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La cuenta regresiva para el climax de esta historia sigue avanzando. Pero se alarga debido a que estoy pensando muy bien como se escribirán los últimos 10 capítulos que quedan.
Serán llenos de sorpresas ¿drama? Muy seguro.
Advertencia⚠: Este capítulo tendrá contenido muy delicado, voy a narrar una escena super fuerte y que a muchos les puede incomodar. Si son sensibles, pueden saltarsela, yo les daré aviso cuando pueden saltarse y cuando pueden volver a leer.
Rayis Pov
Rompí el nuevo sobre con amenazas de Henry y los que se hacían llamar "papás", quienes habían escapado de prisión hace unos días.
Cuando me enteré, volví a recaer en la ansiedad y ataques de pánico, no sabía que hacer ni como reaccionar a lo que estaba a punto de suceder. Sabía muy bien que ellos tenían algo planeado, sabía que ellos iban a querer hacerme daño o a Lili. No puedo evitar sentir preocupación por Melissa o Florence, si algo les sucede... Yo no sabría como seguir viviendo sin ellas a mi lado.
Los recuerdos del peor día de mi vida me golpeaban duramente haciéndome saber que tengo que ser fuerte, pero ¿cómo serlo si los culpables están ahí afuera?
Mis puños estaban cerrados con fuerza, al punto que mis nudillos se pusieron blancos y mis venas se marcaban un poco a medida que recordaba aquel día, aquel día que quiero olvidar por siempre pero no podía. Sabía que ellos me estaban manipulando de cierta forma y yo no podía evitarlo.
SALTARSE ESTA PARTE SI NO DESEAN LEERLA
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Flashback (hace 9 años)
-- Tú también me gustas -- sonreí ampliamente y ella tomó mis manos. Yo estaba muy nerviosa, la chica que me gustaba me dijo que yo si le gustaba
-- Amm... -- no sabía como decirlo -- ¿Quieres.... salir conmigo? -- ella asintió y se acercó hacia mi quedando nuestros rostros muy cerca. Nos miramos a los ojos, eran muy bonitos. Nuestros labios se unieron en un tierno beso. Se sentía muy bien, mi primer beso estaba siendo especial. Este día sería el mejor de mi vida o eso pensaba hasta que un fuerte agarre en mi brazo hizo que me separara de la chica que me gustaba
-- Maldita desviada -- mi hermano me zarandeaba -- ¡NO TE VUELVAS A ACERCAR A ELLA! -- le gritaba a la chica quien tenía una mirada de miedo -- ¡Y tú! ¡Mis papás se van a enterar que tienen a una desviada como hija, eres una estúpida e inutil, aparte de eso, saliste marica -- me comenzó a llevar por el brazo que me dolía demasiado y me metió al auto.
Durante el camino no dejó de gritarme un montón de insultos, quería que ya pasara este infierno pero esto apenas comenzaba.
Lo único que sentía eran los latigazos en mi espalda junto con cachetadas y golpes por parte de mi papá quien no se tentaba el corazón a lo que le estaba haciendo a su propia hija.
-- No vas a salir de aquí hasta que yo diga! Yo no voy a tener a una rarita en mi familia ¿me entendiste? -- otro ardor se extendió por mi mejilla ante la nueva cachetada de mi padre que me tiró al piso
(...)
No salía de mi habitación, o más bien no podía. Me tenían encerrada y sin comer, ya no sabía ni que hora era porque no podía ni levantarme de la cama para abrir las ventanas. Mi cuerpo estaba cubierto de moretones y hematomas, junto con una que otra cicatriz.
Estaba muy arropada en cama hasta que escucho la puerta de mi habitación abrirse, medio levanto la cabeza para ver a la que se supone que debo llamarla mamá dirigiéndose hacia mi con una expresión de enojo puro. Ella destendió las cobijas dejándome sentir un poco de frío
-- Ven para acá y arréglate, vendrá alguien muy importante y alguien seguramente podrá curarte de esa maldición -- sus manos sujetaron mi cabello casi arrancándolo cuando ya me tenía llevándome a la ducha. Me desnudó sin que yo pudiera resistirme y ahí fue cuando el agua helada cayó sobre mi cuerpo. Me sobresalté por el cambio de temperatura repentino.
-- Quiero que estés lista en menos de 20 minutos o ya verás lo que te va a pasar -- me dolía todo el cuerpo y con bastante resistencia me duché en menos de 5 minutos y salí directo a mi habitación.
No iba a ponerme vestido porque se me verían todos los golpes que me habían echo mis progenitores porque la palabra padres les quedaba muy corta comparado a los monstruos que ellos eran. Y no sabía que dentro de poco eso se iba a confirmar.
Después de haberme puesto unos jeans y un buzo bajé a la primera planta donde mi hermanita Lili estaba escondida detrás de mamá con miedo ¿le habrán hecho algo a ella? Mamá tampoco dejaba que ella se escondiera, sino que la empujaba hacia una persona que aún no le había visto la cara.
-- Es ella -- decía mi papá apenas pisé el último escalón -- Nosotros nos iremos por ahí -- fruncí el ceño y levanté la mirada para encontrarme con el mejor amigo del que se hacía llamar "papá". Mi progenitor se acercó hacia volviendo a zarandearme el brazo haciendo que suelte unos quejidos del dolor
-- ¿Acaso no le dijiste que se pusiera algo más de mujer? Parece marimacho -- le reclamaba a su esposa
-- Si le dije pero ya sabes que es una inutil -- respondía la mayor volviendo a empujar lejos de ella a Lili quien corrió a abrazarme. Hice una mueca e iba a quejarme pero me las aguante, Lili necesitaba de mi -- Ven para acá estúpida, ya nos tenemos que ir -- zarandeó a mi hermana alejándola de mi haciendo que ella comience a llorar -- Cállate o te golpeo -- enseguida hizo silencio pero sollozaba muy bajo. Le di una mirada de que iba a estar bien
-- Nos vamos -- Henry mayor se acercó al que era su amigo y le dijo algo al oído que yo no pude escuchar.
-- Que la disfrutes -- decía mi hermano saliendo de primeras de la casa y seguido los demás.
Los primeros minutos fueron de total silencio pero podía sentir la mirada intensa de aquel hombre que me veía con lujuria y no se esforzaba en disimularlo
-- Ahora vamos a disfrutar preciosa -- abrí los ojos sorprendida y sabiendo que me iba a hacer intenté correr hacia la puerta de la casa pero se encontraba cerrada con seguro.
Él me tomó por la cintura y me subió en su hombro mientras yo me retorcía queriendo zafarme pero su fuerza era más que la mía.
-- Vas a saber lo que es un verdadero hombre -- llegamos a la que era mi habitación y me aventó sobre la cama colocándose encima de mi
-- Nooo, quítate -- lo golpeaba pero no parecía hacerle nada, más bien el me dio una cachetada que me hizo sentir más dolor -- Nooo -- me retorcía hasta que él tomó mis manos y comenzó a besar asquerosamente mi cuello.
-- Tu papá ya me dijo que eres una desviada pero yo te curaré -- sus manos rompieron mi buzo dejándome en ropa interior -- Estás deliciosa -- comenzó a desabrocharse el pantalón y cuando estaba a punto de golpearlo nuevamente, me golpeó primero y con su correa amarró mis manos a la cabecera de la cama.
Lágrimas bañaban mi rostro, no podía salir de esto, era inevitable.
Solo podía llorar mientras él hacía lo que quería conmigo, sus asquerosas manos recorrían mi cuerpo y lo marcaban, su asquerosa boca me obligaba a besarlo mientras que él no paraba de entrar en mi de manera ruda y fuerte que sentía que me desgarraba toda mi zona íntima y no solo eso, también mi parte trasera. Literalmente hizo conmigo lo que quiso.
Quería que este sufrimiento acabara ya pero no parecía terminarse, cada momento que pensaba que era la última vez, no era más que un descanso para él. Mi cuerpo estaba más marcado además de los golpes, me uso como su juguete sexual y yo no pude hacer nada.
Cuando al fin se había terminado este martirio el gritó algo que me dejaría traumada toda la vida
-- ¡MIA! ¡ERES MÍA!
Él descansó sobre mi cuerpo y cuando al fin había recuperado su respiración normal se levantó y comenzó a vestirse
-- Estuvo rico preciosa, hay que repetirlo
Yo temblaba del dolor en mi cama, ahora mismo quería morirme, quería matarlo por lo que me hizo y después matarme yo. No podría vivir con esto toda la vida
Fin de flashback
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Me serví un poco de batido en un vaso. Aún eran las 7 de la mañana, Melissa había ido a una entrevista en compañía de su manager para una nueva serie en Texas, por lo que estaría sola en el apartamento hasta mañana.
La extraño bastante, ella me había enviado un mensaje de texto en la mañana deseandome un feliz día y un "TE AMO" que me hacía sonreír hasta en mis días más oscuros. Ella ya estaba enterada del escape de Henry mayor y su esposa, no los llamaría padres porque ni siquiera deberían llamarse humanos. Ambos me arruinaron completamente y no estoy dispuesta a dejar que vuelvan a hacerlo
Escuché toques en la puerta haciendo que me sobresalte. Cogí el cuchillo y me acerqué para mirar por el pequeño huequito. Florence junto a Hailee estaban esperando detrás de esa puerta. La abrí y enseguida mi mejor amiga bajó la mirada al cuchillo en mi mano
-- ¿Cómo te has sentido? -- se acercó a saludarme de beso en la mejilla al igual que Hailee quien tampoco comentó nada
-- Ya sabes -- dejé el cuchillo sobre el mesón de la cocina -- La extraño -- dije refiriendome a mi novia que estaba a unas cuantas horas de aquí -- ¿ustedes? -- las tres nos sentamos en los sofás
-- Bien, hemos venido a quedarnos contigo -- Florence señalaba su maleta al igual que Hailee -- Sabes que voy a estar siempre contigo y no te dejaría sola -- asentí con una sonrisa melancólica -- Ven -- me acercó a ella para abrazarme mientras que yo escondía mi rostro en su cuello. Sentí a Hailee abrazarme también mientras que lloraba.
Estaba soltando todo lo que tenía guardado y también la repugnancia que me causaban aquellos recuerdos de mi adolescencia. Llegué al punto en bañarme muchas veces al día porque aquel día llegaba a mi como balde de agua fría. Es una sensación horrible que esperaba no volver a experimentar pero su escape, sus mensajes de amenaza que a su vez contenían detalles de aquel día hicieron que vuelva a sentirme mal.
Nos mantuvimos así durante un buen rato, yo no decía nada y ella tampoco, no era necesario porque podía sentirlo todo aquel abrazo. No dejo de agradecerle a Dios, a la vida o al destino por poner a mi lado a las personas correctas como Florence quien se ha convertido en más que mi amiga, es como mi hermana mayor.
(...)
El olor de café recién hecho junto con el de tocino y huevo hizo que me levanta de mi cama y caminara hasta la cocina donde veía a Florence y Hailee cocinar.
-- Buenos días -- Florence me saludaba mientras servía café en tres tazas -- Eres muy afortunada ¿sabes? -- fruncí el ceño confundida. Aún me encontraba media dormida y mi cerebro no despertaba del todo -- No cualquiera tiene a dos bellezas cocinándole el desayuno -- Hailee y yo reímos ante lo que dijo la rubia
-- Soy muy afortunada -- me acerqué y Florence besó mi frente. Escuché toques en la puerta por lo que ambas dejaron de hacer lo que estaban haciendo para apagarle al fuego. Yo tenía miedo de incluso saber lo que estaba al otro lado de la puerta.
-- Voy yo -- Florence se limpiaba las manos con la toalla de cocina y fue hasta la puerta viendo por la mirilla. No esperó mucho para abrir y yo desde lejos vi un ramo de flores y cajas que tapaban el rostro de la persona
-- Hola, si no eres mi preciosa novia dile que le tengo una sorpresa y si eres ella, te tengo una sorpresa -- la voz de Melissa se escuchó y yo sonreí inconscientemente acercándome rápidamente hacia ella para tomar las cajas y ponerlas a un lado. Ahí estaba ella igual de hermosa que siempre -- Hola -- la abracé por el cuello mientras que ella rodeaba mi cintura con sus brazos en un abrazo fuerte.
La había extrañado como no tienen idea, verla de nuevo y despertar junto ella otra vez
-- ¡Amor! -- salté enrollando mis piernas en su cadera provocando su risa
-- Estás preciosa recién levantada -- susurra en mi cuello haciéndome sonrojar. Yo aún estaba en pijama y literalmente me había levantado hace unos minutos nada más
-- ¿Por qué no me dijiste que vendrías hoy? Te hubiera podido ir a ver al aeropuerto -- ella me seguía teniendo cargada y vi como Florence cerraba la puerta con seguro mientras que mi novia me colocaba sobre el mesón
-- Quería darte una sorpresa, además así no veías los regalos que te traje -- le sonreí ampliamente y colocando mis manos en su rostro pegué mis labios a los de ella
-- El mejor regalo es que tú ya estés aquí -- susurré sobre sus labios para volver a besarla. En aquel beso nos dijimos cuanto nos habíamos extrañado estos días que ella no estuvo, nos dijimos cuanto nos amábamos y cuanto ansiabamos volver a sentirnos de esta manera
-- Ajum ajum ajum -- dos carraspeos hicieron que nos separaramos mientras reíamos ante la mirada que nos daban nuestras acompañantes -- Al menos esperen a que nos vayamos, no queremos ver sexo en vivo
-- Déjalas Florence, están teniendo su reencuentro -- le decía su novia con una sonrisa
--Bueno, a desayunar que no me levanté temprano por nada -- reímos y Mel me bajó de la mesa pero me tenía abrazada por la espalda
-- Te extrañé mucho -- susurra en mi oído y yo volví a besarla
-- Yo también te extrañé mucho
Espero que les haya gustado este capítulo. Como dije, fue más fuerte pero para saber un poco más de lo que pasó Rayis. El próximo será de Melissa. ¿drama tal vez? Yo creo que si. Paz antes de la tormenta
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