amigo, no te importaría tanto si le hacemos sufrir un poquito ¿No?—
—Estoy saliendo con el—.—No sabe que estoy con ustedes—
—¿Le mientes?... Claro, él piensa que eres un oficial ¿No?—
—¿No debería ser así?—
—Solo que no te bese frente a mi, soy un poco celoso, y aveces me descontroló—Vacilo Tom
El de trenzas se dió la vuelta, entró a la mansión, subió a la habitación de Georg, después de que uno de sus hombres le había informado que el Alacrán estaba dispuesto a dar la cara por Rachel
—El Alacrán viene para aca—
—¡¿Qué?!¿Así nada más?, El hombre no se ha dejado ver desde su llegada. ¿Cómo hiciste para que diera la cara?—Preguntó Georg
—Parece que nuestro Alacrancito tiene el corazón vivo—Vaciló—Rachel está aquí, debes entretenerla, no debe saber que Jeff está aquí, mantenla ocupada—
—Uf... Un trabajo fácil—
Georg bajo a la planta baja, tomó a Rachel de la mano sin su consentimiento, tiró de ella hasta a una habitación, ella sin entender se dejó llevar pero a los pocos segundos empezó a cuestionar
—¿Que haces?—
—¿Ves este tatuaje?—Dijo Georg dejando ver su nuca tatuada con el símbolo de TH—Debes tenerlo, no solo es una marca, es una muestra de lealtad—.—Creo que es momento de ponerla, has demostrado lealtad—
Ella se sentó en el borde de la cama mientras veía a Georg buscar las herramientas
—¿Vas hacerlo ya?—
—¿Y por qué no?—
—Bueno...esque.... Nadie me lo ha dicho—
—Íbamos hacerlo, el día en que murió Sotto íbamos a darte la bienvenida, pero pasó lo que pasó—Dijo poniéndose unos guantes elásticos—Este símbolo es importante para el equipo, Rachel tú eres del equipo, eres parte de nosotros, vamos a defenderte y vamos a ser leales a ti, y tú tienes que ser lo mismo—.—Anda, descubrete la nuca, y no tengas miedo que lo he hecho varias veces—
Ella se sujetó el pelo, dejando libre su piel, tomaba pequeñas bocanadas de aire, trataba de hacerse la idea de que Georg tenía razón, ahora pertenecía a este lugar, con ellos...
—Gracias Georg...—Musito
La aguja entró dejando la tinta negra por debajo de su piel, confiando plenamente en ellos como desde el primer día en que lo había hecho, sentía el ardor de la aguja y a su vez se recordaba aquel día en que Gustav y Tom la salvaron de tres cerdos sin escrúpulos.
Por otro lado, el rostro de Jeff fue descubierto por una manta negra, cuando el alacrán vio el rostro de Tom casi se avienta a él con rabia, pero antes de lograrlo los polluelo de TH le pusieron un alto con golpes
—Basta, es suficiente—Ordenó Tom—El Alacrán viene a dialogar ¿No es así Jeff?—
—Deja de hacerte el lambiscon que no te queda—Refunfuño Jeff—Vamos al grano ¿Dónde está?, Ella no tiene nada que ver. ¿Querías verme? Ya estoy aquí, déjala ir—
—No tan rápido Jeff—Contesto Tom—Es verdad que tengo ganas de matarte pero no será hoy y tampoco aquí, y para que dejes de preocuparte por tu novia, ella no está aquí—
—¡No te creo!—
—Es verdad, puedes marcarle, he conseguido sacarte de tu nido así que ya no la necesito, aunque pensándolo bien, divertirme un rato con ella no estaría mal eh, mira que tiene unas curvas que pueden volver a loco a quien sea, Mírate a ti—
—Te jodo si la tocas, vas a desear no haber buscado Tom Kaulitz—
—No me amenaces Jeff—.—Anda toma el móvil y márcale que seguramente la pobre debe estar asustada—Añadió con ironía
Jeff saco el móvil, marco los número de Rachel, dónde inmediatamente Georg detuvo las manos porque Rachel se había levantado a contestar el móvil
—¿Jeff?—
—¡Rachhoe!¿Estás bien?¿Dónde estás?—Le preguntó, ella se quedó en silencio pensando en que responder para no delatarse
—Estoy bien, yo...ah...me he venido a la comisaría, no te preocupes por mi Jeff—
—Me alegro, me hace sentir calmado, no salgas de la comisaría te llamaré cuando esté afuera—Dijo colgando el móvil
—¡Rachhoe!¡Rachhoe!—Arremedo Tom—¿Te has enamorado?—Se burló
—Eso no es de tu incumbencia—
—El alacrán enamorado de un oficial ¿He?... Que romántico—
—Dejate de estupideces Tom, y mejor dime qué es lo quieres—Dijo Jeff
—Molestarte—Contestó—Quería decirte personalmente que voy a matarte Jeff, te escondas dónde te escondas voy a matarte—
—¿Y por qué no lo haces ahora?, Estoy aquí, rodeado por tus hombres sin un arma—
—Porque no sería tan divertido—
—Siempre tan competidor—
—Aprovecha el tiempo que te queda, incluyendo con ella—Dijo Tom—Porque voy a sustituirte, le haré el amor de todas las formas que ni siquiera podrá recordar lo que algún día fuiste—
Jeff sonrió de lado—Pareces muy seguro de tu objetivo. Gary no pudo matarme ¿Que te hace pensar que tú sí?—
—Gary tenía debilidades, era astuto pero no lo suficiente—
—No lo suficiente pero ¿Lo mataste no?—
—Yo no lo mate—
—Claro....—Fingió creerle—Mantente lejos de Rachel, tu problema es conmigo no con ella, ni con nadie que me rodea—
Tom se quedó en silencio y a su vez prendía un cigarro con una sonrisa juguetona, en cambio Jeff se dió la vuelta donde volvieron a cubrirle el rostro y subirlo al auto para que volviera al pub en dónde lo habían recogido
—¿Quién era?—Pregunto Georg—¿Es tu novio?—
—Algo así...—
—Estoy verdaderamente celoso—Vaciló—Hemos terminado—
Ella se puso de pie frente al espejo mientras que Georg sujetaba otro espejo por detrás para que ella pudiera ver el tatuaje que tendría para toda su vida
—¿Te gusta?—Le susurro Georg muy cerca del oído—Te hace ver más sexi—Añadió sujetando su cintura con fuerza para sentir su cuerpo—Seguro que a tu novio no le molestaría compartir...—
—Georg...—rechino
—Tu te lo pierdes, aunque estoy ansioso porque sepas quién es en realidad—
—¿Que dices?—Georg se quedó en silencio—¿Le conoces?—
—¿A quien?—
—A Jeff... ¿Le conoces Georg?—
Este sonrió juguetón provocando más interés, se encogió de hombros y enseguida empezó a recoger las cosas para evitar más preguntas
—Georg—
—Que no guapa, no le conozco, solo estaba vacilando—Respondió
A los pocos segundos Tom entró a la habitación, y Goerg supo que el Alacrán ya se había ido
—Pero mira que chula se te ve, te será más fácil esconderlo con el pelo—Dijo Tom al verle el tatuaje, se dirigió hacia la botella de licor para servir un trago—Bienvenida—Se lo ofreció
｡｡｡
Koen seguía sin creer cómo es que Olivia había muerto, no encontraba una razón lógica, estaba de pie en medio de todos los escritorios, observando los movimientos de cada uno, todos estaban ocupados y concentrados en sus investigaciones, pero solo dos lugares vacíos, el de Rachel y Gustav. Ahora que Koen había ocupado el lugar de Lexi podía tener la autoridad de todo, dudaba si meterse a husmear el escritorio de Gustav, después de tanto pensarlo decidió hacerlo, abrió los cajones encontrándose nuevamente con ese anillo, lo tomó entre sus manos y seguía sin poder creer lo idéntico que era, lo metió en sus bolsillos como evidencia a futuro, enseguida una pequeña caja le llamó la atención, al abrirla se encontró con maquillaje, un tono similar a la piel de Gustav
No le quedó más duda, Gustav era parte de Tokio Hotel, sintió un gran coraje en el pecho, había trabajado durante mucho tiempo con él, como dúo, como equipo, pero había recibido una gran traición por la espalda, se puso de pie y caminó a su oficina esperando que el rubio llegara. Más tarde cuando Gustav llegó, saludó amablemente como de costumbre y lamentando la muerte de Olivia
—Me alegro que estes ocupando el lugar de Lexi—Dijo Gustav mientras vagaba por la oficina frente a Koen
Quien sujetaba un bolígrafo con fuerza lleno de coraje, le daba pena ver tanta hipocresía dentro de Gustav
—¿Donde estabas cuando mataron a Olivia?—
—¿Qué?¿De verdad pie….—
—¿Donde estabas cuando mataron a Lexi?—Koen estaba apunto de llorar—¡JODER GUSTAV!¡CREI QUE ERAMOS AMIGOS!—
—¿De qué hablas Koen? Lo somos, somos amigos—Contestó sin entender
—¿De verdad?—
Koen se levantó de la silla con la mano mojada de licor, se acercó a Gustav, y lo tomó por la nuca con la mano mojada resbaló y sus dedos se llenaron de maquillaje
—¿Quieres que te bese los labios o porque tanto acercamiento?—Vaciló Gustav tomando distancia
—Eres un imbécil Gustav—Dijo Koen entre risas
El rubio frunció el ceño, estaba confundido, pero cuando Koen sacó su arma apuntando a él supo que había sido descubierto
—No te muevas Gustav, que no dudaré en meterte un balazo—
—No eres tan estúpido como creia—Respondió Gustav—¿Cómo lo supiste?—
—El maquillaje no basta con cubrir los pecados. Estás arrestado Gustav.—