Los días fueron pasando y Zuko estuvo al cien recuperado. Ursa y Kiyi se quedaron pocos días, pero Zuko la entendía. Para su madre aún era difícil visitar el lugar en el que le ocurrieron tantas cosas malas, aparte del recuerdo constante de quien fue su esposo. Para Zuko tampoco era fácil cuando se trataba de su padre, los recuerdos pueden ser muy poderosos. Sin embargo, Zuko decidió perdonar a su padre y quedarse con lo poco bueno que le haya ofrecido, como algunos de sus consejos. A Zuko algunas veces, con la mente en calma, le gustaba pensar que su padre fue bueno, pero había sido corrompido por el poder. Iroh ante esto, no estaba preocupado. Tenia la certeza que a su sobrino jamás le pasaría algo como eso, porque la voluntad y el corazón de su sobrino, eran fuertes. Inquebrantables.
Esa fortaleza también era una de las razones por la cual Chen quería casarse con Zuko, y se mantuvo cerca de él lo más que podía. Lo cual molestaba a Aang.
Aang quiso que volvieran a desayunar juntos, a entrenar y quizás, tomarse de las manos o abrazarse. Pero Chen estaba encima de Zuko todo el tiempo. O al menos eso le parecía a Aang, lo cual le molestaba en sobre manera. No quería compartir a Zuko, tampoco quería verlo entrenar con ese capitán, tocarse por accidente o caminar pegaditos por los pasillos del palacio. Chen se estaba metiendo a la vida de Zuko muy rápido para el gusto del monje. Aang sabía que Zuko tenía un deber y era el de casarse, pero no soportaba que ese hombre estuviera junto a su chico.
La verdad entre el capitán y el señor del fuego, era que habían llegado a un acuerdo entre ellos antes de tomar la decisión final de si debían casarse o no. Zuko le pidió a Chen que primero trataran de llevarse como amigos, luego el cortejo y si todo funcionaba y él lograba enamorarse (o al menos encariñarse lo suficiente del capitán), se casarían.
Aang tuvo que irse junto a Katara y Sokka, debían regresar y hacerse cargo de sus responsabilidades. Suki esa vez, pidió permiso a Zuko para ir con su novio todo el verano. Zuko le dijo que si, quedaban pocos días antes de que empezara el verano, pero este le dijo que era mejor marcharse de una vez, que la extrañaría y esperaba que se divirtiera y que aprovechara su tiempo con Sokka. Era muy temprano cuando partieron. Sokka, Katara y Suki estaban subiendo todo a Appa, mientras que Aang estaba en la oficina de Zuko.
- Aang, a ti te pasa algo
- ¿Eh? ¿Por qué dices eso?
- Me doy cuenta cuando estás triste- El mayor se acercó al menor, colocando su mano sobre el hombro de este- creí que estarías feliz, vas a volver a casa, a pasar tiempo con Katara y--
Zuko ahí comprendió que la tristeza se debía a la chica.
- Aang, cuéntame, ¿De verdad todo esta bien con ella?
- Si, bueno... Es sólo que como Avatar, debo ausentarme por largos periodos y eso le molesta a Katara. Ella sabe que ese es mi trabajo, mi deber con el mundo, pero... No puedo cumplir con mi responsabilidad sin lastimarla a ella. Y además...
- ¿Qué?
- Algunas veces siento que sus palabras me afectan más de lo que deberían
- Mm
- Y cuando estoy aquí, no me siento presionado...- Saca un largo suspiro- no sé que hacer
- Cuando estaba con Mai, llegamos a pelear por lo mismo. Yo estaba empezando y todo era difícil, no es lo mismo ser un príncipe a ser ya el señor del fuego. Ella necesitaba de mi y muchas veces, no pude estar con ella y por eso terminamos
- Entonces, dices que, ¿Debería terminar con ella?
- ¡No, no dije eso!- Zuko suspiro, pensando las palabras correctas- Escucha, las cosas entre ella y yo de todas formas no iban a funcionar... Por cierta cuestión, pero tú y Katara han pasado por muchas cosas para rendirse ahora. Ella te ama y tú a ella, ¿cierto?
Aang deseo gritar que no, que ahora sus corazón le pertenecía a él. Si, quería a Katara, era su amiga y compañera, pero, aquel anhelo y adoración, ya eran para otra persona. Le pertenecían a Zuko.
- No te preocupes, Aang. Si tienes algún problema, sabes que puedes venir y hablar conmigo. Mi hogar es el tuyo, siempre serás bienvenido aquí
Aang no lo resistió más. Aquella resplandeciente sonrisa, queriendo tocar aquellas mejillas rosadas y labios tentadores con los suyos. Se lanzó contra el mayor, quien pese al acto inesperado, pudo atrapar al otro, quedando Aang con las piernas al rededor de la cintura y la cara hundida en el cuello de Zuko, aspirando aquel olor delicioso natural. Nunca se había percatado de aquel aroma tan atrayente, era como a...
- Hueles a rosas, Zuko, ¿Cómo es eso posible, hm?
- ¿A... a rosas?- La piel se le enchino ante la respiración sobre su cuello- Espera, Aang...--
Aang lo abrazó con mayor fuerza, ambos chocaron contra el escritorio y Zuko quedo extendido en este, mientras que Aang arriba.
- Zuko...
- ¿Si?
Aang sintió las manos temblarle, el cuerpo vibrarle y cierta anatomía querer despertar, pero unos toquidos en la puerta lo detuvieron, quitándose de inmediato.
- Mi señor, el capitán Chen ha llegado- Era Jiayi- lo esta esperando en el jardín
- ¡S-si, voy en un segundo!
Aang y Zuko salieron con los otros, como si no hubiera pasado nada. Zuko pensaba que Aang al ser tan joven y con aquel beso, pudo despertar su libido. Probablemente con Katara no, la intimidad entre ellos sería diferente o tal vez ni siquiera había. Aang había vivido gran parte de su vida en un templo, rodeado de niños y monjes, con reglas estrictas de comportamiento. Y la primera chica con quien tuvo un acercamiento fue Katara, y con él, bueno, todo fue demasiado rápido y en una mala situación.
Pero para Aang, fue una gran sensación de placer. Sin embargo, tuvo que irse y dejar a Zuko, a solas con ese capitán.
- ¡Volveremos al terminar el verano!
- ¡Adiós, amigos!
Todo el verano separados. Zuko iba a aprovechar ese tiempo para conocer al capitán, mientras que para Aang sería tortuoso.
- "Espero se pase rápido el verano... Ay, ya deseo volver a verlo..."
....
Chen se propuso primero a ser el mejor amigo que Zuko podría tener, antes de ser el mejor esposo. Se dedico a anotar en un cuadernillo todo sobre cuanto aprendía sobre el menor. Su color favorito, su té favorito, etc. Descubrió que al estar con menos papeleo se deleitaba con un cuenco de copos de fuego, también que prefería prepararse el té él mismo, prefería la carne al pescado y le encantaban las gomitas de fuego. Chen también descubrió que Zuko tenía la sonrisa más hermosa de la nación, era... totalmente radiante. Y para Chen, no importaba que ropa estuviera usando, todo le quedaba bien. Incluso la ropa del reino Tierra.
Lo vio vestido así por una casualidad. Supuestamente no podrían verse durante una semana, ya que Zuko iría a Ba Sing Se a visitar a su tío, mientras que él iría a una colonia antes de la ciudad, por trabajo. Debía ir y supervisar al nuevo subteniente, ya que el teniente encargado tendría a su primogénito pronto y había pedido un permiso para estar con su esposa. Chen pensó que aunque fuera a la ciudad para comprar un regalo para su hermana menor Chiyo, no se toparía con Zuko, y era de esperarse. Ba Sing Se era una ciudad muy grande, y conociendo a su amado, este no saldría mucho, no había forma de encontrarse. Y vaya su sorpresa cuando si se lo topó.
Para el capitán fue una fortuna que Zuko mantuviera aquella sonrisa, pero era obvio porque, estaba junto a su tío.
En ese momento Chen se cuestiono, ¿Si algún día Zuko podría sonreír así estando junto a él?
Zuko por su parte, también se dedico a aprender del capitán, cada pequeño detalle que pudiera. El capitán amaba el arroz con carne, los fideos y como botana prefería las hojuelas picantes de fuego o chispas. Zuko se dio cuenta que a ambos le gustaban los pasteles y no el repollo.
También aprendió que a Chen le gusta entrenar por la noche, le encantan los pasteles de luna y nadar. Una noche al terminar todo el papeleo importante, quiso dar un pequeño paseo por la playa, se escapó de Jiayi por supuesto. Se sentó en la orilla cuando visualizó a Chen, saliendo del agua con un traje de baño color negro con franjas rojas. El capitán al verlo, le sonrió.
- Buenas noches, mi señor
- Capitán Chen... Esto si que es una sorpresa
- Ciertamente lo es, mi señor. Puede sonar inapropiado, pero, ¿Le gustaría nadar conmigo?
- Por supuesto, me encantaría
Esa noche nadaron sin preocuparse de los deberes, los títulos y las obligaciones. Desde que había tomado el trono, esa fue la primera vez que Zuko se sintió libre.
....
De cada pequeño detalle que iban aprendiendo, de cada momento juntos, los iba uniendo más. Ciertamente, Zuko nunca creyó que Chen podría atraer su atención. Si, era guapo, pero eso no era lo más importante. A Zuko lo que le fue gustando del mayor, fue su simpleza, integridad, porte, inteligencia y gallardía.
Una mañana, Chen se lo dijo sin rodeos. Ya no podía aguantar más tiempo sin poder decirlo.
- Mi señor... Si me permite la osadía... De hoy en adelante si me acepta, lo llamaré por su nombre. Y-yo...- Se puso de rodillas frente al menor, entregándole entonces un ramo de lirios llameantes- Debe saber que mis padres murieron hace un año, he cuidado a mi hermana, no tengo tierras, tan solo mi nombre gracias a mis antepasados. He peleado por mi nación y he servido bien... Pero ahora, sólo deseo casarme con usted, formar una familia y hacerlo muy feliz
Zuko se quedó sin palabras. Sin embargo, tomo el ramo entre sus manos, se puso a la altura de Chen y selló aquello que los uniría para siempre. Con ese besó, Zuko estaba aceptando a Chen como prometido.
- Sé mi esposo, Zuko... Sé mío, por favor, ¿Te casas conmigo?
- Si, me casó contigo Chen... Acepto ser tu esposo
Chen se alzó, levantando al menor en sus brazos. Sosteniéndolo con alegría mientras Zuko lloraba, pero no de tristeza. Estaba satisfecho por haber encontrado a alguien con quien compartir su vida, por sentir lo que siente por el capitán. No importaba que no fuera su gran amor, lo amaba por ser él, por amarlo y estar con él. Se esforzaría cada día para apreciarlo en su corazón, para quererlo y amarlo, tanto como él ya era amado.
- Prometo que daré todo de mi por ti, Zuko. Y prometo que mi corazón será sólo tuyo, por siempre, cada día latiendo por ti y sólo por ti, lo juró
Zuko lo abrazó con fuerza, hundiendo su cara en el cuello del mayor, deseando que su decisión haya sido la correcta.
....
Ante su compromiso sellado y terminando el verano, Zuko junto con Chen fueron a visitar al tío Iroh, ya que ambos querían hablar con él. Iroh los recibió con un té de jazmín y unas galletas de chocolate. El anciano se hacia una idea del porque ambos estaban allí, pero quería hablar primero con su sobrino.
- Joven Chen, ¿Sería tan amable de darnos unos minutos a solas? Hay algo que debo discutir con mi sobrino
- Por supuesto, general- Chen se levanto, dio una reverencia y salió del cuarto para ir al patio
- Mira Zuko, conseguí estos juguetes en rebajas en el mercado y pensé que los podrías guardar para el futuro, son--
- Tío, he decidido casarme con Chen- Lo interrumpió amtes de que siguiera con ese tema
Aún era um tema que Zuko no estaba preparado para afrontar, aunque era precisamente esa la razón de casarse.
- Si, eso me imagine en cuanto los vi llegar juntos y a él con ese sonrojo
- ¿No estás molesto? ¿O algo que quieras decirme?
- Estoy feliz si tú lo estas, recuerda Zuko, que tú has decidido formar una vida con él
- Y estoy bien con lo que he decidido, es sólo que... me habría gustado que fuera de otra forma. Sin presiones
- Lo sé, pero como tu deber lo has hecho bien. Me siento orgulloso, además el joven Chen parece que en verdad quiere hacer las cosas bien contigo, formar un verdadero matrimonio
- Si, soy consciente de eso. Yo también quiero que las cosas funcionen para los dos, tío, sobre todo si tendré un hijo con él. Quiero que mi matrimonio sea diferente al de mis padres
- Si, la gran mayoría quiere eso. Dime, ¿Cuándo será el gran evento?
- La boda será dentro de 6 semanas
- Es muy poco tiempo para que Aang y los demás lleguen a tiempo a la ceremonia
- Si, por eso desde antes mande una carta informándoles sobre la boda. Y también vine por ti, quiero que me ayudes a preparar todo
- Tan precavido, je, ¡Me alegro por ti, querido sobrino! ¡Vas a casarte! Y claro que te ayudaré a preparar todo
Zuko acepto con una sonrisa el abrazó de su tío, luego este lo dejó comer las galletas en paz y fue al patio a hablar con Chen.
- Joven, ¿Quiere ir a caminar conmigo? Hace un día precioso
Chen asintió, sintiendose bastante nervioso ante lo que el anciano le pudiera decir. Salieron mientras Zuko los despedía, estando quizás, hasta más nervioso que el mismo capitán.
Caminaron hasta llegar a una fuente, se podía ver a los niños reír y correr, algunas parejas tomadas de las manos y a una señora conversando con su nieta. Todo era paz y tranquilidad. Chen se dio cuenta, que después de la guerra y de la intervención del Avatar como de Zuko, las personas parecían estar mejor en todo aspecto, sobre todo, el de ser libre. La gente podía decidir si quería vivir en Ciudad Repúplica, en las colonias o volver a la nación de sus antepasados. No tenian que perder a los que amaban. Ni ser prisioneros. Nunca.
- La gente habla mucho del Avatar, casi siempre cosas buenas- Empieza Chen, no mencionando el tema primordial- pero son muy pocas las personas que reconocen la labor de Zuko. Quisiera poder ayudarlo con eso también, que él sepa que todo lo que hace es bueno y--
- Las pocas personas que lo reconozcan, saben que Zuko se esfuerza todos los días. No importa si son pocas, incluso si sólo fuera una persona- Dice Iroh mirando al cielo- lo importante es que Zuko tenga la confianza de saber que lo que él hace, es por un mejor futuro. Tal vez la siguiente generación vea todo su esfuerzo, el cambio que hizo y sirva de ejemplo para no volver a caer en la oscuridad
- Zuko tiene mucha suerte de tenerlo a uated, señor
- Yo tengo suerte de tener un sobrino como Zuko. Un jovencito de gran corazón- Iroh sonrió
Para él, su sobrino lo era todo.
- Lo sé... Y yo quiero darlo todo por él
- Eres consciente de que mi sobrino es un doncel, sé te dijo la verdad antes de que lo conocieras
- Si, así es. Todo pretendiente que hubo fue para concebir un hijo en el futuro. Un heredero
- Y mi sobrino te ha elegido para casarse contigo y tener juntos a ese heredero
- Sé que él no me ama. Pero me esforzaré cada día para que me ame
- Pero le gustas, y eso es un gran paso
- ¿Usted cree que podamos formar una buena familia?
- Debes estar preparado. Los problemas no desapareceran, incluso de casados se pueden multiplicar
- Lo sé, mis padres tenian problemas, aunque siempre hablaron para arreglarlos
Para Chen, el matrimonio de sus padres aunque no fue perfecto, estuvo llenó de amor. Era lo que más deseaba en su corazón para él y Zuko.
- Exacto, muchacho. La comunicación es vital para una buena relación. Pero algo me dice, que los dos van a eatar muy bien... Sin embargo, si lastimas a mi sobrino no habrá rincón en el mundo en que te puedas esconder de mi irá- Amenazó con esa gran sonrisa, haciendo temblar un poquito al capitán
Sin duda, era mejor no provocar al temible dragón del oeste.
Continuará...
...
El lirio llameante, es de vibrantes pétalos rojos y amarillos que se asemejan a lenguas de fuego. En muchas culturas, el lirio de fuego también se utiliza en ceremonias religiosas y espirituales como símbolo de transformación y renovación.
Me pareció la flor correcta para que Chen regalará a Zuko, ya que lo representa bastante bien.