Su mirada dorada era fuerte como la de su padre, teniendo algunos gestos muy similares, pese que el hombre que era su padre solía ocultar sus expresiones de todos incluido él.
Malcador no podía contener su pequeña sonrisa al ver a su sobrina tan centrada en sus estudios, tampoco tenía que ver qué dicho estudio estaba tocando sus temas favoritos.
— Entonces tío… dices que ¿no puedes ver? el rostro de mi padre– sería la pregunta nacía de la nada.
Era consciente que las Hermanas de Silencio eran inmunes a la máscara del Maestro de la humanidad, era de esperarse que su sobrina quién las supera en absolutamente todo también lo fuera.
Incluso a él le costaba estar cerca de ella si no fuera por el velo psíquico hace tiempo habría saltado por la ventana, mientras gritaba claro incluso por primera vez su amigo sintió lo que era estar cerca de un Paria, pese a que mantuvo firme ese breve momento fue suficiente para convencer lo que ella era solución para los psíquicos, incluso su propia reacción a ver la por primera vez era algo nuevo en el, aquel rechazo que tuvo al inicio antes de tener aquel velo psíquico sobre él era prueba.
— Así es, solo tu y las hermanas del silencio tienen el honor de verlo tal como es, sin su luz sagrada, aurela y esa aura que lo rodea – diría mientras que su sobrina tomaba otro libro está vez era el arte de la guerra, algo que pese a los milenios aún era muy útil.
— ¿Aureola? Cómo los ángeles de esa religión de esa iglesia hacia norte – miraría a su tío, sabía el término y sabía que los dioses eran una mentira, creados para satisfacer el deseo de los poderosos.
Malcador levantó la ceja estaba seguro que ella aún no salía del palacio, como sabía de la existencia de esa iglesia analizó con quiénes ella convive más, en su mayoría eran Custodes y Hermanas del silencio además de uno que otro científico, tal vez fue alguno de ellos.
— Si… dime dónde supiste eso– diría con un tono algo interrogativo.
Madoka abriría sus ojos dorados en sorpresa por su error, bueno no tanto ella mismo lo hizo apropósito soltado un leve suspiro — Le pedí a Kitten que fuera a ese lugar a escondidas por mi, había escuchado de su existencia y me dió algo curiosidad, la verdad no es tan interesante como esperaba – diría con calma mientras del otro lado de puerta se escucharon uno que otro movimientos era el Custode Kitten recibiendo un regaño en silencio de su compañero
Malcador no puedo evitar sonreír, ciertamente era inesperado, el que un Custode actúe de esa forma, no estaba mal al final Madoka tenía el poder y el rango para darles órdenes.
— No te preocupes pero no lo vuelvas a hacer, además ¿Kitten?– diría en confusión sabía que ese no era su nombre real que le puso el Emperador.
Movió sus hombros en un gesto que le restó importancia, al final tal vez era solo un apodo que su sobrina le dió, siendo algún tipo de ironía sobre que sea el Custode más pequeño entre otras características.
— Bueno padre ya lo sabe, al final él me habló sobre eso luego de que Kitten me diera el informe junto a un libro llamado la Biblia– terminaría el libro buscando otro, está vez tomando un libro más nuevo, escogiendo algo más actual con menos de 10 mil años de antigüedad.
Soltó un largo suspiro — Era de esperarse, nada pasa sin que el se entere y bien qué dijo– preguntaría a su sobrina
— Nada relativamente nuevo, además que uno que otra cosa que no debo actuar a escondidas — dijo mientras hojeaba el libro — Además que ese tal Mesías era, el entre demás cosas luego de eso fuimos a comer algo—
El Sigilita asentía con la cabeza, no era nada grave que preocuparse, además los niños suelen ser muy curiosos, al final ella era una recién nacida en términos prácticos.
— ¿Cómo te está yendo con tu entrenamiento con los Custodes?— Preguntaría, estaba enterado que ella podía derrotar con un poco de dificultad a uno y darle buena batalla a tres al mismo tiempo.
Soltaría un largo suspiro — Son fuertes, pero muy fuertes además son rápidos y se mueven como uno, saben que hará el otro antes que lo haga, es difícil enfrentar los— diría mientras que dejaba el libro y tomaba otro está vez la historia de décimo quinta guerra mundial.
— Supongo que no ayuda que no puedas usar tus alas además de usar esas pesas o ¿Me equivoco?— diría con un tono algo bromista.
Una pequeña risa se le escapa mientras, miraba a su tío el Sigilita con esa típica sonrisa de ironía que siempre tenía enfrente de su padre desde que tenía memoria. — Tienes razón no ayuda, además que ahora Valdor estará presente será más complicado y doloroso— con eso último dicho está soba un poco rostro recordando las veces que la derribaron contra el suelo.
— Bueno eso es debió que debes estar lista para enfrentar a lo que sea, tus hermanos están perdidos y no sabemos cómo se encuentran, si están bien hasta donde sabemos cuándo lo encontremos tal vez sean nuestros enemigos o no— Diría Malcador viendo fijamente a su sobrina quién fijó sus ojos ardiente como estrellas en el, esa mirada de poder que haría que cualquiera se inclinara ante ella.
—¡No serán nuestros enemigos!— Exclamaba algo molesta —Me encargaré de conquistar a los bárbaros que se rehúsan unirse al Imperio para conquistar todo el sistema y salir a buscarlos, antes que pierdan el rumbo—
Claro ahí estaba una rabieta con juramentos a ciegas, desde que notó la ausencia de sus hermanos y el hecho que no pueden ir tras ellos actualmente la ponía algo irritable, el Sigilita solo pudo suspirar y negar.
— Tranquila sobrina… por ahora debes prestar atención en el presente, no puedes perder tiempo pensando en el futuro— La tranquiliza mientras se levanta y pasa a su lado dándole unos golpes en la cabeza. —A veces te pareces mucho a tu padre con esas rabietas — Diría mientras se retira dejándola sola.
Las palabras dichas por su tío la hicieron pensar, siempre estaba tan ocupada pensando en el mañana se sentía atrapada sin hacer nada más allá que una rutina interminable — Tal vez tengas… — Al escuchar lo último dicho se molestaría — ¿¡Cómo que rabieta!?— Lo ve irse sin poder detenerlo, a veces le molestaba qué hiciera eso.
Soltando un leve suspiro tomaría algunos documentos para seguirlo.
— Por qué no cambiamos un poco la rutina hoy…—
La súper humana miraría al humano antigüo que era su tío con una cierta curiosidad ante aquella sugerencia.
—¿Qué propones? ¿Que me escapé de Valdor?—
— Algo por el estilo, además yo no lo llamaría escaparse… sería más bien entrenamiento de sigilo—
— Eso es básicamente que me escapé y me esconda de él ¿Eh?—
El Sigilita se ríe de forma descarada mientras que la golpeaba en la cabeza con su bastón.
— ¡Ey! ¡Eso fue totalmente innecesario!... — Se quejaría la transhumana.
— Como si eso fuera a lastimarte quería sobrina— Diría con un tono burlón y sarcástico.
Mientras que ambos seguían caminando los sentidos transhumanos de la joven estallaron en alerta en un movimiento de microsegundos logró evitar un ¿golpe? ¿Agarre?
— Constantin…— Diría mientras observada detállame al hombre en frente aún era más alto que ella, una mirada fría y carente de emociones, podía cada cambio a su cuerpo desde los más minúsculos hasta los más visibles, los órganos extra y sus funciones toda esta información que ella poseía gracias a estar implantados en su mente.
Constantin Valdor tampoco se inmutó frente a la adhumana observándola y analizando cada milímetro, sólo la podía ver con desconfianza; un ser que no era dignó de confianza, la tos falsa de Malcador provocó que ambos dirigían su mirada sobre el.
— Podría saber porque has incentivado rebeldía al sujeto 21— Diría de forma seca tajante, sus oídos modificados y alterados podían captar hasta el más leve susurro.
— Yo, no lo llamaría rebeldía más bien un entrenamiento que les permita medir sus capacidades. -- Dijo el anciano con una leve risa y un tono que no pasó desapercibido por parte de ambos que decía claramente “Solo quería divertirme con ustedes dos”.
— No hace falta su interferencia en el entrenamiento de 21 usted se encarga del conocimiento, mientras yo tengo a cargo de su capacidades físicas—
— Oh no me dirás que el Gran capitán del Adeptus Custodes tiene miedo que le quité su alumna o ¿si?—
— No he dicho eso El Emperador me asignó está tarea en específico es todo —
El Sigilita solo pudo suspirar sabía no tenía caso seguir está conversación, — En ese caso me gustaría ver su entrenamiento sin restricciones—.
Ante las palabras el Capitán del Adeptus Custodes estaría de acuerdo era algo ya planeado.
Palacio Imperial
Sala de Entrenamiento
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Varios Custodes como otros recientes del palacio, hermanas del silencio y guerreros truenos observaron fijamente a la arena de combates, vieron Capitán de los Custodes Constantin Valdor y en su frente una niña pequeña pero era claro que uno era normal, su pelo largo era de un color antinatural sin mencionar que las alas que nacen de su espalda no era nada normal.
— Kaname… Muéstrame de lo que eres capaz sin retriciones usa todo lo que tengas— Diría Constantin, arrojándole una lanza.
— No pensaba contenerme Capitán…— Atrapando la lanza, sin perder el tiempo, abriría sus alas para elevarse por los aires.
Las proposiciones de la lanza a comparación de la usuaria eran ridículos, la niña quien solo mide 1.67 metros mientras que la lanza la y por mucho, incluso la punta de esta era muy ancha y gruesa, aún así la niña la manipula con facilidad.
— ¡Ven!— Exclamaria Valdor mientras portaba su propia lanza.
Todos en la sala escucharon el estruendo tan potente que podrían opacar el sonido de los tanques y cañones de artillería pesada.
Mientras que Valdor y Madoka seguían chocando su lanza con tanta fuerza que parecían parejos, la niña suspendida en el aire usaba la gravedad a su favor mientras que el caballero dorado usaba la tierra firme para empujarla de nuevo, las fuerzas opuestas se estaban contra respetando.
Algunos guerreros truenos empezaron a apostar sobre el resultado del encuentro, mientras que sus espíritus rugían por ardor de tal batalla, las hermanas del silencio observaron con gran intriga y emoción que les era imposible ocultar.
Desde lo más alto un anciano andrajoso a quien la edad lo trató bien en cierto sentido miró a su compañero un hombre alto vestido con una armadura dorada de pies a cabeza.
— ¿Que te inquieta Kitten…?— preguntaría al Custode a su derecha
Con algo de inseguridad Kitten habló — Me preocupa que la hermana Madoka salga lastimada pero también me preocupa que el Capitán se lastime— Admitirá mientras que anciano levantaría un ceja
— Hmp… entiendo tu preocupación más no todo estará bien Madoka no es tan frágil como pueda aparentar además Constantin no es tan descuidado tus hermanos solo están entrenando no es nada nuevo — Kitten movería su cabeza en compresión para Malcador Kitten era muy humano, tal vez una falla o mutación más aún era uno de los diez mil su actitud era tolerada, además era una buena compañía para Madoka.
Volvió a centrarse en la batalla la cual Madoka iba perdiendo en el choque de lanzas al punto de ser arrojada contra la pared.
¡Plaf!
Fue el sonido que llenó la sala junto a unos quejidos y gruñidos de la ángel, antes de alguna palabra por parte de los espectadores Constantin corrió a toda velocidad, era muy rápido para su tamaño en un intento de atrapar al ángel, sin embargo al intentar tomarla por el cuello; — ¿¡Dónde!?— Había desaparecido en su nariz.
Constantin se alejó unos cinco pasos tomando una postura defensiva atento a la menor perturbación del aire, pasaron un minuto, luego dos, de igual forma tres minutos sin que ocurriera absolutamente nada, al cuarto minuto en un movimiento inesperado Constantin se daría una vuelta de 180° grados para empezar a atacar el aire, si el aire hubiera sido un ser vivo el Capitán de la Legión Custode lo hubiera descuartizado vivo.
Dejando su de lado su homicidio contra el aire nada pasó transcurrido de esa forma otros dos largos minutos, colmando de a poco la paciencia de algunos presentes por la falta de acción.
— ¡No te sirve esconderse!, ¡No me vas a derrotar de esa forma!; ¡Muestra té y enfrentame!— Exclamaba con su paciencia siendo asesinada lentamente por el paso de los eternos minutos
Una vez más Valdor cortó el aire está vez a su derecha sin ningún resultado, optando por una solución pasaría con tanta fuerza, resquebrajando y levantado polvo en aire, analizando las partículas de polvo buscando algún indicio de alguien más por el rabillo de su ojo pudo notar que hacía su derecha en un ángulo de 37° grados el polvo se acumulaba en el aire de forma anti natural.
¡Zas¡ ¡Boing!
El sonido del corte y rebote llenó la sala cuando dos lanzas chocaron y rebotaron de tal forma que una de ellas salió volando de forma sincronizada Constantin fue arrojado hacia atrás recibiendo un combo de golpes consecutivos en su rostro.
Todos miraron en silencio como Constantin recibía golpes sin cesar puñetazo tras puñetazo junto a unas patadas.
— Interesante…— Diría Malcador; — Veras la niña esperó paciente a Constantin actuará de forma precipitada para tomar la ventaja aprovechando que puede sostenerse en el aire y puede usar su gen paria de forma que sea totalmente imperceptible para nosotros, ella atrajó a Constantin a una trampa para atacar lo—
Los Custodes a su lado observaron la situación de su líder parecía estar contra la cuerdas incapaz de contraatacar, la ángel estaba sostenía en aire dónde podía esquivar y alejarse de cualquier intento de defenderse o atacar, también le permitía atacar de mejor forma con combos de golpes y patadas sin comprometer su centro de gravedad.
—¡Aggg! — Cada golpe dado por la última Primarca era certero y contundente Constantin se veía forzado a dar pasos hacía atrás.
Constatin se vio obligado a cubrir se se los golpes, se vio obligado admitir que era fuerte mucho más de lo que su frágil apariencia sugiere, claro era la creación del Emperador sería un fracaso total si ella no lo pudiera poner contra las cuerdas pero aún así no la dejaría ganar.
Observó cada movimiento del sujeto 21 dos alteos antes de cada golpe, luego volvía a aletear para cambiar de posición, luego repetir observando el patrón de los golpes, cuando intentó darle una patada, lo bloqueo sin dificultad siendo recibido por un golpe en su cabeza por parte de la ala derecha del ángel obligadolo a soltar la con un pequeño gruñido miro a fijamente a su rival.
— Esas alas en verdad ya me están fastidiando…— Con eso dicho Constatin avanzaría de frente para atacar sin un plan aparente.
Sin mucha dificultad Madoka se alejaría hacia arriba evitando la embestida sin comprender, algo dentro ella gritó esquivando un disparo láser miro desde la dirección de dónde provino — ¿Mi lanza?— Apenas dijo esas palabras se vio obligada a esquivar disparos sin cesar.
— ¡Descuida!— Constantin siguió disparando a los ojos de cualquiera el estaba disparando al azar
Madoka sería esquivando hasta miró hacía abriendo con gran sorpresa sus ojos cuando un pedazo del techo cayó sobre ella
Todos observaron con gran sorpresa como la ángel cayó al suelo acompañada de marmon, a paso lento y seguro Constatin apuntaría la lanza justo en la tráquea de Madoka quien estaba en el suelo — Se acabó… 21 yo gamo— Diría seriamente mientras que la peli rosa sonríe; — ¿Qué te causa tanta gracia?— Con cautela observaría a su rival cuando lo noto
En un rápido movimiento golpearía el brazo de Constatin con su ala derecha desviando la lanza lejos de su cuello.
Rápidamente se alejó del Custode volando y tomando la lanza clavada, ella volando a una altura segura vería a Constatin con una leve y amable sonrisa.
— Así que estamos al inicio de nuevo…— Diría el ángel mientras bajaba lentamente observando a Constatin.
— Tal parece, acabas de renunciar a tu ventaja ¿Acaso crees que me derrotaras en enfriamiento de frente? — Sin esperar una respuesta Constantin sería el primero en atacar.
Madoka se movería unos pasos a su derecha con un pequeño salto, esquivando el golpe que destrozó el suelo dónde estaba parada, ambos no dijeron nada, en sus rostros perfectamente tallados estaban sin cambios, en algún punto la lucha se volvió un vals mortal.
El acero chisporroteo cuando chocaron, los disparos opacaron cualquier conversación o grito.
Constatin cortaría el la nada y mismo aire se volvió un filo causando cortés a las paredes lejanas, la lucha duró unas dos horas que parecían eternas, ambos combatientes nunca sudaron o bajaron la intensidad, para los mortales sin modificaciones o entrenamiento inhumano no pudo apreciar la danza mortal, solo verían dos borrenes cochar y el sonido de disparos que no daban a nada.
— Haa~ Entonces ¿así de fuerte soy?— Con tono de sorpresa y alivio diría Madoka quien por primera vez desde que empezó su entrenamiento podía luchar sin limitantes, se veía feliz y aliviada
— ¿Te preocupa ser débil? — Interrogará Valdor con cierta sorpresa pese a su cierta desconfianza en 21 no esperaba que tuviera ese pensamiento.
— A veces tengo esa idea sobre mí— Diría mientras esquivaba un corté de Constantin que le costó algunas plumas.
— Inesperado, realmente inesperado— Tuvo que mover su rostro evitando ser decapitado.
Finalmente la lucha terminó cuando uno de los pilares que cayó alejando a ambos como una señal de la misma sala de entrenamiento que se había acabó, Madoka solo pudo observar el desastre hecho, paredes llenos de cortés y lleno de hoyos por los disparos, parte del techo derrumbado; Mirando el suelo bajo su pies era igual a un caminó rocoso descuidado lleno de baches.
— El próximo entrenamiento será al aire libre— Serían las simples palabras de Constantin.
— Es la opción más sensata— En su mente apareció la imagen del personal de limpieza observando el lugar con gran disgusto, incluso uno que otro se desmayó por el desorden.
Palacio Imperial
Laboratorios de Palacio
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En los laboratorios del palacio un equipo de científicos de la confianza de Malcador y El Emperador veía las grabaciones del “enfrentamiento” estaban mudos ninguno de ella imaginó que alguien pudiera seguir el ritmo de Constatin Valdor el Custode más poderoso y el más cercano al Emperador.
— Impresionante…— Diría una mujer no había nada especial en ella excepto que el paso del tiempo ya se le hacía notorio, con arrugas en su rostro, patas de gallo alrededor de sus ojos sin mencionar que los mechones blancos en su cabellera café.
Está mujer era la Doctora Astarte quién estaba encargada en varios proyectos secretos entre ellos, la recuperación de especies extintas de la flora y fauna de la antigua Terra, limpiar el aire contaminado de Terra o por lo menos mejorar su calidad pero la más importante de todas que solo unos pocos conocían era el proyecto secreto del Emperador el proyecto “Adeptus Astarté” o “Marines Espaciales”
Estaba en contacto directo con el Emperador junto a otros pocos y contados científicos, los mismos estaban en esa misma sala.
Su pequeña conmoción y charla sería opacadas cuando las puertas más grandes de lo normal se abrieron y entró en un hombre alto, bello con una aura divina era el mismo Emperador, para todos era la señal de seguir con su trabajo.
— Dr Astarte algún progreso con los reemplazos de los Guerreros truenos — Fueron las palabras increíblemente calmadas del Emperador, pero a la vez popete, cualquiera hubiera caído de rodillas enfrente del Emperador alabandolo como un Dios.
Ella misma estuvo apunto de hacerlo la primera vez que se encontró si no fuera por Malcador y el propio Emperador quienes le afirmaron que no existen los dioses de lo que tenía en su frente este hombre, era el resultado de la evolución humana lo que la humanidad debía apuntar en volverse y en lo que volverían.
La teoría que la humanidad seguía evolucionando era plausible incluso la prueba de ello eran los psíquicos y perpetuos que se hallaban en el palacio, alejando sus pensamientos sobre la gran capacidad de adaptación humana al punto de llegar a evolución, tomaría algunos documentos — Según las pruebas las semillas genéticas algunas tienen leves fallos genéticos, el resto es estable, las semillas de 16, 13, 8, 5,10, 20 y 21 son los más estables —
El Emperador observaría las pantallas junto a los documentos emitiendo un sonido de aprobación.
Tomándolo como una señal la Dr Astarte decidió seguir con el informe — Algunos imprevistos son que la semilla genética 15 ha dado resultados con alta afinidad con los poderes psíquicos mientras que por otro lado la 21 ha dado altos resultados con los Parias—
— Está dentro de lo esperado, cuando tengas más resultados empieza la prueba con humanos que no tenga ningún gen psíquico o paria— Diría el Emperador no se veía impresionado, claro 21 ya era sabido desde un inició por tener al original con ellos mientras que 15 para Astarte si fue una sorpresa inesperada decidió no cuestionar por ahora.
— Los primeros Marines serán producidos dentro de unos meses aunque me gustaría pedir más tiempo para los estudios— El Emperador volteó a mirarla, la mujer solo pudo encogerse y aún tenía muy vivida la imagen del hombre molesto echando a Erda quien era la ex encargada de todo los proyectos que ahora ella supervisada
— Entiendo que el cambio de los planes fué muy repentino pero no podemos perder más tiempo, me gustaría conquistar Terra lo antes posible y tener las legiones a su máxima capacidad para iniciar la segunda parte de la conquista humana, no te daría tal deber si no confiará en tus capacidades — Las cálidas y reconfortante palabras del Emperador calmado a la afligida mujer
Con esas palabras de aliento la Dr Astarté se sintió renovada, observaría sus notas buscando algo importante — Como usted dijo mi señor la semilla genética de 21 es diferente al resto, ese fue el motivo de estudiar sus reacciones hasta ahora no hubo problemas y las mutaciones están dentro del margen aceptable—
El Emperador esperaría a que la mujer siguiera, debes antes él lo había previsto hasta ahora solo las semillas genéticas de Madoka y su hermano Alpharius Omegon estaban más que listos con tantos problemas en las semillas genéticas estimaba que tardaría unos 5 años quizás 3 años en los mejores casos para salir de Terra y buscar al resto de primarcas.
— Como el Señor Malcador pidió hacer un experimento con la semilla genética de 21 hace unas horas atrás él estuvo examinando los resultados y pidió que le entregará ésto— El Emperador no podría mentir estaba intrigado sobre que Malcador deseaba hacer al observar el los resultados, sólo pudo sonreír y reír para sí mismo.
Flashback
Palacio Imperial
Laboratorios Secretos
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Durante la creación de los primarcas muy pocos tenían conocimiento del proyecto y mucho menos acceso a los laboratorios secretos del emperador, uno de los pocos que tenían el privilegio de trabajar en tal monumental proyecto era Malcador el Sigilita.
— Todo de acuerdo de lo previsto Malcador, la cadena de ADN y las células madres están respondiendo como se esperaba— Diría El Emperador mientras que a su lado Malcador el Sigilita el hombre en que más confiaba.
— El proceso de creación fue un complemento éxito, ahora estamos en la parte más fácil — Diría Malcador mientras veía los informes — Me gustaría hacer una pequeña sugerencia si me la permites— El Emperador miraría fijamente a su viejo amigo.
— Claro Malcador dudo que tú sugerencia sea para mejorar algo solo dilo— El anciano andrajoso solo le daría una pequeña sonrisa de complicidad.
— Estaba pensando que el proyecto Marin Espacial podría ser más extendido—
— ¿Extendido? Me podrías explicar qué significa para ti extendido —
— Solo decía que podríamos no solo reclutar a hombres si no también a las mujeres — Con esas palabras El Emperador por primera vez en mucho tiempo rompió su fría compostura para reír.
Presente
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El Emperador se vio forzado a no gritar o reír en el espacio material, sin embargo en el inmaterium su risa resonó como una tormenta desenfrenada repentina, tal fue su alcance que llegó a las partes más profundas de la telaraña a un lugar donde solo unos pocos habían llegado
Allí la sombra que residía allí sólo pudo reír como un lunático; — Esa fue muy buena Mon kaig…— El Dios de la Risa Eldar miraría de dónde vino aquella risa, más allá del alcance del Gran Enemigo y los Dioses del Caos el mundo devastado de los Mon kaig esa pequeña y calidad luz rosada; La sonrisa de Dios se extendió más de lo que se creía posible tan grande era su sonrisa que podría abarcar sistemas solares enteros y solo tenía una cosa en su cabeza y era “Les va a doler”.
— Mutter… está aquí— Fueron las palabras del Dios quien miraría el gran juego que estaba por venir con la sonrisa más tétrica y alegre posible.
De regreso a Terra
Para la Doctora Astarté la falta de reacción del Emperador era algo aterrador y fascinante lo vería levantarse; — Eso sería todo, veo que lo tienes bajo control— Se retiraría entregando los informes a la Doctora.
Caminando por los vacíos pasillos se permitió reír, una risa contagiosa mientras recordaba el informe “Marines Espaciales mujeres” Malcador aprovechó la existencia de Madoka para cumplir sus propios objetivos
— Veo que ya se enteró— El Emperador dejaría de reír para observar al único ser en toda la galaxia que podía llegar a hacerlo reír.
— Así es, has hecho realidad tus sueños ahora habrá mujeres altas y musculosas esperó que no te distraigan de tus deberes — Con toque de sarcasmo diría mientras que el Sigilita solo reía y negaba la cabeza
— Te guste o no ya era un hecho desde el momento que creaste a Madoka— El Emperador simplemente empezaría a caminar esperando que el Sigilita lo siguiera.
— Tal vez fue así, sin embargo eso no cambia nada—
Fin
Malcador: las Tomboys son las mejores!
Homura: No... *mira a Madoka primarca* si...