Una rosa, con eso se encontró Becky esa mañana de viernes en su casillero. Y estaba en perfecto estado, con sus pétalos bien armados y demostrando que acababa de ser comprada. Un capullo impecable con solo dos espinas en su tallo y una hoja asomando.
La tomó y la llevó a su nariz, oliendo la dulce fragancia que desprendía.
- Vaya... ¿tienes un admirador? O admiradora- volteó, esfumando su idea de quien estaba en frente se la había regalado y se aclaró la garganta. No quería pensar en nadie más que tenía al frente-
- ¿No fuiste tú? - recibió una respuesta negativa y entonces el abanico de opciones se abrió-
- No, pero parece que lo esperas de mi parte. Lo tendré en cuenta- le aseguró sonriéndole - ¿no tiene una nota? Quizá podría ser una broma-
- No lo creo, Friend ¿cuál sería la diversión de dejarme una rosa? - la chica alzó los hombros genuinamente. Ella regresó frente al casillero y hurgó en busca de una tarjeta, pero no encontró nada más allá de sus propios libros-
- De igual manera es muy linda- murmuró señalándola antes de que ella la guardará - ¿lista para nuestro número especial? - agregó abriendo el ala de su brazo y Becky la miró, antes de asentir y enrollar sus brazos allí-
- ¿Le dices especial porque es el cumpleaños del señor Chen? -
- Exactamente por eso. Y además porque has trabajado mucho en el-
- Hemos- la corrigió - Trabajamos juntas... ¿estás nerviosa? - le preguntó mientras caminaban por el pasillo-
- Un poco, creo que eso de que estén las porristas y algunos del equipo de futbol es un poco...de presión-
- No debes tenerla- la incentivó ella - mis padres siempre me dijeron que cuando suba a un escenario cierre los ojos y cuando los abra, que continúen cerrados. Solo dejas que la música ingrese por tus oídos y cantas-
- ¿Tus padres cantan también? -
- No. La única del talento en la familia soy yo- bromeó con ego que las hizo reír mientras aminoraban el paso y se detenían frente a la puerta del salón. Friend le dejó un beso en la mejilla y se adelantó. Ella carraspeó y sacudió sus hombros, dispuesta a entrar cuando un golpe de aire tibio cubrió su cuello-
- Rómpete una pierna- y un toque en su cadera de apenas un segundo. Freen pasó a su lado y se acomodó en una de las sillas de abajo, como espectadora especial para verla ansiosa.
De allí la observó y la morena le devolvió la mirada. La esquivó al instante, sintiéndose nerviosa y se acomodó el cabello antes de entrar.
- Feliz cumpleaños, señor Chen- lo felicitó y todos sus compañeros murmuraron asombrados, recordando el día gracias a ella y lo felicitaron también-
- Gracias, Becky y gracias a los demás. A todos. Espero que tengan todas las ganas de ensayar porque las seccionales están a días y hoy dividiremos el trabajo-
- Señor Chen, antes con Friend queremos regalarle algo-
- ¿Algo? - preguntó el hombre emocionado. Becky asintió-
- Lo mejor que tengo...mi talento- con una seña a Friend, la chica se acercó y cambió algo de lo planeado. Becky la miró tomar una guitarra y finalmente se detuvo a su lado, algo nerviosa y sonrojada, con la mirada en el piso y ella solo le acarició la espalda antes de alzar su mentón y hacer lo que mejor sabía: cantar-
No era una canción romántica en particular ni tenía un mensaje claro hacia lo que iba definido. Pero cuando el estribillo retrataba futuro y situaciones complejas por las que atravesar, la persona ideal con quién lograrlo y continuar soñando, bajó su vista y la posó en Freen.
La morena la observaba con los codos apoyados en sus muslos y tironeando sus labios con los dedos, mirándola como si fuese un solo de los que estaba acostumbrada a presenciar. Deleitada como la descubrió, abrió sus brazos y las notas finales fueron suficientes para que sus compañeros invadieran el lugar de aplausos.
Hundió su pecho y juntó sus manos, antes de abrazar a Friend ligeramente y felicitarla también. Con las habituales reverencias para demostrar su talento, estiró apenas su playera y se hincó. Se irguió con lentitud al ver a Freen juntar sus brazos flexionados y alzarlos hacia su lado derecho, aplaudiendo sin vergüenza y sonriéndole.
Se mordió los labios y ocupó su silla con rapidez. Volteó a verla y regresó su mirada al frente cuando aquellos hipnotizantes ojos marrones estaban sobre ella. Mientras el señor Yang repartía las partituras, se preguntó por qué hacía esto ahora Freen. Se supone que iban a darse un descanso y eso implicaba de miradas también.
Quería que la morena continuara con su vida y eso incluía a Billy. Pero también quería volver a verla y olvidar que tenía novio. Suspiró, la situación era un caos y prácticamente fue ella quien se metió a sí misma hasta allí. Si la hubiese detenido desde el principio, desde el día de la confusión de cupos nada hubiese avanzado como pasó y su rutina no incluiría a la morena.
Todo sería monótono y continuaría siendo menos feliz. Porque, aunque todo le doliera y molestara, Freen le daba la porción de felicidad que hacía mejor su día. Sacudió la cabeza y le prestó atención al listado de canciones, o terminaría volviéndose loca con su molesta consciencia que no quería olvidar a la porrista.
- Bien, comenzaremos con un dueto entre Heng y Becky- dijo el profesor - haremos el número grupal que los chicos eligieron luego, cuando Becky, nos presente y terminamos con lo que las chicas eligieron ¿están de acuerdo? -
- Sí queremos perder, sí, estoy muy de acuerdo- respondió Nam. -
- ¿Disculpa? -
- ¿Ellos se llevan el protagónico y luego en las canciones grupales solo movemos la boca? Le recuerdo que pueden participar este año porque ingresamos el resto. Sin nosotros no podrían- aseguró la pelinegra-
- Nam- la interrumpió Becky poniéndose de pie- quizá para las regionales sus voces sonarán mejor-
- ¿Sabes lo que sonaría mejor? Tu rostro contra mi mano. Ven, acércate, enana-Becky abrió los ojos asustada, cuando la chica dejó la silla y de un salto llegó a ella-
- Nam- la detuvo Freen seriamente. El resto volteó a verla y la morena volvió a llamarla - siéntate, Nam y cierra la boca-
- Si, pero antes voy a golpear a Armstrong para que...-
- No vas a golpear a nadie. Siéntate- repitió alzando la voz y la oyó bufar. Nam regresó luego de amenazar con una seña a Becky y Freen asintió en dirección a la rubia, para que continuara-
- Bien, quizá en las regionales cada uno podría tener su protagónico. Y Heng y yo en los coros-
- Pero Becky, somos los capitanes y debemos...-
- Por eso mismo, Heng- lo cortó ella - como capitanes, debemos permitir que nuestro equipo haga su parte también-
- Bueno, pero antes de las regionales están las seccionales- les recordó el señor Chen- así que vamos, a trabajar-
- ¿Qué demonios fue eso, Freen? - le reclamó Nam en un susurro mientras ella tomaba su lapicera y un cuaderno-
- ¿Qué cosa? -
- Defendiste a Armstrong. Y la defendiste por sobre mí-
- No defendí a nadie, pero no hacía falta que la golpearas. Debes aprender a manejar tus emociones- Nam resopló con ironía-
- ¿Yo? ¿Te molesta ahora que la gente no controle sus impulsos o emociones? Entonces detenlas a ellas también- Freen dejó de escribir y desvió su vista hacia lo que señalaba. Friend hablaba contra el oído de Becky y la rubia reía. Negó ligeramente y regresó a su cuaderno - ¿no? -
- Hazlo tú si a ti te molestan-
- ¡Vayan a un cuarto! - gritó Nam antes de reír y regresar a ella - ¿qué tanto dibujas? -
- Nada- le dijo tapando la hoja sutilmente con su brazo - hago tareas-
- Sí como sea- la vio dejar la silla y acomodarse cerca de Mind. Freen liberó su cuaderno y se mordió la mejilla interna. Aquella especie de caricatura burlona de Rebecca Armstrong había sido terminada.
Y no quedaba para nada mal con todos los corazones a su alrededor que había agregado.
"Hoy es otro día?"- Becky leyó el mensaje y frunció el ceño. Era la segunda vez que Freen le escribía luego de otra llamada absurda la noche anterior, en que ninguna dijo nada y solo permanecieron oyendo sus respiraciones por unos minutos. Y fue de la misma manera, sin un saludo ni recordándole que se trataba de ella-
"Buenas días, Freen ¿otro día para qué?"- apenas pudo dejar el móvil sobre la mesa cuando volvió a sonar con la respuesta-
"Para hacer valer mi cupo" - sonrió y estaba tecleando cuando oyó unos pasos en el living. Y recordó que era el día libre de Marco por lo que no tendría la casa desocupada sola para ambas-
"Mi padre está en casa"-
"Solo me cantarás"- rio, con Freen y las ganas de volver a verla que se acumulaban en ella misma, dudaba que solo pasara eso. ¿Recibió otro mensaje casi de inmediato y abandonó la silla - "quieres venir a la mía? Estoy sola los sábados" –
"Iré en un rato"- caminó a su padre y, mientras le hablaba de saldría por un momento, el celular sonó en su mano y continuó hasta que subió a su cuarto. Era otro mensaje, con la dirección de la casa y un "te estaré esperando"
Llegó al tocador y peinó rápidamente su cabello, se colocó perfume y finalmente tomó su carpeta con las partituras. Bajo la puerta, con una última mirada a BonBon que la observaba desde la cama, infló su pecho y dio media vuelta.
- Regreso pronto- le recordó a su padre y dejó la casa. La dirección de Freen era un tanto alejada, pero con la mañana templada y el sol caluroso, caminar a lo largo de media ciudad no fue tan agotador.
Releyó el mensaje mientras caminaba por la cuadra y se detuvo al ver el mismo número en una puerta. Sonrió al notar como la cortina de la gran ventana se cerró, señal de que Freen estaba observando su llegada y avanzó.
Golpeó apenas y oyó una vuelta de llaves, antes de que le abrieran. Su corazón se encogió, sosegado ante tal imagen descubierta: la morena sostenía en su lado izquierdo a Oliver y lo sacudía apenas. Llevaba ropa cómoda y se veía rara sin su uniforme de porrista. Apenas un pantalón deportivo y una camiseta infantil, con un gran Mickey Mouse en todo su pecho.
Y su cabello estaba atado, pero algo revuelto, producto de que estaba en el sillón o acababa de dejar la cama.
- Buenos días-
- Hola, Becky- se mordió el labio. Su voz sonó ronca y tan pesada que la oyó carraspear y algo de calor comenzó a encenderse dentro de ella. Definitivamente Freen Sarocha no necesitaba estar dentro del Instituto para demostrar su belleza - adelante-
- Tienes una linda casa- le dijo al seguirla por un pasillo. Había una mesa adornada y detallada con una planta de plástico, contra la pared y antes de llegar a la barra de la cocina. Frente a ellas, pero en espacio amplio y totalmente blanco, estaba la mesa con cuatro sillas y una gran canasta con frutas.
Becky dejó las partituras sobre ella y acomodó las manos en su espalda, continuando con su inspección.
- Gracias, papá es arquitecto, él mismo la diseñó para nosotros-
- ¿De verdad? No lo sabía ¿y tú madre a que se dedica? -
- Es empleada de un banco. Los sábados eran sus días libres, pero lleva unas semanas ocupándolo para otra ciudad, en una nueva sucursal-
- Entiendo... ¿y tú hermana? -
- Salió a buscar empleo... ¿quieres tomar algo? - negó rápidamente y se estiró a ver con minuciosidad un cuadro-
- Desayuné en casa ¿no lo ha hecho aún? -
- En realidad...estaba escribiéndote desde la cama. Hoy es sábado- no pudo evitar emocionarse. Freen ni siquiera se había levantado, pero le había enviado un mensaje, como esas parejas enamoradas que al despertar se envían los buenos días. Con su pulso acelerado, se detuvo a su lado y observó todo lo que intentaba tomar con Oliver en brazos - ¿te desperté? -
- No, no te preocupes. Incluso los sábados despierto temprano-
- ¿Temprano, Armstrong? ¿Y eso por qué? -
- Porque el desayuno es antes de las 10, no luego- le reprochó con diversión al tomar a Oliver entre sus brazos y brindarle la libertad que necesitaba para preparar su tazón de leche y cereal - ¿y tú que comes? - le preguntó al niño y él balbuceó, riendo y dejando caer su saliva - eres un bebé muy lindo ¿lo sabías? -
- Claro que lo sé- fingió Freen una voz infantil y haciéndola reír-
- Solo no pases mucho tiempo con Freen ...no es buena compañía-
- ¡Ey! - le reclamó la morena y las manos de Oliver se sacudieron en conjunto con su risa. Parecía que disfrutaba ser el único espectador de esa rara interacción - creo que, en realidad, es el único que disfruta estar conmigo-
- Estoy segura de que estás exagerando, como de costumbre... ¿qué le preparas a él? -
- Solo su biberón- Freen quiso tomarlo, pero ella llegó antes y se lo arrebató. Alzó los hombros con victoria y la morena le señaló ambas manos, ocupadas y fue su momento de sonreír - ¿necesitas ayuda? - preguntó con burla-
- Solo porque no puedo hacer tantas cosas... ¿le hierves la leche? -
- Ajá, ya está lista. Lo hice mientras te esperábamos- ella alzó una ceja y la miró de perfil. Freen se sonrojó levemente y continuó mezclando el azúcar. Cerró el biberón y se lo entregó segundos después. No podía despegar sus ojos de ella. Parecía una Freen Sarocha totalmente distinta a la porrista del Private. Estaba siendo dulce y amable, dedicada y tranquila con Oliver y en parte con ella también.
La detalló en cada gesto, en cada sonrisa avergonzada con que hacía las cosas y le pareció un mundo alternativo en el que le gustaría estar con ella. Se preguntó si eso sucedía a diario mientras Freen estuviese sola o con el pequeño. Se mordió el labio interno, sí, posiblemente sí y de solo imaginarlo algo se alborotaba en su interior.
Bajó la mirada por su cuello, blanco y delgado y recordó las veces que lo había mordido y succionado durante sus encuentros sexuales. Siempre se desprendía una fragancia similar a la vainilla y eso solo la provocaba más. Pasó por sus hombros, bien rectos y alzados, resultado de sus trabajos duros bajo el mando de Sylvester.
Aquella camiseta blanca estaba totalmente pegada a su cuerpo y resaltaba su escultural figura. No llevaba sostén y lo notó a través de las orejas negras del ratón que solía ver en televisión, incluso sus pequeños y bien formados pechos se notaban bajo la tela y la imagen no se despegó de su mente ni cuando bajó hasta su pantalón. Era un deportivo gris, con el característico hilo delantero y largo, porque al parecer le quedaba algo grande y holgado en sus piernas lo demostraba.
De repente la vio reír y le señaló a Oliver. Ella parpadeó y lo vio, estaba babeando sobre su pecho, así como ella por Freen hasta segundos atrás.
- Le daremos su biberón y luego su chupete o te irás empapada- la vio pasar a su lado y notó sus pies descubiertos. Freen Sarocha definitivamente era otra persona dentro de las paredes de su casa. Se limpió con rapidez el pecho y ocupó una silla frente a la morena que le tendía el biberón.
- Solo en su boca y ya ¿cierto? - Freen metió una cucharada grande de su desayuno en la boca y asintió-
- Solo....no lo sueltes, aún no sabe manejarlo del todo- recostó a Oliver contra su pecho, sentado cómodamente en sus muslos y guio la pequeña botella plástica a él. Algo de nervios la invadieron, pero cuando el pequeño dejó sus manos sobre las de ella y comenzó a beber, sonrió. No había sido más fácil de lo que creía, pero no resultó difícil tampoco - estabas nerviosa-
- No-
- Oh, sí. Estabas nerviosa- rio Freen sacudiendo su cuchara mientras masticaba-
- Solo un poco-
- No deberías, lo hago todo el tiempo mientras mi hermana no está...creo que le gustas- agregó señalándolo. Becky bajó la vista y ambas notaron la mirada entretenida de Oliver sobre ella. Podía jurar que eran del mismo tono de ojos que los de Freen, cuando hablaban tranquilas y sin reclamos de por medio-
Se recordó que debía alejarse un tiempo de esas cosas, de todo lo relacionado a la rubia y se aclaró la garganta, observándola nuevamente.
- Así que... ¿ha elegido la canción? La de tu cupo. Porque si no es así, traje muchas y podrías mirarlas para...-
- No es necesario, sí la elegí- asintió con sorpresa. Eso significaba que Freen había pensado en ella. Para buscar entre sus canciones favoritas, tendría que haber recordado su servicio e indirectamente en ella. Otra sacudida se generó en su interior y solo pudo sonreír, quizá su imaginación estaba jugándole en contra, pero estaba viviendo en un mundo de fantasía últimamente con ella - espero no te moleste cantar para dos espectadores-
- Quizá eso te saldrá un poco más- bromeó acariciando el pecho de Oliver y observándolo terminar su desayuno-
- ¿Armstrong? - ella solo respondió con un murmullo, concentrada aún en los movimientos del pequeño - te debo otra disculpa- detuvo sus dedos, pero no la miró. Conociéndola, lo que iba a decir estaba costándole y mirarla sería cortar su serenidad - hicimos todo mal desde el comienzo y luego lo empeoré. No sé si estás buscando un...un cuento o historia romántica conmigo, pero...soy solo el ogro de esas cosas y tú...tú esperas a tu príncipe y eso y...-
- No es así- la cortó - no es así-
- Lo que quiero decir, es que todo sería así conmigo y tú no lo mereces. Ayer te vi cuando cantaste con Friend-
- Estabas allí-
- No, me refiero a que ella...- Freen suspiró, entremedio de un gruñido y finalmente continuó - ella y yo no nos parecemos en nada y te trata bien. A ti te gusta pasar tiempo con ella-
- A mí me gusta pasar tiempo contigo-
- A mí también- le aseguró al instante. Becky la miró, olvidando a Oliver un momento para detenerse en ella - pero Friend insiste contigo y...creo que también debo disculparme por como la traté. Entiendo que sea tu amiga y eso, pero...hay ciertas cosas que no puedo controlar, Becky-
- No ha hecho nada-
- ¿A ti te gusta? - Ella la observó. Freen la miraba expectante, pero jugando con sus dedos, ansiosa ante su respuesta-
- No. Pero si es amable y respetuosa conmigo- la morena gesticuló, sintiendo el peso en esas palabras y reprochándose a sí misma - y es algo así como ajena a los prejuicios. Y no tiene nada que ver con que su madre sea la cocinera del Instituto- agregó cuando la vio intentar interrumpirlas - creo que esa es la verdadera razón por la que deberías disculparte con ella-
- Solo me disculparé contigo- aseguró Freen con contundencia - pero por si te importa...no volveré a decirte nada de ella. De verdad, entiendo que quieran conocerse, ser amigas y compartan tiempo juntas, pero...lo demás no voy a poder controlarlo. Y no voy a negarlo, me molesta, pero no voy a pedirte nada-
- Está bien... Friend intentó besarme-Freen permaneció quieta, deteniendo los movimientos de sus dedos y luego asintió con lentitud - no lo esperaba y tampoco hemos hablado de sentimientos. Pero tampoco quiero lastimarla ¿entiendes? Si a ella le llegara a pasar algo sincero conmigo, no me gustaría arruinar nuestra amistad por esperarte-
- ¿No quieres esperarme? -
- No cuando no es necesario. Me dijiste que no amabas a Billy y...dios, Freen ¿por qué tenemos que hablar de esto? Ya lo discutimos y...-
- ¿Y entonces no vamos a cambiar de opinión? ¿Vamos a hacer de cuenta que nunca pasó nada? -
- No, incluso sería extremo hasta para mí- bromeó quitando el biberón de Oliver - pero eres tú la que está con Billy-
- Sí, pero...-
- ¿Tienes la canción? Tengo que irme antes del mediodía y ya está haciéndose tarde-
La morena asintió y abandonó la silla. Quería decirle tantas otras cosas, pero si Rebecca Armstrong no quería continuar hablando, definitivamente nadie debería seguir hablando.
Se acomodaron en el living. Freen con Oliver en sus muslos y ella en el centro, mirándolos mientras leía cada letra de la hoja. No conocía la canción, no era un clásico por lo que no la registraba, pero la letra era clara, concisa en el sentimiento que quizá estaba atravesando a la morena.
La música pesada que la porrista había puesto de fondo, guiándola hacia los tonos que debía alcanzar, y su mirada penetrante sobre ella. Podía verla mover lentamente sus labios, sin emitir sonido y solo continuó.
Closer decía el titulo y ella solo podía recordar las manos de Freen en su rostro, cuando lo tomaban para besarla. Porque podía sentir el peso del significado y lo que cada palabra intentaba decir.
Se preguntó si eso salía de su boca para la morena o Freen había escogido la canción para decírselo a ella. Algo así como que alguien se había llevado su corazón y posiblemente su alma también había cantado. Y decía ella. No él. Por lo que fantaseó iba para ella. Ella se llevó mi corazón y posiblemente se llevó mi alma.
La estrofa final fue casi silenciosa, con la mirada sobre la morena y estirando la nota hasta llegar a ella. Le dejó una caricia a Oliver y le colocó el chupete que colgaba de su cuello. Rozó la rodilla de Freen y se alejó cuando intentó retenerla. La canción, lo que expresaba y la situación íntima que las rodeaba con el pequeño, había sido suficiente.
- Espero que te haya gustado- le dijo llegando a la puerta y abriendo - nos vemos luego-
- Becky- la detuvo, dejando a Oliver sentado en el piso y caminando a ella - oye...de verdad espero que me disculpes por todo lo que dije la última vez que nos vimos-
- Sí, creo que también me disculpo por lo de Billy y eso-
- Ey, espera- tomó su brazo cuando pretendió salir. Volvió a retenerla en el interior, contra ella y llevó la punta de su dedo sobre su frente, donde un mechón caía dulcemente y lo hizo a un lado - quiero comprarte otro-
- ¿Qué? -
- Otro cupo. Quiero comprarte otro y que vuelvas a cantarme- ella movió los ojos en todo su rostro. La mano de Becky bajó hasta su cintura y la otra retuvo su mejilla, acariciándola levemente con el pulgar-
- Son solo regalos para los cumpleaños-
- Pero es un trabajo-
- En realidad, un servicio-
- Sí, eso. Así que dame otro- Becky negó ligeramente, escondiendo una sonrisa - si uno sale cinco dólares y tengo diez ahora...dame dos-
- No, estás loca-
- Quiero dos, por ahora- le susurró pasando el pulgar sobre su labio inferior. Becky la vio acercarse y cerró los ojos. Pero dejó ambas manos en su pecho y la alejó-
- Mientras esté Billy en medio, no quiero esto-
- Pero, Bec...-
- Parecía una buena idea...creíamos que sería una buena idea- Freen suspiró, retrocediendo unos pasos y alejándose finalmente hasta su mochila, sobre el sillón. Tomó unos billetes y volvió a Becky -
- Dos, para la semana entrante- le ordenó tomando su mano y guardándolos en su palma- gracias por...todo, por venir y eso-
Ella simplemente asintió y se preguntó cómo podía resistirse al momento. Freen volvió a jalarla e intercalaba la mirada en su boca y sus ojos mientras se estiraba. Se mordió el labio, acercándose a su encuentro y se alejó cuando alguien se aclaró la garganta.
Volteó asustada y descubrió a una muchacha, apenas más alta que Freen que les sonreía.
- Disculpen, solo...paso por mi hijo. Soy Cream- se presentó estirando su brazo y ella lo estrechó-
- Soy Becky- balbuceó mirando a Freen que seguía en el mismo lugar y observándola sin pudor - bueno, ya tengo que irme-
- Pero yo solo iré por Oliver y puedes quedarte. No voy a...-
- No, no, tranquila. En realidad, ya se me hizo tarde...fue un gusto-
- Igualmente-
- Hasta luego, Freen- la morena apretó sus labios y le alzó la mano, sacudiéndola apenas mientras la veía partir.
Becky comenzó a caminar y notó que no llevaba su carpeta con las partituras. Se detuvo y golpeó la frente, debatiendo si debía volver por ella.
Reinició los pasos. No, ya había estado demasiado cerca de Freen por ese día.