JUNGKOOK:
— Ah, ahí, ah.— No deja de gemir sobre mi.
Que delicioso.
Me muerdo los labios y sigo ayudandole con sus movimientos espectaculares. Lo embisto alzando mis caderas una y otra vez con rápidos choques que nos aproximaron a un climax poderoso. Jimin gemia como si lo estuvieran torturando, aunque lo hago pero de placer, el punto es que en cada encuentro Jimin es más escandaloso que antes. No me molesta para nada. Me llena de orgullo ser capaz de lograr que se derrita por la pasión y química que tenemos como pareja.
— Te encanta montarme en estos días.— Murmuro apretando su trasero y sobreestimulandonos un poco tras el reciente orgasmo.
— Y a ti también te encanta porque te dejas montar sin problemas...— Se porta coqueto meneandose un poco de adelante hacia atrás poniéndome durisimo de nuevo.
— Me atrapaste.
Sin salir de su interior nos di la vuelta quedando él debajo de mi.
Nos mantenemos abrazados después de tanta acción. Simplemente fue nuestro saludo. Jimin no estuvo todo el día y yo me ocupe en unas tareas pendientes. Además, acepté acompañar a Hoseok a una tienda de cómics. Fue un día ocupado para ambos, apenas nos vimos en la mañana era justo que tuviéramos intimidad de esta manera al reencontrarnos. Como sabemos hacerlo. Como nos gusta hacerlo.
— Si lo hicimos ahora más tarde ya no.
¿Qué?
Me quejo con un tono divertido ante su comentario.— Eso dices pero después tu mismo eres quien esta tocandome mientras duermo porque quieres hacerlo.
— Hoy no será así. Estoy muerto en vida por el montón de proyectos que revisé y las reuniones que tuve. Solo me quedó las suficientes fuerzas como para montarte.
Mi actitud divertida de antes cambia a una de preocupación.
— Amorcito, ¿Quieres cenar en la habitación? — Pregunto.
Pero él negó.
— Aunque este cansado quiero convivir un poco con Mya en la cena. No la vi en todo el día.— Sus ganas de estar con mí madre solo me enamoraron más de él.
Madre te sacaste la lotería.
Tienes al mejor yerno. Uno que te quiere mucho.
— Te amo tanto, te lo recuerdo para que no lo olvides.— Dije y reparto besos en su rostro.
Jimin sonríe y se deja hacer.
Nos mantenemos en una de las muchas burbujas que creamos a diario. Solo él y yo unidos.
Con pesar después de un rato tuvimos que separarnos. Salí de él observando con una sonrisa pervertida como salía mi semen de su interior. Me gusta eso. Que tenga mi esencia en él.
Frunce las cejas.— ¿Qué miras bobo?
— Lo sabes muy bien.— Respondo mordiendo mis labios.
Rodó los ojos y con un empujón suave me aleja de él.
— Eres un...— No termina de hablar porque lo vuelvo apresar debajo de mi.— Jungkook se nos hará tarde para cenar con tu madre. Sabes que ella actua puntual con las comidas del día.
— Tienes razón. Vamos a asearnos y nos reunimos con ella.— Aseguro tomandolo entre mis brazos para llevarlo al baño.
Y eso hacemos. Tras un rápido aseo y vestirnos, además, de besarnos apasionados unos minutos nos dirigimos al comedor donde efectivamente mi madre puntual tomaba asiento en el comedor junto a la enfermera Yuri.
Lista para su cena.
— Mya, ¿Cómo te fue en tu día? — Se acerca Jimin a ella besando su frente con total confianza. Esa confianza que se ha ganado por parte de ella.
Los observo cautivado como conversan un poco entre risas.
Son mi mundo.
Mi deseo es seguir viviendo momentos así con ellos. Se esta volviendo casi imposible de creer que sea tan feliz. A veces pienso que es un sueño y despertaré en cualquier momento pero no es así. Fui bendecido al tener a mi madre y a Jimin, ambos se llevan de maravilla y vamos por buen camino a algo que estoy pensando en estos días.
Es pronto lo sé pero si todo sigue marchando como quiero lo haré sin dudar. Porque mi madre me ha enseñado tantas cosas entre ellas el significado de unirse con alguien más cuando crees que es el momento correcto.
Y yo quiero unirme con Jimin.
En matrimonio.
Soy jóven con apenas veintitrés años para pensar en matrimonio, eso me dirán algunos y quizás hasta el mismo Jimin pero ese es mi deseo. Quiero pedirle que se case conmigo. Ya después, mucho después, podemos adoptar niños.
Bueno, según como vaya todo en nuestra relación, más adelante haré realidad lo que deseo.
— Esta perdido mi niño.— Escucho a mi madre.
Salí de mi ensoñación y los miro a ambos que están burlándose de mi.
— Esa expresión cursi que pusiste mientras parecías pensar en algo espero que haya sido por mi.— Dice Jimin acercándose para tomar asiento a mi lado.
— Claro que fue por ti amor.— Le guiño un ojo.
Dejamos de lado las risas cuando unas empleadas empiezan a traer la cena. Saboreo visualmente al ver tales platillos. Sin embargo, mi madre hizo un pequeño quejido de decepción, confundiéndome. E igualmente pasa con Jimin quien se decide a preguntarle.— ¿Pasa algo Mya?
— Nada.— Responde bajando la mirada.
— Mya.— Insiste Jimin.
En ese momento y estamos acostumbrados a ella. Interviene la enfermera Kim Yuri para hablar por mi madre.
— La señora Jeon preguntó si podía cenar un poco de pato y le respondí que si. En una porción pequeña. Así que le pedimos a la cocinera que preparara pato con una salsa sin tanto aderezo. Ella dijo que lo haría pero...— Señaló los platillos de la mesa.
— No lo hizo.— Completa Jimin y noto como aprieta los puños debajo de la mesa.— ¿Donde esta la cocinera? ¡Díganle que venga! — Le ordena a las empleadas que están paradas como estatuas a nuestro alrededor.
Ellas asustadas salieron en busca de la cocinera.
Ay, el problemón que se viene.
Si algo he notado es que Jimin se desvive por mi madre y trata que este como una reina.
— No es necesario decirle algo a la cocinera. Yo puedo comer lo que esta en la mesa.— Trata mi madre de apaciguar la intranquilidad de Jimin pero él no cedió en ese momento porque esta disgustado por una orden no cumplida.
La cocinera entró al comedor y miró preocupada a Jimin.
— ¿No fue del agrado la cena señor?
— No lo sé porque aún no lo he probado. El problema es que mi suegra te pidió pato para cenar... ¿Por qué no hiciste pato como ella quería?
La mujer se puso pálida como un papel.
— Este...— Titubea.
— Jimin querido. No agobies a esta mujer. Yo comeré lo preparado.— Mi madre se sintió apenada por el problema que se ocasionó.
No tengo mucho que pensar sobre el asunto.
Pero estoy de acuerdo un poco en el enojo de Jimin. Mi madre pidió pato y la cocinera le aseguró que lo haría. Es extraño que no lo hiciera para la cena.
— Sigo esperando que me responda.
— Señor yo iba a preparar el pato que ordenó la señora pero el mayordomo Kim llegó a la cocina como lo hacía desde antes y me ordenó que hiciera para la cena únicamente estos platillos que a usted le encanta.
Seokjin.
Suspiré pesado.
Era obvio que si alguien podía dar la contra en las ordenes hacía las empleadas, ese es Seokjin. El mayordomo de la casa.
Me dió curiosidad la reacción de Jimin así que lo miro expectante. Para mi sorpresa. Él reaccionó así...— El mayordomo Kim apartir de este momento no decidirá más que se cocina en esta casa. Yo se lo comunicaré después.— La mujer asiente y pude presenciar el alivio en su rostro.— Ahora pueden llevarse estos platillos y comerlas entre ustedes. Eso es todo por hoy.
Todos alrededor quedamos con la boca abierta. Las empleadas por su parte hicieron lo ordenado con expresiones de haberse ganado la lotería.
— Entonces... ¿No va haber cena? — Pregunta la enfermera Yuri viendo con hambre como se llevaron el último platillo de la mesa.
Por su parte Jimin mira fijamente a mi madre.— Quería pato para cenar. Cenaremos pato. Conozco uno de los mejores restaurantes donde preparan un pato delicioso y para usted lo prepararán a su manera. Así que vamos antes que se haga más tarde.
De pronto mi madre rie con un sonrojo en sus mejillas.
— Ay querido. Eres único.
Me uno a las risas.
Jimin es un caso especial pero te vas acostumbrando.
— Vamos por el pato.
Nos levantamos de nuestros asientos y salimos del comedor rumbo a la salida principal de la casa. Decidimos ir en el coche de Jimin así que nos amontonamos lo más rápido posible por el hambre de ese pato que desea mi madre que al final antojó a todos.
Antes de irnos arqueo una ceja y miro de reojo desde el coche como Seokjin estaba parado mirándonos desde una de las ventanas de la casa. Para después cerrar las cortinas con rudeza.
Ja.
Que ridículo.
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— Esta delicioso. Todo muy delicioso.— Murmura mi madre satisfecha porque por fin pudo quitarse el antojo de comer pato.
— Me alegra que le haya gustado. Podemos venir aquí cuantas veces desee. Es mi restaurante favorito de platillos a base de pato.— Dice Jimin cortando un pedazo para llevarselo a la boca.
Yo por mi parte tuve que hacer mucho espacio en mi estómago porque comí demasiado. Todo estuvo delicioso.
Y...
— Quiero ir al baño.— Le hablo avergonzado a Jimin.
— Esta por allá.— Señala hacía una dirección.
Asiento. Y me levante de mi silla siendo seguido por la enfermera Yuri.
— Disculpe. Yo también quiero ir al baño.
Ella se va a otra puerta donde esta el baño de damas y yo por otra. Me tomo mi tiempo haciendo mis necesidades y tras lavarme las manos planeaba regresar con los demás pero me tomó por sorpresa que la enfermera me esperara afuera del baño de hombres.
— ¿Pasa algo? — Pregunto porque es obvio que quiere decirme algo.
— Soy entrometida en algunos aspectos y eso quizás moleste a otros. Así que lo siento jóven Jeon.
— Esta bien.— Dije confundido porque no entendía porque decirme eso justo afuera de un baño.
Apenas di un paso para regresar pero ella me detiene.
— Espere hay algo más. Como le dije soy entrometida. Estoy consciente de mi problema pero en esta ocasión volveré a fallar y le contaré algo que escuche.— Explica.— Dudé un poco si decirle a la señora Jeon o al señor Park pero decidí que es solo a usted Joven Jeon a quien debo contarle.
Quedé boquiabierto.
Debe ser algo sobre mi.
— Cuéntame. Para poder volver con los demás.
Ella asintió.
— Me dirigía al jardín para arreglar el espacio donde la señora Jeon suele tomar su relajo de las tardes y entonces me detuve antes de acercarme porque escuché al mayordomo Kim hablar de usted con su esposo el jardinero.
Ah.
Adivino para donde va dirigido esto.
Hice una mueca de disgusto.— ¿Habló mal de mi?
— Si. Dijo que era un cazafortunas como los demás. Que dudaba que quisiera realmente al señor Park y espera que él pronto lo deje.
Me sobe la cien del dolor ante lo que escuchaba.
Ese hombre....
— ¿Dijo algo más?
— El jardinero le pidió al mayordomo Kim que se tranquilizara porque según él seguían siendo más necesarios e importantes en la vida del señor Park que usted. No pude escuchar más porque se dieron cuenta de mi presencia asi que me disimule como si recién llegara al jardín.— Termina de contar mirándome apenada.
Hago un intento de sonrisa.
— Gracias por decirme esto. Y definitivamente no eres entrometida solo algo directa con tus comentarios. Aún así no nos molesta de verdad a ninguno. A mi madre le agradas asi que solo mantente leal con nosotros...— Le pido y ella asiente con la cabeza.— Algo más. Esto queda entre tu y yo. Deja el asunto del mayordomo Kim en mis manos.
Porque sospecho lo que intenta.
Lo de la cena fue el comienzo de hacernos la vida imposible para deshacerse de mi madre y de mi. Sé que lo correcto es contarle a Jimin pero quiero que el mismo escuche de los labios de Seokjin aquella negatividad que tiene contra mi porque a él le hizo creer otra cosa y yo dude cuando Jimin me contó que sus "queridos amigos" pese a no estar seguros del todo al final respetaron su decisión de estar conmigo porque no tenían derecho alguno a intervenir..... ¿Quieren derribarme?
No lo conseguirán. Yo tengo en estos momentos a Jimin de mi lado y solo debo mantenerme como siempre.
Porque yo soy el bueno y así debo seguir.
Ja.
Sigue intentándolo Seokjin. No conseguirás nada porque Jimin esta enamorado de mi. Aún no me lo dice pero sé que es así. Él me ama.
Inicia la guerra jajaja okno 🤪