Narrador omnisciente:
Primer día de clases, 02 de septiembre 1991..
— Bienvenidos a la clase de transformaciones – habló la profesora – yo soy Minerva Mcgonagall y seré su profesora. Quiero que sepan, que mi clase no es un chiste ni una broma..pero eso no lo han comprendido el señor Potter y el señor Weasley.
Harry y Ron que venían corriendo se quedaron estáticos en la puerta.
— Profesora... nosotros...nos perdimos y.. – intentó explicar Harry.
— Bueno, supongo, señor Potter – caminó hacia él – qué tendré que convertirlos en mapas, para que no se pierdan, tomen asiento.
Draco quiso reírse, bueno, mejor dicho si lo hizo pero disimuladamente.
— Ahora, les recuerdo que su desempeño debe ser excelente.. – continuó – o si no, el profesor Quirell estará muy feliz de recibirlos en su oficina para un castigo...de hecho; escuché por ahí que tiene bastantes animales extraños y peligrosos – muchos pasaron saliva gruesamente – o peor aún...un castigo con el profesor Snape, no creo que quieran eso...¿o si?
Todos negaron y es que, a Snape todo el mundo le temía, incluso; habían niños que rumoraban que era un murciélago.
Draco no había tenido la oportunidad aún de hablar con quién era su padrino, apenas llevaban un día en Hogwarts, pero; el rubio quería saber más del hombre, quería saber más de sus padres y el hombre era el indicado para decirle.
Clases de huelo..
— ¿No eres tan rápido, Potter? – se burló Malfoy, pues, Harry no había podido atraparlo.
— ¡Claro que sí, Malfoy! – exclamó él enojado –…más bien, tú eres el lento.
— Quisieras, Potter – le respondió él y se dió la vuelta.
Draco había retado a Harry, lo había retado
haber quién era más rápido en las escoba..y lamentablemente, para justo de Harry, el perdió.
— No lo soporto, es demasiado presumido – le susurró a Ron – sólo míralo, se creé mucho, por sólo saber volar mejor que yo.
Harry miraba a Draco con recelo, de verdad el rubio le caía mal, lo odiaba..