Después del desastroso recibimiento sorpresa con una tarta de cumpleaños por parte del Team Black, Jaekyung junto a su nuevo ángel se dirigieron hacia el vestuario.
—Jaekyung, ¿quién es esta bella mujer que te acompaña hoy? —Les detuvo a mitad de camino el entrenador Park con un notorio sonrojo en sus mejillas.
Los dos se quedaron sin palabras, no porque el entrenador haya confundido al arcángel con una mujer, sino porque supuestamente no tendría que verlo. Al bajar de rango y volver a ser un ángel, pasaría a ser invisible para todos los humanos excepto para Jaekyung.
—Muchas gracias, usted también es muy apuesto. —Reaccionó él de la forma más natural que pudo ante esa situación inesperada.
—¿Y cómo se llama, señorita? ¿Desde cuándo conoce a Jaekyung? —Continuó con sus preguntas algo indecentes el mayor de ellos.
El arcángel iba a contestar de forma aleatoria a esa pregunta trivial, al igual que se inventaría el primer nombre de mujer que se le pasase por la cabeza, pero fue interrumpido por Jaekyung.
—Es un hombre. —Cortó su animada conversación pasando de largo hacia los vestuarios.
—Y-Yo...esto...t-tenía que...ir a e-ese sitio... —Tartamudeó nervioso el entrenador para luego salir corriendo hacia la dirección más lejana que pudo encontrar.
—Jaekyung, ¿quién es ese chico con el que vienes? —Preguntó otro miembro del Team Black, esta vez fue Jeong Yosep.
El arcángel se desanimó al ver que esa persona no le piropeaba. Parecía ser que el entrenador Park había sido el único en confundirle con una mujer.
—Una prostituta que intentó robarme, échala. —Mintió Jaekyung dejando su bolsa de deporte en el suelo.
—Yo no le robé nada, él se fue sin pagar, me debe 350000 wones por un completo. —Se defendió el arcángel de la primera mentira con una segunda.
—¿Eres tan barata? —Rió amargamente Jaekyung.
—Solo me ajusté a tu presupuesto, pero veo que ni eso te puedes permitir. —Contraatacó fingiendo un puchero.
—Por cierto Yosep, ¿ya hiciste la donación en mi nombre? —Cambió de tema el dueño del gimnasio, ya aburrido de la antigua conversación.
—Qué generoso, ¿donaste a una obra de caridad por tu cumpleaños? ¿A cuál? ¿La Asociación Coreana de Gente sin Brazos? —Se burló el arcángel haciendo referencia directa de su reciente lesión en el brazo.
Desde que le habló de su lesión, Jaekyung ha sido víctima de incontables bromas sobre ella, desearía tener una máquina del tiempo para regresar al momento que se lo dijo.
—No, a la de gente sin hogar, podrías ir apuntándote porque hoy no vas a entrar en casa. —Contraatacó Jaekyung con una sonrisa orgullosa.
—Pues si no voy a casa tendré que ir a la televisión a contar que por culpa de tu lesión ya no te puedes masturbar y para hacerlo fuiste a un circo y secuestraste a dos enanos para que lo hagan por ti. —Se inventó la historia más enrevesada y sin sentido que pudo haber pasado por su mente.
—¿Cómo puedes inventarte tantas tonterías en tan pocos segundos? —Preguntó seriamente Jaekyung, impresionado por la habilidad del chico.
—Forma parte de mi personalidad, igual que la tuya es tener cara de oler a mierda todo el tiempo. —Finalizó retocándose el cabello.
—Hola Jaekyung, ¿quién es él? ¿Es alguien nuevo en el gimnasio? —Interrogó Oh Daehyun entrando en el vestuario para poder cambiarse también.
—Es Cheonsa, un nuevo miembro del equipo, dejad de preguntar de una puta vez. —Le contestó casi gritando, cansado de escuchar la misma pregunta una y otra vez.
—¿Qué nombre es ese? ¿Es el de tu padre muerto? —Le susurró siguiéndolo.
—No, el del tuyo, me acuerdo de él porque me lo follé anoche.
—Mi padre es Dios, con lo que acabas de decir ya no irás al cielo. —Le amenazó.
—No tenía pensado ir de todos modos. —Se encogió de hombros restándole importancia, no era algo que le preocupase.
—Lo digo en serio, ¿qué mierda de nombre es ese? ¿No había uno más feo? —Siguió con las quejas por su nuevo nombre, no le gustaba en absoluto.
—Significa ángel, lo busqué en internet el otro día. —Confesó finalmente.
—¿Me buscaste un nombre en internet que significase ángel? Qué gay. —Se burló nuevamente de él.
—¿Quieres verme siendo gay de verdad? —Preguntó mientras lo acorralaba contra la pared fuera del vestuario.
—Prefiero suicidarme. —Dijo con disgusto agachándose y pasando por debajo de su brazo.
—¿Desde cuándo se conocen Jaekyung y Cheonsa? Parecen amigos de la infancia. —Preguntó Yosep con curiosidad al resto del equipo viéndolos desde lejos.
—Sí, se llevan muy bien, bueno, a su manera. —Se corrigió Yoongu a sí mismos al ver estaban discutiendo otra vez.
—Me sorprende mucho que Jaekyung no se enfade con los comentarios que hace Cheonsa. —Comentó Daehyun.
De fondo se seguía escuchando la discusión entre esos, de hecho, era lo único que se escuchaba en todo el gimnasio.
—Me voy a hacer sparring, no me molestes. —Añadió Jaekyung haciendo unos cortos estiramientos previos.
—¿Vas a hacer espárragos? Pero si acabas de comer. —Comentó cómico, intentando iniciar otra discusión, era su única forma de diversión.
—¡He dicho sparring, no espárragos! —Gritó corrigiéndole. —¿En qué coño se parecen espárrago y sparring? —Preguntó intentado entender como pudo confundir una palabra con la otra.
—Sparring es espárrago en inglés, ¿no aprendiste nada en Estados Unidos? —Mintió incitándole más a que se enfadara.
—Espárrago se dice asparagu, analfabeto. —Le volvió a corregir inútilmente.
—¿Qué mierda de palabra es esa? ¿La sacaste del mismo sitio de donde sacaste mi nombre? —Le dijo comenzando a reírse.
—¿Pero de qué hablan? —Dijo el manager confuso intentando seguir el hilo de la conversación, fallando en ello.
El espectáculo acabó poco después, cuando Jaekyung lo abandonó para ir a hacer sus ejercicios diarios, aunque para el arcángel se iba a cocinar unos espárragos.
Este último se sentó en una silla libre que encontró por ahí y no tuvo más remedio que entretenerse con su "regalo".
Le pidió a su nuevo humano que le regalase un móvil para entretenerse mientras lo acompañaba a sus entrenamientos y combates, ya que para él todo eso era muy aburrido.
Jaekyung le concedió su capricho. Le regaló un móvil, uno de juguete, de esos que al presionar las teclas empieza a sonar una pegadiza canción.
—Señor Cheonsa, ¿sabe dónde está a el Señor Jaekyung? —Dan se acercó a él, preguntando dónde estaba su jefe.
—Se fue a freír espárragos o algo así me dijo. —Habló sin apartar la vista del móvil de juguete que sujetaba, al final era entretenido.
Poco duró su distracción ya que a los dos minutos ya se cansó, eso de apretar botones no es muy divertido a no ser que tengas menos de tres años.
Al levantar la cabeza y echar un vistazo a todo el gimnasio, se fijó en una cabellera rubia.
—¡Tú eres ese de la televisión! —Exclamó acercándose al famoso actor Choi Heeseung.
—Supongo que si lo soy. —Confirmó sonriéndole amablemente.
—Te pediría que nos sacáramos una foto, pero con mi móvil de última generación no creo que sea posible. —Comentó con algo de tristeza, pero sobretodo con enfado.
—¿Quieres que utilicemos el mío? —Propuso sacándolo de su bolsillo.
—¿Qué sentido tiene eso? Así la foto la tendrás tú, no yo. —Dijo sin entender la lógica del chico.
—Bueno, no me importaría tener una foto con alguien tan lindo como tú. —Le piropeó el rubio, a lo que él contestó con una sonrisa.
Desde lo alto de uno de los rings, Jaekyung observaba con el ceño fruncido como Heeseung y su ángel conversaban animadamente.