En la habitación del hospital, Tang Tang yacía en la cama, respirando constantemente, su carita bonita enterrada en la manta, durmiendo profundamente. Pequeñas lágrimas colgaban de sus espesas pestañas negras y sus labios eran carnosos y brillantes. El fino enrojecimiento en las comisuras de sus ojos insinuaba deseo. Parecía perezoso y satisfecho, como un gatito que se lame las patas.
Qi Yu se sentó en el borde de la cama del hospital, mirándolo en silencio. Después de un rato, pellizcó suavemente la suave carne del rostro de Tang Tang. Un suspiro apenas audible se disipó de sus labios...
"Estoy en deuda contigo".
El niño dormido era increíblemente sensible. Incluso la más mínima perturbación en su sueño le haría fruncir el ceño y tararear suavemente como si estuviera a punto de llorar en cualquier momento. El hombre se asustó y rápidamente retiró la mano, sosteniendo con cuidado al niño en sus brazos, dándole palmaditas en la espalda y tranquilizándolo.
Debido a su enfermedad, Tang Tang siempre tuvo manos y pies fríos, y la actividad sexual de alta intensidad había consumido durante mucho tiempo todas sus fuerzas. Ahora se sentía incómodo mientras dormía. Afortunadamente, había un cuerpo cálido a su lado, e incluso antes de que Qi Yu pudiera acostarse, se aferró a él como un gatito actuando lindo. Con un leve aroma a pino acompañando el suave y seductor zumbido del hombre, poco a poco se fue quedando dormido...
A medida que el cielo se oscureció gradualmente, cuando Tang Tang se despertó de su sueño, abrió los ojos para ver el pecho agitado del hombre. Al mirar hacia arriba, vio el hermoso rostro de Qi Yu, que parecía un poco cansado, y esta escena le parecía familiar, como si hubiera cruzado el tiempo y el espacio.
Le temblaron las pestañas y acomodó su cuerpo. El hombre encima de él lo abrazó aún más fuerte y le frotó la barbilla contra la cabeza. Su voz baja y sexy, llena de ronquera, dijo: "¿Estás despierto?"
Esta voz era agradable al oído y las orejas de Tang Tang se pusieron rojas. Él asintió levemente y luego hizo una pausa momentánea antes de murmurar: "Qi.. Sr. Qi, necesito ir albaño".
En una voz pequeña que sonaba como un mosquito avergonzado, Qi Yu sonrió suavemente. Se inclinó para besar tiernamente la frente de Tang Tang, luego se levantó, se bajó la camisa arrugada y se inclino para levantar al joven cuyas piernas no funcionaban. Camino hacia el baño de la habitación del hospital.
La habitación avanzada del hospital estaba bien equipada, e incluso el baño estaba elegantemente decorado. En su interior estaba dividido en zona húmeda y seca e inclusocontaba con una bañera incrustada en mármol.
Tang Tang se había puesto una camisa antes de irse a dormir, pero la parte inferior de su cuerpo todavía estaba desnuda. Había estado acostado quieto en la cama, pero cuando Qi Yu lo abrazó así, el semen del médico que había sido eyaculado profundamente dentro de su ano goteó.
Miró atentamente a Qi Yu, y su bonita carita hacía tiempo que se había puesto roja. Su cuello estaba teñido de un leve rubor, como una flor de cerezo en la nieve. El denso semen del doctor fluyó húmedo y húmedo por su ano, provocando una sensación de picazón que lo volvía loco. Apretó su ano con fuerza. Su tejido rectal y su ano estaban hinchados por el juego, y el placer de la fricción casi lo hizo incapaz de controlar sus gemidos.
El premiado actor sintió que estaba listo después de dormir un rato. El dolor en su cintura y el dolor en su ano no pudieron detener su sed y deseo.
Pensando en lo caliente que estaba el pene del hombre, la fuerza que ejercía cuando le follaba el ano, todo el cuerpo de Tang Tang se calentó. Silenciosamente apoyó su rostro contra el cuello del hombre, exhalando suavemente, su suave cuerpo se aferró al hombre como si no tuviera huesos, emitiendo una leve y seductora fragancia.
Qi Yu sostuvo la fragante y suave belleza en sus brazos, y al verlo quedarse inerte, pensó que Tang Tang aún no se había despertado, pero ese no era el punto.
El punto era que Qi Yu fue provocado por este pequeño mocoso que no sabía nada mejor, su gran pene había estado atrapado en sus pantalones durante más de una semana sin ninguna acción, y ahora estaba lleno de energía.
Qi Yu respiró hondo y, sin dudarlo, rápidamente se desabrochó el cinturón. Enganchó sus musculosos brazos alrededor de los muslos de Tang Tang, levantándolo como un niño que necesita orinar. El pequeño pene duro y rígido del joven apuntaba hacia la taza del inodoro mientras el monstruo rojo púrpura debajo de él rugía de ira. Su enorme glande asomaba a la entrada del ano y, con un ritmo familiar, "saltaba" por el agujero con el semen restante del médico.
"Ja ah.."
La picazón enloquecedora en su ano disminuyo cuando el pene ardiente del hombre atravesó capa tras capa de paredes rectales, frotando ferozmente contra su carne lujuriosa. El hermoso cuello de Tang Tang se arqueó ligeramente mientras gemía de placer.
Su ano estaba hinchado y apretado alrededor del pene del hombre, la carne interna estaba enrojecida y resbaladiza, y se retorcía y succionaba el eje de Qi Yu capa por capa. Qi Yu jadeó pesadamente de placer, sus musculosos brazos se apretaron alrededor de las piernas de Tang Tang y empujó sus caderas con fuerza, hundiendo su pene hasta el final y golpeando implacablemente el punto G de Tang Tang.
"¡Ah-!" Tang Tang dejó escapar un grito lujurioso, su suave voz temblaba y cambiaba de tono:
"Mmhh, Sr. Qi, yo.. ah, ja, necesito orinar.. ¡Ah, ah, ah!"
Qi Yu golpeó fuerte y ferozmente, mordiendo y lamiendo el suave cuello de Tang Tang, jadeando con voz profunda, "Mmm.. tan apretado. Mi bebé cachondo sabe cómo apretar... Ven y orina... Mi esposo te ayudará a orinar".
"Mm-hmm.. No... No empujes... Ah..."
El gran pene entraba y salía del agujero, llenando la vejiga de orina. Tang Tang derramó lágrimas, jadeó y gimió suavemente. Sacudió la cabeza, gimiendo en señal de negativa. Su pequeño y delicado pene se contrajo y tembló. Estaba perdiendo el control de sus poderosas ganas de orinar.
A Qi Yu, que era mucho más grande que él, no le importaba la débil lucha de Tang Tang. Lo sostuvo con fuerza en sus brazos y lo folló con fuerza, su grueso y largo pene entraba y salía del ano húmedo, empujando capa tras capa de paredes rectales retorciéndose, agitando su punto G.
"Ah, no... necesito orinar... Hah... necesito orinar... No... Ahhhhh..."
Los ojos de Tang Tang estaban nublados por las lágrimas, su boca bien abierta mientras gemía y jadeaba, su cuerpo temblaba intensamente. La embestida empujó hacia arriba su vientre plano y suave, y su pequeño y delicado pene tembló junto con los movimientos del hombre. La orina salpicó el inodoro y el suelo de baldosas mientras lo follaban.
"Uf... Joder, mi putita tiene tantos jugos... Se siente tan bien..."
Qi Yu dejó escapar un gemido ahogado, jadeando pesadamente mientras empujaba salvajemente con las caderas. El gran peso de sus testículos golpeando el grueso trasero.
"Ugh... No... Ahhh... Es demasiado profundo... Ahhh..."
Tang Tang gimió suavemente, su visión borrosa por las lágrimas, su cuerpo semidesnudo sostenido en el abrazo del hombre mientras se movía hacia arriba y hacia abajo. Sus delgadas y blancas piernas colgaban débilmente sobre los brazos del hombre, y su pequeño y lascivo pene se agitaba hacia adelante y hacia atrás, rociando copiosas cantidades de orina por todas partes
Las capas de carne rectal se apretaron cada vez más, el ano hinchado y brillante como una funda de goma, chupando el pene del hombre. Qi Yu bajó la cabeza, respirando con dificultad y mordió con fuerza el delgado cuello de cisne del joven. Sus brazos fuertes y musculosos sujetaron con fuerza el cuerpo de Tang Tang mientras lo empujaba hacia él.
El joven y delgado fue presionado con fuerza sobre su pene y se folló el agujero de la pequeña zorra como si usara un juguete sexual humano, aprovechando la gravedad, para golpearlo.
"Ah... voy a morir... Es demasiado... Har... Ah, no... Demasiado profundo... Ah ah ah"
Tang Tang gritó roncamente mientras su cuerpo delgado y frágil temblaba y luchaba violentamente. Pellizcó el brazo del hombre y desesperadamente le torció la cintura para liberarse del placer asfixiante. Su pequeño pene, que nadie tocaba, se balanceaba arriba y abajo. En lugar de eyacular semen, salió de la uretra abierta.
Qi Yu mordió la suave carne de la nuca de Tang Tang, sujetándolo con fuerza, presionándolo contra su pene y simultáneamente ejerciendo fuerza desde sus caderas, empujando con fuerza el ano apretado y espasmódico. Los jugos lascivos brotaron con un sonido de salpicadura, saliendo de la abertura roja e hinchada, mientras su grueso y largo pene aplastaba cada punto sensible, apuntando hacia la parte más profunda.
"Ah.. Mmmm..."
Un placer intenso explotó en el cerebro de Tang Tang, haciendo que su boca se abriera de par en par y babeara goteando de la comisura de sus labios. Su cuerpo temblaba y emitía continuos gemidos en su garganta.
"Puta... me voy a correr... Uhhh... ¡Todo dentro de ti! ¡¡Dispara mi carga en tu culo cachondo!! Qi Yu gruñó y empujó violentamente sus caderas. Su pene caliente se introdujo en el apretado ano y su glande agrandado liberó semen espeso, que salió disparado rápidamente.
Como el placer de la eyaculación aún no había disminuido, Qi Yu, que había estado celoso todo el día, sintió una repentina necesidad de orinar. Sacudió las caderas y, sin dudarlo, liberó las ganas de orinar. El chorro abrasador de orina entró rápidamente, su glande presionó fuertemente contra el interior cálido y húmedo, y la orina siguió entrando sin fin.
¡Quería llenar el interior de Tang Tang, lavar cada centímetro de su pared rectal y hacer que el joven aceptara su marca como una perra, emitiendo su olor desde adentro haciaafuera!
"Ah ah ah, está entrando... Mmm... Tanto... Ugh ah ah ah... Mi estómago va a estallar ah ah ah..."
El esbelto cuerpo de Tang Tang se sacudió violentamente y las lágrimas nublaron su visión. Gritó incoherentemente mientras la orina abrasadora llenaba su interior, haciendo que la parte inferior de su abdomen se hinchara ligeramente. Su redondo vientre temblaba suavemente, como si estuviera embarazada.
En ese momento, se abrió la puerta del baño y entró Ji Changqing, vestido con una bata blanca. Su mirada recorrió la escena desordenada y no pudo evitar levantar las cejas. No esperaba eso, aunque Qi Yu parecía alguien serio; Jugó incluso con más crueldad que él.
En el momento en que se abrió la puerta, Qi Yu, que sostenía a Tang Tang, la esquivó por un momento. Estaba a punto de reprender y pedirle a la persona que se fuera cuando vio el rostro repugnante del tercer hombre. Las palabras se atascaron en su garganta y no pudo hablar por un tiempo hasta que sacó su pene mojado y goteante.
Sin que el pene bloqueara el camino, el lascivo agujero que se abrió de par en par roció un líquido turbio con un sonido de salpicadura. La entrada del ano había sido devastada hasta hincharla.
Las lágrimas de Tang Tang seguían cayendo mientras se apoyaba en el pecho desnudo de Qi Yu, incapaz de recuperar el aliento. Su entrepierna estaba mojada y sucia, y grandescantidades de líquido fluían sobre sus piernas discapacitadas.
Ji Changqing cerró la puerta y entró tranquilamente. Miró el rostro pétreo de Qi Yu a través de sus gafas y extendió la mano para girar el rostro de Tang Tang hacia él. Bajó la cabeza y besó y lamió las marcas de lágrimas en el pequeño rostro, tomando suavemente a la persona inerte en sus brazos.
Qi Yu lo soltó y su cuerpo musculoso desnudo quedó cubierto por una fina capa de sudor. Tenía la frente húmeda y se apoyaba en el lavabo. Se desabrochó completamente el cinturón y sus pantalones colgaban perezosamente de sus caderas.
La pareja a su lado continuó besándose y sin prestarle atención, haciendo sonidos lascivos con la lengua.
Sus dedos bien definidos se metieron en el bolsillo y encontraron un cigarrillo, pero no lo encendió. Simplemente lo sostuvo en su boca mientras observaba al tercer hombre y a su amante abrazarse apasionadamente. Qi Yu mantuvo la cara seria y pensó para sí mismo que debía ser la primera persona en este mundo en encontrar al tercer hombre con sus propias manos.
La respiración de Ji Changqing era ligeramente pesada cuando retiró la lengua y levantó horizontalmente al jadeante Tang Tang, caminando hacia la bañera y ajustando la temperatura del agua antes de colocarlo suavemente en el agua.
Limpiando suavemente las lágrimas de los ojos de Tang Tang, susurró: "Ya no podemos usar tu ano". ¿Puedes chuparlo por mí?
Tang Tang se sentó en el agua tibia con una mirada seductora, molesto por la "consideración del médico pero aún adhiriéndose a su personalidad. Volvió a hundirse en el agua. Sus ojos llorosos miraron a Qi Yu con cautela, sin olvidar que era el amante del Sr. Qi.
Esa mirada era demasiado fácil de entender, y Qi Yu podía decir lo que estaba en la mente del niño con solo una mirada, enojándolo tanto que quería morir. Juró al infierno que nunca más querría que alguien mencionara los juegos de rol.
Ji Changqing tenía una sonrisa en sus labios. Con una mano sosteniendo la delicada barbilla de Tang Tang, la acercó a sí mismo y dijo suavemente: "Tang tang, no seré feliz si sigues mirando al Sr. Qi así.
La suave voz hizo que Tang Tang se estremeciera. Al ver que Qi Yu no reaccionó, tímidamente extendió su mano desde la bañera y lentamente desabrochó el cinturón del médico.
Los pantalones de Ji Changqing estaban empapados de agua y las delicadas manos de Tang Tang desabrocharon tímidamente el cinturón. Sacó el pene largo y grueso semierecto de su ropa interior.
El pene en su mano se enderezó lentamente, con un color rojo púrpura y un tamaño optimista. Tang Tang lamió cuidadosamente el agua que fluía del gran glande con la cara sonrojada. Después de comprobar que no sabía extraño, bajó la cabeza y chupó la punta del tamaño de un huevo de ganso, lamiéndola como si fuera un helado.
Ji Changqing exhaló un enorme suspiro por el placer, y sus delgados dedos pasaron por el cabello negro del joven, acariciando su cabeza en alabanza.
Las pestañas de Tang Tang temblaron ligeramente cuando abrió la boca y trató de tragar lentamente el largo pene en su garganta, alternando entre chupar y tragar.
La sensación suave y húmeda en su boca era otro tipo de placer. Con una ligera presión de su mano en la parte posterior de la cabeza de Tang Tang, Ji Changqing empujó la cabeza de Tang Tang hacia su entrepierna.
El pene largo y grueso chocó en su boca, el glande empujó hacia su garganta. La garganta de Tang Tang tembló incómodamente, pero obedientemente mantuvo la boca abierta para permitir que el médico entrara y saliera rápidamente.
"Hmm.. Sí.. Tang Tang es un buen chico..."
Ji Changqing agarró el cabello de Tang Tang y su respiración se aceleró mientras le follaba la garganta con fuerza. Cada vez que el glande entraba profundamente, la gargantaespasmódica lo apretaba con fuerza.
En el baño, el olor a semen se mezclaba con un olor almizclado, los sonidos de la respiración agitada y los pequeños sonidos nasales del joven. Los sonidos húmedos y descuidados de sus besos apasionados eran a la vez lascivos y lascivos.
Justo cuando estaban empezando, Qi Yu entró con un cigarrillo en la boca. Camino hacia la bañera y sacó la mano del joven del agua, dándole un suave beso en los labios antes de tomar la mano del joven para acariciarse.
A Ji Changqing no le importaba. Su mano esbelta y hermosa agarró el cabello negro de Tang Tang y lo presionó con fuerza debajo de su entrepierna mientras balanceaba sus caderas. Su pene largo y grueso penetró la garganta de Tang Tang. Disfruto del calor de la boca de Tang Tang y su garganta temblaba. El placer de una garganta profunda le adormeció el cuero cabelludo.
El médico agarró la cabeza de Tang Tang y su rostro estaba contra el cabello espeso debajo de la entrepierna de Ji Changqing. Estaba fascinado por el gran pene caliente y humeante que se metía en su boca. Con expresión aturdida, abrió su pequeña boca, que estaba roja e hinchada, tragando y chupando constantemente el pene rojo púrpura. Su pequeña lengua lamió el eje excitantemente, y la saliva goteó de sus labios como si fuera una perrita cachonda babeando.
La respiración de Ji Changqing se hizo cada vez más rápida. Agarró los pequeños pezones planos en el pecho blanco como la nieve del joven. Sus delgados dedos con callos tiraron y frotaron los pequeños pezones. Empujó cada vez más fuerte, tratando la garganta de Tang Tang como otro ano, y su pene caliente se hundió profundamente.
"Mmmm..."
Los pezones se pusieron rojos por la tortura del hombre, y la boca de Tang Tang se abrió de par en par cuando un grito de dolor escapó entre sus labios. Su esbelto cuerpo tembló y tembló, y su mano que agarraba el pene de Qi Yu se apretó mientras el agua de la bañera se ondulaba y se balanceaba con sus movimientos.
"Um..." Qi Yu dejó escapar un gemido ahogado cuando lo apretaron y le dio al Dr. Ji una mirada disgustada. Su grueso y largo pene golpeó despiadadamente contra la tierna palma de Tang Tang, y el líquido pegajoso fluyó por el glande hasta su delicada mano, tiñendo cada dedo translúcido con un brillo brillante.
La garganta de Tang Tang se envolvió con fuerza alrededor del pene, y las sienes de Ji Changqing palpitaron mientras usaba una mano para sostener la cabeza peluda del joven debajo de su entrepierna mientras realizaba algunas embestidas profundas. Golpeó fuerte y rápido más de diez veces hasta que finalmente presionó con fuerza contra la garganta de Tang Tang y eyaculó por dentro.
"Mmm... Tos, tos, tos..."
El olor acre del semen explotó en su boca y el líquido cremoso que no tuvo tiempo de tragar se desbordó por la comisura de su boca mientras Ji Changqing respiraba pesadamente y sacaba su pene. Los ojos de Tang Tang estaban llorosos, sus delicadas cejas se fruncieron, giró la cabeza hacia un lado y tosió varias veces incómodo. Sus labios rosados estaban ligeramente abiertos mientras escupía el semen restante.
Qi Yu también estaba a punto de eyacular. Soltó la mano de Tang Tang y rápidamente acarició su propio pene. Sus dedos rozaron el glande y sacaron hebras de semen, salpicando la espalda blanca como la nieve de Tang Tang.
Después del sexo, el olor acre del semen llenó todo el baño. Los sonidos de una respiración agitada resonaron uno tras otro. La cara de Tang Tang se tiñó de líquido mientras se perdía en el agua tibia. Yacía medio desplomado contra el borde de la bañera de mármol, con su columna vertebral bellamente contorneada, sus huesos de mariposa y sus labios, todos manchados de un fluido blanco desordenado.
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